Fuente: Rebelion.or
En
este ensayo, el autor expone -desde un análisis colectivo- la
importancia del postulado zapatista del “Mandar obedeciendo” para una
verdadera práctica transformadora. |
Al SubMarcos con quien continuamos aprendiendo
que la utopía se lucha y conquista cotidianamente
caminando con una dirección colectiva
que florece también en la responsabilidad individual.
Nada sé del destino de las letras con las que he intentado el asedio a vuestra gracia.
¿Acaso cegado habéis vuestro corazón para sombras no ver, ni mis ansias?
Siempre quise saber cuánta luna llevaba usted en los pechos, cuánto mar mamaba en sus entrañas, cuántas vidas parían sus labios, y cuántos sueños se escondían en sus caderas. Siempre quise saberle y conocerle, y llevar en mis manos el puente de su historia. Siempre quise querer y quererle y por eso de lejos marché para tenerle.
[…]
Con la muerte será igual, porque creciendo somos más
que el amor y sus rencores.
Me voy. A venir aspiro.
Sea.
Toda lectura de la palabra presupone
una lectura anterior del mundo, y toda lectura de la palabra implica
volver sobre la lectura del mundo, de tal manera que leer el mundo y leer la palabra se constituyen en un movimiento en donde no hay ruptura, en donde uno va y viene. Y leer el mundo junto con leer la palabra en el fondo significa reescribir el mundo.[2]
En este trabajo intentaremos compartir
el proceso de construcción colectiva de conocimientos surgidos en el
proyecto “La lectura de la realidad en el aula. Pensar la práctica para
transformarla”.[3]
Hemos aprendido a caminar preguntando para construir una praxis anclada
en la práctica concreta del salón de clases, donde la teoría –los
conceptos– permiten pensarla para transformarla, sin quedarnos ni en un
proceso abstracto de pensar sólo las ideas ni en un activismo sin
teoría. Es muy fácil caer en una cierta praxis teórica que tienen poca o
nula conexión con la práctica y donde incluso se puede apreciar ciertos
síntomas de alzhéimer de la realidad. Pero también es fácil lo
contrario: negar la importancia de la teoría.
La columna vertebral de este texto está
constituida por el estudio de la racionalidad emocional en su relación
con la racionalidad racional, problemática que surgió de la necesidad de
entender la estructura emocional y su manejo sociopolítico dentro de la
práctica educativa.
Para el estudio de la racionalidad
racional, Paulo Freire es un referente principal con conceptos tales
como: educación bancaria y educación liberadora, la relación entre
autoridad y libertad, la sombra introyectada del opresor, pensar la
práctica, sueños y utopías, y pronunciamiento. Y, para el estudio de la
racionalidad inconsciente, realicé una investigación durante nueve años,
estudiando la obra social de Sigmund Freud y construyendo conceptos
como: percepción, mediación, conducta psicopática, ataque al
pensamiento, filicidio, fratricidio, Eros y Tánatos.[4]
Este estudio me llevó a la comprensión
del erotismo del ser humano, constituido entre Eros y Tánatos, donde la
fuerza de Eros la he visto consolidar, en especial, en la lucha de
resistencia y organización de las comunidades zapatistas. Hace veinte
años, el primero de enero de 1994, apareció el Ejército Zapatista de
Liberación Nacional (ezln), primero como respuesta a la violencia
filicida del Estado, en su permanente deseo de ignorarlos, abandonarlos y
matarlos, desconociendo su cultura y formas de organización. Los
primeros actos de las zapatistas fueron en contra del poder del
gobierno, buscaban derrocarlo por las armas, o sea, era parricida. Pero
la emergencia de la sociedad civil hizo que el rumbo cambiara.
El movimiento zapatista entró al aula
porque pensaba y pensábamos y continuamos afirmando, que la mejor forma
de entender la praxis freiriana está en el seguimiento de la lucha y
organización de las comunidades zapatistas.
¿Por qué el ser humano es una mercancía en la globalización?: La racionalidad racional, técnica e instrumental.
En el mundo de la globalización se
impone un pensamiento único, una tramposa percepción de la realidad bajo
un modelo educativo basado fundamentalmente en la transmisión de
conocimientos diseñados en coherencia con la concepción del ser humano
reducido a capital humano. El estudiante es concebido como un sujeto
individual –casi siempre un objeto– que debe memorizar contenidos
programáticos, desarrollar hábitos y habilidades de competitividad y,
por lo tanto, adiestrase para eliminar a su competencia, adaptarse y ser
eficiente y eficaz para optimizar las supuesta ventajas de una
educación mercantil.
Y, como mercancía, el estudiante
concebido como capital humano, debe ser evaluado –de la misma forma que
los docentes– según esta lógica reductiva, donde los diseños y procesos
de evaluación refuerzan (utilizando la terminología conductista) y/o
persiguen la retroalimentación o realimentación de estudiantes y
docentes dentro de un modelo establecido.
El proyecto de “Lectura de la realidad”
nos llevó a la construcción de la Metodología para el Rescate de lo
Cotidiano y la Teoría (mrcyt), en la que se propone una concepción
distinta del acto educativo, entendiéndolo como un acto de conocimientos
y un acto político para pensar la práctica educativa y sociopolítica:
el sujeto educativo no es un ser virtual, ni una mercancía vendible que
se “educa” para salir a competir en el “mercado del desempleo” inherente
a sistema capitalista.
