“La era está pariendo un corazón”
Silvio Rodríguez
“Vamos a la reconquista del poder”, dijo al salir de la cárcel el 26 de marzo de 1994 y así lo hizo. Pero Chávez no se refería al poder como la relación de dominación propia de las administraciones anteriores. Hablaba por primera vez en nuestra era, la del siglo XXI, de superar el régimen liberal burgués y construir la democracia popular: participativa y protagónica.
En una sociedad dividida por la miseria y la desigualdad estructural, donde la democracia estaba expropiada al pueblo y secuestrada por el régimen bipartidista, Chávez basó su campaña electoral en una propuesta clara y radical: convocar a una Asamblea Constituyente y darle participación al pueblo.
Si el gobierno de Dilma Rousseff empezó mal, como señala Joao Pedro Stedile, coordinador del Movimiento Sin Tierra, el de Tabaré Vázquez parece encaminado en una dirección peor aún. La presidenta de Brasil nombró a un Chicago boy al frente del Ministerio de Economía y su gabinete tiene tintes claramente conservadores, incluyendo una destacada representante del agronegocio en el Ministerio de Agricultura.A la ceremonia de posesión de Vázquez asistieron la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff; la de Chile, Michelle Bachelet; el presidente de Ecuador, Rafael Correa; el de Cuba, Raúl Castro; el de Paraguay, Horacio Cartes, y el de Perú, Ollanta Humala. Evo Morales llegó un par de días antes, mantuvo una reunión con el presidente saliente, José Mujica, y se fue sin asistir a la toma de posesión. Las relaciones con Vázquez nunca fueron buenas, siendo el uruguayo uno de los pocos presidentes latinoamericanos que faltaron a su primera toma de posesión, en 2006.