Libia
NPA
La quiebra de Libia como consecuencia, en particular, de la intervención militar francesa y británica siguiendo los sabios consejos de Bernard-Henri Lévy, ha permitido al Estado Islámico implantarse en ese país. Los occidentales intentan imponer su hoja de ruta que, ante todo, responde a su propia agenda.
El último informe de la CIA estima que el número de combatientes del autodenominado Estado Islámico (EI) en Libia se ha duplicado y se sitúa en alrededor de 5000. A nivel regional el país más amenazado, por tener frontera común con Libia, es Túnez. Su crisis económica y social es profunda. En una reciente entrevista, Fathi Chamkhi, diputado del Frente Popular, considera que “actualmente en Túnez se vive una tensión social extrema que recuerda la tensión revolucionaria de hace cinco años”. El gobierno tunecino se ve confrontado a un recrudecimiento de la violencia yihadista y del reclutamiento por el Estado Islámico de jóvenes desesperados.
El último informe de la CIA estima que el número de combatientes del autodenominado Estado Islámico (EI) en Libia se ha duplicado y se sitúa en alrededor de 5000. A nivel regional el país más amenazado, por tener frontera común con Libia, es Túnez. Su crisis económica y social es profunda. En una reciente entrevista, Fathi Chamkhi, diputado del Frente Popular, considera que “actualmente en Túnez se vive una tensión social extrema que recuerda la tensión revolucionaria de hace cinco años”. El gobierno tunecino se ve confrontado a un recrudecimiento de la violencia yihadista y del reclutamiento por el Estado Islámico de jóvenes desesperados.