La globalización logró crear un mundo
virtual, totalmente separado de la realidad real y expuesto a todo tipo
de alucinaciones, o sea, de esas fantasías que aparecen al no tener una
adecuada percepción de la realidad, una información correcta sobre lo
que acontece en la realidad real. Cuando no se tienen referentes
empíricos para observar y analizar la realidad virtual, conectándola con
la realidad concreta, emocional y/o social, se la percibe con las
imágenes y fantasías que se producen sin aparente conexión, lo que puede
convertirse en una percepción psicótica. El desempleo, por ejemplo, en
los sistemas macroeconómicos no existe sino como cifra, un valor
abstracto que obedece a leyes de crecimiento económico.
Esto no quiere decir que el espacio
virtual, por ejemplo en los movimientos sociales, no haya y pueda ser un
instrumento importante como ha sucedido desde el ¡Ya basta! de
las comunidades zapatistas y su gran convocatoria nacional e
internacional desde 1994 a la fecha. El espacio virtual, en especial de
los celulares, fue de gran importancia en la movilización dentro de los
levantamientos populares de África del Norte y el movimiento de
Indignados desde España a gran parte del mundo occidental hasta Estados
Unidos, Ocupa. [5]
Con los indignados de la tierra
hemos de enfrentar la nueva política del azúcar y el garrote, de la
corrupción y la represión macroeconómica que emplea el capitalismo
corporativo, con sus aliados y subordinados. Frente a sus intentos de
intimidación y corrupción universal blandiremos la moral de lucha y el
coraje de los pueblos. Lo haremos, conscientes de que somos cada vez
más, y de que serán cada vez más quienes en el mundo entero luchen por
lo que en 1994 sólo parecía ser una rebelión indígena postmoderna y que
en realidad es el principio de una revolución humana considerablemente
mejor preparada para lograr la libertad, la justicia y la democracia a
que todos aspiramos.
En este contexto, las reformas
educativas en particular y la imposición de todo tipo de
privatizaciones, bajo esta lógica racionalista y técnica, van aún más
lejos, porque produciendo cortes con la realidad rompen, dividen (schizein
en griego) y son esquizofrénicas. Separadas del mundo real, tales
reformas buscan desconectar a docentes y estudiantes de la opresión
social, llevarlos hacia las leyes virtuales con dobles mensajes y
verdades a medias, con el apoyo perverso de los medios de comunicación
de paga. Obviamente el doble mensaje es trasmitido y se utiliza para
anestesiar a la sociedad, inmovilizarla. Esconde, por ejemplo, que en lo
referente a la evaluación las preguntas pertinentes son: ¿quién decide
qué?, ¿cómo?, ¿a favor de que y de quién? Y por lo tanto, como diría
Freire, ¿en contra de qué y de quién?
Uno de los resultados de ese proceso es
impedir la comprensión y significado de las leyes que rigen la
globalización capitalista en su derivación educativa. Al presentar la
urgencia de calidad y evaluación de forma aislada, escondiendo las
verdaderas necesidades e intenciones de capitalismo financiero, bajo un
mandato vertical y autoritario, la exclusión de los estudiantes y
docentes en particular –y de la mayor parte de la sociedad– es
necesaria. O sea, que no hay progreso sino se llega a producir una
“buena mercancía” competitiva que sólo la privatización es capaz de
impulsar y llevar a cabo. La exclusión, entonces, es necesaria, ya lo
demostró Darwin en la selección natural de las especies que
perversamente se quiere aplicar a la selección social.
¿Cuál es la importancia estudiar la percepción, la mediación, el ataque al pensamiento y la conducta psicopática?
Actualmente se planifican campañas encaminadas a controlar la percepción de la realidad: LO VISIBLE= LO REAL = LO VERDADERO,[6]
ecuación que utilizan los medios de difusión mercantiles buscando
atacarla, deformarla, trampearla: lo azul no es azul sino rojo de
acuerdo a sus intereses. Se diseñan imágenes, discursos y se inducen
alucinaciones y asociaciones donde se ataca la forma como se percibe la
realidad con verdades a medias, dobles mensajes que inciden en el
psiquismo, cortes psicóticos de discursos que en el fondo favorecen al
poder del Dinero.
Para la construcción de la subjetividad
es esencial entender este proceso de percepción de la realidad. Se cree
que percibir la realidad se consigue tan sólo con abrir los ojos, ver
programas de televisión por ejemplo, pero no es así. Al percibir una
realidad lo primero que hacemos es colocar alucinaciones, fantasías y
fantasmas que hacen parte de nuestro desarrollo emocional, o sea,
investimos el objeto-la imagen temporal y espacialmente.
Es necesario saber que, por ejemplo, el
recién nacido es un ser indefenso que siente que la realidad puede
destruirlo: existe en él la angustia de muerte y es la madre, real o
sustituta, quien le enseña a leer la realidad, a corregir esa percepción
tanática. Sin embargo, de ello se aprovechan los medios de comunicación
para manejar el miedo, paralizar la acción humana. Y, claro, en ese
proceso interviene también nuestra concepción ideológica, o sea, que
investimos, colocamos en la percepción de la realidad: la concepción que
tenemos –que nos han impuesto– de nosotras mismas, de la familia, la
escuela, la religión, la política.
