viernes, 21 de marzo de 2014

Las fotos inéditas sobre Curuguaty van a traer un giro en la causa, dice el defensor de campesinos






Paraguay

Base Investigaciones Sociales

El abogado de 11 de los campesinos acusados en la masacre de Curuguaty, Vicente Morales, dijo que los campesinos que aparecen esposados por la policía y que posteriormente fueron muertos, son Avelino Espínola, Adolfo Castro, De Los Santos Agüero y Ricardo Frutos.
En la sesión de la Cámara de Senadores de ayer la bancada del Partido Democrático Progresista (PDP) compartió fotografías hasta hoy inéditas sobre la masacre de Curuguaty, ocurrida el 15 de junio de 2012 y donde murieron 17 personas (11 campesinos y seis policías).
Algunas de las imágenes fueron reproducidas por la prensa, en las mismas se ven a tres de los campesinos muertos durante ese día, todavía con vida, reducidos y esposados por la policía, lo que refuerza la acusación de que la policía ejecutó a varios de los campesinos luego de detenerlos.
La investigación independiente de la Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay (CODEHUPY), en su extenso informe, concluyó que siete de los 11 campesinos muertos ese día fueron capturados con vida por la policía y fueron posteriormente ejecutados.(1)
Al ser consultado sobre el tema y si esto podría generar nuevos escenarios en lo jurídico, el abogado Morales dijo que “por supuesto que va a traer cambios, porque evidencia que hay una parte de la investigación de los sucesos que jamás se han investigado”.
Dijo que uno de los campesinos que aparece en la foto es Ricardo Frutos, quien fue ejecutado por la policía en la casita que hay en el lugar de la masacre y no durante el enfrentamiento en los pastizales.
Dijo que para ellos, como defensa, las fotos que se hicieron públicas hoy son una novedad. Y que van a traer un giro en la causa, que se dará a partir de una próxima estrategia jurídica que están analizando.
Recordó que ya en octubre de 2012, en la etapa de presentar pruebas, ellos presentaron denuncias sobre ejecuciones y posibles torturas ante el fiscal Jalil Rachid, pero que el mismo las descartó. “Él no puede descartar nada, él tendría que haber desestimado en todo caso, pero no puede descartar estas denuncias”, dijo.
Por las imágenes dijo, finalmente, que son elementos nuevos que señalan con claridad que existen hechos que no se investigaron. Dijo también que hubo ocultamiento de pruebas, como por ejemplo las filmaciones de los helicópteros de la policía que ese día y durante la masacre sobrevolaron el lugar.
Morales también dijo que la supuesta emboscada campesina sobre la cual monta toda su acusación la fiscalía, se cae a pedazos. Dice que es imposible que 30 campesinos embosquen a 300 policías fuertemente armados.
“El mismo comandante Erven Lovera, que desafortunadamente murió ese día, sobrevoló tres veces el lugar en el helicóptero. Y después de eso decidió entrar”, dijo el abogado, rechazando la supuesta emboscada.
Hoy se cumplen 35 días de huelga de hambre de cinco de los campesinos presos en la causa, que reclaman su libertad y la recuperación de la tierra donde se registró la masacre, que pertenece al Estado, pero fueron usurpadas por la familia empresaria Riquelme a través de artimañas judiciales en 2005.
El proceso judicial del controversial caso Curuguaty despierta el repudio de todo el movimiento social paraguayo, por falta de garantías elementales y la ausencia de la objetividad por parte de la fiscalía. Lo que más refuerza esta sensación es que la masacre sirvió a la clase política tradicional para generar una crisis y derrocar al presidente electo constitucional Fernando Lugo.
Desde el aspecto jurídico, el proceso recibió duras críticas de varios referentes del derecho local, como el ex ministro de la Corte Suprema, Luis Lezcano Claude, que cuestionó la falta de objetividad de la causa, por ni siquiera investigar la otra parte de los sucesos, es decir, la actuación, participación y responsabilidad de la policía que mató a 11 campesinos (incluida las evidencias de que ejecutó a varios de ellos).
