martes, 30 de septiembre de 2014

La ideología de moda del capitalismo en decadencia


“Intensificación sustentable” o “agricultura inteligente”


No es la unidad de la humanidad viviente y activa con las condiciones Naturales, inorgánicas, del intercambio metabólico con la naturaleza, y en consecuencia de su apropiación de hasta, lo que requiere explicación o es el resultado de un proceso histórico, sino, ante  bien, la separación existente entre estas condiciones  inorgánicas de la existencia humana y esta existencia activa, una separación que se postula por completo únicamente en la relación del trabajo asalariado con el capital.
KARL MARX, Grundrisse

Los que promuevan el enfoque llamado “Intensificación sustentable” o “agricultura inteligente para el clima”, basándose como argumento y un nuevo método para reducir impacto negativos en la naturaleza y a la humanidad, su intención no solo es un intento de cooptación de la agroecologia defendida históricamente por los movimiento sociales, campesinos, campesinas, indígenas, sino también forman parte de la resistencia de la ideología de moda del capitalismo en decadencia.
En la actual crisis estructural del gran capital, quedan al descubierto que el modelo del agronegocio con las grandes extensiones de monocultivo, los agrotóxicos, y las semillas transgénicas amenazan la vida del planeta y a la especie humana, los defensores de este modelo criminal quedan sin argumentaciones científicas, tecnológicas por los daños causados a la madre naturaleza, de igual manera están claro que seguirán perdiendo exponencialmente sus principios de productividad y el mal llamado desarrollo.
Las relaciones materiales en evolución (lo que Marx denomina "relaciones metabólicas") entre los seres humanos y la naturaleza es de difícil comprensión, en esta batalla no están ausente la disputa  de la ideología de moda del capitalismo en decadencia para confundir, seducir y engañar imponiendo el patrón extractivista del gran capital, existen clara intenciones desde los que consumen ciencia sin conciencia, algunas ONGs, ambientalista y representante de organismos multilaterales, que demuestran intenciones de sentimentalismo reaccionario acerca de la naturaleza, principalmente entorno al cambio climático, agricultura familiar, agroecología, pretende el cambio del clima sin cambiar la subordinación al sistema capitalista, existen una especie  de mutación hacia la llamada economías verde..
Los días 18 y 19 de septiembre de 2014, se celebró el Simposio Internacional de Agroecología para la Seguridad Alimentaria y Nutricional, en la sede la Organización de Alimentación y Agricultura (FAO) de la ONU, en Roma. En este espacio la FAO por primera están obligado tocar el tema de la Agroecologia, en medio de esa complejidad de la semejanza y la diferencia, del equilibrios y los cambios, de lo general a lo particular, es decir esos procesos contradictorios, al final los resultados fueron eficaz por estar presente los y las militante de la Vía Campesina Internacional, claramente se demostró disputa y luchas de clase, no faltaron la intención oscura prediseñada de algunos académicos y tecnócratas que intentaron cooptar presencia y dividir esfuerzo.
Al final de este importante evento de debate y discusión, la mayoría de los científicos invitados, coincidieron con la visión de la Vía Campesina de la agroecología como alternativa,  para la transformación, y con sus planteamientos de contenidos sociales, políticos, económicos y culturales, además de su contenido técnico.  Lo cual deja como minoritaria las posturas, también representadas, de las tendencias más cooptadoras.
Esto permitió que la síntesis de conclusiones del Simposio, presentado por los relatores el segundo día, enfatizara puntos netamente positivos, incluyendo afirmaciones que:
  • La agroecología esta enmarcada en una serie de principios, y no es una caja de herramientas o recetas tecnológicas.
  • La agroecologia cuestiona el modelo agroalimentario actual, y promueve una transformación radical, donde los campesinos están al centro de este proceso social,
  • La agroecología se fundamenta en un dialogo de saberes, por lo que se debe continuar ligando la ciencia con el saber, la innovación, y la practica campesina.
Y, que los grandes desafíos a enfrentar, abordan temas complejos pero urgentes, como:
  • Las políticas públicas que promuevan la transformación agroecológica a nivel local, nacional y regional.
  • La articulación entre productores y consumidores responsables y conscientes, en la necesidad de una transformación radical hacia un sistema alimentario socialmente justo,
  • El apoyo a los movimientos sociales en sus esfuerzos de escalonamiento territorial de la agroecología.
En medio de estos desafíos no hay duda que existen logros y avances, pero es necesario seguir convirtiendo en un problema central la comprensión de la complejidad y que lleguen a ser no solo materialista, sino también dialéctica, nadie puede tener dudas de que "el suelo experimenta grandes y duraderos cambios evolutivos como consecuencia directa de la actividad de las plantas que crecen en el, y estos cambios, a su vez, inciden en las condiciones de existencia de los organismos", la naturaleza pueden vivir sin la presencia del ser humano, los seres humanos no podemos vivir sin la naturaleza.
En los actuales momentos históricos de clara disputa entorno a estos temas, es clave globalizar las luchas y las esperanzas para derrotar las pretensiones que buscan restablecer las viejas relaciones jerárquicas del gran capital, apropiando de los saberes, conceptos del pueblo trabajador, todos para la lógica y el bien mercantil del gran capital.
Globalicemos la lucha, globalicemos la esperanza.

No cambiemos el clima….Cambiemos la ideología de moda del sistema capitalista en decadencia.

No mas palabras se necesitan acciones………  



Del Rosario Ignacio Denis. Ingeniero Agroecologico graduado en Instituto Latinoamericano de Agroecologia Paulo Freire (IALA)
Twitter: @yiyoparaguay
Blog del Autor : http://ayvuguasu.blogspot.com/
Nota:

lunes, 29 de septiembre de 2014

Crean estructura para afianzar modelo de economía comunal



eluniversal.com


El Gobierno arrancó una nueva etapa de impulso del modelo de economía comunal y para ello está organizando una estructura que abarca al Consejo Presidencial de Gobierno de las Comunas así como la conformación de más empresas comunales y un banco comunal.

Desde hace siete años se inició el tránsito hacia el sistema socialista. En 2007 el expresidente Hugo Chávez decidió avanzar hacia ese régimen siendo el primer paso: la reforma constitucional. Y aunque esas modificaciones a la Carta Magna fueron rechazadas en un referendo, ello no impidió al ex mandatario impulsar el socialismo del siglo 21 por medio de la Habilitante y aprobar las leyes que constituían la propiedad social. Luego, la Asamblea Nacional complementó con los marcos legales que dieron poder a las comunas.

De acuerdo a las leyes, en el modelo de economía comunal se contempla que las comunas (conformadas por consejos comunales) tengan empresas en diversas áreas y asuman competencias de gobernaciones y alcaldías. Esas organizaciones productivas tienen que operar en los distritos motores y gran parte de los recursos para los proyectos los asigna el Estado.

Organización 

Esa estructura ya mencionada del modelo se amplía y ahora comienza con una instancia denominada:



Consejo Presidencial para las Comunas.

