martes, 25 de noviembre de 2014

Justicia Climática en la COP 20







Luis Hallazi

Conforme se acerca el mes de diciembre nuestras luces de consumo navideño se encienden y quizás alguna conciencia climática aparezca. Se trata que del 1 al 12 de diciembre se reúnen representantes de 194 países en Lima para ocuparse en un borrador de documento que permita ser base de un acuerdo a los serios problemas de calentamiento global; corroborado por sendos informes del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), un panel de científicos que va por su quinto informe y que en el terreno ya cuenta con millones de personas que desde hace un tiempo empiezan a sufrir las consecuencias.

Es paradójico que Perú, un país terriblemente desigual, sin huella industrial que le preceda, considerado uno de los países más vulnerables en el mundo (tercero según Instituto Tyndall Centre), con pérdidas de glaciares de 30% a 50% de su superficie en razón de los últimos 30 años, sea el anfitrión de esta reunión; pero además se pretenda cargar de mayor responsabilidad y forzar a negociaciones no muy claras, solo por poseer bosques amazónicos que podrían ser la esperanza para el planeta. Si existe alguna certeza a estas alturas del calentamiento es que los países pobres son los que menos han contaminado, pero al mismo tiempo los que empiezan a pagar las consecuencias del cambio climático, sin recursos para mitigar y adaptarse; una injustica más, pero ahora climática.

Si partiéramos en asumir esa injusticia, las negociaciones podrían tomar otro rumbo y quizás habría un acuerdo que empiece por mantener la temperatura por debajo de los 2ºC, y hasta el 2050 podríamos reducir las emisiones entre 40% y 70% a nivel mundial, si siguiéramos ese camino, según los estudios de IPCC hasta el 2100 disminuirían a nivel cero. Sin embargo la realidad es otra, ningún país ni empresa transnacional contaminante, es decir ninguna economía poderosa asumirá sus responsabilidades contaminantes del pasado, ni parece interesar las de futuro. Pero además, su estrategia es aún más irresponsable, aprovechar estos tiempos climáticos para hacer negocios “verdes” y utilizar a las economías de varios países pobres y emergentes para fortalecer un modelo depredador que ya empezó a acumular serias violaciones de derechos humanos y que en sus mismos países hace aguas.

Esta situación se agrava mucho más si como contraparte esos países pobres y emergentes tienen gobernantes sin conciencia ambiental y que menos aún se toman en serio la alarmante crisis climática. Perú, país anfitrión de la COP 20 es el mejor ejemplo, de parecida forma como lo fue México en la COP 16, nada de esas posturas parecen cambiar, solo el clima y los efectos desgarradores en distintas partes de planeta, que conforme pase más tiempo será difícil evitar.

Bajemos al llano, en Perú la resolución del Ministerio de Ambiente que declaró de interés público la COP 20 tiene como objetivos en primer orden el posicionamiento político del país, la atracción de inversiones, promoción de negocios verdes, ingresos económicos para el país y en último orden un objetivo poco comprensible cambio climático e inclusión social. Bajo estos objetivos se utilizarán aproximadamente US$ 77 millones del presupuesto público, con un aporte de US$ 20 millones de la ONU. Planteado en esos términos de flagrante confusión no nos extraña que el 92% de peruanos no sepa que es la COP 20 (Encuesta Datum, noviembre).

Lo que ya constituye un caso de incoherencia alarmante es que el mismo año que Perú es anfitrión de una reunión internacional que supuestamente trata de poner límites a la emisión de gases de efecto invernadero, es decir gases contaminantes producidos principalmente por países ricos; ese mismo año el Gobierno peruano impulsa acciones en contra de la legislación e institucionalidad ambiental, a través de reformas normativas, llamados paquetazos que flexibilizan y debilitan los mecanismos de defensa que salvaguardan el medio ambiente y los derechos de pueblos indígenas, agudizando cada vez más un modelo básicamente extractivo y contaminante. No haciendo ninguna reflexión sobre cuál sería el papel que deberían jugar economías emergentes en plena era del cambio climático; e incluso interpelarnos a nosotros mismos peruanos, latinoamericanos de clase media que queremos consumir sin conciencia ambiental.