Nota
(1) En línea se puede acceder al informe: http://www.codehupy.org/index.php?option=com_docman&task=cat_view&gid=27&Itemid=2
Más información: Comunicado de la Articulacion Curuguaty sobre las fotografias ineditas
Fuente: http://www.baseis.org.py/base/leermasDestac.php?noticia=893

El rol de La Vía Campesina en la superación de la crisis agraria hondureña









Revista Pueblos


Honduras enfrenta una crisis sin precedentes en toda su historia en los ámbitos económico, social, político, educativo, de corrupción, narcotráfico, cultura, justicia, reforma agraria, seguridad y derechos humanos que, según la perspectiva del Estado, casi fallido, se resuelve con represión, encarcelamiento, asesinatos, supuesto desarme general, militarización y penalización de la lucha de los movimientos sociales. En este contexto adverso, el movimiento campesino ha logrado crear una articulación de la que forman parte organizaciones de todo el país.
Esta situación de crisis se agrava de manera vertiginosa desde el golpe de Estado, a finales de junio de 2009. Pocos días después se constituye el movimiento social más importante en la historia de Honduras, identificado en la actualidad como el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP). Es dentro de este marco que el pueblo hondureño adquiere el mayor grado de conciencia política, al interpretar la ruptura constitucional como un hecho que tiene como causante principal a la oligarquía en contra de los y las pobres de Honduras, a quienes el gobierno de Manuel Zelaya Rosales había respaldado. En el ámbito de este gran movimiento social se crea, a nivel de brazo político, el partido Libertad y Refundación (LIBRE)[1].
La participación de La Vía Campesina en todo este proceso ha sido amplia, emblemática, valiente y consistente, pues desde el momento inicial forma parte del proceso de constitución del Frente Nacional de Resistencia Popular, que lidera la resistencia en todo el país en contra del golpe de Estado. Entiende, como recoge la Carta Magna hondureña, que “nadie debe obediencia a un gobierno usurpador ni a quien asuma funciones o empleos públicos por la fuerza de las armas”.
Represión y sicariato
La situación agraria ha ido empeorando. Para negociar una salida se firman acuerdos con el Congreso Nacional, pero la respuesta del poder constituido son desalojos, represión, apresamientos e incluso muerte de campesinos y abogados, como el profesional Antonio Trejo Cabrera, defensor de los grupos campesinos del Aguán.
El sicariato se manifiesta en todas las áreas de la vida económica, social, política, educativa y cultural como instrumento para atemorizar y reprender. Se manifiesta, por ejemplo, en las agresiones impunes a todas las organizaciones campesinas asentadas en el Aguán, como el Movimiento Unificado Campesino del Aguán (MUCA), el Movimiento Autentico Reivindicador Campesino del Aguan (MARCA), el Movimiento Campesino de Rigores y el Movimiento Campesino del Aguán (MCA). Han sido asesinados más de un centenar de campesinos, otros se encuentran presos y muchos andan huyendo de la militarización.
La militarización de la zona del Aguán se ha extendido a todo el país. Se le han dado facultades de la Policía a las Fuerzas Armadas y, en una equivocada interpretación del Artículo 274 de la Constitución, el Ejército puede capturar personas y ejecutar allanamientos como hizo en la década de los 80. A las personas que forman parte de las organizaciones campesinas se les ha negado el derecho que tienen a un pedazo de tierra. Luchan para recuperar este recurso, trabajan por la reforma agraria, pues la tierra está en posesión de terratenientes nacionales y extranjeros, en forma ilegal.
Los pobladores de Zacate Grande, en Amapala, zona sur de Honduras, se encuentran en una situación similar, y también aquí el sicariato agrario y campesino muestra nulos principios humanistas y cristianos: monta una campaña de represión en contra de los campesinos, con órdenes de captura a unos y, a otros, medidas sustitutivas como no abandonar el país y presentarse a los juzgados regularmente.
