Honduras enfrenta
una crisis sin precedentes en toda su historia en los ámbitos económico,
social, político, educativo, de corrupción, narcotráfico, cultura,
justicia, reforma agraria, seguridad y derechos humanos que, según la
perspectiva del Estado, casi fallido, se resuelve con represión,
encarcelamiento, asesinatos, supuesto desarme general, militarización y
penalización de la lucha de los movimientos sociales. En este contexto
adverso, el movimiento campesino ha logrado crear una articulación de la
que forman parte organizaciones de todo el país.
Esta situación de
crisis se agrava de manera vertiginosa desde el golpe de Estado, a
finales de junio de 2009. Pocos días después se constituye el movimiento
social más importante en la historia de Honduras, identificado en la
actualidad como el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP). Es
dentro de este marco que el pueblo hondureño adquiere el mayor grado de
conciencia política, al interpretar la ruptura constitucional como un
hecho que tiene como causante principal a la oligarquía en contra de los
y las pobres de Honduras, a quienes el gobierno de Manuel Zelaya
Rosales había respaldado. En el ámbito de este gran movimiento social se
crea, a nivel de brazo político, el partido Libertad y Refundación
(LIBRE)[1].
La participación de La Vía Campesina en todo este proceso
ha sido amplia, emblemática, valiente y consistente, pues desde el
momento inicial forma parte del proceso de constitución del Frente
Nacional de Resistencia Popular, que lidera la resistencia en todo el
país en contra del golpe de Estado. Entiende, como recoge la Carta Magna
hondureña, que “nadie debe obediencia a un gobierno usurpador ni a
quien asuma funciones o empleos públicos por la fuerza de las armas”.
Represión y sicariato
La
situación agraria ha ido empeorando. Para negociar una salida se firman
acuerdos con el Congreso Nacional, pero la respuesta del poder
constituido son desalojos, represión, apresamientos e incluso muerte de
campesinos y abogados, como el profesional Antonio Trejo Cabrera,
defensor de los grupos campesinos del Aguán.
El sicariato
se manifiesta en todas las áreas de la vida económica, social, política,
educativa y cultural como instrumento para atemorizar y reprender. Se
manifiesta, por ejemplo, en las agresiones impunes a todas las
organizaciones campesinas asentadas en el Aguán, como el Movimiento
Unificado Campesino del Aguán (MUCA), el Movimiento Autentico
Reivindicador Campesino del Aguan (MARCA), el Movimiento Campesino de
Rigores y el Movimiento Campesino del Aguán (MCA). Han sido asesinados
más de un centenar de campesinos, otros se encuentran presos y muchos
andan huyendo de la militarización.
La militarización de la zona
del Aguán se ha extendido a todo el país. Se le han dado facultades de
la Policía a las Fuerzas Armadas y, en una equivocada interpretación del
Artículo 274 de la Constitución, el Ejército puede capturar personas y
ejecutar allanamientos como hizo en la década de los 80. A las personas
que forman parte de las organizaciones campesinas se les ha negado el
derecho que tienen a un pedazo de tierra. Luchan para recuperar este
recurso, trabajan por la reforma agraria, pues la tierra está en
posesión de terratenientes nacionales y extranjeros, en forma ilegal.
Los
pobladores de Zacate Grande, en Amapala, zona sur de Honduras, se
encuentran en una situación similar, y también aquí el sicariato agrario
y campesino muestra nulos principios humanistas y cristianos: monta una
campaña de represión en contra de los campesinos, con órdenes de
captura a unos y, a otros, medidas sustitutivas como no abandonar el
país y presentarse a los juzgados regularmente.
Al igual que en otras zonas de Honduras, en el Aguán también tiene lugar el sicariato
educativo. Las escuelas rurales tienen a una sola persona como docente y
no cuentan con material didáctico y pedagógico. Destaca el caso de la
escuela de Rigores, que fue destruida delante de las niñas y niños. Para
reconstruirla (lo que debería ser una preocupación del Ministerio de
Educación), La Vía Campesina realizó una campaña nacional e
internacional. Muchas personas destinaron parte de sus escasos ingresos a
esta tarea y las y los jóvenes del Frente Nacional de la Juventud
Campesina, Indígenas y Afrodescendientes de Honduras (FRENAJUC) se
comprometieron a aportar la mano de obra.