El mundo de la globalización –del
espectáculo como mediación– está organizado por los dueños del dinero y
obviamente su interés es que se perciba la realidad de acuerdo a su
ideología y, por ello, trampean la realidad, manifestando una conducta
psicopática.[7]
De ahí la importancia y urgente
necesidad de observar y estudiar la falsa percepción impuesta con la
“mediación” de los medios de difusión mercantiles, que esconde una
conducta psicopática y conlleva un ataque al pensamiento del ser humano,
individual y socialmente: al anestesiarlo y paralizarlo buscando
aislarlo de las luchas sociales, impedirle organizarse y salir en
defensa de la vida, de la justicia social, del hermano. Perversión que
va más lejos aún pues no solamente es aislar sino presentar a quienes
organizan su resistencia y protestan contra esa concepción mercantil del
mundo en general y, de la educación en particular, como grupúsculos que
no entienden las ventajas de la globalización: el modelo capitalista no
es el que no funciona, son tanto los países y su fuerza de trabajo
quienes no tiene la capacidad de entender el mundo actual.
Por ello, un excelente ejemplo para
estudiar la percepción impuesta por la globalización lo encontramos en
la película “Los juegos del hambre”.[8]
El objetivo es criminalizar cualquier protesta social, dejando las
puertas abiertas a la represión y crueldad del Poder Económico: la
violencia contra quienes luchan, se organizan y no se dejan es un mal
necesario porque “el Dinero trabaja en beneficio de las mayorías”.
Pero esa falsa percepción ataca también
la memoria social e individual: se busca desaparecer, ignorar y
tergiversar. En la película mencionada, por ejemplo, la rebelión contra
el poder filicida se convierte en sentimiento de culpa, “obliga al
Poder” a recordarle al hijo rebelde su ofensa parricida, sacrificando
anualmente hermanas que compiten hasta matarse entre ellas: sólo quedará
un ganador. En la historia de la humanidad, el filicidio se justifica
por el parricidio.
La concepción epistemológica,
ideológica, teórica, política y organizativa que subyace en la lógica
capitalista es totalmente distinta, por ejemplo, en las comunidades como
las zapatistas donde la subjetividad se construye colectivamente y el
pensamiento, ligado al quehacer cotidiano, se hace solidario, digna
rabia: el ser humano tiene cuerpo y corazón, unido al corazón de la
tierra que se expresa en una nosotridad: un pensar y actuar
conjuntamente fuera de la competencia mercantilista que alienta la
superioridad de unos sobre otros y exige la eliminación del otro/a.[9]
¿Cuál es el mundo a leer y transformar?
En este contexto, para analizar y
posibilitar la construcción de la subjetividad, tomamos como referente
un postulado freiriano: La lectura del mundo es anterior a la lectura de
la palabra, y ésta la continuación de la lectura mundo: leer y escribir
el mundo es pronunciarlo, hacerlo nuestro para transformarlo,
transformándonos a nosotros/as mismos/as. De ahí la relación que debe
existir entre el texto escolar y el contexto sociopolítico.
Dentro de la praxis liberadora de Paulo
Freire es necesario conocer y desarrollar la capacidad concientizadora
que tiene el ser humano para construir su subjetividad, inserta en la
sociedad, aprendiendo a leer su mundo: el de la explotación, de las
relaciones de opresión no sólo económicas sino emocionales –la neurosis
social generada por ellas– y de la miseria impuesta por la perversión
del modelo capitalista, hoy en la era de la mundialización neoliberal.
Pero, ese mundo es también de luchas, resistencias y organización; de la
Digna Rabia de las comunidades zapatistas basadas en el respeto
al diferente; de sueños y utopías; de deseos y seducción; de ese Eros y
Tánatos tan mal conocido y reprimido desde la familia con el apoyo de
la escuela, la religión, el aparato represivo; los medios de
desinformación y control del pensamiento.
Ahora bien, es necesario conocer que en
la organización de las sociedades, como resultado de la evolución
cultural, el derecho y las leyes surgen para reprimir, ordenar y regular
su funcionamiento. La convivencia humana sólo es posible cuando los
seres humanos se organizan para impedir que grupos aislados impongan su
fuerza bruta. Este es un paso decisivo en la evolución de las
sociedades, como lo analiza Freud tanto en El malestar de la cultura como en su diálogo con Einstein en ¿El porqué de la guerra? [10]
El Poder se impone con la violencia y se
representa en el derecho que siempre es una abstracción, y como tal su
interpretación depende de quienes sean designados o se auto designen
para gobernar, como es el caso actualmente de quienes gobiernan el mundo
globalizado: los dueños de los bancos, del mercado financiero, de las
trasnacionales, los políticos, los beneficiarios de los paraísos
fiscales, de los medios de información de paga, etcétera. El derecho y
sus leyes se impone por la fuerza, real o simbólica. Hoy se habla de la
fuerza represiva del Estado, del monopolio de la violencia por quienes
gobiernan: de la hegemonía de la violencia que, por ejemplo, ejercen los
Estados Unidos.
Pero el derecho surge también como
principio ético para controlar e impedir el retorno a la animalidad del
ser humano, a la Horda Original, donde imperaba un sólo poder absoluto.
La ética es anterior al derecho y se constituye en los diques que se
imponen para permitir el avance de las sociedades. Incesto, parricidio,
filicidio y fratricidio conforman la racionalidad inconsciente: los
deseos que desde la pulsión de muerte, Tanatos, necesitan constantemente
expresarse e imponerse para consolidar de nuevo un Poder Absoluto. De
ahí que el otro poder celestial, como diría Freud, debe imponerse, o
sea, Eros, como pulsión de vida, pero no como opuesto a Tanatos, sino en
su dialéctica donde caminaran siempre juntos entre la trasgresión y la
norma.[11]
Con el movimiento de las
prohibiciones, el hombre se separaba del animal. Intentaba huir del
juego excesivo de la muerte y de la reproducción (esto es, de la
violencia), en cuyo poder el animal está sin reservas. Ahora bien, con
el movimiento segundo de la transgresión el hombre se acercó al animal.
