lunes, 30 de junio de 2014

¿Tercera Vía? El santo y el diablo que no tiene vía


Por: Del Rosario Ignacio Denis


 "La historia no hace nada, ‘no posee una riqueza inmensa’, ‘no libra combates’. Ante todo es el hombre, el hombre real y vivo quien hace todo eso, quien posee y realiza combates; estemos seguros que no es la ‘historia’ la que se sirve del hombre como de un medio para realizar como si ella fuera un personaje particular sus propios fines; no es más que la actividad del hombre que persigue sus objetivos". (Marx y Engels, La Sagrada Familia, Capítulo VI)




La visión de Marx de que el sistema capitalista estaba desgarrado por contradicciones insolubles y contenía dentro de sí las semillas de su propia destrucción, es un hecho histórico que en su mayoría de sus defensores no quiere aceptar, buscan interpretar la polarización de clase, la opresión, la guerra como una mirada romántica, una interpretación como una serie de incidente como inconexos e imprevistos de la historia, es la manera de resistir sicológica y biológicamente el gran capital para convencer y neutralizar a la clase popular. La propuestas del reelecto presidente Colombiano Juan Manuel Santo de la “Tercera Vía” no es otra cosa que el santo y el diablo que no consiguen el camino para la paz verdadera, la paz no es solo un antítesis de la guerra, reunirse en Cartagena de Indias para relanzar la "Tercera Vía" con el expresidente estadounidense Bill Clinton, el ex primer ministro británico Tony Blair y los exgobernantes Felipe González (España); Fernando Henrique Cardoso (Brasil), y Ricardo Lagos (Chile), así como el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno, simplemente ponen al descubierto el plan oscuros del gran capital en la región, son las ensaladas de rostros fracasados del neoliberalismo, el conservadurismo, pero que siguen jugando un papel fundamental en el intento de reformular viejas agendas con sus fieles aliados, buscando un solo objetivos, la restauración neoliberal en el continente.



El dominio aplastante del mercado mundial es ahora el hecho más decisivo de nuestra época, los grandes multinacionales que pregonaron e impusieron la maximización de la ganancia con el libre mercado dejan grandes conflictos y deudas sociales, económicos, ambientales, la mayoría de la población levanta la bandera de la paz, pero también reclaman la justicia social, los derechos fundamentales, exigen soberanía, el asensos de la luchas de la clase trabajadora colocan en amenaza a la herramienta de dominación de la extrema derecha, los métodos del Uribismo de la para política, falsos positivos, narcotráficos, mafias ya van pasando su edad de oro, de ahí la necesidad de reformular estrategia de dominación utilizando la paz como simple antítesis de la guerra, intentar  rejuvenecer con veteranía una supuesta “Tercera Vía” con el fin de discriminar y neutralizar enemigos históricos antagónicos para seguir imponiendo el modelo extractivista del gran capital y seguir jugando un papel fundamental en la región.  El gran historiador inglés Edward Gibbon, autor de La historia de la decadencia y caída del Imperio romano, escribió que la historia es "poco más que la lista de los crímenes, locuras y desgracias de la humanidad". La propuestas de “Tercera Vía” planteadas por Santos y sus celebres invitados internacionales jamás avanzará en otra interpretación de la historia, mas en la fase de declive del capitalismo, simplemente buscaran la justificación de la consecuencia para minimizar la causas y seguir imponiendo el sistema de explotación y dominación del gran capital, perfeccionando sus guerras, es la nueva doctrina del pentágono, el poder inteligente de Obama. 

La frase de Juan Manuel Santo de que la Tercera Vía se resumen en que: “El mercado hasta donde sea posible, el Estado hasta donde sea necesario”, desde los movimientos populares que creemos en las luchas de clase como motor de la historia, simplemente la resumimos sin ingenuidad, y decimos a la “Tercera Vía” una mescla de santo y diablo con el único fin de que:
“El estados seguirán haciendo lo necesario para que el capitalismo y su libre mercado sean posible” 
 
A seguir defendiendo la paz con justicia social y sin impunidad de las elites, la unidad de los pueblos nuestros americanos por la defensa de la patria grande, robusta y soberana. 




Nota:
https://ve.noticias.yahoo.com/santos-l%C3%ADderes-mundiales-relanzar%C3%A1n-v%C3%ADa-cumbre-cartagena-162300539.html
http://www.semana.com/politica/articulo/la-tercera-via-santos/118654-3
http://www.eltiempo.com/politica/gobierno/santos-habla-del-relanzamiento-de-la-tercera-via/14183879
Del Rosario Ignacio Denis. Ingeniero Agroecologico graduado en Instituto Latinoamericano de Agroecologia Paulo Freire (IALA)
Twitter: @yiyoparaguay
Blog del Autor : http://ayvuguasu.blogspot.com/


