Con 477 casos de muertes violentas durante los últimos 13 años, Brasil sigue siendo el lugar más peligroso en el mundo para ser activista. La violencia hacia los trabajadores rurales y líderes sociales fue tema central del IV Congreso Nacional de campesinos que culminó el viernes en la ciudad de Porto Velho (RO).
El encuentro transcurrió en el marco de las celebraciones por los 40 años de la Comisión Pastoral de Tierra (CPT), organización galardonada con el “Premio NobelAlternativo” y que lleva adelante los registros de la violencia en el campo de Brasil. Entre 2002 y 2014 se contabilizaron 477 asesinatos de líderesambientales y sociales en Brasil, reporta Global Witness.