Monsanto es malo. ¿Si es Bayer es bueno?
Por: Del Rosario
Ignacio Denis
“No creamos este medicamento para los indios, sino para los
occidentales que pueden pagarlo”
(Marijn Dekkers, consejero
delegado de la
empresa Bayer)

Sin duda, existe una campaña global de muchos movimientos
sociales, ecologistas, científicos honestos y otros arrepentidos que destapó la amenaza real de
estos mercenarios de Adolf Hitler; tampoco para nadie es un secreto que
continúan amenazando abiertamente a la humanidad y al planeta imponiendo sus
paquetes tecnológicos desde los tratados y acuerdos secretos de libres
comercios como: el Trans-Pacific Partnership (TPP), o Acuerdo de Asociación
Trans-Pacífico (en español); el Transatlantic Trade and Investment Partnership
(TTIP), o Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión; el Trade in
Services Agreement (TiSA), o Acuerdo sobre el Comercio de Servicios, este
reacomodo del orden económico es una agenda global de sometimiento, criminalidad,
hambre y enfermedades por ser su propia esencia.
En la llamada guerra mundial estas misma corporaciones son la
que siguen formando partes de la base financiera, tecnológica, armamentística y
de traficante de drogas. La heroína era una marca registrada de Bayer, el gas
mostaza, arma química; Tabun, gas nervioso, pesticida a base de cianuro, se usó
en la Alemania nazi durante el Holocausto para asesinar a millones de personas,
utilizó sobre 250 niños gitanos (entonces Checoslovaquia, hoy República Checa)
en el campo de concentración de Buchenwald para probar el efecto del gas. En
septiembre de 1941, cerca de 600 prisioneros de guerra soviéticos, fueron
gaseados con Zyklon B, siendo esta la primera experimentación con el gas en el
campo de Auschwitz. El agente naranja o glifosato de la Monsanto era una mezcla
de 2,4,5-T y 2,4-D, dos herbicidas fabricados y comercializados de manera
habitual por esta compañía en la agricultura y fue la que utilizó en la guerra
de Vietnam matando a millones de personas, en su mayoría civiles, niños y
mujeres.
Estos productos tienen efecto cancerígeno según último
estudio de la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer
(IARC) de la Organización Mundial de la Salud OMC, sin embargo estas
multinacionales no descansan en rever estos estudios utilizando fuerte
presiones a la Reunión Conjunta de la FAO-OMS sobre Residuos de Plaguicidas
(JMPR), tratarán de minimizar los
efectos para continuar defendiendo el causante de estos males.
La mayoría de las personas en el mundo al escuchar sobre el
nazismo o sobre Hitler los asocian a horrendos crímenes cometidos contra
millones de personas y automáticamente saben que es malo, da miedo, terror; sin
embargo, “si es Bayer, es bueno”: los poderes de estas grandes multinacionales
y sus medios de manipulación permitieron desde el dolor y el placer continuar
enriqueciéndolos a costa del hambre y las enfermedades de todos y todas. Mientras
se desata una verdad ya abierta que se refiere a que lo relacionado con Monsanto
y el glifosato son cancerígenos, la gente todavía se puede abrazar con Bayer, “que
es bueno”.
Por un lado, estas grandes multinacionales como gobiernos
secretos buscan aliarse para continuar compitiendo contra sus oponentes en
disputas, Monsanto, Syngenta, DuPont, Dow, Bayer y Basf, todos originalmente
fabricantes de veneno, cualquier trato de fusiones de uno seguirán engendrando
fusiones del otro, así que cuando dos compañías del mismo sector se combinan,
los competidores buscan hacer lo mismo para mantenerse en disputa. Estas
compañías de la guerra en aras de reducir el hambre y las enfermedades,
continúan compitiendo por el mercado de agrotóxicos y el control del 100% de semillas
transgénicas para la destrucción total del planeta y la especie humana.
La empresa china de agrotóxicos, ChemChina desplazó la oferta
de Monsanto apropiándose de la corporación Syngenta, hoy no existe otra vía para
Monsanto que fusionarse con la mayor empresa multinacional química y
farmacéutica. Bayer AG, la empresa de fármacos y químicos alemana, realizó una
oferta en efectivo de 62 mil millones de dólares a la multinacional estadounidense
Monsanto. Anteriormente, la compañía había señalado que planeaba financiar la
adquisición con una combinación de deuda y acciones; hasta el momento el
presidente de la Monsanto rechazó la oferta porque según él, es incompleta y
financieramente inadecuada.
La Monsanto buscará hacer pactos y control de daños para
continuar expandiendo su campo de concentración de exterminio, imponiendo el
poder de nuevas marcas de herbicidas y nuevas patentes de semillas transgénicas
y asociándose con las industrias farmacéuticas más grandes del mundo para
garantizar el hambre y la enfermedad como continuación de sus negocios a costa
de la vida del planeta y de la humanidad.
“Hay que tomar las medidas para la reducción demográfica del
globo terráqueo, aun en contra de la voluntad de sus respectivas poblaciones.
La reducción del índice de natalidad ha sido un fracaso. Por eso tenemos que
aumentar la tasa de la mortalidad por medios naturales, por el hambre y por la
inoculación de todo tipo de enfermedades”.
Robert McNamara
(Exsecretario de Defensa de Estados Unidos)
Del Rosario Ignacio Denis. Ingeniero Agroecologico graduado
en Instituto Latinoamericano de Agroecologia Paulo Freire (IALA)
Twitter: @yiyoparaguay
@ayvuguasu
Blog del Autor : http://ayvuguasu.blogspot.com/
Nota:
No hay comentarios:
Publicar un comentario