miércoles, 2 de octubre de 2013

Estados Unidos concede a Nestlé patentes de componentes de "leche materna"




Observatorio Sudamericano de Patentes

Nestlé está patentando componentes propios del ser humano, como la leche materna y otros elementos corporales. El hecho está sumamente criticado por la Organización Netzfrauen. "El hecho que los productos naturales, ya sean humanos o del mundo vegetal, como las semillas de las plantas, estén siendo patentadas y pasen a ser propiedad de grandes corporaciones es un gran cambio de gestión, que permite sólo a ellos su poder y dominio".

Netzfrauen critica el hecho de que la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de EE.UU defina a las células humanas como un fármaco, de manera que puedan entrar en competencia de los productos registrados. “Los pechos son de las mujeres y la leche que ellas producen les pertenece”. “La personas tienen sus células madre y sus fluidos tisulares. Una compañía que concede patentes que se relacionan con la leche materna es sólo locura”, destacó en su reporte.


El ser humano cuenta con estos productos propios para poder defender el cuerpo de posibles virus y bacterias y otras enfermedades. L a leche materna cuenta con proteínas, lactosa, carbohidratos, triglicéridos y la grasa de la leche. Contiene el ácido oleico, que elimina las células tumorales grasas, además de los ácidos grasos insaturados y los ácidos grasos insaturados.

Con la lactancia, que en tiempos modernos se redujo a unos seis meses, y que en el pasado llegaba a los dos años, los bebés se mantienen sanos hasta que forman su propio sistema inmunitario y defensas que perdurarán en la vida.

El material genético en la leche materna no puede ser patentado para fines comerciales”, señala Netzfrauen, destacando que tampoco puede disponerse "como una factor adicional a sus patentes existentes”.

En el mes de julio, la organización informó que Nestlé tenía 2.000 patentes de componentes de la leche materna. P aralelamente al cuestionamiento ético de la certificación de productos propios del cuerpo humano, en las redes sociales e Internet surgen negocios al margen de la ley donde son mencionados estos componentes.


En fórum femeninos difundidos en Internet, se leen publicidades de productos que se describen como patentados y autorizados por algún Ministerio de Salud y que supuestamente incluyen componentes de la leche materna "patentado".

Estos productos vendidos en redes de comercio marginal, son normalmente ofrecidos para prevenir enfermedades como depresión, Alzheimer, cefalea y otros estados no normales, que pueden ser evitados con una sana alimentación desde la leche materna.

Fuente: http://observadorpatentesur.blogspot.de/2013/10/conceden-nestle-patentes-de-componentes.html

Paraguay y el neoliberalismo tardío de Cartes





Hay un proyecto en curso que pretende introducir por primera vez en el Paraguay una racionalidad capitalista dependiente en lo que se dio en llamar neoliberalismo. Un proyecto que parecía avizorarse con la caída de Stroessner producido en el marco del famoso Consenso de Washington, y que no pudo concretarse por el escollo enorme que significó y sigue significando un modelo político aun vigente, basado en el clientelismo prebendario. Curiosamente desde los presupuestos del modelo neoliberal al cual se adscribieron con fidelidad los países de la región principalmente Argentina y Chile en los años 80 y 90, en el Paraguay con la caída de Stroessner, en lugar de achicarse el Estado, se agrandó como un reaseguro de sostenibilidad del Partido Colorado en el poder sobre la base de ese clientelismo prebendario.
Corrupción estatal y supernumerario fueron los rasgos de un modelo que se había consolidado con Stroessner y continuó hasta el presente.
Existen a partir de la asunción de Cartes, claros signos de proponerse la ruptura de ese modelo, pretendiendo dar curso a una racionalidad que pudiera garantizar la entrada del gran capital foráneo principalmente de procedencia brasileña, cuando ya el resto de los países de la región se abocan a proyectos autonomistas post-neoliberales.
Cartes conforma su gabinete principalmente con técnicos , generando un rechazo indisimulado por parte de los mandos medios del Partido Colorado. El día del traspaso de mando llegó al país como en ninguna ocasión similar, una cantidad importante de empresarios foráneos.
Cartes además contrata asesorías con status académico como la del economista argentino Bernardo Kliksberg y auditoras privadas , a pesar que ello no autoriza nuestra legislación.
Este modelo sin embargo deja intacto al sector agroexportador y ganadero, beneficiario histórico del saqueo de una oligarquía latifundista que sigue siendo el poder fáctico de mayor peso en nuestra sociedad.