El 18 de septiembre en una alocución el presidente Nicolás Maduro indicó que "nosotros vamos con todo a demoler los restos del estado burgués y vamos a ir de manera progresiva, a paso seguro (... ) Y a construir un Estado de verdad democrático, eficiente, un Estado verdaderamente social", y autorizó el Consejo Presidencial para las Comunas.

Dicho Consejo, según el jefe de Estado, es "una estructura de poder para la toma de decisiones". Por debajo estarán los gabinetes comunales, que se encargarán de programar encuentros sectoriales de planificación, economía, entre otras áreas.

Tras esas instancias superiores, se encontrarán las empresas comunales. El Vicepresidente de Socialismo Territorial y ministro de las Comunas, Elías Jaua, expresó hace dos semanas que es necesario impulsar "la propiedad de los medios de producción en manos de la comuna. Propiedad social en distintas combinaciones. Y eso tiene que ver con la creación de un nuevo modelo económico en la comuna, el modelo económico socialista. Debemos crear un sector de producción y distribución de alimentos, de ropa, de calzado, que sea mixto, que sea estatal, que sea colectivo y que también sea privado".

Ya el Estado ha conformado empresas comunales en las áreas agrícola e industrial, pero de acuerdo a las memorias y cuentas de los ministerios hasta el 2013, esas organizaciones registraron limitaciones financieras, tuvieron dificultades con el suministro de insumos y problemas con la capacitación del personal.

Para seguir acelerando el modelo, Nicolás Maduro aprobó la conformación de más empresas comunales orientadas a los servicios, pues el objetivo es iniciar el proceso de transferencia de competencias. De hecho, Jaua apuntó que "la transferencia de competencias, tiene que ir acompañada por un componente del ente que transfiere la competencia, sea Corpoelec, Hidrocapital o cualquiera de las empresas del Estado, y también durante un año que los recursos de Safonapp, puedan soportar el presupuesto de cada una de las empresas a las cuales se les irán transfiriendo paulatinamente las competencias".

Ya la Ley a Ley Orgánica para la Gestión Comunitaria de Competencias, aprobada con los poderes especiales de 2012, ordena a los "órganos del poder público nacional, los estados y municipios" la transferencia de gestión de servicios y actividades hacia las comunidades.

Ese proceso de ampliación del modelo comunal también abarca el área financiera. Las comunas tendrán bancos, además de recibir divisas por medio de Corpovex (Corporación Venezolana de Comercio Exterior).

Maduro apuntó que nacerá "un gran banco de desarrollo comunal que va a fusionar todos los fondos y bancos de desarrollo que tenemos".
La institución surgirá de la fusión del Fondo de Desarrollo Microfinanciero (Fondemi), Banco del Pueblo y Banco de la Mujer. Estas entidades ya estaban encargadas de canalizar recursos a los proyectos comunales, y ese dinero lo transfería el Servicio Autónomo Fondo Nacional del Poder Popular (Safonapp), el cual además se alimenta de los aportes del Estado.

Adicional a los financiamientos, las comunas tendrán acceso a las divisas. El primer mandatario llegó a expresar que "cómo puede ser que cualquier empresa que se crea, accede a los dólares de la República para traer cualquier producto y los consejos comunales, las comunas que son la voz de millones (...) , no tienen acceso a dólares; eso es una locura" .

Para autorizar los dólares el Safonapp firmará un convenio con el Consejo Presidencial de Comunas y Corpovex aprobará las divisas.


Fuente: http://www.eluniversal.com/economia/140928/crean-estructura-para-afianzar-modelo-de-economia-comunal

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Desenmascarando la agricultura climáticamente inteligente

Agricultura campesina sostenible






La historia se presenta primero como una tragedia, después se repite como una farsa…

Como mujeres, hombres, campesinos, pequeños granjeros familiares, migrantes, trabajadores rurales, indígenas y jóvenes de La Vía Campesina, denunciamos a la Agricultura Climáticamente Inteligente la cual se nos presenta como la solución para resolver el cambio climático y como un mecanismo para el desarrollo sustentable. Para nosotras y nosotros lo que queda claro es que bajo la apariencia de abordar el problema persistente de la pobreza en el campo y el cambio climático, no hay nada nuevo. Más bien, es la continuación de un proyecto iniciado con la Revolución Verde en la década de 1940 y que continuó de los 70 a los 80 con los proyectos de Reducción de Pobreza del Banco Mundial y los intereses de las corporaciones involucradas. Estos proyectos, como la mentada llamada Revolución Verde, diezmaron las economías campesinas particularmente en el Sur, al grado que muchos países, como México, por ejemplo, que fueron auto-suficientes en producción de comida en un par de décadas se hicieron dependientes del Norte para poder alimentar a su población.
La consecuencia de estos proyectos, dictados por la necesidad de expansión del capital industrial, fue el acaparamiento y la integración de los productores y la producción agrícola tradicional con la agricultura industrial y su régimen alimentario. Un régimen que se basa en el aumento de la utilización de químicos altamente tóxicos, dependiente en los insumos basados en combustibles fósil y la tecnología, la creciente explotación de trabajadores agrícolas y rurales, y la pérdida de la biodiversidad; la alimentación bajo control de las corporaciones y de los grandes productores agrícolas industriales que han sido los beneficiarios de estos proyectos. El resultado ha sido la pérdida de la seguridad y la soberanía alimentaria, la transformación de países de exportadores netos de comida a importadores, no tanto porque no pueden producir comida sino porque ahora producen materia prima para producir alimentos industriales, para elaborar combustibles y para fabricar productos para su venta y especulación en los mercados financieros mundialmente.

Hoy en día, varios de los mismos actores de esos proyectos, como el Banco Mundial, son las fuerzas atrás de la imposición de la agricultura climáticamente inteligente como solución para resolver el cambio climático e incrementar el ingreso de los campesinos pobres con la misma tesis fallida de que lo que se necesita es incrementar su productividad. Es claro que la intención es implantar el mercado de la Revolución Verde como una solución al cambio climático, a la pobreza y además como una propuesta de desarrollo sostenible en el medio rural. Identificamos esto como parte de un largo proceso de proyectos de ajuste estructural “verdes” requeridos por un sistema económico y una clase política en apuros, porque han agotado otros lugares para sus inversión financieras enormes y ahora ven la agricultura y las tierras agrícolas como la nueva frontera para dichas inversiones especulativas.
La agricultura climáticamente inteligente empieza con la decepción de no diferenciar entre los efectos negativos de la agricultura industrial y las soluciones reales de la agricultura campesina y tradicional que ha contribuido al alivio de la pobreza, a remediar el hambre y a aminorar el cambio climático. Por lo contrario, la agricultura climáticamente inteligente socializa y achaca de igual forma a todos los modos de producción agrícola los efectos negativos que la producción industrial agrícola y de comida ha provocado y rehúye reconocer y aceptar las diferencias entre agriculturas y producción agrícola. La mayor parte de la actividad agrícola que ha contribuido significativamente a la emisión de gases tipo invernadero ha sido de la agricultura convencional o industrial, no de la agricultura campesina.