viernes, 27 de junio de 2014

El capital financiero saquea Río de Janeiro





En menos de una década Río de Janeiro está padeciendo tres grandes eventos que modifican su fisonomía: los Juegos Panamericanos en 2007, la Copa del Mundo en 2014 y los Juegos Olímpicos en 2016. Esa sucesión de megaeventos deportivos en tan poco tiempo es aprovechada por el capital financiero para remodelar una de las ciudades más bellas del mundo, donde obtiene enormes ganancias y provoca daños irreparables a los más pobres.
Este mes el Comité Popular de la Copa y las Olimpiadas de Río lanzó el cuarto dossier titulado Megaeventos y violaciones de los derechos humanos en Río de Janeiro (se puede bajar de comitepopulario.wordpress.com). A lo largo de 170 páginas analiza las principales consecuencias que están teniendo sobre la ciudad y su población, a la vez que pone al descubierto quiénes se benefician con las millonarias obras que imponen, entre otras, la FIFA y el Comité Olímpico Internacional.
Los megaeventos deportivos marcan el retorno de la forma más violenta de menosprecio de los derechos a la vivienda en la ciudad, puede leerse al comienzo del dossier. Se trata de una limpieza social que consiste en relocalizar a los pobres para abrir oportunidades de negocios a las grandes empresas, en zonas nobles como Barra da Tijuca, Jacarepaguá y el centro histórico, mientras los traslada a zonas lejanas donde deben remprender sus vidas desde la nada. Hasta ahora son casi 5 mil familias desplazadas de 29 comunidades, estando otras 5 mil amenazadas de desalojo.
El Comité de la Copa apoya con estudios y análisis a las comunidades desalojadas, pero sus miembros también ponen el cuerpo para resistir a las excavadoras que derriban viviendas. Las mujeres están a la cabeza de la resistencia, como Inalva Britos, en Vila Autódromo, y Alessandra en el morro da (cerro de la) Providencia. En los barrios populares las mujeres venden comida en el vecindario o hacen artesanías, estrategia de sobrevivencia que no van a poder continuar en los desolados barrios del programa Mi Casa Mi Vida. Resistir es cuestión de vida.
Río es la ciudad más afectada por la especulación inmobiliaria. El precio de las viviendas subió 65 por ciento entre 2011 y 2014, frente a un promedio de 52 por ciento en Brasil. El precio de los alquileres subió 43 por ciento, frente a 26 por ciento en São Paulo. La lista de obras es impresionante: dos estadios (el Olímpico y Maracaná), la Villa Olímpica y el Puerto Maravilla; seis líneas de trenes livianos, ampliación del metro y de las autopistas o vías rápidas urbanas: todo financiado con dineros públicos.
Sólo la remodelación en Río, de Maracaná demandó mil 50 millones de reales (470 millones de dólares). El presupuesto de obras aumentó 65 por ciento desde lo presupuestado en 2010, alcanzando la astronómica cifra de mil 500 millones de dólares sólo para las obras del Mundial y las Olimpiadas. Las principales beneficiarias son las grandes constructoras: Odebrecht, OAS, Camargo Corrêa y Andrade Gutierrez. Casualmente, las que mayores aportes hacen a los partidos políticos en las campañas electorales.
Maracaná ha sido remodelada completamente por Odebrecht, que conserva además la apetecida gestión del recinto. Comparte con Andrade Gutierrez la construcción y gestión de la Villa Olímpica, con OAS la gestión del estado Olímpico, y así hasta 20 grandes obras en Río de Janeiro, cientos en las 12 ciudades sedes del Mundial, incluyendo nuevos aeropuertos y hoteles. Sólo la nueva Terminal 3 del aeropuerto de Guarulhos (São Paulo) tuvo hasta ahora un costo de mil 500 millones de dólares.
Nada de esto se puede hacer sin represión. La ocupación por el ejército del Complexo da Maré (130 mil habitantes en 16 favelas), hasta que termine el Mundial, es apenas la acción más conocida por la población. Esta semana el gobierno del estado de Río informó de la incorporación de ocho nuevos blindados para el Batallón de Operaciones Especiales (BOPE), que serán utilizados en los operativos de “pacificación de las favelas” (O Globo, 24/06/14).
En los cuatro meses previos al Mundial, la Secretaría de Estado de Río informó de 4 mil 250 internaciones forzosas de personas en situación de calle, quienes son trasladadas a un albergue a 70 kilómetros del centro de la ciudad, donde, según el dossier de los Comités de la Copa, son alojados en condiciones precarias y sufren prácticas de tortura.
Río de Janeiro se está convirtiendo en una ciudad cada vez más cara y desigual, señala el dossier del Comité de la Copa. Una ciudad fracturada, conflictiva, como sucedió en el reciente carnaval, cuando más de 70 por ciento de los 14 mil recolectores de basura entraron en huelga. Luego de ocho días de duro conflicto y descalificaciones, una de las categorías peor pagadas obtuvo un aumento de 37 por ciento en su salario base, que aun así es de apenas 500 dólares. Pese a las presiones, aún se mantiene el enorme campamento de 4 mil personas organizado por el MTST (Movimiento de Trabajadores Sin Techo) a tres kilómetros del estadio Itaquerão.
Cuando se lleva disputada la mitad del Mundial, las manifestaciones han descendido y la cantidad de personas movilizadas es menor que en las semanas previas. Aun así, las protestas están lejos de desaparecer. Nadie olvida el éxito de las jornadas de junio de 2013, que consiguieron frenar los aumentos del boleto de transporte urbano, pero que en realidad cuestionaban el modelo de ciudad que va imponiendo el capital con apoyo de una amplia coalición de partidos.
Un reciente comunicado del MTST, que mantiene un campamento de 400 personas frente a la cámara municipal en demanda de vivienda popular, asegura que su lucha no comenzó con el Mundial ni se terminará cuando finalice. Reafirmamos que el gran legado del Mundial fue la especulación inmobiliaria y la exclusión urbana.
Después de julio, cuando el balón deje de rodar y se apaguen los fuegos de artificio mediáticos, los brasileños volverán a su vida cotidiana, pagando precios abusivos por un transporte pésimo. La resistencia al extractivismo urbano recién comienza.

Pérez Esquivel a Griesa: es justo no pagar una deuda ilegítima e inmoral




Adolfo Pérez Esquivel

ALAI AMLATINA, 27/06/2014

Al Sr. Thomas Griesa
Juez del Tribunal Federal del Distrito Sur de Nueva York, EE.UU.

Reciba el fraterno saludo de Paz y Bien.

Más que dirigirme a usted como juez que interviene en una causa que desde hace tiempo tiene en vilo a nuestro pueblo, quiero hacerlo como persona. Quiero poder aportar más libremente a la reflexión sobre la situación que se ha generado en la República Argentina, por las pretensiones de un grupo de financistas poseedores de unos pocos bonos de la deuda externa. Ellos buscan cobrar el 100 % de los mismos, de manera que tendrá un grave impacto sobre la vida del pueblo argentino, habiéndolos comprado por centavos y sin jamás haber invertido para su bien.

Espero, Sr. Griesa, que Ud. comprende la situación que vive nuestro pueblo y las consecuencias sociales, económicas y políticas que tiene el pago de esta deuda inmoral e injusta para las personas y comunidades más necesitadas.

Debe tener presente que los bonos cuyo pago hoy se discute, están manchados con la sangre de las víctimas de la dictadura militar. Forman parte de una deuda contraída a espaldas del pueblo y que nunca llegó a sus manos. Son parte del endeudamiento que después fue impuesto en los años ´90, incluso renunciando a la soberanía y cediendo jurisdicción de manera inconstitucional a tribunales extranjeros como el suyo, supuestamente para saldar las deudas anteriores.

Por eso afirmamos que es una deuda ilegítima, inmoral e injusta. Detrás de los números existen rostros que nos cuestionan e interpelan, de niños, jóvenes, hombres y mujeres víctimas de la injusticia social y estructural, el empobrecimiento, la miseria y exclusión social que afectan a millones de seres humanos en nuestro país como también en América Latina y el mundo.

Estoy seguro que Ud. no ignora esto ni tampoco, el peso de la especulación financiera en la generación de estas situaciones. Más que una deuda externa, es ya una deuda eterna, matemáticamente impagable por más que se intenta con un alto costo en vidas humanas y sacrificando el desarrollo del país. Nunca puede ser justo que se privilegia el capital financiero por sobre la vida de los pueblos.

Es por esto también que junto a muchos otros, desde hace años venimos luchando contra el pago de estas deudas ilegítimas, exigiendo una auditoria official de las mismas, la aplicación de las leyes argentinas, la anulación de la cesión de jurisdicción y que no se continúan estas prácticas inaceptables con los nuevos bonos, contratos y tratados que se siguen firmando.

Sr. Griesa, no quiero poner en duda su acción como juez, pero si me preocupa la justicia ciega. Usted bien sabe que no toda ley es justa y que muchas veces se confunde lo legal con lo justo, o no se tenga en cuenta la situación de los pueblos y se los trate como algo abstracto y lejano. Ud. debe conocer la obra de Henry Thoreau, cuando señala que si bien hay que obedecer la ley, igualmente es necesario resistir la ley injusta hasta lograr su transformación. Me parece una reflexión pertinente con relación a estos poderosos financistas, que para sus políticas de verdadera rapiña, buscan respaldo donde no lo deberían encontrarlo.

Esto no deja a un lado las omisiones y los errores cometidos por los sucesivos gobiernos de la Argentina, el Parlamento y nuestro Poder Judicial, en asumir el tratamiento de esos bonos y de toda la deuda. Pese a reconocer, desde tiempos de la dictadura hace ya más de treinta años, la ilegitimidad e ilicitud de gran parte de la deuda generada, ninguno ha realizado lo necesario – incluyendo por ejemplo auditarla - para separar lo legítimo de lo ilegítimo, lo legal de lo ilegal, para evitar que al pueblo argentino se le siga exigiendo el tremendo costo de pagar lo que no se debe.