A los efectos de la implementación de un modelo político económico nuevo en Paraguay de apertura al gran capital foráneo, Cartes hace lo que corresponde: en tiempo record promueve la sanción de proyectos de leyes que son necesarias para el nuevo escenario. Una ley de defensa, facultándole el uso de las Fuerzas Armadas para el control de un factor perturbador del proyecto, como es el llamado epp, y de paso ejercer el control social necesario en zonas conflictivas para allanar el terreno a la inversión extranjera. Otros dos proyectos avanzan con velocidad meteórica: la ley de “responsabilidad fiscal”, para reducir el déficit fiscal realmente existente, sin considerar si quiera mínimamente para ese efecto, incrementar la tributación principalmente al sector agro-exportador en un país que se destaca por ser el de menor presión tributaria de la región (apenas del 12,5%) y finalmente, una ley de “fomento de infraestructura” , conocido como de alianza público-privada, proyecto que ya se había planteado en el gobierno liberal de Federico Franco y que da luz verde para la concesión al gran capital foráneo de obras de infraestructura y el control de servicios públicos, con el agravante incluso respecto a las formulas neoliberales conocidas en la región, de que los emprendimientos en ciernes de infraestructura, ofrecen al sector privado foráneo la posibilidad de cosechar ingentes ganancias liberándose de los riesgos, que deberá asumir el Estado paraguayo, es decir la sociedad paraguaya. Estaremos hipotecando como quizá nunca nuestra soberanía sometiendo a la ciudadanía al triste papel de garantizar las ganancias del capital privado foráneo, en detrimento de sus necesidades vitales.
A los efectos de avanzar en su proyecto, Cartes debe apurar la aprobación de estos proyectos para echar a andar su política antes que sea demasiado tarde, entendiendo que resultaría muy difícil en el presente –aunque no imposible, -sacarlo ni por juicio político, ni por golpe en un corto plazo, dada la notoria aceptación que está teniendo en la comunidad de la región, y sobre todo, después de una muy reciente mala experiencia del Estado paraguayo con el juicio político del año pasado y la consecuente destitución de Lugo. Pero antes de llegar a ese difícil extremo sin embargo, se puede constatar que el camino para Cartes hasta ahora, no está del todo allanado, cuando vemos que esos urgentes proyectos de leyes encuentran en el Congreso por parte del espectro político incluyendo a los colorados, interferencias consecuentes del desencuentro no resuelto entre la pretendida ruptura y la rémora clientelista prebendaría. En algún momento del proceso de tratamiento de esos proyectos de leyes, algún senador Colorado habría hablado incluso de signos de crisis en su bancada, para después con algunos rezongos aceptar el proyecto venido de Cartes, pero con la disidencia del liberalismo, resquebrajando el acuerdo conocido como pacto azulgrana.
Pero el proyecto no está exento de la consideración del consenso para su legitimación, logrando esa audaz política “modernizante” la configuración de un escenario polarizado: un polo con imagen de modernidad encarnado en Cartes, y del otro lado, un polo del atraso representado por el Partido Colorado.
No se puede dejar de reconocer que el desmesurado supernumerario, la corrupción y la ineficiencia de un Estado que no ha llegado a ser tal, a pesar de las buenas intenciones que pudo haber tenido Lugo en su gobierno, son el caldo de cultivo del consenso de Cartes en un sector de la ciudadanía, que ve con buenos ojos algunas medidas inmediatas efectistas que dan la imagen de una racionalidad administrativa estatal de preservación de recursos públicos, por ejemplo cerrando el despacho de la primera dama, anunciando a través de su ministro de Hacienda la intención de cancelar el subsidio al empresariado del transporte y la cancelación posible de los subsidios a las ongs..
Además de la urgencia que Cartes debe imprimir a su política, tiene como desafío ineludible, mitigar las contradicciones sociales consecuentes de los despidos en la administración pública que se supone lo hará si logra la concreción de los proyectos de inversión foránea.
Se puede esperar que la contratación de Kliksberg apunte a ese propósito y la asignación del 53% en coberturas que se consideran sociales, que se orientan principalmente hacia infraestructura, que correrá por cuenta del capital privado foráneo amparado por esa ley de alianza público-privada. Pero esto sería en el corto plazo, nada más que un interregno anestésico en una sociedad de gran carencia para lograr el consenso de legitimación del proyecto. Pero a la luz de la terrible experiencia que conocemos de los países de la región principalmente de la Argentina cuando se adscribió fielmente a los mandatos del Consenso de Washington y su crisis a principios del presente siglo, al igual que los demás países que hoy están saliendo del nefasto modelo neoliberal para intentar trazar políticas autonomistas, lo que se avizora para un mediano plazo, es el de un destino idéntico con las consabidas terribles consecuencias. Una película trágica conocida que hoy la vamos a conocer desde la vivencia.
Mientras tanto, las organizaciones sociales padecen de debilidad organizacional lo que hace vulnerable a la implementación de este proyecto de corte claramente neoliberal y consecuentemente, antipopular.
Un interrogante que surge en este recorrido de contramano que haría Paraguay si el proyecto se consolida, es el papel que le depara en el marco del bloque Mercosur, atendiendo a la actitud que hay por parte de los gobiernos de la región con relación a Cartes y en particular Brasil, país cuya burguesía probablemente se beneficie con el tardío neoliberalismo paraguayo en ciernes. Esta es una cuestión de gran relevancia si se tiene en cuenta que ningún proyecto de integración puede tener sostenibilidad, si no se superan las asimetrías al interior del bloque. O si no, véase el destino de la periferia europea en aquello que hasta hace poco era un paradigma de integración, llamado Unión Europea.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=174794&