La agricultura climáticamente inteligente va a provocar más concentración de la tierra al empujar a los productores campesinos y familiares a proyectos del Banco Mundial, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y otras instituciones, creando una dependencia en las llamadas nuevas tecnologías a través de los paquetes completos que incluyen la prescripción de “variedades climáticamente inteligentes”, insumos y créditos, ignorando la mayoría de las técnicas tradicionales agrícolas y el cuidado y mantenimiento de variedades de semillas criollas experimentadas y practicadas por campesinos.

Dependencia en los métodos de producción y variedades de semillas genéticamente modificadas promovidos por el Banco Mundial sólo aumentará así la vulnerabilidad de los productores campesinos y pequeños ya que éstos no van a poder absorber los efectos del cambio climático, así van a estar imposibilitados de mejorar su ingreso y van a caer aun más en el endeudamiento y una mayor dependencia. A medida que la Revolución Verde significó la imposición de fertilizantes y plaguicidas sintéticos como requisito para acceder a créditos y apoyo técnico, ahora es la imposición de transgénicos y biotecnología aplicadas a los mismos requisitos, y todo bajo el nombre de la productividad.

La idea de incrementar la productividad agrícola de un modo sostenible es una falsedad. Aun más si considera uno que el incremento en rendimiento por hectárea a través de la intensificación solo traerá un mayor ingreso para las corporaciones, especuladores financieros y los grandes latifundistas productores. La tal llamada "intensificación sostenible" no es para aumentar el rendimiento por acre, es más para enmascarar con un perfil verde la producción industrializada a gran escala siguiendo el viejo adagio de "crecer o salirse fuera". Cada vez más, los campesinos y pequeños agricultores familiares tienen que producir cultivos para el mercado de materias primas y no para el sistema alimentario local y regional. Ellos están produciendo para las empresas que fabrican alimentos procesados poco saludables, combustible y suministros para la producción de otros productos como carne y farmacéuticos. Los campesinos y agricultores familiares de pequeña escala no tendrán más remedio que seguir aceptando la tarea de alimentar a la máquina insaciable capitalista de producción de alimentos y sus actividades especulativas en los mercados financieros.

Esta intensificación de la producción es un esfuerzo por reducir el costo de la mano de obra, lo que significa empeoramiento de las condiciones de trabajo degradantes, y salarios más bajos para los trabajadores migrantes. La mayoría de los campesinos y pequeños propietarios serán echados a un lado, porque no hay lugar para ellos en la agricultura industrial, excepto como campesinos sin tierra y uno mas de los millones de inmigrantes que se juegan la suerte como trabajadores de bajos salarios en las ciudades y en el campo.

Ultimadamente, la agricultura climáticamente inteligente intenta ocultar y eliminar la necesidad de una reforma agraria y de tierras. También oculta y miente sobre el tema de la escasez de tierra y de los recursos naturales. La tierra y los recursos naturales solamente son escasos para los campesinos y los agricultores en pequeño. La pobreza existe en función de la falta de acceso a la tierra, a la tenencia de la tierra y de su uso, así como del tratamiento y salarios injustos de los trabajadores y de una incesante explotación de su fuerza laboral para satisfacer las necesidades del capitalismo, todo lo cual está moldeando la locura que estamos enfrentando en la actualidad.

Además, la agricultura climáticamente inteligente, como la Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación de Bosques (REDD), ampliará el mercado de carbono y su uso para la especulación financiera. La posibilidad de grandes ganancias con inversiones en créditos de carbono producidos por las tierras de cultivo que participan en proyectos de agricultura climáticamente inteligente aumentará la especulación en el mercado de carbono. Esto lograría así "el acaparamiento de tierras para el secuestro de carbono" por los inversores, los productores a gran escala, y el mayor desplazamiento de campesinos y pequeños agricultores, al igual que REDD ha desplazado a pueblos indígenas.

Bajo este marco de la agricultura climáticamente inteligente existen muy pocas esperanzas de reducir y remover los gases de tipo invernadero, de intentar solucionar la inseguridad alimentaria o de cualquier desarrollo económico y social significativo. Y es que los problemas de la pobreza, de la inseguridad alimentaria y del cambio climático no son fallas del mercado, son fallas estructurales que van a persistir y empeorar con la implementación de la agricultura climáticamente inteligente.

¡Necesitamos un cambio del sistema YA!

Sin embargo, actualmente, tal y como en el pasado, estamos listos para luchar en contra de las soluciones engañosas de la economía verde del capital y a favor de soluciones reales al cambio climático y a la pobreza, a través de nuestras demandas de justicia climática y ambiental.

Seguimos proponiendo y poniendo en practica en todos lados donde podemos hacerlo la producción agroecológica y la construcción de la soberanía alimentaria. Lo hacemos conscientemente como otro espacio para atraer los cambios estructurales requeridos para lidiar verdaderamente con las cuestiones de pobreza, del cambio climático y de la incapacidad de la gente para alimentarse por si mismos.

Nosotras y nosotros hacemos un llamado a todos los movimientos sociales reunidos en Nueva York a denunciar a la propuesta de la agricultura climáticamente inteligente, oponerse a la Alianza Global para la Agricultura Climáticamente Inteligente que lanzara el Secretario General de la Organización de Naciones Unidas Ban Ki-moon en la Cumbre contra el Cambio Climático, y a que nos unamos a luchar por la soberanía alimentaria, y por un modo de producción de comida que proporcionará un bienestar económico justo para los campesinos, pequeños agricultores y sus comunidades, mientras que se produce suficientes alimentos saludables para satisfacer las necesidades nutricionales de los pueblos y la garantía de acceso a la alimentación para todos. Cualquier método de producción y consumo, para que sea realmente sostenible, debe enriquecer y proteger a la Madre Tierra (Descargar PDF).


¡NO A LA AGRICULTURA CLIMATICAMENTE INTELIGENTE!

¡REFORMA AGRARIA Y AGROECOLOGIA

PARA LA SOBERANIA ALIMENTARIA POPULAR!

¡GLOBALICEMOS LA LUCHA, GLOBALICEMOS LA ESPERANZA! 