Vio en el animal lo que escapa a la regla de la prohibición, lo que
permanece abierto a la violencia (esto es, al exceso), que rige el mundo
de la muerte y de la reproducción.
En los análisis antropológicos de
Georges Bataille y del psicoanálisis antropológico de Geza Rohem, el ser
humano avanza en su humanización entre la transgresión y la norma,
entre la agresión y el sentimiento de culpa. En la Horda Original, una
vez cometido el parricidio para defenderse del poder absoluto del Padre e
instaurado el sentimiento de culpabilidad, esa trasgresión, el
asesinato del padre, conduce a la imposición de leyes (Totémicas): no al
incesto ni la exogamia. Podemos decir que detrás, y dando significado a
la ley, se construye lo que conocemos como ética, o sea, que ella
aparece y se impone para controlar los instintos primitivos de fuerza
bruta y control absoluto: no al incesto y no al parricidio
principalmente. A lo que podemos añadir no al filicidio, no al
fratricidio.
En nuestra lectura de la realidad en el
aula, los análisis de Roger Dadoun y Fernando Martínez Salazar nos
permiten conocer, observar y estudiar que la energía fundamental que
mueve a los seres humanos, a nivel individual y social, se puede
sintetizar en tres pulsiones que se entrelazan mutualmente: Eros,
Tanatos y Apoderamiento o Poder. Para nuestro análisis del poder
absoluto del Padre, que llamaremos del Jefe, ésta última es esencial ya
que es en ella, y a ella, donde las otras dos adquieren forma, se
orientan y controlan.[12]
Estas fuerzas son constitutivas del ser humano, hacen parte y conforman
la esencia del cuerpo humano desde donde la construcción de la
subjetividad se sujeta, da forma y sentido: o sea, que son el motor que
mueve dialécticamente el desarrollo del cuerpo en su estructura
emocional y sociopolítica de la sociedad.
Estas fuerzas siempre van juntas, son
dialécticas y/o dualistas: se hacen camino desde Eros hacia la vida,
creciendo, compartiéndose, complementándose. Pero, son energías que
también pueden hacer camino regresando hacia la muerte, lo primitivo, la
fuerza bruta. O sea, que la energía libidinal de Eros puede imponerse a
Tánatos o puede ser jalada desde Tánatos hacia la transgresión, el
regreso a lo primitivo. Y, en esa lucha cotidiana, aparece con toda su
fuerza la pulsión de Poder para imponer su dominio y control.
¿Por qué es esencial la mediación de la madre?
El ser humano construye su vida
emocional aprendiendo a separarse de la madre, una vez dejado el seno
materno. Aquí es importante señalar que no es sólo la figura del padre
la que da las bases emocionales del ser humano, sino que la figura de la
madre es esencial. Posiblemente en el desarrollo cultural y
sociopolítico de las sociedades la figura del Padre ha estado más
cercana al Poder de Tánatos, a la imposición de la “Norma”, las leyes,
que impone con la violencia y el sentimiento de culpa. Pero la figura de
la madre está más cercana a Eros, al crecimiento de la vida, que ella
misma vivencia desde su cuerpo. De ahí que para el ser humano en su
crecer, la presencia permanente de la madre, como mediadora, es
esencial, es ella quien enseña que puede hacerse dueño de sí mismo y
conquistar su mundo externo e interno. El bebé realiza esta conquista
entre sentimientos de abandono y presencia, entre amor y agresión,
sufrimiento y consuelo. Y, para superar ese abandono en el ser humano
aparece y se va constituyendo, dando forma a la pulsión de Poder.
Podemos decir que la niña necesita y busca su autonomía aprendiendo a
separarse de la madre. Y para ello, se realiza emocionalmente un proceso
que lleva al ser humano a sentir y saber que no es él quien depende de
la madre, sino que es ella quien puede depender de él y la puede
controlar, manejando sus ausencias y sus desplazamientos.
Dadoun plantea que la pulsión de Poder
se constituye como siendo la Pulsión misma, alrededor de la cual se
agarra la pulsión sexual y la pulsión de muerte, sosteniendo el imperio
del ser humano, como primera y última manifestación de vida. Para este
autor, la política ofrece a la pulsión de apoderamiento su terreno
principal de acción ya que ella es, principalmente, expresión y
ejercicio de la pulsión de poder y de la pulsión para el poder.
Aquí encuentra una línea directa y brutal, el camino permanente para
consolidarse e imponer su imperio, arrastrar y dominar o soltar, siendo
lo cotidiano de todo poder.[13]
En la política la pulsión de muerte se
expresa vivamente y con voz inteligible: un político puede ser
caracterizado por el campo de acción que entrega, activa o pasivamente, a
la pulsión de muerte.
Pero en el cuerpo del ser humano existe y
se expresa permanentemente la fuerza de Eros, que es el que convocamos
para el análisis y construcción de la subjetividad, sabiendo que debe
aparecer, imponerse en contra del Poder único del Jefe, de la fuerza
bruta de la Horda Originaria que podemos identificar como la
Horda-Moderna de la globalización. El cuerpo humano como templo de su
subjetividad erótica debe encontrar sus caminos: de lucha que convierte
la esperanza en organización y no se queda en la pura espera, o sea, la
lucha como digna rabia, fuerza colectiva de creatividad, encuentro,
imaginación, respeto y crecimiento junto al otro/a, los otros/as. Esa
fuerza de complemento, de energía libidinosa hacia la vida que ya no
debemos dejar que se pervierta: fuerza de Eros individual y colectivo.[14]
Ni un gesto como respuesta.