Como resultado de eso tenemos normas como la Ley 30230, impulsada por el Ministerio de Economía y Finanzas, que debilita las funciones del organismo de fiscalización ambiental (OEFA), reduce los niveles mínimos de instrumentos que nos ayudan a identificar la contaminación del agua, aire y suelo (ECA, LMP), sustraen las funciones de instituciones especializadas que buscan categoriza zonas de gran biodiversidad para poderlas proteger; arrebatan re-centralizan la posibilidad de ordenar el territorio; facilitan a través de procedimientos especiales el acceso y uso de derechos de propiedad pública y privada a favor de proyectos de inversión, liberando las tierras y territorios de propiedad de comunidades nativas y campesinas, al igual que facilitar el traspaso de tierras del Estado para entregarlas a proyectos de inversión. Y últimamente aprobando reglamentos en materia de hidrocarburos y minería que flexibiliza los estándares ambientales, elaborando proyectos de Ley que pretenden recortar la superficie del Parque Nacional Cerros de Amotape, marcando un pésimo precedente y poniendo en peligro un conjunto de bosques y manglares de la vertiente del Pacifico. 

Lo cierto es que con tal prontuario, no hay discurso bien intencionado que valga ni en lo más alto del podio de la COP 20. Todas estas acciones del país anfitrión han puesto en serio riesgo la legitimidad de estos eventos; sabiendo además que viene precedido de un fracaso rotundo como fue la COP 19 en Varsovia. Bajo esas circunstancias no sé qué tanto pueda servir un borrador de documento para la COP 21 en Paris, más aún si apenas se llevan trabajando dos capítulos.

Hay sin duda una gran responsabilidad de los anfitriones por empezar a darle sombra a esta reunión; por lo que parece ser, que esta COP dejará un gasto excesivo en logística y seguridad para los visitantes, además de algunas inversiones verdes que sigan ejerciendo más presión en los bosques y pueblos amazónicos. Lo único que quizás pueda quedar para el recuerdo, es una movilización masiva el 10 de diciembre que ponga sobre la mesa qué está en juego en la actual crisis climática. Por lo demás la elite internacional y nacional parecen más ocupados en encontrar otro planeta, apostando por esa supuesta habilidad del ser humano, para superar lo imposible.

- Luis Hallazi es abogado y politólogo, especialista en Derechos Humanos y en mecanismos para el ejercicio de un Derecho Transformador.

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COMUNIDADES COMO INVESTIGADORAS CIENTIFICAS?





Por: John Elvis Vera Suarez

La ciencia y la tecnología de una u otra manera han estado vinculadas desde sus inicios a los pueblos y sus desarrollos, a sus iniciativas o innovaciones, partiendo desde sus propias necesidades y carencias, o en su manifiesto positivo, desde sus propias posibilidades y sus disposiciones socio-culturales.



Hoy, en sociedades inequitativas y excluyentes, se les quiere mostrar como algo exclusivo que se encuentra únicamente al alcance de un puñado de científicos o de unos súper equipados laboratorios, que por lo general solo es posible encontrarlos en los centros (capitales y grandes urbes) o en los países “ricos” y “desarrollados” y primordialmente en manos de las grandes transnacionales.

Esto último se presenta como sumamente dificultoso, que tanto la innovación tecnológica como la investigación y aplicación científica en todas las ramas del saber, sean posibles de ser llevadas a cabo por la población de a pie y mucho menos en Comunidades apartadas con una infinidad de carencias y necesidades de urgente solución, las cuales comúnmente se piensa, solo serán resueltas por y desde el poder central, tanto científico como político y económico.

Es hora de que Nuestras Comunidades, desde su quehacer cotidiano o yendo más allá, organizándose para alcanzar sus propias metas y objetivos, se apropien de la investigación científica y la innovación tecnológica. Desde su propia iniciativa y adentrándose en el saber con disposición y disciplina, podrían emprender en estos campos para avanzar en su socialización y el bienestar colectivo.

El conocimiento y todos sus logros deben ser propiedad de la Sociedad Humana y no la “patente” de pocos y menos de grandes corporaciones que se enriquecen con los aportes de los pueblos y se creen con el derecho de disponer del devenir y de la vida misma de la humanidad.

Desde los albores de las ocupaciones territoriales, las comunidades han desarrollado y aplicado conocimientos, para afrontar el día a día desde sus propias cosmovisiones. Como por igual han sido innumerables viajeros, cronistas, exploradores e investigadores, que han aportado su granito de arena en su paulatino conocimiento y la respectiva sistematización de nuestras diversas y ricas Regiones.