No sé si Ud. está al tanto de que existe en nuestro país, una decisión judicial del año 2000, que establece la fraudulencia y arbitrariedad de la deuda que dio origen a los bonos hoy en posesión de los fondos especulativos que buscan obtener lo que en justicia, no les corresponde. Existen además denuncias cuya investigación judicial está aún abierta, con relación a esos mismos bonos.

De acuerdo a las leyes de nuestra república y el derecho internacional, son deudas verdaderamente nulas. Los Principios Rectores sobre la Deuda y los Derechos Humanos nos recuerdan que es responsabilidad de cada prestador y prestatario, investigar y no pagar las deudas contraídas de manera injusta.

Esta deuda es una herencia no querida y pesada que arrastra una carga grande de dolor y sacrificios. Se ha transformado en un mecanismo que lleva en si la dominación y el sometimiento de todo un pueblo.

El país quiere y debe cumplir con sus responsabilidades y obligaciones. Por eso es necesario aplicar la ley pero siempre, sobre la base de distinguir entre lo legal y lo legítimo, la ley y la justicia. Es necesario además reconocer que según el derecho, tiene prioridad la “deuda interna con el pueblo”: la lucha contra el hambre, la pobreza y marginalidad de grandes sectores sociales, los desafíos de la educación y salud, que no se mueran los niños de hambre y enfermedades evitables y poder alcanzar una vida digna sin que le roben la esperanza a nuestros jóvenes.

Estoy seguro, Sr. Griesa, que Ud. comprende lo valioso de la oportunidad que tiene para velar por la justicia, y no solo las leyes que algunos tienen más poder que otros para imponer. Es necesario cambiar las leyes en EE.UU., en nuestro país y en muchos otros, para evitar situaciones de esta naturaleza. Mientras tanto, esperamos igual que prime la justicia y que los derechos de quienes no han sido escuchados todavía en los tribunales, tengan la prioridad que merecen.

Gracias por permitirme estas reflexiones. Si en algo pueda contribuir, profundizar sobre cualquier de los elementos señalados, estoy a su disposición.

Adolfo Pérez Esquivel
Premio Nobel de la Paz y Presidente,
Diálogo 2000 – Jubileo Sur Argentina y el Servicio Paz y Justicia SERPAJ

Buenos Aires, 26 de junio de 2014

URL de este artículo: http://www.alainet.org/active/74934

Mientras los partidos tradicionales hacen acuerdos de cúpulas el país se viene a pique


27-06-2014


Paraguay




Hace unas semanas el liberal Blas Llano fue designado presidente del congreso nacional tras un acuerdo pactado con el gobernante partido colorado. Para el sector modernizante colorado el pacto no tiene otro objetivo que apuntalar el proyecto neoliberal bajo el ropaje de la Alianza Pública Privada (APP). Para el presidente Cartes el apoyo liberal es clave por su ambicioso plan de la APP. Para los liberales, siempre atareados en cuestiones más domésticas, el pacto les permitirá seguir recibiendo algunas migajas del poder y garantizarle impunidad durante los próximos años. Es bueno recordar que la mayoría de los ex ministros de Federico Franco (que asumió luego del golpe contra Lugo) hoy están procesados por corrupción como vulgares delincuentes.El paso siguiente del pacto colorado-liberal es “depurar” el poder judicial, una institución que incomoda a los partidos tradicionales no por impartir justicia, sino por responder a otros grupos de poder como la mafia de Ciudad del Este, en la triple frontera. Las horas están contadas para varios ministros de la Corte Suprema que deben ir preparando sus maletas. “Hay que renovar la justicia” dicen los voceros del pacto. En lenguaje criollo eso significa transformar el poder juridicial, que hoy es una guarida, en un aguantadero.
Mientras en el limbo los colorados alardean con megaproyectos, y los ávidos liberales esperan atentos los mendrugos del poder, en la cotidianeidad el país se está cayendo a pedazos. Los más de 300 mil damnificados están mostrando el rostro real del país: la pobreza extrema. Los damnificados por las inundaciones vinieron a desmentir los dudosos datos de que en el Paraguay bajaron los índices de pobreza.
Mientras en el campo la miseria, la desesperación y las movilizaciones van de la mano, en la ciudad son la miseria y la inseguridad. Algo sí es seguro: subió en índice de la delincuencia. Salir a las calles desarmado puede considerarse hoy un acto de ingenuidad.
La delincuencia se convirtió en una profesión para los miles de jóvenes que no encuentran un lugar en la sociedad. El nivel de violencia y la cantidad de asesinatos que se registran diariamente están llevando al país a un estado de guerra civil.
En este “Nuevo Rumbo” los dos partidos hegemónicos están equivocando el camino. No pueden seguir pactando acuerdos a espaldas de la gente, tarde o temprano eso tiene consecuencias. Es insostenible que una pequeña elite oligárquica se siga enriqueciendo, mientras la gran mayoría se debate en la miseria. Esta anomalía está llevando al país a una patología social traducida en violencia. Violencia que por cierto también está produciendo víctimas entre los ricos.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

"Por una hermandad planetaria de los pueblos"