titular=paraguay-y-el-neoliberalismo-tard%EDo-de-cartes-

UNASUR: Una estrategia integral

Para la defensa de la vida, la paz y el desarrollo de la región


Alí Rodríguez Araque


 



ALAI AMLATINA, 01/10/2013.- 
El tratado constitutivo de la Unión de Naciones Suramericanas -UNASUR- establece un conjunto de principios que sirven de guía a la Unión, entre los que destacan la defensa de la vida, la preservación de la paz como uno de los mayores privilegios de la región, la democracia con participación social de manera que ésta materialice la acertada definición de Abraham Lincoln como “gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo” y la soberanía de los Estados y de los pueblos como derecho inalienable.

Cuando hablamos de la defensa de la vida, no se trata solamente de la vida humana, se trata también de la naturaleza, de la cual formamos parte inseparable y que es condición para la existencia humana. La paz, por su lado, es condición para la vida toda vez que la guerra, “ese monstruo de matanza”, es su opuesto. La paz, además, es condición para la estabilidad y el desarrollo económico, base material de la vida. Otro de los principios establecidos se refiere a la justicia social, base de la justicia en general y de la paz, por tanto, de la vida.

Ahora bien, esos principios que nadie pondrá en duda, sólo podrán plasmarse como realidad a través de la política y, en este caso, de una estrategia y su plan correspondiente.

Nuestros amplios territorios, son depositarios de grandes recursos naturales y humanos. Este hecho evidente, nos indica que allí radica, de lejos, la mayor fortaleza de nuestra región en relación con otras ventajas. Ello determina la necesidad de definir una política común, una estrategia y un plan que tenga como palanca de impulsión el aprovechamiento racional de esa fortaleza. Esto implica ya no solo la extracción, que además debe realizarse en beneficio del bienestar y los intereses de la nación y con el mínimo impacto ambiental posible, sino también, como parte indisoluble, la transformación interna de las materias primas, única forma de superar la paradoja de ser grandes exportadores de esas materias y exportadores netos de capital en el intercambio extra regional.

La extracción y transformación industrial implican desarrollo científico y tecnológico, formación de científicos, técnicos y profesionales, además de un fuerte impulso a la creación de instituciones financieras de la Unión, como el Banco del Sur, y una política de negociación conjunta cuando se requiera financiamiento extra regional.

A partir de estas premisas, durante la VI Reunión de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de la UNASUR, realizada en noviembre del 2012 en Lima, Perú, presentamos un documento con el título de “Los recursos naturales como eje dinámico en la estrategia de integración y unidad de nuestros países” orientado a definir una estrategia y un plan, teniendo como factor clave, el impresionante acervo de recursos naturales que aloja en sus entrañas esta inmensa región de más de 17 millones de kilómetros cuadrados y una población de apenas 400 millones de habitantes de ellos, más de 100 millones viviendo en estado de pobreza.