Por su acelerada transformación y la pérdida o disminución de su diversidad biológica y cultural, se hace necesario que las Comunidades en general y los sectores interesados en la mismas, den forma tanto a lo ya adelantado, al acopio del conocimiento ya obtenido, como a la investigación factible de realizar en ellas. Esto obviamente por el momento debería de ser impulsada por las instituciones presentes en sus Territorios. Para empezar, los diferentes Centros Educativos, deberían de ser los impulsadores o generadores de espacios para la investigación y sistematización del Conocimiento de sus entornos.

El abordar una propuesta de esta dimensión, no es tarea fácil y solo se lograría en un esfuerzo continuo e interdisciplinario, en dialogo permanente y colaboración mutua entre la institucionalidad y la Comunidad con sus respectivas organizaciones de iniciativa ciudadana. Lo cierto es que urge que nos interesemos por el conocimiento de lo nuestro para alcanzar en el tiempo ojala no lejano, la construcción colectiva de la sociedad que soñamos para el logro del bienestar digno de Nuestro Pueblo.


México en el día de la revolución


 Por Oscar Ugarteche


Cada 20 de noviembre se conmemora la revolución mexicana. Era un día feriado de marchas militares y niños en las plazas. Desde que el neoliberalismo llegó al poder, el feriado se trasladó a inicios de la semana para dinamizar el turismo interno y el sentido del feriado quedó diluido. Pero este año, este 20 de noviembre ha sido el día en que las fuerzas sociales desatadas tras la desaparición de los 43 estudiantes normalistas en Ayotzinapan decidieron expresar su malestar con las consignas: ¡Contra la impunidad y la criminalidad!, “¡vivos se los llevaron y vivos los queremos!” y “¡que se vayan todos!”. La impresión que comienza a desprenderse es que la consigna “¡que se vayan todos!” está diluyéndose probablemente ante la reacción pública de explicaciones sobre la casa comprada por la primera dama y la declaración de bienes del presidente el día 19.
Lo que se puede ver es que el partido de gobierno se ha puesto en acción y la Universidad Nacional no se ha pronunciado ni ha parado el día 20, mientras otras 114 universidades del país si lo hicieron. El sindicato de la UNAM no paró este día respondiendo a las necesidades partidarias, y el rector no ha expresado, en el tono que corresponde, un llamado a la justicia ni el alto a la barbarie. Más bien, aparentemente, autorizó el ingreso de un policía armado dentro del campus universitario el sábado 15 de noviembre, resultando un estudiante herido en un conflicto turbio.
Las evidencias comienzan a salir e indican que hubo militares involucrados en las matanzas de los normalistas y también que las fuerzas que aparecen al final de los actos, vestidos con pantalones de jeans, camisetas negras y las caras cubiertas, son de una fuerza paramilitar o militar. Se recordará que la fuerza de Los Halcones fue la que operó en la masacre de Tlatelolco de 1968 donde mataron a 1500 estudiantes. Esto es lo que la periodista Carmen Aristegui sugiere con el video donde uno de los encapuchados de la noche que irrumpieron con violencia, al final del mitin, aparece, más temprano, sentado en un camión del ejército. 