Discurso del Presidente Evo Morales en la inauguración de la Cumbre del G77


G77 Bolivia


Hace 50 años, grandes líderes levantaron las banderas de la lucha anticolonial y decidieron marchar junto a sus pueblos por el camino de la soberanía y de la independencia.
Eran tiempos donde potencias mundiales y transnacionales disputaban el dominio sobre territorios y recursos naturales para seguir engrandeciéndose a costa de la pobreza de los pueblos del Sur.
En este contexto, el 15 de junio de 1964, al concluir la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, 77 países del Sur se reunieron (AHORA SOMOS 133 + CHINA) para mejorar su capacidad de negociación comercial conjunta, desde un bloque que promueva sus intereses colectivos, respetando las decisiones soberanas.
A lo largo de estos 50 años, los países trascendieron en sus planteamientos impulsando resoluciones en Naciones Unidas y acciones comunes favorables al desarrollo sustentado en la cooperación Sur-Sur, a un nuevo orden económico mundial, a la responsabilidad sobre el cambio climático, y a las relaciones económicas en el marco de tratamientos preferenciales.
En este camino, destaca la lucha por la descolonización del mundo, la autodeterminación y soberanía de los pueblos sobre los recursos naturales.
Pese a todos los esfuerzos y luchas por la igualdad y justicia de los pueblos del mundo, las jerarquías y desigualdades planetarias se han incrementado.
Hoy 10 países del mundo controlan el 40% de la riqueza de todo el planeta; 15 empresas transnacionales controlan el 50% de la producción mundial.
Hoy, como hace 100 años a nombre del libre mercado y de la democracia, un puñado de potencias imperiales invade países, bloquea el comercio, impone precios al resto del mundo, asfixia economías nacionales, conspira contra gobiernos progresistas y recurre al espionaje contra los habitantes del planeta.
Una reducida élite de países y empresas transnacionales dominan autoritariamente los destinos del mundo, de sus economías y sus recursos naturales.
La desigualdad económica y social entre regiones del mundo, entre países, entre clases sociales, entre ciudadanos, se ha incrementado de manera abusiva.
El 0,1% de la población mundial es propietaria del 20% del patrimonio de la humanidad. Si en 1920, en Estados Unidos, un gerente de empresa ganaba 20 veces el salario de un obrero, actualmente gana 331 veces.
Pero esta manera injusta de concentrar la riqueza, esta manera depredadora de destruir la naturaleza, está generando también una crisis estructural que la vuelve insostenible en el tiempo.
Se trata de una crisis estructural, porque afecta a todos los componentes del propio desarrollo del capitalismo, es decir es una crisis financiera, energética, climática, hídrica, alimentaria, institucional y de valores, que se retroalimentan unas a otras. Es decir es una crisis de la propia civilización capitalista.
La crisis financiera se produjo por la codicia por mayores ganancias del capital financiero, que generó una profunda especulación financiera internacional, favoreciendo a algunos grupos, corporaciones transnacionales o centros de poder que concentraron la riqueza.
Se trata de burbujas financieras que generan ganancias especulativas, que al final revientan, y con ello arrastran a la pobreza a trabajadores que recibieron créditos baratos; a ahorristas de clase media que confiaron sus depósitos a codiciosos especuladores que de la noche a la mañana quiebran o llevan sus capitales a otros países, provocando la bancarrota de naciones enteras.
Estamos enfrentando, también, una crisis energética marcada por el consumo excesivo en los países desarrollados, por la contaminación de fuentes de energía y el acaparamiento energético por parte de las transnacionales.
Paralelamente vemos una reducción de reservas a nivel mundial, altos costos de extracción de petróleo y gas, con una menor capacidad de producción por el agotamiento gradual de los combustibles fósiles y el cambio climático global.
La crisis climática obedece a la anarquía de la producción capitalista, cuyos niveles de consumo e industrialización descontrolada han generado un exceso de emisiones de gases contaminantes provocando el calentamiento global y desastres naturales que afectan al mundo entero.
Desde hace más de 15 mil años hasta la industrialización capitalista, la presencia de gases con efecto invernadero no sobrepasaba las 250 partículas por millón de moléculas en la atmósfera.
Desde el siglo XIX y en particular en el siglo XX y XXI, fruto de la acción del capitalismo depredador, hemos pasado a 400 partículas, llevando a un irreversible calentamiento de la atmósfera, con sus secuelas de catástrofes climáticas que afectan, en primer lugar, a los pueblos más pobres y vulnerables del Sur, particularmente a los países insulares producto del deshielo de los glaciares.
El calentamiento global, a su vez genera una crisis hídrica, profundizada por la privatización, agotamiento de fuentes y mercantilización del agua dulce, incrementando progresivamente la cantidad de población que no puede acceder al agua potable.
La escasez de agua en diversas regiones del planeta está conduciendo a conflictos armados y guerras que agravan aún más la disponibilidad de este recurso considerado como no renovable.
Como tendencia se observa un crecimiento de la población y una reducción en la producción de alimentos, lo que deriva en una crisis alimentaria.
A esto se suma la disminución de tierras productoras de alimentos, los desequilibrios entre el campo y la ciudad, el monopolio de empresas transnacionales en la comercialización de semillas e insumos agrícolas y la especulación en el precio de los alimentos.
El modelo imperial concentrador y especulador, generó a su vez una crisis institucional marcada por una desigual e injusta estructura de poder mundial, en especial en el Sistema de Naciones Unidas, el Fondo Monetario Internacional, la Organización Mundial del Comercio, entre otros.
Fruto de todo ello, los derechos sociales de los pueblos están en peligro. La promesa de igualdad y justicia planetaria es cada vez más lejana y la existencia de la propia naturaleza está amenazada de extinción.
Hemos llegado a un límite y hay que tomar acciones mundiales urgentes para salvar a la sociedad, a la humanidad y a la Madre Tierra.
En Bolivia, hemos comenzado a dar pasos en este sentido. Hasta el año 2005 en Bolivia se aplicaba la política neoliberal que generó concentración de la riqueza, desigualdad social y pobreza, incrementando la marginación, discriminación y exclusión social.
En Bolivia, la lucha histórica de los movimientos sociales, especialmente del movimiento indígena originario campesino, nos ha permitido iniciar pacíficamente, mediante el voto y sin utilizar la violencia, una Revolución Democrática y Cultural que destierre la exclusión, la explotación, el hambre, el odio, para reconstruir el camino del equilibrio, de la complementariedad, del consenso con identidad propia, del Vivir Bien.
A partir del año 2006, el Gobierno Boliviano aplicó una nueva política económica y social, expresada en un nuevo Modelo Económico Social Comunitario y Productivo, cuyos ejes fundamentales son: la nacionalización de los recursos naturales, la recuperación para beneficio de todos los bolivianos del excedente económico, la redistribución de la riqueza y la participación activa del Estado en la economía.
El 2006 el Estado y el pueblo tomamos la decisión política, económica y social más relevante: la nacionalización de los hidrocarburos, que se constituye en el eje central de nuestra revolución. Con esta medida, el Estado participa y controla la propiedad de los hidrocarburos e industrializa el gas natural.
Contrariamente a la consigna neoliberal del crecimiento económico en base a la demanda externa (“exportar o morir”), el nuevo modelo apostó por combinar las exportaciones con el crecimiento del mercado interno, impulsada principalmente por las políticas redistributivas del ingreso, descongelamiento e incrementos sucesivos del salario mínimo nacional, aumentos salariales anuales superiores a la tasa de inflación, subvenciones cruzadas y bonos de transferencias a los más necesitados.
