viernes, 8 de julio de 2016

“Crisis humanitaria”

Audacias irresponsables de la palabrería golpista


Rebelión/Universidad de la Filosofía


Resultado de imagen para Fernando Buen Abad DomínguezDesde su verborrea desquiciada la derecha venezolana ha manoseado cuanto ha podido para calumniar al proyecto revolucionario que tiene al socialismo por método y destino. Y ha tocado paroxismos insondables basados en retruécanos ideológicos aceitados con dinero yanqui y tufo de ONG. Todo con el mismo propósito golpista. Algunos creen, en la concepción burguesa de la política, que es “natural” que en las refriegas de los debates y los desacuerdos se escalen sin mesura las exageraciones y los vituperios. Algunos creen que es parte del paisaje la maledicencia y el estrépito a la hora de descalificar al oponente y se cree que es “civilizado” dejar que se diga cualquier cosa y a cualquier costo como si la política se tratase -o se redujese- a un “deporte” de lenguas largas e inteligencias duchas en desvirtuar lo ajeno. Pero nada en esta contienda es inocente, es la lucha de clases expresada –también- con frases, oraciones y epítetos de combate. Nosotros usamos argumentos.

El capitalismo global a la deriva


Alertas rojas: señales de implosión en la economía global

Jorge Beinstein

A fines de Mayo, durante la reunión del G7 Shinzo Abe, primer ministro de Japón, anunció la proximidad de una gran crisis global[1], el comentario más difundido por los medios de comunicación fue que se trataba de un alarmismo exagerado reflejo de la difícil situación de la economía japonesa. De todos modos no faltan los que admiten la existencia de peligros pero en general los atribuyen a los desequilibrios financieros de China, a la recesión en Brasil o a las turbulencias europeas. La situación en los Estados Unidos suele merecer comentarios prudentes distantes de cualquier alarmismo. Sin embargo el centro motor de la última gran crisis global (año 2008) fue la explosión de la burbuja inmobiliaria estadounidense, ahora los expertos no perciben allí burbujas en plena expansión a punto de estallar sino todo lo contrario: actividades financieras, industriales y comerciales estancadas, crecimientos anémicos y otros señales al parecer tranquilizantes que alejan la imagen de algún tipo de euforia descontrolada.