De tal realidad se desprende una primera y muy dramática conclusión: el gran reto que se plantea de inmediato ante los doce países que integran la Unión, es el de imprimir un nuevo y más vigoroso impulso para terminar de superar tal pobreza y elevar la calidad de vida de la población a niveles que le permitan vivir dignamente o, de acuerdo a la visión de nuestros pueblos originarios, el “Buen Vivir”.

Es un verdadero absurdo que millones de seres humanos, deambulen con su pobreza sobre una riqueza tan grande como la que representa la variedad y cantidad de recursos naturales de nuestra región, como igualmente es un absurdo que pretendamos resolver nuestros problemas, cada quien por separado.

Como lo hemos expuesto en distintos escenarios, las corporaciones con las cuales se relacionan nuestros países para la explotación de tales recursos, tienen una dimensión planetaria, operan de acuerdo con una estrategia mundial única y obedecen a un mando único. Mientras tanto, nuestros países negocian por separado lo cual comporta, desde el inicio, una situación de clara desventaja.

A esta realidad se unen otros factores, como el hecho de que las corporaciones están movidas por la búsqueda de mayores ganancias. Para ello no sólo buscan elevar su productividad, sino el abatimiento de regalías, impuestos y otras contribuciones que constituyen la participación de nuestros Estados en los proventos generados por la explotación de los recursos naturales.

De acuerdo con los esquemas de distribución que se apliquen, nuestros pueblos pueden ser favorecidos o desfavorecidos en su objetivo de lograr el “Buen Vivir”. Al disminuir regalías e impuestos, las corporaciones obtienen súper ganancias, muy por encima de la media internacional, introduciendo, además, cláusulas que progresivamente han ido sustituyendo la soberanía jurisdiccional de los Estados por el arbitraje internacional. Todo este proceso contrasta con reiteradas declaraciones de la Organización de las Naciones Unidas. Veamos:

La Asamblea General de las Naciones Unidas en su Resolución N. 1803, de 1962, establece claramente:

“1. El derecho de los pueblos y de las naciones a la soberanía permanente sobre sus riquezas y recursos naturales debe ejercerse en interés del desarrollo nacional y el bienestar del pueblo del respectivo Estado.”

“2. La exploración, el desarrollo y la disposición de tales recursos, así como la importación de capital extranjero para efectuarlos, deberán conformarse a las reglas y condiciones que esos pueblos y naciones libremente consideren necesarios o deseables para autorizar, limitar o prohibir dichas actividades.” (…)

“5. El ejercicio libre y provechoso de la soberanía de los pueblos y las naciones sobre sus recursos naturales debe fomentarse mediante el mutuo respeto entre Estados basado en su igualdad soberana”.

De ésta y otras resoluciones de Naciones Unidas con el mismo tenor, se puede concluir que el principio de la propiedad de los pueblos y naciones sobre sus recursos naturales, es de validez universal. En lo que a UNASUR corresponde, debemos decir que todas nuestras constituciones recogen ese principio, dándole plena vigencia jurídica en el ámbito de cada uno de nuestros países.

La relación capital-tierra

Ahora bien, las limitaciones tecnológicas y financieras, en muchos casos, plantean la necesidad de establecer relación con grandes corporaciones mineras, energéticas o de otra naturaleza. Se establece así lo que los economistas clásicos identificaron como la relación capital-tierra, es decir, relación entre los dueños del capital y los propietarios del recurso natural. En la realidad actual, los primeros representan no sólo su interés en la ganancia, sino también el de los grandes consumidores en el ámbito mundial interesados, tanto en el acceso a recursos naturales estratégicos que se encuentran fuera de sus territorios y que han definido como un asunto de “seguridad nacional”, como en los precios más bajos posibles.

En el mundo actual, la relación capital-tierra ha adquirido una dimensión planetaria, dando lugar a violentos y cada vez más frecuentes conflictos. De allí la vital importancia que tiene hoy, para Nuestra América y para el mundo, el avance de la UNASUR y de los distintos procesos integradores de América Latina y el Caribe, y el poder contar con políticas y planes consensuados que coloquen la soberanía de pueblos y naciones, como condición indispensable para la defensa de la vida, de la paz y de la democracia.

