La agricultura urbana se
difunde cada vez más como una práctica social que vuelve a “traer el campo a la
ciudad”. Sus detractores la consideran una actividad terapéutica de ciertas
clases acomodadas, mientras que sus defensores la ven como una de las posibles
soluciones a muchas de las dificultades actuales de la región: inseguridad
alimentaria, hambre, desempleo, consumo con altos costos de carbono, para
nombrar algunas. Entrevista con el geógrafo argentino Andrés Barsky,
investigador del Instituto del Conurbano (Univ. Nac. de General Sarmiento) y
docente (FLACSO).