viernes, 3 de junio de 2016

Silvia Federici: acumulaciĆ³n originaria y violencia contra las mujeres



Agencia Tegantai

Entrevista a Silvia Federici en su paso por Quito, sobre acumulaciĆ³n originaria y violencia contra las mujeres.


Agencia Tegantai: Describes en CalibĆ”n y la Bruja el vĆ­nculo entre la violencia contra las mujeres y el origen del capitalismo, ¿cĆ³mo podemos ver hoy en Ecuador ese vĆ­nculo cuando se criminaliza el aborto al mismo tiempo que se amplĆ­a la frontera petrolera y minera?
Resultado de imagen para Silvia Federici: acumulaciĆ³n originaria y violencia contra las mujeresSilvia Federici: Hay una relaciĆ³n muy directa entre los intentos del Estado hoy, no solamente en Ecuador, a nivel internacional, de profundizar el control y vigilancia sobre el cuerpo de las mujeres, y este impulso a la polĆ­tica extractivista, que como consecuencia, siempre mĆ”s un incremento de la violencia contra el cuerpo de las mujeres. Un incremento que se comienza a definir como feminicidio porque cuantitativa y cualitativamente no tiene precedentes. El nĆŗmero de mujeres golpeadas, matadas, y la forma de violencia tan atroz, que se presenta como algo nuevo en nuestro tiempo. Creo que el elemento comĆŗn estĆ” en estos intentos de los gobiernos hoy, en la nueva ola de acumulaciĆ³n originaria, de extender su control sobre toda la riqueza natural, todos los territorios, rurales, urbanos, y tambiĆ©n sobre el cuerpo de las mujeres. El capitalismo y los gobiernos que lo representan, los objetivos de los inversionistas capitalistas han intentado controlar el cuerpo de las mujeres, porque lo ven como un recurso natural, como una mĆ”quina de producciĆ³n de fuerza de trabajo, y algo que debe ser controlado.

