En la sesión de
hoy, jueves 5 de noviembre de 2015, el Congreso Nacional ha dado otra bofetada
al Estado de Derecho y a la coherencia, al legitimar la apropiación ilegal de
Marinakue por parte del Grupo Riquelme, que bajo la forzada figura de la
donación pretende transferir al Estado paraguayo tierras que, en realidad,
pertenecen al mismo.
Una turba de
prepotentes y soberbios legisladores que, esgrimiendo argumentos paupérrimos, o
incluso sin necesidad de ellos, apadrina a usurpadores de tierras malhabidas,
anteponiendo intereses particulares por encima de los derechos humanos de campesinas
y campesinos, sujetos de la Reforma Agraria.