miércoles, 15 de octubre de 2014

Semilla patrimonio legitimo y sabiduría del poder popular al servicio de la humanidad

Venezuela




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Publicado en:  Aporrea.Org 


Nos oponemos a la tentativa imperial de los Estados Unidos y de sus empresas transnacionales de introducir Organismos Transgénicos en el Ambiente (…) y combatimos decididamente las semillas terminator por que ella atentan contra el sentido de la vida. Manifestamos nuestro apoyo y la necesidad de reconocer a los pueblos y comunidades que durante siglos y milenios han desarrollado la diversidad agrícola.

Hugo Chávez - 2006



La sabiduría del poder popular es la esencia del legado del Comandante Hugo Chávez donde en el 2008 decreto a Venezuela Libre de cultivos y alimentos OGM. En relación a la propuesta de un nuevo proyecto de ley de semilla que se querían introducir directamente en primera discusión en la Asamblea Nacional, como guardianes de las semillas hombres y mujeres salen a defender de manera crítica, cada artículo de las propuestas, cuestionando palabras, concepto y códigos refinados de tecnócratas en relación a: la Propiedad intelectual, Derecho a Obtentor, Patentes, Organismos Genéticamente Modificados (OGM) y Organismos Vivos Modificados (OVM), Transgénicos, Monocultivos, para nadie es un secreto que utilizando las leyes y mecanismo perversos a nivel mundial las corporaciones del agronegocio vienen imponiendo su mecanismo y plataformas de saqueo y destrucción, siempre buscan grietas, debilidades o puertas giratoria para introducir interés única y exclusivamente de las multinacionales.
Ante el llamado de atención referente a este tema muy complejos pero vital para la humanidad, el gobierno bolivariano del presidente Nicolás Maduro, sin limitarse y cerrarse a ningún debate político, técnico, jurídico, emprendieron con diversos movimientos sociales, ambientalista, colectivos, estudiantes, indígenas, campesinos y campesinas, en coordinación con la segunda Vice Presidenta de la Asamblea Nacional diputada Blanca Eekhout coordinadora Nacional del Gran Polo Patriótico Simón Bolívar y militante del PSUV, entre otros diputados de la revolución, sin prisa abrir primero a una amplia discusión del proyecto de ley con los movimientos populares, hacer la revisión minuciosas en todos sus contenidos, para luego introducir en la primera discusión, es una verdadera expresión del poder constituyente e instituyente del gobierno Bolivariano con estricto apego a la constitución de la república Bolivariana de Venezuela. "La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo".
Entre las acciones colectivas realizadas con relación al proyecto de ley de semilla, comenzó en el Estado Lara, específicamente en la cuna de la espiritualidad y del patrimonio de la semilla, Monte Carmelo, en esta comunidad cada año el día 29 de octubre se conmemoran el día de las semillas campesinas, se realizan ferias, truekes, actividades culturales, foros y debates internacionales con el tema de la semilla campesina, en el 2013 fue un escenario propicio para abrir este gran debate del proyecto de ley, amanecieron debatiendo este tema trascendental para la patria y como unos de los legado histórico del comandante Hugo Chávez, al final del evento se acordó en avanzar en el objeto de la ley y se designó una comisión redactora, siguió los debates en el Estado Carabobo Aldea Héroes Canaima el 2 y 3 de noviembre, el 22 de noviembre en el Estados Barinas específicamente en el Instituto Latino Americano de Agroecológia Paulo Freire, el 16 y 17 de diciembre en la Escuela Agroecologica Indio Rangel, en el Estado Anzoátegui el 13 al 15 de junio del 2014, debates locales en La Azulita, en Mucuchies del Estado Mérida, en fin se realizaron diferente actividades, campañas, mesa de trabajo para que finalmente se pueda concretar la revisión final, todos este proceso se desarrollo en el marco de la utopía concreta del comandante Chávez, la democracia revolucionaria.    