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Argentina: Nueva amenaza de muerte contra miembros del MOCASE

Derechos humanos

Via campesina.Org  

(Santiago del Estero 14 de Septiembre de 2014) El pasado 12 de septiembre, miembros del MOCASE fueron amenazados de muerte por el empresario forestal ganadero Américo Argentino Argibay quien, en sintonía con la derecha nacional, llama a la desestabilización de la democracia. Las Comunidades de San Martín, San Cristóbal, Las Tabianitas, San Eduardo, San José, Santa Rita, Mayuska, Staile, lote 105 y otras alrededor de Yuchan, Las Tinajas Dto J.F. Ibarra, 200 km al este de la Capital de Sgo de Estero - Argentina, siguen defendiendo su territorio comunitario que el empresario Argibay y Jorge Cura vienen desmontando y alambrando ilegalmente. 
Las denuncias, han sido permanentemente puestas en conocimiento por parte de las familias del MOCASE, en Juzgado de 5ta Nominación, la Dirección de Bosque y el Comité de Emergencia quienes el pasado 12 de septiembre realizaron la constatación de las denuncias contra Américo Argentino Argibay "Raco", el cual tenia 5000 metros de leña cortada de manera ilegal de 1800 has de monte nativo, que robo del territorio campesino.
Sin embargo, el empresario furioso, alardea y amenaza de matar a los del MOCASE con las armas que tienen ellos ( en alusión a otros empresarios) y sin dudar ante los funcionarios y la cámara de filmar realiza un tiro al aire con un revolver. 
Argibay es un empresario forestal-ganadero que con el tiempo se fue haciendo de mas de 40 mil has, junto a Jorge cura que ostenta otras 150 mil has. Ambos empresarios tienen practicas feudales para con los hacheros, quienes viven en condiciones inhumanas y siendo algunos de ellos menores de edad.
"Raco" Argibay, es además, delegado del Ministerio de Producción- Luis "Parano" Gelid, quien le entregó herramientas y financiamiento para construcción de depósitos de agua en la zona.
Jorge Cura, tiene un historial de impunidad. acaparó tierras fiscales, presuntas compras de posesiones y cuenta aproximadamente con 150 mil has e historias de desalojos de más de 100 familias, topadoras que arrasaron los ranchos de ancianos, matanza de cabras, quemazón de vacas de las familias que se oponían o rebelaban a las ordenes del feudal , que aún sigue pagando con vales el trabajo de los hacheros para que cambien por mercadería en el almacén que tiene en Las Tinajas.
Exigimos al Juez Alarcón la inmediata detención de "Raco" Argibay porque representa un peligro para la vida de las familias campesinas.
Que la Jueza Rosa Falco actúen inmediatamente ante las denuncias por usurpación de tierras que radicaron las familias campesinas indígenas.
Exigimos al ministerio de Producción que le retiren las herramientas y la representatividad del gobierno en la zona.
Solicitamos que intervenga la secretaria de DDHH de la Nación, organismos nacionales, como veedores de esta situación insostenible para quienes venimos siendo objeto de violación permanente de nuestros derechos humanos.
No queremos otro Cristian Ferreyra, otro Miguel Galván, otra Sandra Juarez
A un mes del juicio de Cristian Ferreyra, ni un muerto mas por el derecho a la tierra.
Contacto MOCASE VC:
11 33489316
11 3348988
11 58811088

Llamar para pedir informes:
- Juez de Crimen de 3era Nominación Dario Alarcón
- Jueza de Crimen 5ta Nominación Rosa Falco
- Jefatura de Gabinete
Elias Suárez, jefe de Gabinete
Tel: 0385 4505064
Celular: 0385 156982417
http://www.sde.gov.ar:84/Default.aspx#
- Presidente del Superior Tribunal de Justicia de Santiago del Estero:
Tel.: 0385-4507700 / Fax 0385 4507703
Secretaria privada 0385-4507700/ 4507700/ 7701
- Ministerio de Justicia de Santiago del Estero: Dr. Ricardo Daniel Daives
Tel.: +54-0385 4505008
E-mail: xavieroller1@hotmail.com
http://www.sde.gov.ar/justicia/index.html
- Ministerio de Justicia, Trabajo y DDHH de Santiago del Estero. Área: Subsecretaría de DDHH
Teléfonos: 0385 450 4446/48/49 . 0385 154 049 824
0385 156 976 037 (Félix Demasi)
Correo electrónico: secretaria_ddhh@yahoo.com.ar
Dirección: Salta 326 (4200) Sgo. del Estero
Sitio web: www.sde.gov.ar/justicia/index.html
- Ministerio de la Producción, Recursos Naturales, Forestación y Tierras: Ing. Luis Fernando Gelid
Tel: (54)(0385) 450-5069 / 79
E-Mail: mprodsde@mproduccion.gov.ar
http://www.mproduccion.gov.ar
- Dirección General de Agricultura y Ganadería: ING. RUBEN GIORGIS
Tel: (54)(0385) 422-2438/ 421-2444 /422-2506
E-mail: agricygansde@mproduccion.gov.ar
- Dirección General de Tierras:
Tel: (54)(0385) 422-2739
E-mail: tierrassde@mproduccion.gov.ar
http://www.tierras-sgo.gov.ar
- Dirección General de Bosques y Fauna:
Tel: (54)(0385) 421-8391 4-213764
E-mail: bosqueyfaunasde@mproduccion.gov.ar

1era Cumbre Conciencia Global, Por la Paz en la Abya Yala





==============================================
La Floresta, calle Guipúzcoa E14-166 y Av. La Coruña, 0987880331
Quito – Ecuador

sábado, 13 de septiembre de 2014

¿Qué es la agroecología? Por: Miguel Altieri


Miguel Altieri es Ingeniero Agrónomo de la Universidad de Chile, desde 1980 es Profesor de Agroecología en la Universidad de California, Berkeley. También es colaborador en materias científicas de CLADES, consorcio de ONGs latinoamericanas que desarrolla trabajos de desarrollo campesino con una base agroecológica y desde 1996 es el coordinador general de SANE (Sustainable Agricultural Networking and Extension), programa auspiciado por PNUD para promover la capacitación de enfoques agroecológicos en el mundo en desarrollo. 

Desde 1997 ha servido como Presidente del comité de ONGs del CGIAR (Grupo Consultivo sobre Investigación Agrícola Internacional, que agrupa a varios centros de investigación), con la misión de influenciar la agenda de los centros internacionales de investigación agrícola para el beneficio de los agricultores pobres de Asia, África y América Latina. 
Sus contribuciones en control biológico de plagas, agricultura sustentable y últimamente sobre el impacto ecológico de la biotecnología agraria, se encuentran plasmados en más de 200 artículos científicos y 7 libros, entre los cuales "Agroecología: bases científicas para una agricultura sustentable" ha sido editado en 5 idiomas con una circulación mundial de más de 50 mil ejemplares.


¿Qué es la agroecología?

Es una ciencia que plantea un nuevo paradigma científico para el desarrollo de la agricultura. En realidad, rescata lo que es verdaderamente la ciencia, porque la que promueve la agricultura industrial, agroquímica, biotecnológica, es una ciencia cooptada que sirve a los intereses de las transnacionales. La agroecología no sólo se basa en los elementos de la ciencia moderna, sino también en lo que llamamos la etnociencia, o sea, el conocimiento de los propios agricultores. Al inicio de su desarrollo la agroecología ha puesto mucho interés en el trabajo con los campesinos de América Latina porque rescata mucho el conocimiento ancestral de los Andes, de Meso América. Por lo tanto, es una combinación de saberes que resulta en una serie de principios que se transforman en formas tecnológicas que finalmente nacen de lo que nosotros llamamos la investigación participativa. Los agricultores forman parte del proceso de investigación en un pie de igualdad con los universitarios o técnicos especializados. La agroecología implica, entonces, un verdadero cambio del paradigma científico, pero también de la práctica, de la tecnología concreta de trabajo, de la relación con la tierra y con el producto de ella.