La Primera Conferencia de la Unión de Naciones Suramericanas sobre Recursos Naturales para el Desarrollo Integral de la Región, realizada en Caracas, del 27 al 30 de mayo pasado y a la cual asistieron un nutrido grupo de expertos y especialistas de la región y un número considerable de autoridades y representantes de las diferentes instancias de UNASUR, de los Estados miembros y de organismos regionales, colocó esta problemática en la mesa de discusión.

Las conclusiones y recomendaciones de la Conferencia fueron sistematizadas y recogidas en una publicación que ya se encuentra disponible. Ciertamente, estos informes y documentos serán de gran utilidad para la elaboración de la estrategia y políticas antes planteadas. Al mismo tiempo, se abre toda una agenda de estudio e investigación que debe profundizarse y ampliarse. No debe extrañar que en un proceso como éste surjan diversas visiones y enfoques, pero la tarea consiste, precisamente, en encontrar los aspectos de mayor coincidencia que permitan avanzar en la construcción de una estrategia consensuada.

Hoy más que nunca es urgente la elaboración de una Estrategia continental consistente y un Plan General coherente para materializarla. Para avanzar en el diseño de dicha estrategia proponemos:

1. Creación del Instituto de Altos Estudios de UNASUR

Una de las necesidades que surgen como reflexión de todo lo expuesto anteriormente, es el desarrollo del conocimiento que nos permita dominar las especificidades de toda nuestra rica región. Esto requiere de un nutrido contingente humano sólidamente formado en la teoría y en la práctica para proveer información e ideas, así como para participar en el diseño y desarrollo de las políticas correspondientes;

2. Creación de una Comisión de Alto Nivel para Asuntos Estratégicos, adscrita al Consejo de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno;

3. La Creación del Servicio Geológico Suramericano (SGSA) que permita llevar el registro de todo el acervo geológico y de la información geocientífica como fuente indispensable para la toma de decisiones, ya no solamente para el conjunto de UNASUR, sino para cada uno de los países miembros y para cualquier otro interesado;

4. La realización de cinco eventos temáticos, como continuación del mencionado evento realizado en Caracas en mayo de este mismo año, que profundizarán el análisis y el debate sobre temas cruciales para la región, como son:

a) Una reunión de representantes de los organismos que en cada país llevan el registro de los datos geológicos;
b) Reunión sobre Recursos Hídricos y Gestión Integral de Cuencas, a fin de reunir la data disponible y realizar las investigaciones conjuntas que se requieran para llenar los importantes vacíos que aún se aprecian en este orden, con el objetivo de diseñar políticas y establecer acuerdos dirigidos a la preservación de esta inmensa y vital fuente de vida;
c) Reunión para el intercambio de información sobre Biodiversidad y Bosques, temas que están íntimamente relacionados con el anterior;
d) Un evento sobre Ciencia, Tecnología e Industrialización;
e) Una Conferencia sobre Defensa y Recursos Naturales;

Como bien se sabe, una política correcta requiere contar con un sólido soporte en la comprensión de las realidades para las cuales fue diseñada, más aún cuando se trata de asuntos relacionados con la estrategia. Este es un aspecto de suma importancia. Ello comporta una primera definición, sin que la misma se convierta en verdad absoluta o inmutable. La propia experiencia, que contrasta las valoraciones que se hacen en el análisis político con las realidades vivas, va arrojando nuevos elementos al conocimiento humano, a la comprensión de las propias realidades y a su dinámica. Todo esto debe traducirse en los correspondientes ajustes de las políticas y de la estrategia.

La unidad de nuestros pueblos en una sola gran nación es un anhelo y un legado histórico desde el inicio mismo de la civilización americana, que cobra fuerza particular con los nuevos liderazgos y las luchas sociales a inicios del siglo XXI.

Realizar el vehemente deseo de San Martín, de O´Higgins, de Artigas, de Simón Bolívar y de los miles de patriotas que regaron su sangre y sus ideas en todas estas tierras, no solo para darle independencia del imperio español y proveerle de fuerza para preservarla, significa también alcanzar la justicia social y la libertad, que se encuentran entre los más nobles propósitos humanos.

- Alí Rodríguez Araque, abogado y diplomático venezolano, es Secretario General de UNASUR.

* Publicado en la revista América Latina en Movimiento No. 488 de septiembre de 2013, titulada "Recursos y desarrollo: Estrategias en la unión suramericana" http://www.alainet.org/publica/488.phtml

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