El día martes 14 de octubre del 2014, finalmente la Asamblea Nacional (AM), en sesión ordinaria, aprueba en primera discusión el proyecto de ley de semilla, en esta propuesta se recogieron los aportes y la revisión recogida en el debate constituyente y plan popular de semilla, una acción colectiva por la soberanía alimentaria emprendida desde el poder popular. El diputado José Ureña, presento el proyecto de ley de semilla por parte de la bancada del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv-Guarico), afirmo que  "La semilla es un derecho de los pueblos, es un patrimonio de la humanidad, en consecuencia no se puede privatizar", señalo que "la semilla no puede ser patentada, es un ser vivo" e indico que esta ley "tiene que fortalecer el Eco-socialismo, que tiene que ver con un modelo de producción agroecológica y la garantía de la diversidad biológica y la preservación de vida en el planeta". Según lo manifestado por el diputado Ureña, se necesita tener "un sistema nacional de semilla, que haya un centro nacional de semilla, que revise la semilla industrial y debe existir un servicio externo que trabaje con la semilla campesina", debido a que "la semilla campesina es una semilla ancestral que constituye un patrimonio cultural".
Es muy ingenuo dudar o menoscabar la pretensiones transnacionales como Monsanto, Syngenta y sus aliados nacionales en Venezuela, como FEDEAGRO, FEDECAMARA, quienes son la que vienen promoviendo la entrada de semilla Transgenicos en el país, sus falsos mitos siempre la mayor productividad, estos grupos económicos parasitarios, representan a las alas golpista de la derecha Venezolana, históricamente enemigos de los campesinos y campesinas, es el rostros del agronegocio, es el brazo principal de la guerra económica, sus objetivos siempre están basado en que la soberanía alimentaria deben ser entregado al agronegocio. Para nada es casual que en esta oportunidad nuevamente la bancada opositora se oponga al proyecto de ley de semilla anti-transgénica revisado con el poder popular, en representación de FEDECAMARA, su ex presidente diputado José Manuel González, rechazo la propuesta de ley y lo consideran como un retroceso en materia agropecuaria para el país.  
En este debate constituyente no solo sirvió para los avance en el tema jurídico, también se abordaron la necesidad de transformar la política agraria del país en lo estructural, colocar abiertamente la necesidad de un modelo de producción Ecosocialista, la agroecológica como una herramienta de lucha para la vida y defensa del planeta, la necesidad de un nuevo sistema económico que traspasen el modelo rentista capitalista, consolidando los territorios comunales, las comunas, en ese sentido con relación a la ley de semilla se plantean incorporar entre los antecedentes, el artículo 37 de la ley del sistema económico comunal que expresa: Es de propiedad social el conocimiento y los saberes generados desde la práctica de las organizaciones socioproductivas, bajo régimen de propiedad social comunal, reconociéndose su autoría intelectual, pero su registro compete al Estado y su aplicación siempre será en beneficio del interés general.