¿Cuáles son las diferencias esenciales de esa nueva ciencia con la actualmente hegemónica?

Todos los agricultores milenarios tienen una cosmovisión y han desarrollado un sistema de clasificación y apropiación de la naturaleza. La etnociencia consiste en ése saber generado por los agricultores, no necesariamente milenarios, sino que también proviene de aquellos que han trabajado varias generaciones en el campo. No es necesario entrar en detalles acerca de cómo cada grupo étnico trata a la naturaleza porque habría que lidiar con multitud de cosmovisiones diferentes y de conceptos de etnobotánica. Nosotros tratamos de rescatar los principios según los cuales esas comunidades se han relacionado con la naturaleza. Y vemos que esos principios son en realidad universales.


¿Son técnicas concretas?

No, son principios que generan técnicas.
Por ejemplo...
La diversidad, siempre la diversidad. Jamás el monocultivo. Pero en los Andes será la mixtura de las papas nativas, y en el trópico medio bajo será agroforestación, y en Mesoamérica serán policultivos de maíz con frijol. El principio siempre es el mismo: la diversidad ecológica. Otro principio esencial es la rotación de los cultivos, o dicho de otra forma el reciclaje de los nutrientes con integración de animales. Estos principios toman formas tecnológicas diferentes, pero su esencia es siempre estable. Nosotros rescatamos ese conocimiento como los grandes principios de la agroecología que explican cómo funcionan los sistemas agrícolas, al igual que los sistemas naturales. Si se toma una tundra por un lado, y un sistema tropical húmedo por otro, se verá que los principios de cómo funciona cada uno son exactamente los mismos, lo que pasa es que cada uno toma su propia dinámica: la tundra es mucho menos diversificada que el trópico, pero hay sucesión, hay competencia, hay flujos de energía.
En la agroecología no trabajamos con recetas ni con paquetes tecnológicos sino con estos principios.


¿Por qué es importante la diversidad?



Es esencial. No se trata de diversificar los cultivos porque sí, de cualquier manera, como sembrar lechuga con tomate, por ejemplo. Tratamos de crear combinaciones de cultivos y animales que creen una sinergia, que se potencien en un sistema autorregulado. Pero esas combinaciones tampoco pueden ser caprichos teóricos, sino que deben estar basadas en el conocimiento profundo de las interacciones ecológicas de cada lugar. Por ejemplo, si creamos un sistema que resulta benéfico para desarrollo de ciertos insectos que matan plagas, entonces ya no es necesario el pesticida externo, pero tampoco se precisan "insecticidas botánicos" y ese tipo de cosas que usan muchos agricultores orgánicos.

Otro principio es el del reciclaje de los nutrientes. Las formas en las que se incorpora a la tierra la biomasa vegetal y animal, cómo se debe utilizar de manera eficiente para que el sistema autorregule su materia orgánica, la fertilidad del suelo. Hay muchas formas de hacerlo.


¿Cuál es la diferencia entre la agricultura orgánica y la agroecología?

Bueno, en Estados Unidos, al menos, gran parte de la agricultura orgánica que se practica actualmente se basa en la sustitución de unos insumos por otros, siguiendo el mismo patrón que la agricultura convencional. Conozco muchos agricultores orgánicos en California que son muy dependientes de las empresas que fabrican los insumos. Son otras industrias, más biológicas, pero a la vez es el mismo modelo capitalista dependiente. Nosotros creamos un sistema en el cual no hay dependencia.


¿Esa forma de vincularse con la naturaleza está más presente en algunos países de América Latina más que en otros?

Históricamente esos vínculos están muy enraizados en culturas tradicionales nuestras, en agriculturas milenarias. Ellos no le llaman agroecología, pero es lo que practican en los Andes, en Meso América. Cuando nace como ciencia, a fin de los años setenta, la agroecología toma mucho auge en las organizaciones no gubernamentales (ONG), en países como Chile, Perú, Bolivia. En esa época las ONG trabajaban en un contexto de dictaduras en todo el Cono Sur. En esos momentos habían enfocado la necesidad de los agricultores pobres de implementar tecnologías que les permitieran sobrevivir. Así se empezaron a implementar redes entre los grupos, sobre todo andinos. Pero después ese movimiento llegó influenciar a la academia, y también a institutos de investigación. El país donde más se ha desarrollado la agroecología es Cuba, que desde la crisis que empezó a vivir a fin de los ochenta se creó un grupo que se llama Asociación Cubana de Agricultura Orgánica, que implementó un proceso de desarrollo de agricultura orgánica basado en la agroecología. El segundo país es Brasil. Allí la agroecología ya es un movimiento social, sobre todo en el sur, Rio Grande do Sul, Santa Catarina y otros estados, están empezando a utilizar la agroecología como una herramienta de desarrollo de la agricultura familiar, pero lo más importante es que ha penetrado en las instituciones estaduales, como el Emater en Rio Grande do Sul.
Estamos trabajando en Brasil y para continuar con el programa de entrenamiento de 400 investigadores y extensionistas de EPAGRI, la institución del estado catarinenese responsable de la investigación y la extensión agrícolas. El gobernador de ese estado ha dicho que en dos años deberán desaparecer todos los agrotóxicos de Santa Catarina, y segundo que tiene que haber una moratoria de cinco años para la biotecnología hasta que se demuestre que su aplicación en agricultura no causa impactos ambientales desfavorables. De hecho, cuando la agroecología se asume como una política, causa enormes cambios dentro de las estructuras.


Algunas personas critican la opción cubana por la agricultura orgánica porque consideran que el gobierno hizo un cambio meramente instrumental sin una revisión profunda del modelo convencional.

Es así a nivel de la cúpula dirigente del Ministerio de Agricultura y Ganadería. Para la mayoría de ellos fue un cambio meramente oportunista. Pero a nivel de base, los grupos que promovieron la agroecología, crearon un proceso de capacitación con los principios de la agroecología, proceso en el cual participamos activamente. De hecho, se logró crear una masa crítica no sólo de profesionales sino también de agricultores practicando la agroecología. Y eso es independiente de las políticas del gobierno. Se trata de un verdadero movimiento de masas. El grupo gestor de este proceso, la ACAO, fue suprimido, lo terminaron.
¿Cómo lo terminaron?
Lo colocaron bajo la supervisión y dependencia del gobierno y con un control muy fuerte. Pero yo he regresado a Cuba varias veces, y el movimiento ya es imparable. Comparto, entonces, esa crítica, pero este grupo fue muy inteligente, y utilizó como siete años para hacer una educación masiva de lo que es la agroecología. Se hicieron seminarios, cursos a distancia, bibliotecas móviles, se crearon "faros agroecologicos" que eran establecimientos modelo de producción adonde acudían de visita cientos de agricultores cada mes. Yo creo que en Cuba ese movimiento de base es imparable.