Sombra imagina dudas que, en el corazón de ella, toca a él disipar.
Un mar de
viento y lluvia ha iluminado la noche que camino. Firme en el timón,
espero el faro de vuestras letras para salvarme y salvaros.
Vamos marinera mía. Venga a andar el deseo con el capitán tomándole la mano. Venga, vamos, deje usted pendientes las angustias y las penas que se le hacen mar en la mirada. Venga con el capitán, marinera clara. Venga y volvamos al nosotros.
Volvamos al ansia que, de día toma mi mano y de noche mi paso, para escribiros
[…]
Este tiempo no me permite nada,
marina esperanza, ni un suspiro siquiera, bailo bailando la danza de la
vida en el filo de la muerte, corre a la inversa el reloj de la vida, acechan la traición y la desventura.
No hay mañana, noche marinera, tengo el rostro, el nombre y el pasado amordazados, el futuro me fue negado, vivo el presente como viven los auténticos guerreros: en un suspiro y de prestado.
Todo pido, agua marina, el alma entera.
Sin su cuerpo junto al mío vuelven mis huesos y mis carnes a la
única compañía que acepta sin condición: la tierra”.
Entonces, ¿en qué quedamos? ¿Viene usted?
Sea. Tome mi mano, cierre los ojos y sonría.
Lo verá usted: no hay placer más grande que caer hacia arriba…
Sombra, el guerrero.
Existe una dialéctica inseparable entre
la construcción de la subjetividad y la organización de la sociedad y su
cultura: nos construimos en la relación dialéctica con el mundo pero es
necesario saber que nuestra subjetividad depende, en primer lugar, de
las determinaciones sociales impuestas como normas, leyes a nivel
familiar, escolar, cultural y sociopolítico.
En el desarrollo cultural e histórico,
los opresores han logrado consolidar el poder del “Jefe”, el Gran Jefe
dueño del Gran Capital, del Dinero con sus bancos, sistema financiero,
trasnacionales, etcétera, que a su vez imponen en cada país su “mandato”
hecho globalización donde quienes gobiernan sólo obedecen esos
“mandatos”, claro con diferencias esenciales entre los países centrales
dueños del dinero y los países periféricos. La pulsión de Poder, hecha
“mandato”, es de opresión, explotación, despojo, represión y olvido
dentro de una concepción del mundo dualista e impuesta de forma
vertical, autoritaria y filicida, con el consenso tramposo de las
elecciones que defienden una supuesta democracia, bajo el único
“mandato” del bienestar del capital, nunca de las sociedades, en ese
engaño dualista y perverso.
De ahí que, por ejemplo, la propuesta y
construcción actual del Mandar Obedeciendo ejercido por comunidades como
las zapatistas, donde la construcción de la ley es indispensable en el
avance de la sociedad y donde ya no es el “Jefe” que manda mandando,
sino es una Dirección Colectiva que se construye en mandar obedeciendo y
aprendiendo a gobernar con el mandato de la comunidad.
¿Cómo construir la racionalidad emocional?
Con la descripción
de la horda paternal dominada por el macho con un poder ilimitado y el
parricidio consumado por la banda de hermanos, un tercer elemento
interviene para dar la fisionomía completa a la tesis freudiana de la
horda original: el sentimiento de culpabilidad. Los hijos aman y
admiran al padre de la misma manera que lo odian y tienen celos de él;
la consumación de sus deseos de muerte desencadena una angustia profunda
que los lleva a castigarse a sí mismos, reproduciendo la prohibición
característica del totemismo […]. [15]
El avance de la cultura, del derecho
como justicia y represión, surgió para controlar a aquellas minorías
que, sin aceptar norma alguna, buscaban imponer su fuerza bruta y
primitiva, la crueldad filicida del Padre, del “Jefe”.[16]
Pero, en la actualidad, es una minoría, compuesta por los “dueños” del
mundo de globalización capitalista quien trasgrede e impone a la mayor
parte de la sociedad sus normas, su fuerza bruta, su Horda
Primitiva-Moderna: la ley del más fuerte, la del dinero como
expresión anal de un mal desarrollo emocional que, en su paso de la
etapa oral a la fálica, como expresión y construcción de su sexualidad
individual y social, se fija, estanca en esa etapa anal de guardar el
dinero como control de su excremento para sí mismo.
O sea, el avance cultural de las sociedades globalizadas va de regreso, posiblemente en regresión hacia la Horda Originaria –Tótem y Tabú–
donde la pulsión de poder del Padre, del “Jefe”, se imponía única
beneficiaria desde donde controlaba también todos los placeres de vida y
muerte, de Eros y Tánatos, imponiendo cruelmente su filicidio para
mantener impunemente su poder sin dejar otra opción que el
enfrentamiento y la muerte del Padre, del “Jefe”, el parricidio como
respuesta a esa crueldad absoluta, dualista.
Por ello, es esencial aprender a leer el
mundo, a observar, conocer, analizar y construir la vida emocional,
dialécticamente unida al desarrollo y la organización tanto de la
estructura social como escolar y sociopolítica del ser humano, si bien
es el estudiante, la estudiante, el ser humano, quien tiene asumir la
autonomía de su cuerpo, y construir su subjetividad inserta en lo
social, cultural, familiar, educativo, en la política. El ser humano no
está dado o determinado, pero tiene que emerger como sujeto capaz de
construir su subjetividad sabiendo ser creativo para zafarse de las
garras perversas del Poder del Gran Hermano.