Al igual que en otras zonas de Honduras, en el Aguán también tiene lugar el sicariato educativo. Las escuelas rurales tienen a una sola persona como docente y no cuentan con material didáctico y pedagógico. Destaca el caso de la escuela de Rigores, que fue destruida delante de las niñas y niños. Para reconstruirla (lo que debería ser una preocupación del Ministerio de Educación), La Vía Campesina realizó una campaña nacional e internacional. Muchas personas destinaron parte de sus escasos ingresos a esta tarea y las y los jóvenes del Frente Nacional de la Juventud Campesina, Indígenas y Afrodescendientes de Honduras (FRENAJUC) se comprometieron a aportar la mano de obra.
A finales de 2011, la Corte Suprema de Justicia declaró inconstitucional el Decreto 18-2008. Este decreto, que había sido una conquista del movimiento campesino, ordena la titulación de tierras a favor de los grupos campesinos que estuviesen en posesión de las mismas desde 2006 hacia atrás[2].
Proceso agrario
Aguán es en la actualidad el núcleo de una nueva perspectiva del proceso agrario hondureño (amplio, democrático, incluyente, comunitario, socialista y popular). Ha pergeñado una escuela de recuperación de recursos y bienes productivos desde abajo, lo que explica la tendencia a justificar la transformación agraria integral como una necesidad de interés comunitario y del territorio incluyendo agua, bosque, semillas, aire, flora y fauna.
En todo este proceso destaca la brillante mediación de la Vía Campesina, que ha realizado un buen trabajo como eje articulador gracias a su credibilidad y capacidad de convocatoria. Como ejemplo de esto último, citamos la movilización del 8 de marzo de 2013, en la que las mujeres campesinas e indígenas reclamaron el acceso a los recursos productivos. Esta acción fue el preludio de la celebración del 17 de abril, Día Internacional de la Lucha Campesina, con la recuperación de tierras en varios puntos del país de la Compañía Azucarera Hondureña S. A. (CAHSA) y de la Azucarera del Norte S.A. (AZUNOSA). Destacó el papel del Movimiento de Campesinos de San Manuel (MOCSAM), en el Departamento de Cortés, así como de la Asociación para el Desarrollo Campesino del Progreso (ADCP).
Todo esto sirvió de puente para el plantón o campamento realizado del 6 al 9 de agosto, en el que se demostró una capacidad inédita de autogestión. Las funciones se acordaban entre las organizaciones ADCP, MARCA, MCA, MOCRA (Movimiento Campesino de Recuperación del Aguán), MOCSAM, MUCA y Movimiento Campesino de Rigores. Se contó en todo momento con el respaldo de contingentes de la Central Nacional de Trabajadores del Campo (CNTC), la Asociación Nacional de Campesinos de Honduras (ANACH) y el Consejo para el Desarrollo Integral de la Mujer Campesina (CODIMCA), así como de pequeñas delegaciones de la Asociación para el Desarrollo de Honduras (ADROH) y la Unión Campesina e Indígena de Honduras (UCIH). También hay que resaltar los apoyos económicos y en especie de numerosas personas del pueblo hondureño y del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (SITRAUNAH).
En el campamento destacaron tres elementos importantes: en primer lugar, la capacidad mediática de los dirigentes y lideresas campesinas para informar permanentemente al pueblo hondureño sobre sus demandas; en segundo, la construcción de cultura, al motivar a las y los transeúntes a admirar las imágenes del mural de compañeros asesinados; y, en tercer lugar, la sobresaliente capacidad ideológica y política para orientar el movimiento y elaborar sus demandas.
La dirección nacional del movimiento no sólo demostró su talento y su capacidad de organización, sino también su disciplina y persistencia para lograr sus demandas relacionadas con la aprobación de la propuesta de Ley de Transformación Integral (TAI), la eliminación de la Ley de Modernización Agrícola, el alto a la represión, la libertad para los campesinos presos y la desmilitarización del agro.
Por un futuro sin hambre
El Congreso Nacional nombró una Comisión Parlamentaria y el 9 de agosto se comenzó a debatir un programa de trabajo cuyos resultados fueron satisfactorios para ambas partes: se acordó que se necesitaba un nuevo marco jurídico para acceder a la tierra, la liberación de los campesinos presos, la despenalización de la lucha campesina y el fideicomiso para garantizar la producción en el campo, entre otras cuestiones.