¿Se puede decir que los países del Cono Sur son los más refractarios a este tipo de planteos?

Chile, Argentina y Uruguay, sí. Son países que están completamente entregados al modelo agroexportador. El campesinado ha perdido mucha fuerza, las ONG fueron corrompidas o absorbidas por el sistema. El aparato público fue desmantelado así como la crítica académica, y es el sector privado el que dirige las políticas. En Brasil sucede lo contrario, allí el aparato público está vivo. Podrá tener sus problemas, pero también admite mucha crítica interna. En los países del Cono Sur prácticamente se ha suprimido el diálogo. Estuve en Argentina recientemente, todas las personas me dijeron que no existe allí un diálogo, ni siquiera un debate sobre los vegetales transgenicos. Se organizan foros, coloquios, pero las empresas y los funcionarios públicos los ignoran, lo que es una clara muestra de pensamiento poco democrático.


¿En qué países la agroecología ha llegado a la academia?

En varios países europeos como España, Italia y otros. En la universidad española de Córdoba ya se desarrolló un doctorado en agroecología, y existe una maestría para latinoamericanos que cuenta con el apoyo del gobierno de Andalucía. De allí salen unos 35 latinoamericanos cada año formados en esta nueva ciencia, tanto a nivel de doctorado como de maestría. En Italia hay algunos polos importantes de irradiación de estos principios, incluso en Estados Unidos también los hay. No son aún masivamente reconocidos, pero sí son respetados y tienen mucha actividad, publicaciones de investigaciones que demuestran la viabilidad científica de la propuesta. En ese sentido, existe una preocupación de no quedarse sólo en la crítica, sino de mostrar alternativas concretas y con las mismas herramientas científicas, de manera de que no haya duda de que la agroecología está respaldada por un conocimiento desarrollado. Lentamente se comienza a lograr generar impactos en las políticas públicas. Por ejemplo en Berkeley, la ciudad donde vivimos, los movimientos de consumidores, de cultivadores orgánicos, de ambientalista y otros lograron que la ciudad decidiera que todas las meriendas que se ofrecen deben ser elaboradas exclusivamente con productos orgánicos. Estamos hablando de 42 mil bocas que diariamente se alimentan así. Eso ha abierto un importante mercado para los agricultores orgánicos periurbanos y aún más lejanos que está creando una revolución. También hay prefecturas del PT en Brasil que adoptan políticas parecidas y logran cambios radicales. Esa es una característica esencial de nuestra propuesta, la de provocar modificaciones a nivel local, regional, pero no meterse con el rollo globalizante porque en ese nivel no hay manera de competir con el poder.


Muchos dicen que la agricultura sin químicos tiene baja productividad y que con ese sistema de cultivo no se genera suficiente alimento para todo el mundo.

El problema del hambre en el mundo no tiene nada que ver con la producción de los alimentos. Es un asunto de distribución. Hay 2 mil millones de personas viviendo con menos de dos dólares al día. Existe una mala distribución de la tierra y de su uso. En países africanos netamente exportadores de alimentos la gente muere de hambre. El 70% del grano que se produce en Argentina, en el Cono Sur, es para alimentar ganado. Toda la soja y la mandioca que se cultiva acá tiene ese fin. Los sistemas agroecologicos son en realidad más productivos que el sistema convencional (con químicos), no sólo en cuestión de rendimiento, también porque proporciona una serie de servicios ambientales. Es multifuncional. Algunos estudios que hemos hecho en California sobre manzanos, por ejemplo, permitieron comprobar que en ambos sistemas son igualmente productivos en el mediano y largo plazo. Pero tienen una enorme diferencia en el impacto ambiental: el del agroecológico es 30 veces menor que el convencional, siendo que sólo medimos residuos de pesticidas y concentración de nitrato en suelo, sin tener en cuenta biodiversidad y otros parámetros asociados. Ese escaso impacto ambiental no está siendo compensado por la sociedad. Creo que este tipo de enfoque puede empezar a influenciar a los políticos para que entiendan que se debe premiar a esa gente y castigar a los otros. Ya casi nadie hace comparaciones de productividad porque está más que demostrado que la agricultura orgánica, paradojalmente sin el apoyo científico de los aparatos público y académico, es igualmente productiva que la convencional. Y eso con escasos medios de investigación, mientras que los convencionales tienen 50 o 60 años ininterrumpidos de apoyo científico estatal, y apenas llegan a tener la misma productividad, pero con un tremendo impacto ambiental que la sociedad está pagando caro.


Otra crítica que se hace es que los vegetales orgánicos son más caros, y que por lo tanto no son productos para el pueblo.

Desgraciadamente mucho de la agricultura orgánica está controlada por intereses que no tienen nada que ver con el pensamiento de un modelo alternativo. Están en eso porque se abrieron brechas en el modelo neoliberal que premian ese tipo de agricultura. Lo hacen estrictamente como un negocio, como harían cualquier otro negocio. Pero existe tanto en Europa como en Estados Unidos un amplio movimiento de crítica a esta postura que están planteando que los aspectos sociales fueron ignorados por la agricultura orgánica, y que es necesario cambiar eso. De hecho, ya se están implementando las redes de distribución directa de los agricultores a los consumidores mediante, por ejemplo, ferias orgánicas y las canastas semanales.
Pero atención: hay mucha agricultura orgánica que no es agroecológica porque sigue siendo de monocultivo y de sustitución de insumos, y además abasteciendo mercados elitistas. En las primera discusiones que se promovieron en California para reglamentar la certificación, varios grupos planteamos que se debía limitar la escala a no más de 50 hectáreas, porque hay empresarios que tienen 2 o 3 mil hectáreas que desplazan a los pequeños y medianos, y también defendimos la posición de que se debía incluir una definición de condiciones laborales aceptables para los trabajadores rurales asalariados, pero todos esos reclamos quedaron fuera. En la actualidad, en Estados Unidos la agricultura orgánica es mayormente una etiqueta que dice que no se usaron tóxicos para cultivar esos productos, pero no es un planteo sustentable porque ignora completamente los aspectos sociales, La agroecología, en cambio, se juega con base científica por un modelo de desarrollo alternativo de atiende la equidad social, la seguridad alimentaria, la superación de la pobreza. Es una propuesta política con base científica y, claro, de izquierda.
¿Entonces por qué la izquierda tradicional en América Latina se ha jugado históricamente por la opción productivista?
Porque la agronomía capitalista y la soviética fueron alimentadas teóricamente por el mismo paradigma científico. La revolución verde convenció igualmente a los estadounidenses, a los mexicanos, a los soviéticos y a los uruguayos. Según ese esquema siempre habrá un factor limitante en la agricultura, y cualquiera sea ese factor se deberá usar químicos para superarlo, sin advertir que esa limitante era un síntoma de una enfermedad más sistémica de la agricultura. La agroecología desecha los síntomas y ataca las causas fundamentales que son los desequilibrios biológicos en la tierra. Hay que crear las condiciones para restaurar ese equilibrio.