Todo esto permitió que la economía boliviana incremente su Producto Interno Bruto de 9 mil a más de 30 mil millones de dólares, en los últimos ocho años.
La nacionalización de los hidrocarburos, el crecimiento de la economía boliviana, y la política de austeridad de gastos, permitieron que tengamos superávit fiscal durante ocho años consecutivos, que contrastan con los déficits fiscales recurrentes que Bolivia registró durante más de 66 años.
Cuando asumimos el gobierno, la diferencia entre la población más rica y la más pobre, era de 128 veces. Ahora esa diferencia se redujo a sólo 46 veces. Actualmente Bolivia está entre los 6 países con mejor distribución del ingreso, en la región.
Esto muestra que los pueblos tenemos opciones y que podemos derrotar los destinos impuestos por el colonialismo y el neoliberalismo.
Todos estos logros en tan poco tiempo le debemos a la conciencia social y política del pueblo boliviano.
HEMOS RECUPERADO LA PATRIA PARA TODOS, UNA PATRIA QUE FUE ENAJENADA POR EL MODELO NEOLIBERAL, QUE VIVIÓ ENVILECIDA POR EL VIEJO SISTEMA DE PARTIDOS POLÍTICOS Y QUE FUE GOBERNADA DESDE AFUERA COMO SI FUÉRAMOS UNA COLONIA.
HEMOS DEJADO DE SER EL PAÍS INVIABLE COMO NOS DECÍAN LOS ORGANISMOS FINANCIEROS INTERNACIONALES Y HEMOS DEJADO DE SER UN PAÍS INGOBERNABLE COMO NOS HACÍA CREER EL IMPERIO NORTEAMERICANO.
HOY DÍA, LOS BOLIVIANOS HEMOS RECUPERADO LA DIGNIDAD Y EL ORGULLO Y CREEMOS EN NOSOTROS MISMOS, EN NUESTRA FUERZA Y EN NUESTRO DESTINO. QUIERO DECIRLE AL MUNDO ENTERO CON LA MAYOR HUMILDAD, QUE LOS ÚNICOS ARQUITECTOS SABIOS Y CAPACES DE CAMBIAR SU FUTURO SON LOS PROPIOS PUEBLOS.
POR TANTO PROPONEMOS CONSTRUIR OTRO MUNDO: TAREAS PARA CONSTRUIR LA SOCIEDAD DEL VIVIR BIEN.
PRIMERO: DEL DESARROLLO SUSTENTABLE AL DESARROLLO INTEGRAL PARA VIVIR BIEN, EN ARMONÍA Y EQUILIBRIO CON LA MADRE TIERRA
Necesitamos construir una visión distinta del desarrollo occidental capitalista, transitando desde el paradigma del Desarrollo Sostenible al paradigma del Desarrollo Integral para Vivir Bien, que busca no sólo el equilibrio entre los seres humanos, sino el equilibrio y la armonía con nuestra Madre Tierra.
Ningún desarrollo es sustentable si la producción destruye la Madre Tierra, ya que es la fuente de la vida y nuestra existencia. Ninguna economía es duradera si produce desigualdades y exclusiones.
Ningún progreso es justo y deseable si el bienestar de unos es a costa de la explotación y la miseria de otros.
El Desarrollo Integral para Vivir Bien significa generar bienestar para todos, sin exclusiones; significa respetar la diversidad de economías de nuestras sociedades; respetar los conocimientos locales y respetar la Madre Tierra y su diversidad biológica, que alimentará a las generaciones venideras.
Desarrollo Integral para Vivir Bien es producir para satisfacer necesidades reales, y no para ampliar infinitamente las ganancias.
Es distribuir las riquezas, cerrando la herida de la desigualdad, y no ampliar las injusticias.
Es combinar la ciencia contemporánea con la sabiduría tecnológica ancestral de los pueblos indígenas, campesinos y originarios que dialoga con respeto a la naturaleza
Es pensar en los pueblos y no en los mercados financieros.
Es colocar a la naturaleza como centro de la vida, y al ser humano como una criatura más de esa naturaleza.
El Desarrollo Integral para Vivir Bien con respeto a la Madre Tierra no es una economía ecologista para los países pobres, mientras los países ricos aumentan la desigualdad y la destrucción de la naturaleza.
El desarrollo integral sólo es viable a nivel planetario, si existe control de los Estados junto a sus pueblos sobre todos sus recursos energéticos.
Necesitamos tecnologías, inversiones, producción, créditos, empresas y mercados, no para subordinarlos a la dictadura del lucro y del lujo, sino para ponerlos al servicio y necesidades de los pueblos, y de la ampliación de los bienes y servicios comunes.
SEGUNDO: SOBERANÍA SOBRE LOS RECURSOS NATURALES Y ÁREAS ESTRATÉGICAS
Los países dueños de materias primas debemos y podemos asumir el control soberano de la producción y también de la industrialización de nuestras materias primas.
La nacionalización de empresas y áreas estratégicas permite que el Estado asuma la conducción de la producción, el control soberano de la riqueza e iniciar la planificación para industrializar las materias primas, y distribuir la ganancia entre la población.
Ejercer soberanía sobre los recursos naturales y áreas estratégicas no significa aislarse de los mercados mundiales, es vincularse a estos mercados para beneficio de nuestros países y no de unos cuantos propietarios privados. Soberanía sobre los recursos naturales y áreas estratégicas no es impedir la participación de capitales y tecnología extranjera; es subordinar esa inversión y esa tecnología a las necesidades de cada país.
TERCERO: BIENESTAR PARA TODOS CONVIRTIENDO LOS SERVICIOS BÁSICOS COMO DERECHO HUMANO
LA PEOR TIRANÍA QUE ENFRENTA LA HUMANIDAD ES PERMITIR QUE LOS SERVICIOS BÁSICOS ESTÉN BAJO CONTROL DE LAS EMPRESAS TRANSNACIONALES. ESTO SIGNIFICA CONDENAR A LA HUMANIDAD AL INTERÉS PARTICULAR Y A LOS OBJETIVOS MERCANTILES DE UNA MINORÍA QUE SE HACE RICA Y PODEROSA CON LA VIDA Y SEGURIDAD DE LAS PERSONAS.
POR ESO DECIMOS QUE LOS SERVICIOS BÁSICOS SON INHERENTES A LA CONDICIÓN HUMANA. ¿CÓMO PUEDE UN SER HUMANO VIVIR SIN AGUA POTABLE, SIN ENERGÍA ELÉCTRICA O SIN COMUNICACIONES? SI LOS DERECHOS HUMANOS NOS HACEN IGUALES ENTRE TODOS, LO QUE MATERIALIZA LA IGUALDAD ES EL ACESO UNIVERSAL A LOS SERVICIOS BÁSICOS. EL AGUA NOS HACE IGUALES COMO LA LUZ O LAS COMUNICACIONES.
Para resolver las inequidades sociales es necesario incorporar en la legislación internacional y en la normativa nacional de todos los países, que los servicios básicos (el agua, electricidad, comunicaciones y el saneamiento básico) son un derecho humano fundamental de las personas.
Esto significa que es una obligación legal de estados el garantizar la universalidad de los servicios básicos, por encima de costos o de ganancias.
CUARTO: EMANCIPACIÓN DEL ACTUAL SISTEMA FINANCIERO INTERNACIONAL Y CONSTRUCCIÓN DE UNA NUEVA ARQUITECTURA FINANCIERA
Proponemos liberarnos del yugo financiero internacional construyendo un nuevo sistema financiero que priorice los requerimientos de las actividades productivas de los países del Sur, en el marco del desarrollo integral.
Tenemos que crear y fortalecer bancos del Sur que impulsen proyectos industriales, que refuercen los mercados internos regionales, que fomenten los intercambios comerciales entre nuestros países, pero en base a la complementariedad, la solidaridad.
Necesitamos, además, impulsar la regulación soberana de las actividades financieras mundiales que amenazan la estabilidad de las economías nacionales.
Debemos desarrollar un mecanismo internacional de reestructuración de la deuda, que profundiza la dependencia de los pueblos del Sur estrangulando sus posibilidades de desarrollo.
Debemos sustituir las instituciones financieras como el FMI por otras que permitan una mejor y mayor participación de los países del sur en sus estructuras de decisión, hoy capturadas por potencias imperiales.
Es preciso establecer límites a las ganancias especulativas y a la excesiva acumulación de riqueza.
QUINTO: CONSTRUIR LA GRAN ALIANZA ECONÓMICA, CIENTÍFICA, TECNOLÓGICA Y CULTURAL DE LOS PAÍSES DEL G77 + CHINA
Después de siglos de colonialismo, de transferencias de riqueza a las metrópolis imperiales y de empobrecimiento de nuestras economías los países del sur han comenzado a retomar una importancia decisiva en el desarrollo de la economía mundial.
Asia, África y Latinoamérica no sólo son el 77% de la población mundial, sino también representan cerca del 43% de la economía mundial; y esta importancia va en crecimiento. Los pueblos del Sur somos el futuro del mundo.