Ese Gran Hermano, con la cara oculta del
poder filicida, se hizo uno siendo fratricida. Ese Hermano que
manifiesta la Sombra Introyectada del opresor. Esa misma sombra que nos
llena de la culpa indebida, del sentimiento de culpabilidad por desear
la muerte del padre, de ese “Jefe” que no está dispuesto a ceder nada de
su necesidad de control absoluto: de su Horda Original-Moderna
genialmente representada en la película “Los juegos del Hambre”.
La sombra del opresor es introyectada en
el ser humano con la violencia filicida, ataca el inconsciente y
silencia la palabra como praxis transformadora. Se convierte en deseo de
muerte y la deshumanización se entrelaza con deseos de eliminación
parricida, fratricida, suicida. Y, esa sombra, se expresa como
sentimiento de culpa.
Nuestra propuesta lejos de ser neutra es directiva, inscrita en un proceso de educación emancipadora en favor y con –no para – las desarrapadas del mundo, los oprimidos, los Nadies.
O sea, que proponemos un camino de concientización sabiendo siempre que
como afirmó Freire, “Nadie concientiza a nadie, que los seres humanos
se concientizan –educan- mediatizados por el mundo”, y que nuestro mundo
es el de la explotación, despojo y represión capitalista, pero también
el de luchas, resistencias y organización, el de la Digna Rabia propuesta en la praxis zapatista.
¿Para qué sirve la utopía?
Aquí aparece otro concepto esencial
para la construcción de la subjetividad: la utopía, que es la fuerza que
nos da vida y nos ayuda a caminar colocándola en el horizonte de sueños
inalcanzables pero siempre posibles. La utopía se constituye en un
deseo insaciable: como seres inacabados siempre necesitamos ir más
adelante y, por ello, con la utopía no podemos bajar los brazos porque
siempre estaremos en contra de la realidad social y emocional: en el
sentido de que siempre puede y debe ser mejor.
Pero claro que la relación con un Jefe o
Jefa autoritarios no es la misma que con Jefes mediadores y amorosos,
dispuestos a entender, conocer y enseñar ↔ aprendiendo la afectividad de
sus hijas; como tampoco lo es en la relación con sus hermanos reales o
fantaseados: si estas relaciones son de competencia como agresión por el
amor de los padres; de constante búsqueda de eliminar al hermano
llegando si es necesario al fratricidio real o simbólico.[17]
El acto de justicia, decía Fernando
Martínez, también es producto de una renuncia pulsional a favor del otro
y nace cuando se espera que sea correspondida de la misma manera. Es
una transacción que tiene la característica de mantener en igualdad de
circunstancias a dos o más seres humanos que tienen un mismo derecho y
una misma obligación […] Es una especie de arreglo que versaría así: no
te elimino, siempre y cuando tú no intentes eliminarme a mí. Por esta
razón, bien podríamos decir que la justicia no es sólo un acto de
moralidad que nos dignifica, sino que es, además y ante todo, un acto
que nace de la necesidad biológica de supervivencia. De ahí que cuando
se comente una injusticia, se siente como un atentado contra la propia
vida.
En las relaciones familiares, cuando
existe mediación amorosa de la madre y del padre, dispuestos siempre a
demostrar su cariño, a impedir el deseo de eliminar al hermano, es más
fácil aceptar las diferencias, a controlar los deseos eróticos de
Tánatos, a mostrar que amor y odio no son dualistas sino que existen en
todo ser humano: podemos controlar deseos de eliminar al hermano, pero
siempre permanece el deseo mismo de hacerlo -que es lo que la
globalización estimula.
La trampa dualista del parricidio
-analizada por Freud en la Horda Original- está en dar énfasis en su
estudio al parricidio, sin mostrar y resaltar el filicidio permanente
del Padre que es el que provoca y luego maneja un sentimiento de
culpabilidad indebidamente inserto en la estructura emocional del ser
humano como sombra del opresor introyectada.
Pero este proceso no es así porque el
primer acto, tanto en la Horda Original como en Edipo, es filicida.
Entonces, la huella inconsciente está mal desplazada y colocada en la
culpa del hijo-hija que mata, real o simbólicamente, al padre. Y, este,
se hace menos culpable porque esa culpabilidad se desplaza en el
enfrentamiento fratricida. El “Jefe” sale indemne como se puede observar
claramente en la película “Los Juegos del Hambre”.
En la actualidad el Gran Hermano, espejo
del “Jefe” de la Horda Original, nos desplaza una culpa indebida pues
quien nos vigila es el Hermano, o sea, ya no el dualismo
filicidio-parricidio sino el fratricidio, hermano-hermano. Un
desplazamiento que deja impune el filicidio porque ahora el problema es
con el hermano y no con el “Jefe”.
Este dualismo es perverso, es la trampa
del poder, de la autoridad autoritaria-filicida. Por ello, la propuesta
de trabajar dialécticamente el erotismo de Eros y el erotismo de
Tánatos. La verdadera culpa estaría tal vez en no defendernos de esta
perversión, en quedarnos calladas, inmovilizadas. En no salir en defensa
de nuestro erotismo de Eros, nunca como dualismo, siempre como postura
de lucha dialéctica y por lo tanto creativa, sabiendo observar y
analizar la fuerza bruta del “Jefe”. Algo así como se narra en la Fábula
del león del Viejo Antonio:[18]
No es viable responder en forma dualista
y primitiva al filicidio del “Jefe”, es necesaria la organización de la
resistencia sabiendo observar lo que es y significa actualmente, desde
la racionalidad racional y la racionalidad emocional, una regresión a la
Horda Original. O sea, la parte primitiva del ser humana es dualista
entre filicidio-parricidio, del erotismo de Tanatos. Y la organización
de la Digna Rabia se rompe ese dualismo, buscando derrotar al “Jefe”, al
“León”, sumiéndolo en sus contradicciones y amarrarlo en su propio
gusto y goce filicida.