¿Pudo haber existido en la izquierda un cierto menosprecio del saber popular, del conocimiento campesino?

Lo dice la historia. Cuando la Fundación Rockefeller comenzó a pensar en la revolución verde envió una comisión de científicos a México y cometieron el error de invitar a Carl Sauer, que era geógrafo. Escribió él un informe en solitario, en el que decía que si un grupo de agrónomos estadounidenses agresivos iría a México para llevar el maíz de Iowa y de Ohio, sucedería un catástrofe que describió con bastante detalle. Esa catástrofe es exactamente lo que está sucediendo desde hace varias décadas en el mundo. Sauer fue sustituido en la comisión por otro que no hacía críticas. La revolución verde no sólo significó el cambio de una variedad por otra, sino la supresión de todo un conocimiento acumulado durante milenios. Lo mismo está pasando ahora con la biotecnología: las instituciones públicas son cooptadas por las transnacionales. La universidad de Berkeley donde yo trabajo recibe 50 millones de dólares anuales de la Novartis. Eso crea un sesgo institucional del cual emerge una visión y se suprimen las otras. A nosotros nos intentan suprimir a menudo. Y eso es muy peligroso para la sociedad, porque las opciones, la diversidad de enfoques empieza a desaparecer. Ni siquiera los agricultores soyeros convencionales que usan químicos ya no tienen muchas opciones: o Roundup o nada. O entran en el juego o quedan fuera. En Estados Unidos, como en Argentina, disminuye la cantidad de agricultores dedicados a la soya, pero aumenta la cantidad de hectáreas. Porque esa tecnología alienta la concentración de la tierra. En Estados Unidos el sistema de subsidio, creado por el lobby de los grandes empresarios agrícolas, otorga 40 dólares por acre a quienes tienen menos de 400 acres, pero le da 400 dólares por acre a quienes tienen más 400 acres. Es una agricultura sin agricultores.
La biotecnología es la fructificación del modelo de la revolución verde y es impulsada por los mismos actores. Yo no distingo entre agroquímicas y transgenicos. Nuestra idea es condenar igualmente a ambas agriculturas porque están podridas.


¿La imposición de la revolución verde en América Latina puede tener alguna relación con la generalización de las dictaduras en ese período?

No sé si ambas cosas tienen un vínculo directo, pero no pienso que las estrategias de desarrollo rural que impulsa el gobierno de Estados Unidos sean diferentes a su política externa. Todo surge de la misma concepción. La dominación tiene muchos campos, y una manera de dominar ha sido educar al mundo científico latinoamericano con una mentalidad al servicio de ese modelo. Cuando llegué a California me di cuenta de que en Chile me habían enseñado agronomía californiana. Todos mis profesores habían hecho uso de un convenio por el cual completaron su formación en California. Nunca me enseñaron agricultura campesina. En mi opinión, tanto la revolución verde como la biotecnología actúan de manera fascista, porque suprimen la disidencia. A mí no me han podido echar de la universidad porque va contra los principios del centro de estudios, y además porque soy profesor titular del máximo nivel, pero las ganas no han faltado. El costo de hablar esto públicamente es muy alto, enseguida empiezan a tildarte de pseudo científico, antiprogreso, y segundo te cortan todos los fondos. Por eso es que allá ahora hay mucha gente que ya no habla. La represión es muy grande.


¿Puede haber un cambio de modelo agrícola si no se produce un cambio social general?

Sí, de hecho esos cambios se están dando ahora mismo. Recientemente participé en una actividad en la cual evaluamos 208 proyectos provenientes África, América Latina y Asia, y estimamos que hay 9 millones de campesinos que han adoptado el modelo agroecológico, cubriendo aproximadamente 30 millones de hectáreas, con una producción de 1,7 toneladas de grano por hectárea en zonas marginales. Estos pequeños ejemplos son los que denominamos "faros agroecologicos", porque influencian a su entorno y crean redes entre agricultores por donde pasa el conocimiento. No sé si la suma de los cambios locales provocará un cambio global, pero pienso que es posible. Cómo se dará eso en el futuro, lo ignoro, pero hay mucha gente buscando nuevos caminos.


Principales publicaciones

Altieri, M.A. and Liebman, M.Z. 1988. Weed management: Ecological guidelines. In: Weed Management in Agroecosystems: Ecological Approaches. M.A. Altieri and M.Z. Liebman, eds. CRC Press, Boca Raton, Fl.
Altieri, M.A. 1990. Agroecology and rural development in Latin America. In: Agroecology and small farm development. M.A. Altieri, S.B. Hecht, eds. CRC Press, Florida, pp. 113-118.
Altieri, M.A. 1993. Crop Protection Strategies for Subsistence Farmers. Westview Press, Inc. Boulder, CO, 197 pp.
Altieri, M.A. 1994 Biodiversity and Pest Management in Agroecosystems. Haworth Press, Inc., NY.
Altieri, M.A. 1995. Agroecology: The science of sustainable agriculture. Westview Press, Boulder, CO. Revised and expanded edition

Economía de mercado vs. Economía Comunal en Venezuela




Para dar un paso cualitativo y cuantitativo en el proceso revolucionario es imprescindible superar el modelo económico capitalista. Como lo dijo el Che “No se puede construir el Socialismo con las armas melladas del capitalismo”. En la transición al socialismo el sistema económico debe sufrir metamorfosis que canalice nuevas relaciones de producción. Si durante la transición al socialismo el modelo económico no va sufriendo cambios la transición evidentemente va ser eterna o una o en todo caso una trampa.

El comandante Chávez consciente de que la transición en términos económicos no ha estado a las exigencias del proceso ha construido una arquitectura política y jurídica para dar existencia y exigencia legal al modelo económico alternativo. De ahí, la promulgación de la Ley Orgánica del Sistema económico comunal y otras leyes en donde toca la estructura de propiedad y el ciclo productivo, exigiendo al empoderamiento y control de los sistemas productivos por parte del poder popular. Igualmente en el Plan de la patria, en la parte introductoria, el Comandante Chávez coloca la hegemonía eminente todavía del modelo capitalista en la sociedad expresando lo siguiente “No nos llamemos a engaño: la formación socioeconómica que todavía prevalece en Venezuela es de carácter capitalista y rentista. Ciertamente el socialismo apenas a comenzado a implantar su propio dinamismo interno entre nosotros.”