Para reforzar y planificar esta inevitable tendencia mundial necesitamos tomar medidas inmediatas.
Necesitamos intensificar los intercambios comerciales entre los países del sur y orientar nuestras actividades productivas en función de los requerimientos de otras economías del sur, en base a la complementariedad de necesidades y capacidades.
Necesitamos programas de transferencia tecnológica entre los países del Sur. La soberanía y el liderazgo tecnológico imprescindible para una nueva economía mundial con justicia no lo podrá lograr cada país por sí mismo.
La ciencia tiene que ser un patrimonio de toda la humanidad, y al servicio del bienestar de todos; sin exclusiones ni hegemonismos. Para un futuro digno de todos los pueblos del mundo, necesitamos una integración para la liberación. No una cooperación para la dominación.
Para llevar adelante estas dignas tareas al servicio de los pueblos del mundo invitamos a integrarse al G77 a Rusia y otros países que son nuestros hermanos en necesidades y compromisos.
Nuestra alianza del G77 no cuenta con una institución propia que efectivice los planteamientos, declaraciones y planes de acción de nuestros países. Por ello, Bolivia propone la constitución del INSTITUTO DE DESCOLONIZACIÓN Y COOPERACIÓN SUR –SUR.
Este instituto estará encargado de proporcionar asistencia técnica a los países del Sur, para profundizar la implementación de las propuestas del G77 + China.
También otorgará asistencia técnica y fortalecimiento institucional para el desarrollo y la autodeterminación; para llevar a cabo investigaciones; y proponemos que la sede del instituto de descolonización se encuentre en Bolivia.
SEXTO: ERRADICAR EL HAMBRE DE LOS PUEBLOS DEL MUNDO
Es un imperativo en el mundo erradicar el hambre y promover que se aplique y se ejerza plenamente el derecho humano a la alimentación.
La priorización de la producción de alimentos debe contar con la participación de los pequeños productores y comunidades indígenas campesinas, que son las que preservan un conocimiento ancestral en lo que se refiere a la producción de alimentos.
Para lograr la erradicación del hambre, los países del sur debemos generar condiciones para el acceso democrático y equitativo a la propiedad de la tierra, que no permita el monopolio de este recurso a través del latifundio, pero que tampoco fomente la fragmentación minifundista e improductiva.
Consolidar la soberanía y seguridad alimentaria, mediante el acceso a los alimentos sanos y saludables para el bienestar de la población.
Eliminar los monopolios transnacionales en la provisión de insumos agrícolas para garantizar seguridad alimentaria con soberanía.
Que cada uno de nuestros países garantice los alimentos básicos y propios que consume su población a partir del fortalecimiento de sus prácticas productivas, culturales, ecológicas, así como el intercambio solidario entre pueblos. A su vez, los Estados tenemos que responsabilizarnos de garantizar la energía eléctrica, la integración vial, el acceso al agua, y fertilizantes orgánicos.
SÉPTIMO: FORTALECER LA SOBERANÍA DE LOS ESTADOS SIN INTERVENCIONISMO, INJERENCIA NI ESPIONAJE
Propiciar en el marco de las Naciones Unidas, una nueva institucionalidad para el Nuevo Orden Planetario para el Vivir Bien.
Las instituciones que emergieron después de la Segunda Guerra Mundial, como las Naciones Unidas, hoy requieren una profunda transformación.
Se requieren organismos internacionales que fomenten la paz, que eliminen las jerarquías mundiales y que promuevan la igualdad entre los Estados.
Por ello, tiene que desaparecer el Consejo de Seguridad de la ONU porque en vez de asegurar la Paz entre las naciones ha promovido la guerra y las invasiones de potencias imperiales para apoderarse de los recursos naturales de los países invadidos. Hoy en vez de Consejo de Seguridad hay un Consejo de Inseguridad y de Invasión Imperial.
Ningún país, ninguna institución o interés puede justificar la invasión de un país por otro. La soberanía de los Estados y la resolución interna de los conflictos de cada país, es la base fundamental de la paz y de las Naciones Unidas.
Denuncio aquí el bloqueo económico injusto contra Cuba, las agresivas e ilegales políticas del gobierno de los Estados Unidos contra Venezuela, incluyendo la iniciativa legislativa del Comité de Relaciones Exteriores del Senado dirigida a imponer sanciones a este país afectando su soberanía e independencia política, en clara violación de los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas.
Esa es la persecución y el golpismo internacional que constituye el colonialismo moderno, el colonialismo de esta nueva época.
Es este nuevo tiempo, en estos tiempos del Sur, debemos ser capaces de superar y sanar las heridas heredadas por guerras fratricidas alentadas por intereses capitalistas foráneos, debemos consolidar esquemas de integración que faciliten nuestra convivencia pacífica, nuestro desarrollo y nuestra fe en valores compartidos como la justicia.
Solamente juntos podremos lograr una vida digna para nuestras naciones.
OCTAVO: RENOVACIÓN DEMOCRÁTICA DE LOS ESTADOS
El tiempo de los imperios, de las jerarquías coloniales y de las oligarquías financieras se está terminando. Por todas partes vemos a los pueblos del mundo demandar su protagonismo en la historia.
El siglo XXI tiene que ser el siglo de los pueblos, de los obreros, de los campesinos, de los indígenas, de los jóvenes, de las mujeres; es decir, de los oprimidos.
El protagonismo de los pueblos significa la renovación y profundización de la democracia. Tenemos que complementar la democracia electoral con la democracia participativa y con la democracia comunitaria.
De la limitada gobernabilidad partidaria y parlamentaria tenemos que pasar a la gobernabilidad social de la democracia.
Eso significa que para tomar decisiones estatales, se debe tomar en cuenta la deliberación de los parlamentos, pero también la deliberación de los movimientos sociales que permiten fluir la energía viva de nuestros pueblos.
La renovación de la democracia en este nuevo siglo también requiere que la acción política se constituya en un completo y permanente servicio a la vida, que es, a su vez, un compromiso ético, humano y moral con nuestros pueblos, con los más humildes.
Y para ello, debemos recuperar los códigos de nuestros ancestros: no robar, no mentir, no ser flojo y no ser adulón.
Democracia es también distribución de la riqueza y ampliación de los bienes comunes que tiene la sociedad.
Democracia es subordinación de los gobernantes a las decisiones de los gobernados.
Democracia no es beneficio personal de los gobernantes ni mucho menos abuso de poder: es servicio amoroso y abnegado hacia el pueblo. Es la entrega del tiempo, del conocimiento, del esfuerzo y de la propia vida para alcanzar el bienestar de los pueblos y de la humanidad.
NOVENO.- UN NUEVO MUNDO DESDE EL SUR PARA TODA LA HUMANIDAD
Ha llegado el tiempo de las naciones del sur.
Antes fuimos colonizados y esclavizados, y con nuestro trabajo robado se levantaron los imperios del Norte.
Hoy, a cada paso que damos por nuestra liberación los imperios entran en decadencia y comienzan a derrumbarse.
Pero nuestra liberación no es solo la liberación de los pueblos del Sur. Es a la vez la liberación de la humanidad entera porque nosotros no luchamos para dominar a otros; luchamos para que nadie domine a otro.
Y a la vez solo nosotros podemos salvar a la fuente de toda vida y de toda sociedad: La Madre Tierra que ahora está amenazada de muerte por la angurria de un capitalismo depredador y enloquecido.
Hoy otro mundo no solo es posible sino que es imprescindible.
Hoy otro mundo es imprescindible porque si no, no habrá ningún mundo posible.
Y ese otro mundo de igualdad, de complementariedad, de convivencia orgánica con la madre tierra solo puede surgir de los mil idiomas, de los mil colores, de las mil culturas hermanadas de todos los Pueblos del Sur.
Santa Cruz, 14 de junio de 2014