La primera reunión de la mesa para el debate acerca de la permanente crisis agraria que vive el país tuvo lugar el 14 de agosto. El movimiento campesino presentó un documento de análisis de problemas y planteamiento de soluciones. Acordó también hacer seguimiento de los acuerdos de la comisión, siendo consciente de que el problema agrario en Honduras sólo podrá resolverse si hay voluntad política.
Bajo el lema “Por un futuro sin hambre” y con la mediación y convocatoria de La Vía Campesina, el 29 de agosto de 2013 se citaron las organizaciones y movimientos campesinos que conformaron la primera gran Asamblea Nacional campesina para lograr un espacio amplio, legítimo, incluyente, democrático, pluralista y ético.
Participaron más de mil delegados y delegadas, con paridad entre hombres y mujeres, provenientes de las organizaciones campesinas ADCP, ADROH, ANACH, CARPAL, CNTC, CODIMCA, MOCSAM, MUCA y UCIH, que se organizaron como el referente de la nueva institucionalidad campesina y protagonista legítima de la nueva historia agraria hondureña. Se incorporó al Frente Nacional de las Juventudes Campesinas, Indígenas y Afrodescendientes (FRENAJUC) y a la Comisión de Mujeres Campesinas (COMUCAH).
El 29 de agosto se ratificó a la Articulación Campesina – Vía Campesina como el espacio legítimo y refundado de todo el campesinado en resistencia de Honduras, un proyecto unitario que responde a las aspiraciones e intereses de la población campesina.
En este importante acto se recibió la visita de honor de Xiomara Castro de Zelaya, que fue vitoreada con sombreros, aplausos y música de la resistencia[3]. En nombre del Partido Libertad y Refundación (LIBRE), Xiomara Castro reafirmó su compromiso con las mujeres del sector rural, se comprometió a retomar el bono solidario, crédito alternativo con bajos intereses, y construir una nueva Constitución que incluya a la mujer y al hombre del campo. Asimismo, asumió los objetivos de la Articulación-Vía Campesina al declarar la alimentación como derecho humano básico, la reforma agraria integral, la protección de los recursos naturales y el fin de la represión y asesinatos de campesinos y campesinas.
El referente más destacado del movimiento campesino del último cuarto de siglo, Rafael Alegría, destacó que la Articulación Campesina adopta como principio y enfoque de trabajo la equidad entre hombres y mujeres, reconociendo el papel de las mujeres y de los jóvenes en la lucha por la transformación agraria integral.
La Declaración de Principios de esta gran asamblea constituye el marco ideológico que ejecutarán las organizaciones campesinas y movimientos que la suscriben. En la asamblea se analizó y aprobó también el reglamento interno de la estructura orgánica, integrada por cien delegados y delegadas. La Agenda Agraria, el instrumento que orientará las demandas y reivindicaciones de la Articulación- Vía Campesina, se entregó de manera solemne a Xiomara Castro, trasladándosele también una propuesta de acciones del nuevo gobierno en los primeros cien días: constituir la Secretaría de Estado en Reforma Agraria y Soberanía Alimentaria; asegurar un pacto por la justicia agraria; resolver el conflicto agrario en el Bajo Aguán y el Valle de Sula; ratificar el Protocolo a la Convención Americana sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales; sentar las bases para un sistema financiero alternativo; emitir un decreto de emergencia sobre la crisis agraria y alimentaria; adoptar medidas afirmativas a favor de las mujeres y la juventud rural y revisar decretos y contratos lesivos a los intereses de las comunidades sobre los recursos naturales, entre otras acciones.

Notas:
  1. Ver “Libre se desliga del FNRP por estrategia” en www.elheraldo.hn, 16/12/2013
  2. “Malas noticias para el campesinado hondureño”. Artículo en la web de VSF – Justicia Alimentaria Global (24/01/2011), vsf.org.es.
  3. Las elecciones generales se celebraron el 24 de noviembre de 2013. Se proclamó vencedor el líder del Partido Nacional, el oficialista Juan Orlando Hernández. Los comicios han sido denunciados por fraude electoral.

