Opinión
La derecha tiene la obsesión de buscar destruir las imágenes de los grandes líderes populares de nuestro tiempo. Argentina y Brasil, entre otros, conocen bien como esa obsesión se ha volcado hacia las imágenes de Perón y de Vargas, como si su liderazgo dañara a la democracia, en lugar de fortalecerla y legitimarla.