Si se observan los videos de la huelga de los maestros del 2012 y el modo como terminó, se parece sobremanera al final del mitin del día 20. En ambos, lo que ocurrió fue el desalojo del Zócalo capitalino como si fuera propiedad privada ocupada. En la huelga de los maestros, estos habían tomado la plaza y estaban acampando en ella mientras esperaban la solución a sus demandas. Dijo el presidente que era momento de terminar con eso, porque se acercaba el día nacional que se celebra en el Palacio Nacional cuando sale al balcón a dar el grito de la independencia. El resultado fue que la policía, por un lado, y un grupo de muchachos vestidos con jeans y camisetas negras, y con las cabezas cubiertas, trepados a unos tractores, entraron al Zócalo capitalino. Unos empujaron a los maestros fuera de la plaza mientras los otros desmantelaron lo que quedó del campamento con el uso de los tractores.
Al final del mitin pacifico del día 20, estuvo un grupo de muchachos, algunos retratados en camiones militares más temprano por el equipo de Aristegui, que enarbolaban la consigna “prensa No”, que es una consigna anti política, y, por tanto, no tiene sentido. Estos de la consigna  “prensa no” proceden a lanzar bombas molotov contra el Palacio Nacional y unos cohetones que no hacen daño pero asustan, en el contexto de un mitin, mientras la policía de asalto avanza y empuja a los estudiantes y sus familiares fuera del Zócalo,  en una acción que parece coordinada. Con poca violencia, este pequeño núcleo de encapuchados, terminó ayudando a la policía de choque para que terminara el mitin antes de las 10 de la noche, en una sociedad que justamente está harta de la violencia. En México,  una opinión escrita en el diario La Jornada en el 2009 señalaba: “Siempre detrás de la matanza a la población, detrás de la muerte de Colosio y otros más, ahora está detrás del narco y la violencia que le precede, ¿quién más?” (www.jornada.unam.mx/2009/10/04/politica/003n1pol)
Aunque la demanda de “¡que se vayan todos!” haya disminuido en el mitin del 20 de noviembre, la sociedad en su conjunto y la clase política e intelectual, en especial, han tomado nota de la irregularidad de la compra de una casa de 6 millones de dólares a una empresa constructora que ganó la licitación para la construcción de un tren rápido a Querétaro, licitación que fuera anulada a última hora, días antes del viaje a China del Presidente Peña Nieto. Estos hechos además están afectando el riesgo país y el tipo de cambio. Se percibe el problema de la falta de ley por los estudiantes muertos y la falta de reacción del Estado para explicar lo ocurrido donde el presidente se ha solidarizado con las familias y la Secretaria de Gobierno federal ha creado una comisión mixta el 3 de noviembre para reparar los daños. Está poco claro porque el Estado había de reparar daños si no los causó. Tampoco está claro porque no sale nadie del gobierno a explicar lo ocurrido dado que tienen al alcalde responsable detenido. Ya se sabe que el ejército estuvo presente, de modo que solo faltan las explicaciones de qué pasó. Mientras tanto, aparecen más fosas, como ya había destapado el poeta Javier Sicilia a raíz del asesinato de su hijo y tres amigos en Cuernavaca hace dos años.
El gobierno parece jugar con el factor navideño y las vacaciones universitarias para diluir este movimiento que parece fuera de control. El analista político Silva Herzog, el 20 en la noche, en el programa de la periodista Aristegui, dijo que tenía la impresión que el presidente no tenía conciencia de la magnitud de la crisis política que vive el país, que la gente está diciendo “ya estuvo bueno”.
- Oscar Ugarteche, economista peruano, es Coordinador del Observatorio Económico de América Latina (OBELA), Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, México - www.obela.org.  Miembro del SNI/Conacyt y presidente de ALAI www.alainet.org
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Diez razones para decir NO a los transgénicos