Carlos Tovar forma parte de la Unidad Tècnica La Via Campesina – Honduras.
Publicado en el nº 60 de Pueblos – Revista de Información y Debate, primer trimestre de 2014.

América Latina, de la revolución política a la revolución social







No cabe duda que en los últimos 15 años Latinoamérica se ha convertido en la región del planeta que más ilusión despierta en quienes no creemos en el “final de la historia” y seguimos apostando por un mundo de justicia y libertad, donde las riquezas que generan los trabajadores y las trabajadoras sean administradas para el uso y disfrute de esos mismos trabajadores y trabajadoras y no para la acumulación de una pequeña oligarquía financiera que se ha apropiado del mundo. A partir de la caída del llamado campo socialista y la desintegración de la URSS, la última década del Siglo XX estuvo marcada por la absoluta desorientación de una izquierda que había perdido el referente y que optó, o por el camino de la conversión al dogma liberal y el pacto con la derecha para obtener migajas de poder, o por el dogmatismo y el ostracismo alejado del sentir de los sectores empobrecidos. Ante esta debilidad manifiesta en el campo popular, los sectores de poder en América Latina, bajo el amparo de Estados Unidos, acometieron la imposición a ultranza de una versión extrema del sistema capitalista basado en políticas neoliberales con sustento en las teorías de Milton Friedman y que se traducen en el conocido como “Consenso de Washington” nacido en 1989 y, a través del cual, los organismos multilaterales van a imponer estas recetas de no intervención estatal, desregulación de las condiciones de trabajo a favor del empresariado y progresiva privatización de la economía y la vida social al conjunto del continente.
La aplicación de estas recetas de libre mercado van a extenderse por toda Latinoamérica a excepción de Cuba, con resultados catastróficos, destruyendo las de por si débiles industrias locales, incrementando la desigualdad social y la concentración de la riqueza, generando la prácticamente total desaparición por empobrecimiento de la llamada “clase media”, precarizando el empleo con la consiguiente exclusión social y laboral de las grandes mayorías y generando un circulo vicioso de corrupción entre los políticos y funcionarios gubernamentales que aplicaban las privatizaciones y políticas favorables a las empresas multinacionales y estas últimas que por mecanismos poco transparentes se hicieron con la propiedad de prácticamente todas las riquezas del continente.
Pero los años 90 no fueron una taza de leche para los neoliberales. La reacción y creciente resistencia de los movimientos sociales a lo largo y ancho del continente, desde los Zapatistas en México, pasando por los Sin Tierra brasileños, el Caracazo venezolano o las luchas de indígenas y campesinos en Bolivia o Ecuador fueron configurando un contrapoder que sería capaz de poner en jaque a los regímenes neoliberales y, a través de la combinación de movilización popular contundente y construcción de instrumentos políticos para la participación en procesos electorales, modificar sustancialmente el escenario político del continente en la primera década del siglo XXI.
La revolución política latinoamericana: alcances y limitaciones
Lo que viene sucediendo en América Latina a partir de las elecciones de 1999 en que Hugo Chávez accede a la presidencia en Venezuela es una verdadera revolución política de alto impacto en la estructura del poder político en la región. Sirva de ejemplo mencionar que cuando en 1996 se celebró la Cumbre de las Américas sobre Desarrollo Sostenible en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, más de la mitad de los jefes de estado asistentes habían estudiado en Estados Unidos; esta es solo una muestra del perfil de la clase política de América Latina. Estados Unidos había logrado con éxito maquillar su imagen y sustituir a los gorilas que gobernaban el patio trasero para ellos en los 70, por un conjunto de tecnócratas liberales con la misma obediencia ciega al imperio pero con imagen más amable. La gran mayoría de los presidentes, ministros o parlamentarios de la región eran hombres, viejos, blancos y ricos en un continente donde lo que prevalece es exactamente lo contrario. En los hechos, la “democracia liberal latinoamericana” se configuraba como un verdadero apartheid; los sectores populares, obreros e indígenas no tenían voz alguna en un escenario político en el que solamente estaban representadas las élites oligárquicas herederas del sistema colonial y que, por tanto, legislaban y gobernaban en función de sus intereses excluyendo las demandas del 99% de la población.