A finales de 2011, la
Corte Suprema de Justicia declaró inconstitucional el Decreto 18-2008.
Este decreto, que había sido una conquista del movimiento campesino,
ordena la titulación de tierras a favor de los grupos campesinos que
estuviesen en posesión de las mismas desde 2006 hacia atrás[2].
Proceso agrario
Aguán
es en la actualidad el núcleo de una nueva perspectiva del proceso
agrario hondureño (amplio, democrático, incluyente, comunitario,
socialista y popular). Ha pergeñado una escuela de recuperación de
recursos y bienes productivos desde abajo, lo que explica la tendencia a
justificar la transformación agraria integral como una necesidad de
interés comunitario y del territorio incluyendo agua, bosque, semillas,
aire, flora y fauna.
En todo este proceso destaca la brillante
mediación de la Vía Campesina, que ha realizado un buen trabajo como eje
articulador gracias a su credibilidad y capacidad de convocatoria. Como
ejemplo de esto último, citamos la movilización del 8 de marzo de 2013,
en la que las mujeres campesinas e indígenas reclamaron el acceso a los
recursos productivos. Esta acción fue el preludio de la celebración del
17 de abril, Día Internacional de la Lucha Campesina, con la
recuperación de tierras en varios puntos del país de la Compañía
Azucarera Hondureña S. A. (CAHSA) y de la Azucarera del Norte S.A.
(AZUNOSA). Destacó el papel del Movimiento de Campesinos de San Manuel
(MOCSAM), en el Departamento de Cortés, así como de la Asociación para
el Desarrollo Campesino del Progreso (ADCP).
Todo esto sirvió de
puente para el plantón o campamento realizado del 6 al 9 de agosto, en
el que se demostró una capacidad inédita de autogestión. Las funciones
se acordaban entre las organizaciones ADCP, MARCA, MCA, MOCRA
(Movimiento Campesino de Recuperación del Aguán), MOCSAM, MUCA y
Movimiento Campesino de Rigores. Se contó en todo momento con el
respaldo de contingentes de la Central Nacional de Trabajadores del
Campo (CNTC), la Asociación Nacional de Campesinos de Honduras (ANACH) y
el Consejo para el Desarrollo Integral de la Mujer Campesina (CODIMCA),
así como de pequeñas delegaciones de la Asociación para el Desarrollo
de Honduras (ADROH) y la Unión Campesina e Indígena de Honduras (UCIH).
También hay que resaltar los apoyos económicos y en especie de numerosas
personas del pueblo hondureño y del Sindicato de Trabajadores de la
Universidad Nacional Autónoma de Honduras (SITRAUNAH).
En el
campamento destacaron tres elementos importantes: en primer lugar, la
capacidad mediática de los dirigentes y lideresas campesinas para
informar permanentemente al pueblo hondureño sobre sus demandas; en
segundo, la construcción de cultura, al motivar a las y los transeúntes a
admirar las imágenes del mural de compañeros asesinados; y, en tercer
lugar, la sobresaliente capacidad ideológica y política para orientar el
movimiento y elaborar sus demandas.
La dirección nacional del
movimiento no sólo demostró su talento y su capacidad de organización,
sino también su disciplina y persistencia para lograr sus demandas
relacionadas con la aprobación de la propuesta de Ley de Transformación
Integral (TAI), la eliminación de la Ley de Modernización Agrícola, el
alto a la represión, la libertad para los campesinos presos y la
desmilitarización del agro.
Por un futuro sin hambre
El
Congreso Nacional nombró una Comisión Parlamentaria y el 9 de agosto se
comenzó a debatir un programa de trabajo cuyos resultados fueron
satisfactorios para ambas partes: se acordó que se necesitaba un nuevo
marco jurídico para acceder a la tierra, la liberación de los campesinos
presos, la despenalización de la lucha campesina y el fideicomiso para
garantizar la producción en el campo, entre otras cuestiones.
La
primera reunión de la mesa para el debate acerca de la permanente crisis
agraria que vive el país tuvo lugar el 14 de agosto. El movimiento
campesino presentó un documento de análisis de problemas y planteamiento
de soluciones. Acordó también hacer seguimiento de los acuerdos de la
comisión, siendo consciente de que el problema agrario en Honduras sólo
podrá resolverse si hay voluntad política.