jueves, 26 de junio de 2014

Reforma Agraria Popular: Una alternativa al modelo del capital








João Pedro Stedile y Osvaldo León



ALAI AMLATINA, 26/06/2014 
Desde la década de los ’80, nos encontramos en una nueva fase del capitalismo hegemonizada por el capital financiero y las transnacionales, que pasaron a controlar la producción de las principales mercancías y el comercio mundial, suscitando cambios estructurales en la producción agrícola.

Este control del capital financiero sobre los bienes, que circula en el mundo en proporciones cinco veces mayor a su equivalente en la producción (255 billones de dólares en moneda, para tan sólo 55 billones de dólares en bienes anuales), transformó los bienes de la naturaleza -como la tierra, el agua, la energía, los minerales- en meras mercancías bajo su control.  Y es por eso que se ha producido una enorme concentración de la propiedad de la tierra, de los bienes de la naturaleza y de los alimentos.

En efecto, actualmente alrededor de 100 empresas agroalimentarias transnacionales (como Cargill, Monsanto, Dreyfus, ADM, Syngenta, Bunge, etc.) controlan la mayor parte de la producción mundial de fertilizantes, agroquímicos, pesticidas, agroindustrias y el mercado de alimentos.  Porque ahora, los alimentos se venden y especulan en las bolsas de valores internacionales, como cualquier materia prima (hierro, petróleo, etc.), y los grandes inversionistas financieros adquieren millones de toneladas de alimentos para especular.  Millones de toneladas de soja, maíz, trigo, arroz, hasta zafras venideras, ni siquiera sembradas, de 2018, ya están vendidas.  O sea, esos millones de toneladas de granos que no existen, ya tienen dueño.

A este modelo de producción que el capital está implementando en todo el mundo se le conoce como el agronegocio (agribusiness) que, básicamente, busca organizar la producción agrícola en forma de monocultivo en escalas de extensiones cada vez mayores, con uso intensivo de máquinas agrícolas y de agrotóxicos, y la creciente utilización de semillas transgénicas.

De modo que esta matriz productiva del agronegocio es socialmente injusta, pues cada vez más expulsa a la mano de obra del campo; es económicamente inviable, pues depende de la importación de millones de toneladas de fertilizantes químicos; está subordinada a las grandes corporaciones que controlan las semillas, los insumos agrícolas, los precios, el mercado y que se quedan con la mayor parte de las ganancias de la producción agrícola; es insustentable para el medio ambiente, pues practica el monocultivo y destruye toda la biodiversidad existente en la naturaleza, con el uso irresponsable de agrotóxicos que destruyen la fertilidad natural de los suelos y sus micro-organismos, contaminan el medio ambiente y, sobre todo, los alimentos producidos, con consecuencias gravísimas para la salud de la población.

En Brasil, el Instituto Nacional del Cáncer (Inca) advirtió en febrero que se pronostica para este año 546.000 nuevos casos de cáncer en el país, la mayor parte originada por alimentos contaminados con pesticidas, sobre todo cáncer de mama y de próstata, ya que son las células más frágiles donde los principios activos de los venenos químicos actúan.


Soberanía alimentaria

Ante este modelo del agronegocio que busca la producción de dólares y commodities, y no de alimentos, precisamos urgentemente renegociar en todo el planeta el principio de que los alimentos no pueden ser una mercancía.  La alimentación es un derecho de supervivencia, por lo que cada ser humano debe tener acceso a esta energía para reproducirse como un ser humano, de manera equitativa y sin ningún tipo de restricción.

En la Vía Campesina hemos desarrollado el concepto de soberanía alimentaria, que es la necesidad y el derecho de que en todos los lugares del mundo cada pueblo tiene el derecho y el deber de producir sus propios alimentos.  Es de este modo que se ha garantizado la supervivencia de la humanidad, incluso en las condiciones más difíciles.  Y está demostrado biológicamente que en todas partes de nuestro planeta se puede producir alimentos para la reproducción humana, a partir de las condiciones locales.

La cuestión clave es cómo garantizar la soberanía alimentaria de los pueblos.  Y para eso tenemos que defender la necesidad de que todos los que cultivan la tierra y producen los alimentos, los agricultores, los campesinos, tengan el derecho a la tierra y al agua; como derecho de los seres humanos.  De ahí la necesidad de la política de repartición de los bienes de la naturaleza (tierra, agua, energía) entre todos, lo que llamamos reforma agraria.

Precisamos garantizar que haya soberanía nacional y popular sobre los bienes fundamentales de la naturaleza.  No podemos someterlos a las reglas de la propiedad privada y del lucro.  Los bienes de la naturaleza no son fruto del trabajo humano.  Por lo mismo, el Estado, en nombre de la sociedad, debe supeditarlos a una función social, colectiva, bajo el control de la sociedad.

Tenemos que asegurarnos de que las semillas, las diferentes razas de animales y sus mejoras genéticas hechas por la humanidad, a lo largo de la historia, sean accesibles a todos los agricultores.  No puede haber propiedad privada de las semillas y los seres vivos, como nos impone la fase actual del capitalismo con sus leyes de patentes, transgénicos y mutaciones genéticas.  Las semillas son un patrimonio de la humanidad.

En cada localidad, región, es preciso asegurar que se produzcan los alimentos necesarios que proporciona la biodiversidad local, a fin de preservar los hábitos alimenticios y la cultura local, como una cuestión inclusive de salud pública.  Los científicos, médicos y biólogos nos dicen que la alimentación de los seres vivos, para su reproducción saludable, debe estar en armonía con el hábitat y la energía local.

Necesitamos políticas gubernamentales que fomenten la práctica de técnicas agrícolas de producción de alimentos, que no sean predadoras de la naturaleza, que no utilicen venenos y que produzcan en armonía con la naturaleza y la biodiversidad, y en abundancia para todos.  A estas prácticas es lo que llamamos agroecología.

Precisamos impedir que las empresas transnacionales continúen controlando cualquier parte de la producción de los insumos agrícolas, la producción y distribución de los alimentos.  Y a la vez, avanzar en la adopción de prácticas de comercio internacional de alimentos entre los pueblos, basadas en la solidaridad, la complementariedad y el intercambio.  Y no más en el oligopolio de empresas, dominado por el dólar estadounidense.

Además, cabe al Estado desarrollar políticas públicas que garanticen el principio de que la comida no es una mercancía, que es un derecho de todos los ciudadanos.  Y la gente sólo vive en sociedades democráticas, con sus derechos mínimos garantizados, si tiene acceso al alimento-energía necesario.