Hoy, 15 años después del primer discurso de Chávez como presidente de Venezuela, la estructura política continental ha cambiado sustancialmente, buena parte de los gobernantes latinoamericanos proviene de las luchas sociales y movimientos populares, en Bolivia un dirigente campesino aymara, en Venezuela un sindicalista del transporte, en Ecuador un economista sin vinculación con el poder económico tradicional, en Uruguay, Nicaragua y El Salvador ex guerrilleros con trayectoria de lucha en las principales fuerzas insurgentes que combatieron a las dictaduras. Pero no solamente eso, nuestros parlamentos se han llenado con las voces del pueblo: trabajadoras del hogar, obreros, hombres y mujeres indígenas, militantes feministas, intelectuales antes vetados por el sistema, estudiantes, dirigentes vecinales y una vasta representación de la mayoría social antes excluida.
Por eso resulta tan incongruente e indignante el discurso reiterado hasta el hartazgo por la derecha internacional y los medios de comunicación que detenta en cuanto al supuesto “peligro” que corre la democracia en el continente. Justamente en un momento histórico en que, por el contrario, la política se ha democratizado enormemente alcanzando a las grandes mayorías con niveles de participación social y popular envidiables para cualquier territorio del planeta.
Esta irrupción de las clases subalternas y oprimidas en el pasado, hoy disputándole a la oligarquía continental espacios de poder y toma de decisiones, tiene los alcances de una verdadera revolución política de gran calado que además, en su discurso y práctica, con matices y diferentes intensidades, ha roto claramente con el consenso de Washington, enterrando el ALCA (libre comercio con Estados Unidos), marcando un posicionamiento antiimperialista y enfrentado al paradigma neoliberal.
No obstante, esta revolución política comienza a mostrarse insuficiente a las necesidades de la mayoría social, porque si bien hoy por hoy podemos decir que, al menos en Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua o El Salvador las clases populares detentan el poder político, no podemos decir lo mismo del poder económico que es finalmente el que importa. Y es que, a pesar de los avances reales en el control estatal de los sectores estratégicos, es evidente que la propiedad de los medios de producción y la riqueza sigue estando en las manos de los mismos de siempre. Esta paradoja de que una clase detente el poder político y otra el poder económico difícilmente es sostenible en el tiempo y llevará necesariamente a un punto de quiebre, que al parecer en Venezuela está muy cerca. En este escenario probablemente lo que suceda sea una de dos cosas: O que la oligarquía tradicional apoyada y financiada por Estados Unidos, a través de la combinación del boicot económico y la violencia desestabilizadora logre desgastar hasta derrotar a las fuerzas populares. O, por el contrario, que estas últimas lograrán trascender la revolución política hasta profundizarla en una verdadera revolución social.
“Levántate, pueblo leal, al grito de revolución social”
Viendo lo que hoy sucede en Venezuela me surge una pregunta. El boicot económico de la burguesía importadora parasitaria que acapara y desabastece a la población con fines claramente desestabilizadores, al tiempo que se beneficia de los subsidios del gobierno bolivariano a las importaciones: ¿Sería posible si dicha burguesía no tuviera en sus manos la importación y distribución de los bienes de consumo fundamentales? Por otra parte, ¿sin el poder económico que todavía detentan podrían mantener el pulso golpista en la calle como lo hacen actualmente?
El tema de fondo es que más allá de las políticas sociales inclusivas que han practicado los gobiernos de izquierda latinoamericanos en los últimos tiempos, sin negar además el efecto positivo en la soberanía respecto a las multinacionales del norte y distribución más equitativa de la riqueza de las nacionalizaciones de importantes recursos naturales. El verdadero salto y lo único que puede garantizar los procesos que se viven en el continente es que, progresivamente se den pasos decididos hacia el cambio de la propiedad de los medios de producción o sea hacia una verdadera revolución social.