AT: ¿CĆ³mo se da ese control en la producciĆ³n de nuevos cuerpos para el trabajo capitalista a la vez que se desata la violencia contra las mujeres?
SF: Hoy, a nivel internacional el control sobre el cuerpo de las mujeres y sobre la procreaciĆ³n no tiene una forma Ćŗnica, en algunos lugares las mujeres son esterilizadas. En los aƱos 90 se adoptĆ³ una polĆ­tica a nivel internacional del Banco Mundial que llamaban control de la poblaciĆ³n, porque acusaban a las mujeres de producir un nĆŗmero demasiado grande de hijos, acusaban a las mujeres de causar la pobreza de sus comunidades. Entonces se adoptĆ³ una polĆ­tica de esterilizaciĆ³n. Y en otros lugares del mundo se obliga a las mujeres a procrear. El elemento comĆŗn es que el Estado quiere tener el control sobre el cuerpo de las mujeres, como quiere tener el control sobre las riquezas naturales y sobre el territorio. Aplicado al territorio, una polĆ­tica extractivista del tipo que se estĆ” aplicando hoy que tan destruyente como la minerĆ­a, como la excavaciĆ³n petrolera, necesita verdaderamente controlar las mujeres y atacarlas directamente. Con la violencia contra las mujeres se destruye la resistencia de la comunidad.
AT: Entonces, ¿para el capital extractivo la violencia contra las mujeres estĆ” entre las principales estrategias de control territorial?
SF: Se intenta desplazar enteras poblaciones de sus lugares ancestrales para excavar el petrĆ³leo, los diamantes o el coltĆ”n, se aterroriza a las mujeres. Es lo que sucede hoy en tantas partes del mundo, este terror injustificado, parece un fin en sĆ­ mismo, es tan desproporcionado. Porque las mujeres son personajes que no son armados, no ponen ningĆŗn peligro a la comunidad, a ninguna, y todavĆ­a son matadas, torturadas… atroz. Rita Segarro ha hablado mucho de este tema y ha dicho cosas muy interesantes, subrayando que hoy la violencia contra las mujeres no es solo violencia domĆ©stica, sino tambiĆ©n violencia pĆŗblica, violencia que llega de los paramilitares, y estĆ” conectada, con su raĆ­z profunda en esta polĆ­tica extractivista, en el objetivo del desplazamiento general de poblaciones. Aterrorizando a las mujeres, se destruye a la comunidad.
AT: ¿CuĆ”l estĆ” siendo el rol de las mujeres frente a este despojo, frente a la destrucciĆ³n de la comunidad?
SF: Es otra razĆ³n de las causas de la violencia contra las mujeres es que estĆ”n en primera lĆ­nea de la defensa de los comunes. Las mujeres no son solamente vĆ­ctimas de la violencia, pero son particularmente vĆ­ctimas de la violencia tambiĆ©n porque estĆ”n en primera lĆ­nea de la defensa de la tierra, del bosque, de los conocimientos ancestrales. Es muy importante subrayar. Y tambiĆ©n porque las mujeres estĆ”n defendiendo mĆ”s que los hombres un uso no comercial de la riqueza natural. EstĆ”n defendiendo por ejemplo el cultivo de resistencia, y larga parte de Ɓfrica de cultivo de subsistencia es hecho por las mujeres. EstĆ” una verdadera guerra del Banco Mundial contra el cultivo de subsistencia. El Banco Mundial que acusa a las mujeres de producir demasiados niƱos y niƱas y de empobrecer su comunidad con la excesiva procreaciĆ³n, acusa a las mujeres de estar anclada a esta forma atrasada de cultivos y producciĆ³n. Por el Banco Mundial solamente el dinero, el business, puede crear la prosperidad social y acusa a las mujeres estar ancladas al cultivo de subsistencia de ser la causa de la pobreza de su comunidad. Por eso han impulsado estos programas como la microfinanzas, que ha sido un desastre completo, porque no ha reducido el empobrecimiento sino que lo ha profundizado, creando toda una poblaciĆ³n de mujeres endeudadas.
AT: Una tesis fundamental de CalibĆ”n y la Bruja es que la contrarrevoluciĆ³n con la que inicia el capitalismo necesitĆ³ del patriarcado para hacerse efectiva, ¿eso nos llama a acabar con las desigualdades para poder acabar con el capital?
SF: Es el reto, la pregunta mĆ”s importante que nos enfrenta. Siempre dije que el poder del capitalismo no son solamente las bombas nucleares, las cĆ”rceles, la tortura, sino mĆ”s que todo esto son las divisiones que el capitalismo con su historia ha creado dentro del proletariado global. Divisiones en jerarquĆ­as laborales que permiten crear experiencias diferentes, realidades diferentes que permiten delegar el poder a los blancos, asalariados, el poder de controlar las mujeres, los sujetos de color…
AT: ¿CĆ³mo podemos enfrentar las divisiones para mejorar nuestra unidad de lucha?
SF: se puede enfrentar en varias maneras. Una que llega de mi experiencia en el movimiento feminista es que los que tienen menos poder sean capaz de organizarse autĆ³nomamente. El movimiento feminista naciĆ³ en EEUU de mujeres que habĆ­an militado en varios movimientos mixtos: el movimiento contra la guerra, estudiantil, por los derechos civiles, y siempre se dieron cuenta que no podĆ­an hablar, analizar su situaciĆ³n especĆ­fica, su explotaciĆ³n especĆ­fica. Porque en la organizaciĆ³n mixta no se daba espacio a la explotaciĆ³n de las mujeres. CuĆ”ndo las mujeres dejaron las organizaciones dominadas por los hombres y comenzaron a juntarse fue una explosiĆ³n de creatividad, porque cuando comenzaron a compartir su experiencia se dieron cuenta que su sufrimiento no era causado por su falta individual, que se enfrentaban a una situaciĆ³n comĆŗn. Esto permitiĆ³ poder pensar en una lucha. En segundo lugar, este momento fue importante porque compartiendo la experiencia y analizando su situaciĆ³n fueron capaces de descubrir toda una historia y un Ć”rea de explotaciĆ³n que hasta este momento habĆ­a sido invisibilizada. Si la mujer hubiera seguido solo en la organizaciĆ³n mixta, toda un Ć”rea de explotaciĆ³n capitalista habrĆ­a sido ignorada, y habrĆ­a continuado. El capitalismo hubiera podido continuar en esta forma de explotaciĆ³n. La misma cosa ha pasado con los movimientos por los derechos civiles en los EEUU, el movimiento del poder negro fue cuando comenzaron a organizarse autĆ³nomamente. Esto no significa que no se pueden generar luchas conjuntas, que juntarse no sea un objetivo. Pero no podemos organizarnos a partir de una unidad que no estĆ”, una unidad que es la afirmaciĆ³n de los intereses de los que tienen mĆ”s poder.
AT: ¿CuĆ”l es el papel de los hombres en esta superaciĆ³n de las jerarquĆ­as que pueda recuperar una unidad contra el capitalismo?
SF: TambiĆ©n es claro, que la problemĆ”tica del movimiento feminista debe ser una problemĆ”tica de los hombres tambiĆ©n. El feminicidio no es un problema solamente de la mujer, las mujeres lo sufren directamente, pero es un problema tambiĆ©n para los hombres. Hoy es muy importante que los hombres se organicen, eduquen a los otros hombres y se movilicen. Por quĆ© no hay una marcha de hombres contra el feminicidio, por quĆ© deben salir las mujeres siempre a marchar contra el feminicidio, o contra las otras formas de explotaciĆ³n de las mujeres. Por quĆ© los hombres no hacen una marcha a favor del aborto, o a favor del control de las mujeres de su propio cuerpo. Una movilizaciĆ³n de hombres contra estas formas de patriarcado serĆ­a extremamente importante. Como mujeres estamos esperando de mucho, mucho tiempo a que los hombres se movilicen, que este problema no es solo de las mujeres. A travĆ©s de esta forma de explotaciĆ³n el capitalismo ha puesto sus raĆ­ces en el cuerpo del proletariado en su totalidad, no solamente en el cuerpo de las mujeres.
Fuente: http://www.agenciaecologista.info/component/content/article/39-destacados/1072-2016-06-01-22-10-25

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