Los promotores de los transgénicos (organismos genéticamente transformados = OGT), prometen que éstos serán más nutritivos, aumentarán las cosechas y disminuirán el uso de químicos, y por ello, son la solución para el hambre en el mundo. Deberíamos, nos dicen, aceptar los riesgos que conllevan, ya que todas las tecnologías tienen riesgos y siempre hay quienes no comprenden la ciencia y se resisten a los cambios.

La realidad de los transgénicos nos muestra que no cumplen con ninguna de estas promesas. Por el contrario, producen menos, usan más químicos, generan nuevos problemas ambientales y de salud, crean más desempleo y marginación, concentran la propiedad de la tierra, contaminan cultivos esenciales de las economías y las culturas, como el maíz, aumentan la dependencia económica y son un atentado a la soberanía.
1. La ingeniería genética se basa en más incertidumbres que conocimientos
Los transgénicos son organismos a los que se les ha insertado material genético, generalmente de otras especies, por métodos que jamás podrían ocurrir en la naturaleza.
Estudios recientes, aparecidos en publicaciones científicas (1) postulan que los dogmas centrales de la genética desde la década de 1950, podrían estar fundamentalmente equivocados. Lo grave es que sobre este dogma central ¿equivocado? se están produciendo a gran escala organismos transgénicos que van a parar a nuestros alimentos, medicinas y a la biodiversidad circundante.
La tecnología de la ingeniería genética tiene tantas incertidumbres y efectos colaterales impredecibles, que no podría llamarse ingeniería ni tecnología. Es como construir un puente tirando bloques de una orilla a la otra, esperando que caigan en el lugar correcto. Durante el proceso aparecen todo tipo de efectos inesperados y los dueños de esta obra, aseguran que no hay evidencias de que tengan impactos negativos sobre la salud o el medio ambiente, y que los que los cuestionan no son científicos. La realidad es peor, porque lostransgénicos no son inertes, sino organismos vivos que se reproducen en el ambiente, fuera de control de los que los han creado.
2. Conllevan riesgos para la salud
Si usted fuera a una tienda y viera un anuncio de galletas que dice “no hay pruebas de que sean malas para la salud”, ¿las compraría? Yo no. Y creo que nadie más. Por supuesto, la industria biotecnológica no está buscando estas pruebas. Científicos independientes, como el Dr. TerjeTraavik de Noruega, han encontrado en 2004 resultados alarmantes: alergias en campesinos debido a que inhalaron polen de maíz transgénico (2).
Pero la verdadera Caja de Pandora, son los efectos impredecibles: ni los que construyen transgénicos saben qué efectos pueden tener en la salud humana y animal, al recombinarse, por ejemplo, con nuestras propias bacterias o ante la posibilidad de que nuestros órganos incorporen parte de estos transgénicos, como ya ha sucedido en pulmones, hígado y riñones de ratas y conejos. (3)
3. Tienen impactos sobre el medioambiente y los cultivos
No hay casi estudios sobre los impactos en los cultivos y en el medioambiente. Sin embargo, es claro y tristemente demostrado con la contaminación transgénica del maíz en México, que una vez que los transgénicos sean liberados, contaminarán los demás cultivos, por polen, viento e insectos. Los cultivos insecticidas pueden afectar a otras especies que no son plaga de los cultivos,tal como se comprobó que el polen de maíz Bt afecta a las mariposas Monarca— y en países de gran biodiversidad, los riesgos se multiplican.
En varias de las plantas de maíz contaminadas que se han descubierto en México, se notaron deformaciones.
4. No solucionan el hambre en el mundo: la aumentan
Según los promotores de los transgénicos, deberíamos aceptar todos estos riesgos, porque necesitamos más alimentos para la creciente población mundial. Pero la producción de alimentos no es la causa del hambre en el mundo. Actualmente se producen el equivalente a 3,500 calorías diarias por habitante del planeta: cerca de 2 kilos diarios de alimentos por persona, lo suficiente para hacernos a todos obesos.4 El hambre en el mundo no es un problema tecnológico. Es un problema de injusticia social y desequilibrio en la distribución de los alimentos y la tierra para sembrarlos. Los transgénicos aumentan estos problemas.
5. Cuestan más, rinden menos, usan más químicos
Desde que Estados Unidos comenzó con los transgénicos en 1996, el uso de agroquímicos aumentó en 23 millones de kilos.
Los cultivos transgénicos también producen menos. El cultivo más extendido, que es la soya tolerante a herbicidas (61% del volumen de transgénicos en el mundo) produce entre de 5 a 10% menos que la soya no transgénica. (5)
Las semillas transgénicas son más caras que las convencionales. Esto hace que en algunos casos, aun cuando provisoriamente haya un pequeño aumento de producción, éste no compensa el gasto extra en semilla. La industria biotecnológica arguye que esto no puede ser verdad (¡aunque lo sea!), porque entonces los agricultores estadunidenses no usarían estas semillas. Lo cierto es que la mayoría no pueden elegir, ya no tienen sus propias semillas, hay falta de opciones en el mercado y tienen fuertes ataduras con las multinacionales semilleras.
6. Son un ataque a la soberanía