A continuar el debate constituyente y plan popular de semilla, vigilando con la sabiduría del poder popular y con la acción colectiva por la soberanía alimentaria, el Eco-Socialismo, sentar las bases al quinto objetivo histórico del plan de la patria.  

La semilla es un patrimonio de los pueblos al servicio de la humanidad.

Del Rosario Ignacio Denis. Ingeniero Agroecologico graduado en Instituto Latinoamericano de Agroecologia Paulo Freire (IALA)
Twitter: @yiyoparaguay

Blog del Autor : http://ayvuguasu.blogspot.com/

Publicado en Aporrea.Org: www.aporrea.org/desalambrar/a196742.html 

Los mitos del sistema alimentario



Esther Vivas

Nos dicen que el sistema agrícola y alimentario es el mejor de los posibles. Un modelo altamente productivo que permite dar de comer a todo el mundo, muy eficiente, que ofrece una gran variedad de alimentos, que facilita el trabajo a los agricultores y lo mejor… que nunca antes habíamos comido de una manera tan segura. ¿En serio?



Sin embargo, cuando analizamos en detalle, y con números en la mano, cada una de estas afirmaciones vemos que son falsas. Quienes las dicen piensan que por repetirlas una y otra vez nos las vamos a tragar. La verdad es que el actual modelo de producción, distribución y consumo de alimentos se sustenta en una serie de mitos que son mentira.
Acabar con el hambre
Uno de los ‘mantras’ más repetidos es que la agricultura industrial e intensiva, con su alta productividad, puede acabar con el hambre. De hecho, en la actualidad, según datos del que fue relator especial de las Naciones Unidas por el derecho a la alimentación Jean Ziegler, en el mundo hay comida para 12.000 millones de personas, y en el planeta somos 7.000 millones. No debería haber nadie sin comer. La realidad, en cambio, es bien distinta: uno de cada ocho habitantes en el mundo, casi mil millones, pasan hambre. Comida hay, y mucha, pero no acaba en nuestros estómagos… solo en los de aquellos que se lo pueden permitir.
Más comida no significa poder comer. ¿Por qué? Los alimentos en el sistema agroalimentario se han convertido en una mercancía. La cadena que une el campo con la mesa está en manos de unas pocas empresas del agronegocio y los supermercados que han convertido el derecho a la alimentación en un privilegio. En consecuencia, o tienes dinero para pagar el precio cada día más caro de los comestibles o acceso a aquello que da de comer (tierra, agua, semillas) o no comes. No tenemos un problema de falta de producción o superpoblación, sino de democracia, de acceso a los alimentos.
Y cuando nos hablan de eficiencia… ¿qué eficiencia? La de un sistema que desperdicia anualmente, según datos de la FAO, un tercio de la comida que produce para consumo humano: un total de 1.300 millones de toneladas. ¿Alimentos para comer o tirar? He aquí la cuestión. La agroindustria es al negocio del hambre, lo que la banca es al negocio de la pobreza.
Libertad y variedad
Nos insisten en que somos “libres” para elegir entre una gran “variedad” de productos. Caprabo así nos da la bienvenida, como “librecomprador”. En cambio, bajo la ilusión de lo diverso se esconde la más estricta uniformidad.
En el campo, le brindan al agricultor todo tipo de semillas híbridas y transgénicas. En el supermercado, nos venden un sinfín de comestibles. Pero nunca como ahora nos habían alimentado tan pocos cultivos. En tan solo un siglo, hemos perdido el 75% de la diversidad agrícola y alimentaria, según cifras de la FAO. Alimentos que hasta hace unas décadas eran anecdóticos, como la soja, actualmente se han vuelto omnipresentes. En los lineales de la gran distribución encontramos siempre las mismas marcas. ¿Libertad? ¿Variedad? Más bien, todo lo contrario.
De pobres campesinos a campesinos pobres
¿Una agricultura que beneficia al campesino? ¿Dónde? La agricultura industrial está pensada por y para el agronegocio y en detrimento de aquellos que siempre han cuidado y trabajado la tierra. Sino, ¿cómo se explica que en Europa cada día más de mil explotaciones agrarias tengan que cerrar? Así lo dice la Coordinadora Europa de La Vía Campesina. O, ¿que en el Estado español únicamente el 4,3% de la población activa se dedique a la agricultura? La respuesta es fácil: a la hora de vender comida, quien menos gana es aquel que la produce.
El diferencial entre el precio que se paga al agricultor en el campo y el que nosotros pagamos en el supermercado continúa subiendo. Hoy, el coste del producto alimentario de origen a destino se multiplica de media por 4,52. La diferencia porcentual entre lo pagado en la huerta y el “súper” por alimentos como el calabacín, el repollo y la berenjena es de 950%, 808% y 717% respectivamente, según el Índice de Precios en Origen y Destino. Hemos pasado de los pobres campesinos a los campesinos pobres.
¿Seguridad alimentaria?
Afirman que la comida nunca había sido tan segura. Pero entonces, ¿cómo se explican los escándalos alimentarios que nos sacuden día sí día también? Desde las vacas locas, pasando por el pollo con dioxinas hasta los productos con carne de caballo donde se suponía solo había vacuno. No tenemos ni idea de qué nos llevamos a la boca.
Al mismo tiempo, las dolencias vinculadas a aquello que comemos no han hecho sino aumentar. Las “enfermedades occidentales”, como la obesidad, la diabetes, los problemas cardiovasculares y el cáncer resultado de una “dieta occidental”, altamente procesada, con mucha carne, grasa y azúcar añadido son, tristemente, la mejor prueba. Somos lo que comemos. Las consecuencias de una agricultura y una alimentación “adicta” a los agrotóxicos, los transgénicos y los aditivos varios son claras.
¿Que el sistema agrícola y alimentario es el mejor de los posibles? Por favor, que no nos vendan la moto.