Se trata en tanto de generar medidas objetivas que, pongan en manos de la clase trabajadora el control de la economía y esto implica al menos lo siguiente:
·  Diversificación económica con base en la economía social comunitaria: Una de las mayores debilidades de los procesos latinoamericanos es que no se ha roto con el problema histórico de la extrema dependencia de la exportación de materias primas. Gran parte del engranaje de políticas sociales en Venezuela o Bolivia dependen de la renta generada por los hidrocarburos. Si bien la reconducción de los ingresos estatales por el gas y el petróleo hacia la educación o la sanidad han redundado en disminución efectiva de la pobreza, el mantener modelos extractivitas dificulta la sostenibilidad futura de dichas políticas sociales al hacerlas dependientes de los precios internacionales de las materias primas, en mercados que no controlamos. En este sentido a futuro debería priorizarse la inversión productiva fundamentalmente agropecuaria, pero no sobre la base de la propiedad individual sino desde el horizonte de propiedad colectiva planteado por ejemplo con claridad en la Constitución boliviana en el marco de la economía comunitaria. Esto permitiría que sean las comunidades indígenas y campesinas quienes se conviertan en sujetos económicos que sustituyan a los especuladores e importadores garantizando un crecimiento económico con base ancha y soberanía alimentaria. 
· Expropiación de los latifundios y su reorientación a la agroindustria comunitaria: Para que esto sea efectivo debe encararse más allá del discurso un proceso amplio de expropiación de los latifundistas y redistribución de la tierra a unidades productivas comunitarios o cooperativas, dando protagonismo en el proceso a los movimientos sociales de base agraria como el Frente Nacional Ezequiel Zamora en Venezuela, la CSUTCB, Conamaq o CIDOB en Bolivia, o la ATC en Nicaragua. 
· Nacionalización de la industria, la banca y control obrero de las grandes empresas: Si bien la nacionalización de los sectores estratégicos de la economía ha avanzado fundamentalmente en Venezuela, Ecuador o Bolivia, hay dos aspectos importantes que profundizar. El primero está referido a la necesidad de que, progresivamente, todas las grandes empresas tanto productivas como importadoras, dejen de estar en manos de propietarios privados y pasen a ser de propiedad y beneficio del conjunto de la sociedad. El segundo es fundamental y complementa al primero y tiene que ver con el control de los mismos trabajadores y trabajadoras sobre la producción en sus centros de trabajo. De igual manera, la independencia económica y el fomento tanto a la economía comunitaria como a las industrias estatales con control obrero, solamente será posible si se construye una banca pública fuerte nacionalizando los capitales privados y sustituyendo así a los especuladores financieros.
· Poder popular y democracia directa:  Además de combatir a los sectores oligárquicos tradicionales, debilitando el poder económico que detenten y, a través del cual, intentan recomponer su poder político, es importante evitar el nacimiento de burocracias políticas que, en base a su manejo y cercanía con el Estado tiendan a convertirse en una nueva élite dominante. Porque el objetivo de una revolución social como la que se plantea, no es cambiar de élites sino finalmente que estas desaparezcan. El único remedio contra la burocratización de los procesos es que los espacios de decisión tengan una presencia mayoritaria y protagónica de los movimientos sociales organizados, que las decisiones fundamentales se tomen de abajo hacia arriba con absoluto respeto a las dinámicas culturales y organizativas de cada comunidad y que finalmente los gobiernos no sean más que una expresión de las estrategias y aspiraciones planteadas por el pueblo organizado.
Finalmente se hace fundamental para la sostenibilidad de los procesos, fortalecer los vínculos de solidaridad entre pueblos, haciendo de la CELAC, la Unasur o el Alba verdaderos instrumentos de complementariedad económica y cohesión social continental que tiendan a disminuir hasta desaparecer la dependencia del continente respecto a la economía norteamericana. Para ello y para frenar las agresiones imperialistas, debe apoyarse de manera solidaria la lucha de resistencia de los pueblos del continente. En particular es clave tratar de romper el eje pronorteamericano que constituyen los gobiernos de México, Honduras, Colombia, Perú y Chile a favor del fortalecimiento de las organizaciones sociales y políticas antiimperialistas de dichos países. Debemos tomar en cuenta que la derecha auspiciada por Estados Unidos, está utilizando su poder económico para recuperar los espacios de poder político que ha perdido, la única respuesta eficaz desde el movimiento popular es emprender el camino de arrebatarles también el poder económico y eso se llama revolución social. 