¿Cómo caminan la utopía las/os zapatistas?
[….] Que dejemos eso del colectivismo
(que, además, rima con primitivismo): que abandonemos esa obsesión por
el cuidado de la naturaleza, el discurso de la madre tierra, la
autogestión, la autonomía, la rebeldía, la libertad […] Para los grandes
medios de paga, ellos son los modernos, nosotros los arcaicos. Ellos
son los civilizados, nosotros los bárbaros. Ellos son los que trabajan,
nosotros los haraganes. Ellos son la “gente bien”, nosotros los
parias. Ellos los sabios, nosotros los ignorantes. Ellos son los
limpios, nosotros los sucios. Ellos son los bonitos, nosotros los
feos. Ellos son los buenos, nosotros somos los malos. […] Por eso su
mundo se derrumba. Por eso el nuestro resurge, justo como esa lucecita
que no por pequeña es menor cuando a la sombra abriga.[19]
En la revisión final de este escrito
decidí dedicarlo al Sub Marcos, pues comprendí la trascendencia de su
presencia y de sus escritos para lograr una mejor “lectura” y
transformación de nuestra praxis en la Facultad de Filosofía y Letras
(ffyl).
Pero, como lo hemos señalamos a lo largo
del escrito, la evolución cultural, social y educativa que nos ha
impuesto el Tánatos del Jefe filicida que, en su perversión, sabe cómo
seguir estimulando e imponiendo el fratricidio y parricidio. Por ello,
entre otras cosas, el rechazo a cualquier tipo de “líder”, de cualquier
Jefe que recuerda nuestra memoria consciente e inconsciente:
fundamentalmente la vivencia de la Autoridad-Autoritaria, y su rechazo
es inminente. En las luchas de organización y resistencia no se quiere
aceptar ningún tipo de Jefe, en ocasiones ni de dirección colectiva.
Sin embargo, la palabra-acción y
presencia del vocero del ezln siempre es bienvenida en nuestra lectura
de la realidad: es necesaria para compartir y entender mejor la
construcción de nuestras pequeñas luchas, comprendiendo mejor la
zapatista. El Sub nos ha propuesto siempre una “lectura” del
mundo, con creatividad, claridad, autoridad, coherencia en la nosotridad
de la lucha de resistencia revolucionaria, en la esperanza que avanza
en la organización lejos de vanguardias revolucionaria alguna, de
hegemonizar: en el respeto a la diferencia pero lejos de quedarse en el
activismo. Por el contrario, en la necesidad de pensar la práctica
revolucionaria como praxis colectiva.
La dirección colectiva tiene un referente de praxis esencial: La Sexta Declaración de la Selva Lacandona.[20]
Creo que no es posible esconder,
ignorar y no reconocer la importancia del Sub Marcos en esa praxis
colectiva para entender mejor la lucha de su erotismo de Eros
desenmascarando el erotismo de Tánatos: la perversión del poder que
representa al Jefe Autoritario y Filicida, el del Poder del dios del
Dinero: esa maquinaria de guerra que marcha con las ruedas del
capitalismo: explotación, despojo, desprecio, olvido. El ser humano
necesita otro tipo de Jefe y de Jefa, Padre y Madre. Y el Sub Marcos ha
sabido estar presente cuando es necesario, aparecer y desaparecer,
hablar y callar: estar dispuesto a vivir y a morir si el camino de la
lucha lo requiere: espero que sea la sociedad rebelde quien decida si es
necesaria su muerte simbólica, pero no su muerte real en el deseo del
Poder Filicida.
En el espacio de nuestro proyecto de “La
lectura de la realidad en el aula. Pensar la práctica para
transformarla”, la praxis colectiva del Sub Marcos nos ha permitido leer
mejor la realidad cultural, escolar, social, familiar, religiosa y
política: a estar atentos para impedir el Autoritarismo del Jefe.
Aprendizaje colectivo que el equipo de nuestro proyecto surgió gracias
al ¡Ya basta! y continúa su camino, guiado con su memoria
histórica de resistencia, organización, dolor, muerte y utopía
zapatista. Así en la celebración de 20 años de su lucha rebelde podemos
seguir diciendo:
El Sub Marcos es quien, desde la
hora primera de la larga noche en que los indígenas morían, recogió su
dolor y su olvido. Él era y no era de esas tierras, en su boca hablan
los muertos y en su voz camina la palabra de la dignidad indígena. “Es y
no es en estas tierras: Votán Zapata, guardián y corazón del pueblo.
Votán Zapata, luz que de lejos vino y aquí nació de nuestra tierra.
Votán Zapata, tímido fuego que en nuestra muerte vivió 501 años. Votán
Zapata, nombre que cambia, hombre sin rostro, tierna luz que nos ampara.
Vino viniendo Votán Zapata. Estaba la muerte siempre con nosotros.