Fuente: http://suramericapress.com/?p=6747

Crónica de un equívoco anunciado



115333 Foto Baires
Adolfo Pérez Esquivel,  Buenos Aires 

La prensa haitiana – tal vez más nadie – ayer destacó la noticia que los llamados “donantes internacionales”, convocados a comprometerse con el Plan de erradicación del cólera en Haití, habían ofrecido apenas USD52,5 millones de los USD310 millones necesitados para los próximos tres años. Agregaron que la reunión en Washington fue convocada por el Banco Mundial, a iniciativa de las Naciones Unidas.
Hoy, probablemente sea también apenas la prensa haitiana que destaca que el Consejo de Seguridad de esas mismas NN.UU., votó esta mañana para autorizar un año más de permanencia de la MINUSTAH, su Misión para la Estabilización de Haití, establecida hace ya 10 años en ese pequeños país caribeño, cuna de grandes aportes a la historia de la humanidad como el fin de la esclavitud. Tal vez agregan que el presupuesto anual de USD 500 millones ya ha sido aprobado para el mantenimiento de esta fuerza de ocupación, responsable, entre otros despropósitos, por la introducción de la bacteria del cólera que ha matado a más de 9000 haitianos y haitianas y continua causando estragos, sin que NN.UU. reconozca su responsabilidad o menos aún, asegure la reparación del verdadero crimen cometido.
APE en Congreso 100914
Este desorden de prioridades es un profundo equívoco que sufre hoy el pueblo haitiano, como tantos otros, con graves consecuencias para su futuro y el de nuestro mundo entero.
Centenares de organizaciones y personas de América latina, el Caribe y otras partes del mundo, en vísperas de la votación, nos dirigimos nuevamente a las autoridades y gobiernos intervinientes en la ocupación de Haití, para reclamar la no-renovación de esta Misión llamada de “Paz”[1]. Pero el mismo Consejo de Seguridad que el hermano Evo Morales recientemente bautizó de “Inseguridad”, sigue afirmando que Haití es un peligro para la paz de la región, y contra toda evidencia renueva la presencia de esta fuerza tutelar que lejos de “estabilizar” a la sociedad haitiana, ha violado sus derechos humanos más básicos, socavado el funcionamiento de sus instituciones y sometido por completo su soberanía y autodeterminación.
En la misiva que además dirigimos a las instituciones de la integración regional, como la UNASUR y la CELAC, repudiamos especialmente el hecho que los gobiernos y parlamentos de muchos de nuestros países latinoamericanos -responsables de la mayor parte del contingente de la MINUSTAH- acepten participar en la tercerización de esta ocupación y el proceso de recolonización en marcha, haciendo caso omiso de la voluntad del pueblo y los dos pedidos del Senado haitiano. Pese al ejemplo dado por otros países como Cuba y Venezuela, que siguen mostrando que una cooperación respetuosa de la soberanía, los derechos y necesidades del pueblo es possible.
Reiteramos nuestro llamado por el retiro inmediato de todas las tropas ocupando Haití. En su lugar, generemos una verdadera fuerza de solidaridad, dando vuelta el desorden de prioridades establecido, escuchando a las demandas y propuestas de las organizaciones populares haitianas y contribuyendo en la construcción de nuevos paradigmas de cooperación hacia un nuevo pacto de civilización.
-Adolfo Pérez Esquivel, Buenos Aires, 14 de octubre de 2014