Fuente: Rebelion.org




Con Álvaro Uribe de ascensor "Hay un camino" al basurero de la historia



Por: Del Rosario Ignacio Denis
La derecha fascista Venezolana están callado de los crimines y asesinato en Venezuela por ser parte de su plan intervencionista, como no hay un camino con Henrique Capriles Radonski por la vía electoral, por su continua derrota, la más reaccionaria de la Mesa de la Unidad Democrática MUD, comió el cuento del fracasado personaje colombiana Álvaro Uribe Vélez, padre de la para-política, paramilitarismo y mafia guerrerista en Colombia. Leopoldo López y María Corina Machado junto con Ramón Guillermo Aveledo se puso al frente del plan guarinbero, violenta y criminal apoyados de algunos alcalde que se prestaron a esta iniciativa, su intención intervencionistas están claro, apoyarse de los electorados de Capriles en la calle como un reclamo pacifista, con su mismo discurso, la inseguridad, la escasez, la inflación, la cubanización, el comunismo, la dictadura, es decir tocar algunos problemas ocasionadas por ellos mismo, a través de acaparamiento o contrabando hacia Colombia, por otro lado intensificar acciones vandálicas contra las instituciones, espacio público, asesinatos selectivos, contra la guardia nacional bolivariana, policía nacional bolivariana utilizando sus mercenario y paramilitares bien pagadas, la intención es buscar generar un caos y propiciar una guerra civil.  
El plan Uribista deja un costo político, social, económico y criminal al país, donde los  líderes aventureros pagaran sus penas en las cárcel y ya pasan al basurero de la historia. En este momento gran mayoría que salió en la calle a protestar incluidos el sector estudiantil, están obstinados de la guarimba y la violencia fascista, las acciones de barricada dirigen personas bien pagada, es para crear las condiciones a la alas paramilitar para los asesinatos selectivos, franco tiradores ubicadas en los edificios o las emboscada bien planificado, estas practica cobarde es la esencia del Uribismo en Colombia.
Esta oposición Venezolana varios de ellos ya está destinado al basurero de la historia, otros como Henryyyyque, la dupla Falcon-Capriles buscaran recomponer sus seguidores electorales, manipulados y confundidos, con su silencio a los crímenes y barricadas hacer vender un rostros distinto del plan guarimbero derrotados por la revolución, es la peleas campal que históricamente tuvo la MUD, quien chupa las tetas de los sectores más conservadores de la Ultraderecha estadounidense, como bien lo caracterizo el presidente Nicolás Maduro, quien devoran a quien, esta duplas seguirán con su maratón y doble discurso tratando de separar o reciclarse como basura, pero al final igual terminaran en el basurero de la historia devorándose entre ellos como gusano.
La política no es para hacer negocio es para servir al pueblo, es la gran diferencia entre  la democracia verdadera que nos dejo CHAVEZ y la pretensiones de saqueos que pretenden esta derecha apátrida.
El dilema o la ignorancia de estos pequeños grupos, es la de creer que el pueblo es ignorante o que el gobierno de Nicolás Maduro o la revolución bolivariana no tiene un respaldo popular, nacional e internacional, jamás funcionara la estrategia muy difundida y estudiada del “Golpe suave” en Venezuela, en Venezuela no solo existe un gobierno Bolivariano Chavista y una Fuerza Armada Nacional Bolivariana anti imperialista y Chavista, sino que hay un respaldo del Pueblo Bolivariano y todos y todas son Chávez, estas consignas jamás entenderá la extrema derecha, por eso seguirán saliendo frustrada y derrotadas en todas sus pretensiones golpista.  


No volverán …..Hoy tenemos patria …..Hoy tenemos un pueblo que nadie se equivoque.
Ingeniero Agroecologico graduado en
Instituto Latinoamericano de Agroecologia Paulo Freire (IALA)
@yiyoparaguay