Un nuevo modelo de producción

Bajo la hegemonía de este modelo del agronegocio, en Brasil asistimos a un proceso acelerado de concentración de la propiedad de la tierra y de la producción agrícola y los bienes de la naturaleza están cada vez más concentrados en manos de menos capitalistas.  Hubo una avalancha de capital extranjero y financiero para controlar más tierra, más agua, más agroindustrias y prácticamente todo el comercio exterior de los commodities agrícolas. 

Además, con este modelo del agronegocio, se ha afianzado una alianza ideológica de clases entre los grandes terratenientes y empresarios de los medios de comunicación, especialmente la televisión, revistas y periódicos, que se han tornado en promotores y propagandistas permanentes de las empresas capitalistas en el campo, como único proyecto posible, moderno e insustituible.  Hay una simbiosis entre los grandes propietarios de medios de comunicación, las empresas del agronegocio, los presupuestos de publicidad y el poder económico.

En estas nuevas condiciones, la lucha por la tierra y por la reforma agraria cambió de naturaleza.  Por eso, en el VI Congreso Nacional del MST, realizado el pasado mes de febrero, se adoptó el programa de Reforma Agraria Popular, porque ella interesa a todo el pueblo.  Ya no es más una reforma agraria de los sin tierra, porque apunta a contribuir a los cambios estructurales necesarios para el conjunto de la sociedad.

Una política de reforma agraria no se reduce simplemente a la distribución de la tierra para los pobres, si bien puede ocurrir para resolver problemas sociales emergentes localizados.  Se trata de un camino hacia la construcción de un nuevo modelo de producción en la agricultura.  Es urgente la reorganización de la agricultura para producir, en primer lugar, alimentos sanos para el mercado interno y para toda la población brasileña.  Para ello, es necesaria y urgente la implementación de políticas públicas que garanticen estímulos para una agricultura diversificada en cada bioma, produciendo con técnicas de agroecología.

Al gobierno le corresponde destinar más recursos en la investigación agrícola para la alimentación y no solo para beneficiar a las transnacionales.  Como también la puesta en marcha de un gran programa de implantación de agroindustrias pequeñas y medianas en la modalidad de cooperativas, para que los pequeños agricultores puedan tener sus agroindustrias a fin de agregar valor y crear mercado a los productos locales.  Entre otras medidas.

Obviamente que la reforma agraria popular tomará más tiempo y será más difícil, porque vamos a tener que concientizar a la gente de la ciudad para que también se movilice, por ejemplo, por comida sana, por el etiquetado de los productos alimentarios que indique si contienen o no veneno, si tienen o no componente transgénico.  Y, en general, por las contradicciones del agronegocio respecto a los alimentos, al cambio climático, al medio ambiente, al empleo.

Como señala el Programa del MST, ahora estamos ante nuevos desafíos, como:

“a) La reforma agraria popular debe resolver los problemas concretos de toda la población que vive en el campo:
b) La reforma agraria tiene como base la democratización de la tierra, pero busca producir alimentos saludables para toda la población; objetivo que el modelo del capital no consigue alcanzar;
c) La acumulación de fuerzas para este tipo de reforma agraria depende ahora de una alianza consolidada de los campesinos con los trabajadores urbanos.  Solitos los sin tierra no conseguirán la reforma agraria popular.
d) Ella representa una acumulación de fuerzas para los campesinos y toda clase trabajadora en la construcción de una nueva sociedad.”

- João Pedro Stedile es miembro de la Coordinación Nacional del MST y de la Vía Campesina Brasil. 
- Osvaldo León es Director de “América Latina en Movimiento.

* Este texto es parte de la Revista América Latina en Movimiento, No., 496 de junio de 2014, que trata sobre el tema de " Políticas y alternativas en el agro en el año de la agricultura familiar" - http://www.alainet.org/publica/496.phtml

URL de este artículo: http://alainet.org/active/74923

lunes, 23 de junio de 2014

Otro saqueo del capital corporativo y financiero global en marcha

El nuevo rumbo Paraguay



Nuevamente la Venta de la Soberanía o llamado emisión de “Bonos Soberanos” en Paraguay se negoció por cargos y prebendas personales, politiquera, con el pacto azulgrana el trofeo se la entrego al liberal Blas Llano para ocupar el cargo de presidente del congreso del senado, el objetivos del presidente Horario Cartes es seguir concretando desde la integración de los empresarios locales como el Grupo Cartes con el interés de los capitalistas multinacionales globales.
El capital corporativo y financiero global, los halcones de la finanza, los depredadores sociales globales presionan en su plan de restauración neoliberal en el continente, con la nueva iniciativa del gobierno paraguayo de emitir bonos soberanos de 670 millones abren posibilidades de nuevos saqueos directo al país, como decía la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner «los buitres son las aves que comienzan a volar sobre los muertos; los fondos buitre sobrevuelan sobre países endeudados y en default, en esa dirección apunta el nuevo derrumbe Paraguay.
Según el Banco Central del “Paraguay” la deuda externa asciende a 2.679,6 millones de dólares, según informe de abril del 2014, nuevamente ahora se están discutiendo en los circos de los lobos cámara de diputados y senadores para la promulgación de la ley de ampliación presupuestaria de unos 670 millones de dólares como emisión de “bonos soberano”, la urgencia de esta emisión no estas ausente del plan restauradora del neoliberalismo en el continente.
El presidente Horacio Cartes en su agenda privatista del nuevo rumbo Paraguay solo faltan concretar el Tratado de Libre Comercio TLC con México, entrar como miembros pleno en la Alianza del Pacifico, igual presionar desde el Mercosur el tratado de libre comercio TLC con la Unión Europea UE. Estas negociaciones se trabajan intensamente de forma camuflada, muchos los denominan de formas exquisitas “Cooperación Económica” y no Tratado de Libre Comercio TLC, la urgencia es convencer a Venezuela y poner de acuerdo con los países miembros del Mercado Común del Sur MERCOSUR sobre este acuerdo de libre comercio TLC con la UE, esta propuestas se van afianzando de manera muy clandestina, tratan de mesclar el keynesianismo con el neoliberalismo para dar un sabor dulce y amargo, buscar confundir y neutralizar a cualquier iniciativa integracionistas opuestas al modelo neo-liberal, muy en especial el proyecto inconcluso del socialismo del siglo XXI, el plan estratégico de este proyecto es la de recomponer sus patio traseros EE.UU con su principal aliado la UE.

El gran capital en sus diversos rostros en el continente aprende de sus errores y tratan de apoyarse con unos conglomerados de empresarios locales, un presidente empresario como Horacio Cartes caen como un anillo al dedo a las multinacionales, integrando a los empresarios locales al capital corporativo y financiero global abriran nuevas posibilidades a las multinacionales para la concreción de su proyecto de saqueos extractivista globales en la región.
Algo debe reemplazar a los gobiernos, y el poder privado me parece la entidad adecuada para hacerlo.”
David Rockefeller reportaje a la revista “ Newsweek”
Del Rosario Ignacio Denis. Ingeniero Agroecologico graduado en Instituto Latinoamericano de Agroecologia Paulo Freire (IALA)

Twitter: @yiyoparaguay


Nota:



Publicado en Rebelion.Org 

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=186464