El rentismo petrolero, la economía de puerto ha llevado a Venezuela durante los gobiernos neoliberales a una economía dependiente, parasitaria y al borde del colapso. Con la llegada de la revolución se ha logrado solventar parte de los efectos de ese modelo con una repartición más social de las gotas de petróleo, pero por muchas limitaciones, una de ellas, la naturaleza propia de un Estado burgués, no se ha tocado a profundidad la estructura económica capitalista, por eso vemos que muchas de las empresas que controlan el estado reproducen las mismas dinámicas del modelo capitalista con el afán de producir sin detenerse para el análisis de los cambios estructurales que amerita para cambiar las relaciones sociales de producción. El modelo hegemónico que aún persiste con mucha fuerza dentro de nuestra sociedad de por si es insustentable. Está diseñada para que las grandes corporaciones controlen la sociedad a través de la “mano invisible del mercado”, de hecho, las grandes desequilibrios socioeconómica ocasionadas a nivel global pone en duda tal “mano invisible” por la que es más adecuado llamar las garras visibles del mercado porque desangra la economía local. Ver figura 1
Los cambios profundo y estructurales en materia económica solo es posible con una nueva institucionalidad basado en un nuevo estado, el estado comunal, en donde el pueblo organizado como sujeto protagónico desarrollan proceso productivos con otros paradigmas totalmente ajeno a la economía del mercado Por tanto el parámetro o el indicador del avance en un proceso revolucionario desde nuestra visión es el control del ciclo productivo por el pueblo organizado. Cuando hablamos de ciclo productivo nos referimos a la producción propiamente dicha, al acopio, al procesamiento, distribución y consumo. Por supuesto el empoderamiento y control del ciclo productivo ya es producto de un nivel elevado de organización y de conciencia porque no solo se trata de tener el control, se trata de transformarlo, superar las relaciones sociales de producción capitalista e instalar un nuevo modelo productivo en donde prima la relación de cooperación, complementariedad, solidaridad, entre otros. Por tanto, la superación del modelo capitalista pasa por transformar objetiva y subjetivamente la sociedad. No habrá superación del modelo económico sin la participación del pueblo como sujeto histórico.

Las condiciones más que perfectas creadas por el comandante Chávez y el pueblo consciente para la transformación del modelo económicos de forma y de fondo son las comunas. La comuna es el suelo fértil en donde va naciendo el socialismo, es ahí donde el pueblo va ejerciendo poder para transformar y transformarse. Ver figura 2 





Fuente: Rebelion.Org 

Adriano Muñoz Perez
  es Ing en Agroecologia, graduado en el Instituto Agroecologico Latinoamericano Paulo Freire - Venezuela
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Paraguay - Congreso Democrático del Pueblo, por el pueblo y para el pueblo



“Queremos abolir el capitalismo neoliberal dependiente y asegurar el desarrollo nacional con justicia social y en democracia participativa”
Sahafik Handal

En medio de una realidad compleja, amenazante, voraz, tiránico, excluyente para la mayoría de la población Paraguaya, nuevamente surge la idea y posibilidad de retoñar la plataforma de lucha que se denominó Congreso Democrático del Pueblo, que por cierto desde aquella  plataforma de luchas que no perduro mucho tiempo, se unificaron fuerzas para los interés políticos, sociales, de los sindicatos, estudiantes, campesinos, campesinas, indígenas, sectores partidarios progresistas y de izquierda, para derrotar el paquetazo neoliberal o saqueo al pueblo desde las privatizaciones que se emprendieron en la oscura noche del 2002. El porque no perduraron, cual fue el motivo, donde se fallaron, es preciso y necesario tardíamente también, reflexionar y replantear esquemas, actitudes y desvío político de la izquierda paraguaya.
Caminante, no hay camino se hace camino al andar, seguir abriendo un camino distinto al neoliberalismo, necesariamente obligan una plataformas de luchas unitaria, siempre han sido una necesidad, el surgimiento espontaneo del Congreso Democrático del Pueblo en el 2002 justamente respondía a esa necesidad. Obviamente, es difícil ofrecer repuestas teóricas sin la lucha permanente en la calle. Lo que sí es necesario repensar y verificar desde una autocrítica sincera la situación política nacional y el papel que va jugar el congreso democrático del pueblo, sin bajar esperanza y disposición combativa de luchas plena, por un lado obligan trascender cualquier culto a la espontaneidad, ya queda demostrado que con esa actitud se vuelve estéril la derrota total al neoliberalismo.
La política es la que no se ven decía José Martí, escondido ha de andar todas ideas que sueñan triunfar en contra de un neoliberalismo tardío que llevan adelante Horacio Cartes y sus amigos empresario, ya están claro que el nuevo rumbo Paraguay seguirán  imponiendo una dictadura con careta de la democracia burguesa, jamás renunciará en la intenciones restauradora en el continente Latinoamericano y caribeño del proyecto extractivista del gran capital, para terminar de saquear los recursos naturales que quedan, tierra, agua, bosques y minerales, jamás el estado regularan los mercados, la extranjerización de la economía, regresividad tributaria, hegemonía del sector financiero, pobreza, desigualdad socioeconómica, vulnerabilidad externa, etc.
Antes esta crisis y amenazas retroceder es perder, todas las crisis es una oportunidad política, organizativas y de triunfo, si existen un verdadero interés unitario de los sectores y movimiento populares en luchas. Hacer contra hegemonía requiere fuerzas abarcante de unidad verdadera, con principios, tácticas y estrategias políticas clara y bien definida, no se pueden repetir desde la militancia actitudes de una unidad por interés de los fragmentos, con esas practica clientelista de unidades aisladas, egoísmos, patriarcal, donde solo se mantienen juntas por los intereses mezquinos de sus integrantes, cada quien queriendo llevar agua en su molino, con esa misma actitud jamás podemos derrotar definitivamente al neoliberalismo, por un lado por reproducir practica antidemocrática, y por otro lado, dejan hechos que desmovilizan y generan desconfianzas al pueblo oprimidos, aprovechándose de la misma el opresor.
Este espacio del Congreso Democrático del Pueblo necesitan ser orgánico para que perduren con el tiempo, urgen alzar los principios y valores en los proyectos programáticos de luchas, con una nueva aptitud profética, esperanzadora y constructiva desde las bases del poder popular, nuestra democracia es verdadera por ser participativa y protagónica del pueblo trabajador, nuestras democracia no es un nuevo ídolo a quien adorar caudillos, en sustitución del antiguo ídolo y caudillo del capitalismo, sino un proyecto de sociedad en permanente construcción y de renovación, tales así que este congreso democrático deben traspasar la barrera del fatalismo, divisionismo, excluyente, dogmatico, clientelar y abarcar a la gran mayoría en la  lucha contra el neoliberalismo y por la  independencia, consolidando los Congresos Democráticos del Pueblo en lo local, regional, nacional e internacional, con debate y luchas permanente en la calle, en la casa, en la escuela, en los hospitales, en los transporte públicos, en las universidades, en los medios comunitarios, redes sociales, uniendo campos, ciudades y periferias a la gran batalla por una patria nueva.   
"Al mismo tiempo que la conquista del poder, la Revolución acomete
la conquista del pensamiento"
José Carlos Mariátegui
La patria es humanidad……José Martí
Del Rosario Ignacio Denis. Ingeniero Agroecologico graduado en Instituto Latinoamericano de Agroecologia Paulo Freire (IALA)
Twitter: @yiyoparaguay

Blog del Autor : http://ayvuguasu.blogspot.com/

Publicado en : Rebelión .Org  


Nota