miércoles, 23 de diciembre de 2015

El poder de la crítica y la crítica del poder


Argentina 2015: Claves de una derrota




Resultado de imagen para Atilio A. BoronLo que sigue es un intento de proponer algunos elementos que arrojen algo de luz sobre las causas y las consecuencias de la derrota del kirchnerismo. Ha transcurrido un mes desde ese fatídico 22 de Noviembre que sellara en las urnas el triunfo de Cambiemos. El paso del tiempo permite ver con mayor claridad algunas cosas que, en el momento, no siempre pueden ser percibidas con nitidez. Espero que estas líneas sean una contribución a un debate imprescindible e impostergable, que todavía está a la búsqueda de un espacio donde librarlo constructiva y fructíferamente.Para ello se impone analizar lo ocurrido, yendo hasta la raíz de los problemas; llegando hasta el hueso, como dice el habla popular. No puede haber contemplaciones ni eufemismos. Pero la experiencia indica que el poder erige numerosos obstáculos a esta empresa. En el caso que nos ocupa, las críticas intentadas en relación a algunas de las políticas o decisiones tomadas por el kirchnerismo cuando era gobierno tropezaban con la réplica de los allegados a la Casa Rosada que decían que sólo servían para “confundir” o para “sembrar el desaliento y el desánimo” entre la militancia. En algunos casos, ciertos espíritus excesivamente enfervorizados descerrajaban un disparo mortal: la crítica “le hace el juego a la derecha”. Por consiguiente, aún cuando fueran expresadas con la intención de mejorar lo que debía mejorarse (y no con el propósito de debilitar a un gobierno que se lo apoyaba por algunas cosas que estaba haciendo bien) esas críticas, decíamos, estaban condenadas al ostracismo. Sólo sobrevivían en los pequeños círculos de los amigos, que compartían la preocupación de quien esto escribe, pero no pasaban de allí. Conclusión: no llegaba a los oídos, o a los ojos, de quien debía llegar y las posibilidades de corregir un rumbo equivocado se perdían para siempre. La voz de orden era, pues, de acompañar el proceso y abstenerse de formular críticas o, en caso de hacerlo, cuidar que la misma no trascendiera más allá de un insignificante cenáculo de iniciados.

América Latina: perspectivas frente a un nuevo escenario político


Entrevista a Claudio Katz, economista e investigador del CONICET


La Llamarada

“Venezuela define el futuro del ciclo progresista”


Para aclarar el nuevo escenario político que se va configurando en América Latina entrevistamos a Claudio Katz economista, investigador del CONICET, docente universitario y, ante todo, militante de izquierda. En tus trabajos sobre Sudamérica hablás de la dualidad que ha caracterizado la última década. ¿En qué ha consistido esa dualidad?
En mi opinión el denominado ciclo progresista de la última década en Sudamérica ha sido un proceso resultante de rebeliones populares parcialmente exitosas (Argentina, Bolivia, Venezuela, Ecuador), que modificaron las relaciones de fuerza en la región. Permitieron abordar un escenario económico de valorización de las materias primas e ingresos de dólares, en forma muy diferente a la predominante en otras etapas. Durante este lapso, junto al modelo neoliberal existieron esquemas de política económica neo-desarrollistas y distribucionistas. En el plano político, junto a gobiernos derechistas hubo gobiernos de centroizquierda y gobiernos radicales. Fue un período donde la capacidad de acción del imperialismo quedó seriamente acotada, con retroceso de la OEA y reconocimiento de Cuba. Al final David le ganó a Goliat y Estados Unidos tuvo que aceptar esa derrota. Fue, además, una década en la que no hubo ajustes al estilo Grecia, prácticamente en ningún país de América Latina. Asimismo, durante esta década se produjeron importantes victorias democráticas. Es muy ilustrativa la comparación de Sudamérica con Centroamérica. Contrastando el nivel de agresiones vigente en México, Honduras, Guatemala con las libertades públicas conquistadas en Argentina, en Bolivia o en Brasil se percibe la dimensión de este cambio. Y también apareció con el chavismo el rescate del proyecto socialista. Por todas estas razones Sudamérica se convirtió en la referencia para los movimientos sociales de todo el mundo.