Bajo el lema “Por un
futuro sin hambre” y con la mediación y convocatoria de La Vía
Campesina, el 29 de agosto de 2013 se citaron las organizaciones y
movimientos campesinos que conformaron la primera gran Asamblea Nacional
campesina para lograr un espacio amplio, legítimo, incluyente,
democrático, pluralista y ético.
Participaron más de mil
delegados y delegadas, con paridad entre hombres y mujeres, provenientes
de las organizaciones campesinas ADCP, ADROH, ANACH, CARPAL, CNTC,
CODIMCA, MOCSAM, MUCA y UCIH, que se organizaron como el referente de la
nueva institucionalidad campesina y protagonista legítima de la nueva
historia agraria hondureña. Se incorporó al Frente Nacional de las
Juventudes Campesinas, Indígenas y Afrodescendientes (FRENAJUC) y a la
Comisión de Mujeres Campesinas (COMUCAH).
El 29 de agosto se
ratificó a la Articulación Campesina – Vía Campesina como el espacio
legítimo y refundado de todo el campesinado en resistencia de Honduras,
un proyecto unitario que responde a las aspiraciones e intereses de la
población campesina.
En este importante acto se recibió la visita
de honor de Xiomara Castro de Zelaya, que fue vitoreada con sombreros,
aplausos y música de la resistencia[3]. En nombre del Partido Libertad y
Refundación (LIBRE), Xiomara Castro reafirmó su compromiso con las
mujeres del sector rural, se comprometió a retomar el bono solidario,
crédito alternativo con bajos intereses, y construir una nueva
Constitución que incluya a la mujer y al hombre del campo. Asimismo,
asumió los objetivos de la Articulación-Vía Campesina al declarar la
alimentación como derecho humano básico, la reforma agraria integral, la
protección de los recursos naturales y el fin de la represión y
asesinatos de campesinos y campesinas.
El referente más destacado
del movimiento campesino del último cuarto de siglo, Rafael Alegría,
destacó que la Articulación Campesina adopta como principio y enfoque de
trabajo la equidad entre hombres y mujeres, reconociendo el papel de
las mujeres y de los jóvenes en la lucha por la transformación agraria
integral.
La Declaración de Principios de esta gran asamblea
constituye el marco ideológico que ejecutarán las organizaciones
campesinas y movimientos que la suscriben. En la asamblea se analizó y
aprobó también el reglamento interno de la estructura orgánica,
integrada por cien delegados y delegadas. La Agenda Agraria, el
instrumento que orientará las demandas y reivindicaciones de la
Articulación- Vía Campesina, se entregó de manera solemne a Xiomara
Castro, trasladándosele también una propuesta de acciones del nuevo
gobierno en los primeros cien días: constituir la Secretaría de Estado
en Reforma Agraria y Soberanía Alimentaria; asegurar un pacto por la
justicia agraria; resolver el conflicto agrario en el Bajo Aguán y el
Valle de Sula; ratificar el Protocolo a la Convención Americana sobre
Derechos Económicos, Sociales y Culturales; sentar las bases para un
sistema financiero alternativo; emitir un decreto de emergencia sobre la
crisis agraria y alimentaria; adoptar medidas afirmativas a favor de
las mujeres y la juventud rural y revisar decretos y contratos lesivos a
los intereses de las comunidades sobre los recursos naturales, entre
otras acciones.
Notas:
- Ver “Libre se desliga del FNRP por estrategia” en www.elheraldo.hn, 16/12/2013
- “Malas noticias para el campesinado hondureño”. Artículo en la web de VSF – Justicia Alimentaria Global (24/01/2011), vsf.org.es.
- Las
elecciones generales se celebraron el 24 de noviembre de 2013. Se
proclamó vencedor el líder del Partido Nacional, el oficialista Juan
Orlando Hernández. Los comicios han sido denunciados por fraude
electoral.
Carlos Tovar forma parte de la Unidad Tècnica La Via Campesina – Honduras.
Publicado en el
nº 60 de Pueblos – Revista de Información y Debate, primer trimestre de 2014.