Muriendo moría la esperanza. Viniendo vino Votán Zapata. Nombre sin
nombre […] Tomó nombre en nuestro estar sin nombre, rostro tomó de los
sin rostro, cielo en la montaña es […] Con este nombre son nombrados los
sin nombre […]”. En fin, el Sub es un ser humano cualquiera en este mundo: él es todas las minorías intoleradas, oprimidas, resistiendo y diciendo “¡Ya basta!”. El Sub es todo lo que incomodan al poder y a las buenas conciencias.[21] Pero el Sub es fruto también de una experiencia colectiva, de una siempre Mandar Obedeciendo.
Durante estos veinte años también
nos han mostrado que es posible –pese a los pesimismos, pese a muchos
teóricos políticos y las marañas de tantos intelectuales que
han negado salida alguna a esta catástrofe que se llama capitalismo, en
su fase neoliberal– la construcción, en la práctica, de otras formas de
vida; de otras formas de relaciones sociales y económicas; de otra
forma de hacer política, contraria a los totalitarismos, no sólo de
derecha, que intentan, a como dé lugar, imponer una unidad uniforme; han
mostrado otra forma de hacer política, cuya fortaleza está basada en la
diversidad de haceres y seres, de luchas, de resistencias. Han
demostrado en estos veinte años que es posible la construcción de nuevos
pensamientos, que no todo está dicho, y que se puede decir mucho más,
más allá del pensamiento occidental eurocentrista, que se puede decir
más desde los colores, olores, sabores de nuestras tierras, desde abajo,
desde los excluidos de este sistema que resistimos.[22]
Estuve en la primera Escuelita, allá
en San Cristóbal, a mitad de año. Lo que escuché en las palabras y vi
en la presencia física de los expositores y las expositoras zapatistas,
jóvenes todos que a la hora de la insurrección tienen que haber sido
niños, fue una tarea larga de organización humana, de cuadros como se
diría en el lenguaje de la izquierda, de hombres y mujeres que saben
explicar y organizar para fines comunes y con palabras comunes para
todos.
Eso no se logra en un día o en un
año. Requiere una larga paciencia, saber escuchar y comprender y una
cierta humildad en quienes la practican. Arrogancia y soberbia son sus
enemigos mortales, esas virtudes de quienes nunca han organizado a
nadie, ni en las malas ni en las buenas, pero han hablado y escribido
mucho acerca de sus propias hazañas y personas.[23]
Notas:
[1] Sombra el guerrero en Subcomandante Insurgente Marcos, Antonio Ramírez y Efraín Herrera,
Noches de fuego y de desvelo. México, Colectivo Callejero, Canto XI, 2007
[2] Paulo Freire y Frei Betto. Essa escola chamada vida. Sao Paulo, 4ª edición. Editorial Ática.
[4] Miguel Escobar, “Epílogo. La marcha de la palabra hecha flor” en Hilda Varela y Miguel Escobar,
Globalización y utopía,
op. cit; Miguel Escobar, “Poder y filicidio” en Miguel Escobar.
Pedagogía Erótica, Paulo Freire y el ezln, México, Miguel Escobar Editor, 2012. El libro puede consultarse en pdf: (
http://www.lrealidad.filos.unam.mx/).
[5]
Pablo González Casanova, “El movimiento de los indignados empezó en la
Lacandona”, en Gloria Muñoz Ramírez (Compiladora). México, Ediciones
Bola de Cristal, S.A. de C.V., p.31, 2011.
[7]
La conducta psicopática se puede identificar por su actuar agresivo, su
finalidad es provocar un daño en el otro/a a nivel individual y social:
quien la expresa no tiene la capacidad de soportar la frustración que
le produce el no apoderarse lo que quisiera. Por ello, decide tomarlos
por la fuerza y apropiarse de lo que desea. Este comportamiento genera
un daño social y/o individual porque siempre existirá una víctima
despojada o dañada con esa conducta tanática.
[9] Fernanda Navarro, “El otro prólogo” en Textos del Subcomandante Marcos,
Relatos del Viejo Antonio. México, Ediciones Rebeldía, 2011.
[11] Georges Bataille.
El erotismo. México, Tusquets Editores, 2003, p.88.
[12] Roger Dadoun, La Psychanalyse Politique. París. PUF. 1995.
[13] Ibidem, pp. 111 y 112.
[14] Sombra el guerrero…, Canto IX.
[15] Roger Dadoun,
Géza Róheim et l’essor de l’anthropologie psychanalytique. Paris, Petite Bibliothèque Payot, 1972, p. 14.
[17] Fernando Martínez S. “Freud, algunas de sus contribuciones a lo cultural y lo político”, en
Rompan Filas, núm. 43. México, 1999, pp. 26-33.
[18]
Subcomandante Marcos. “El león mata mirando” y “La historia del león y
el espejo” en Miguel Escobar G., “Carta a don Durito desde el salón de
clases (primera carta)” y “La conciencia rebelde” (Tercera carta a don
Durito) en Miguel Escobar G. e Hilda Varela,
Globalización y utopía
(Prólog de Paulo Freire), México, ffyl-unam, 2001, pp. 89 a 113 y 132 a
146. Pero esas fabulas pueden consultarse por internet:
(
http://ru.ffyl.unam.mx:8080/jspui/bitstream/10391/653/1/2001_Globalizacion_y_Utopia.pdf).
[21] EZLN.
Documentos y comunicados. México. Ediciones Era, 1994, pp.210-213.
[23] Adolfo Gilly, “En el veinte anivesario del ¡Ya basta!”, La Jornada, Martes 31 de diciembre de 2013.
Fuente:
http://desinformemonos.org/2014/01/ezln-la-direccion-colectiva/