Prácticamente todos los cultivos transgénicos en el mundo están en manos de cinco empresas transnacionales. Son Monsanto, Syngenta (Novartis + AstraZeneca), Dupont, Bayer (Aventis) y Dow. Monsanto sola controla más de 90% de las ventas de agrotransgénicos. Las mismas empresas controlan la venta de semillas y son las mayores productoras de agrotóxicos. (6) Lo cual explica porqué más de las tres cuartas partes de los transgénicos que se producen en realidad —no en la propaganda— son tolerantes a herbicidas y aumentan el uso neto de agrotóxicos.
Aceptar la producción de transgénicos significa entregar a los agricultores, de manos atadas, a las pocas transnacionales que dominan el negocio y enajenar la soberanía alimentaria de los países.
7. Privatizan la vida
Todos los transgénicos están patentados, la mayoría en manos de las mismas empresas que los producen. Esto significa un atentado ético, en tanto son patentes sobre seres vivos, y además son una violación flagrante a los llamados “Derechos de los Agricultores” reconocidos en Naciones Unidas como el derecho de todos los agricultores a guardar su semilla para la próxima cosecha. Las patenten impiden esto y obligan a los agricultores a comprar semillas nuevas cada año. Si no lo hacen, se convierten en delicuentes. Las empresas multinacionales de transgénicos tienen iniciados cientos de juicios a campesinos de Norteamérica, por “uso indebido de patente”.
8. Lo que viene: semillas suicidas y cultivos tóxicos
La próxima generación de transgénicos incluye cultivos manipulados para producir sustancias no comestibles como plásticos, espermicidas, abortivos, vacunas. En Estados Unidos hay más de 300 experimentos secretos (pero legales) de producción transgénica de sustancias no comestibles en cultivos: fundamentalmente en maíz. Se nombra la producción de vacunas en plantas como si esto fuera algo positivo: ¿pero qué sucedería con estos farmacultivos si se colaran inadvertidamente en la cadena alimentaria? La mayoría de nosotros ha sido vacunado contra algunas enfermedades -¿pero se vacunaría usted todos los días? ¿qué efectos tendría esto?. Ya se han producido escapes accidentales de estos cultivos.
En México, la siembra de maíz transgénico está prohibida y sin embargo desde el 2001 se ha encontradocontaminación del maíz campesino en varios estados de la república, al Norte, Centro y Sur del país (7). ¿Cómo sabremos que no sucederá con estos maíces? ¿Quién lo va a controlar, si las propias autoridades de la Secretaría de Agricultura firmaron en noviembre del 2003 un acuerdo con Estados Unidos y Canadá que les autoriza hasta un cinco por ciento de contaminación transgénica en cada cargamento de maíz importado que entra a México?
Las empresas que producen transgénicos están desarrollando diversos tipos de la tecnología “Terminator”, para hacer semillas “suicidas” y obligar a comprarlas para cada siembra.
9. La coexistencia no es posible ni el control tampoco
Tarde o temprano, los cultivos transgénicos contaminarán todos los demás y llegarán al consumo, sea en los campos o en el proceso post-cosecha. Según un informe de febrero 2004 de la Unión de Científicos Preocupados de Estados Unidos, un mínimo de 50 por ciento de las semillas de maíz y soya, de ese país que no eran transgénicas, están contaminadas. El New York Times (1-3-04) comentó sobre esto “Contaminar las variedades de cultivos tradicionales es contaminar el reservorio genético de las plantas de las que ha dependido la humanidad en gran parte de su historia. (…) El ejemplo más grave es la contaminación del maíz en México. La escala del experimento en el que se ha embarcado a este país —y los efectos potenciales sobre el medio ambiente, la cadena alimentaria y la pureza de las semillas tradicionales— demanda vigilancia en la misma escala”.
Para detectar si hay transgénicos, dependemos de que la propia empresa que los produce nos entregue la información, cosa que son renuentes a hacer, y por la que ponen altos costos que cargan a las víctimas de lacontaminación. “Casualmente”, luego de que se han sucedido los escándalos de contaminación, se ha hecho cada vez más difícil detectarlos.8
10. Ataque al corazón de las culturas
La contaminación del maíz en México, su centro de origen, concentra todos los problemas que describimos hasta aquí, pero además es un ataque violento al corazón mismo de las culturas mexicanas: a su vasta cultura culinaria y los mil usos que se le dan al maíz, a sus economías campesinas, a las bases de la autonomía indígena. Con esta guerra biológica al maíz tradicional, las transnacionales podrían apropiarse y privatizar este tesoro milenario y colectivo de los mesoamericanos, obligando a los creadores del maíz a pagar para seguir usándolo en el futuro.
Las empresas multinacionales productoras y distribuidoras de transgénicos, así como los que favorecen las importaciones de maíz OGT, los que quieren levantar la moratoria que impide sembrar maíz OGT, o aprobar una ley de bioseguridad para legalizarlos, asumen una inmensa deuda histórica que los pueblos de México no van a permitir ni olvidar.
Aldo González zapoteco de Oaxaca, resume:
“…somos herederos de una gran riqueza que no se mide en dinero y de la que hoy quieren despojarnos: no es tiempo de pedir limosnas al agresor. Cada uno de los indígenas y campesinos sabemos de la contaminación por transgénicos de nuestros maíces y decimos con orgullo: siembro y sembraré las semillas que nuestros abuelos nos heredaron y cuidaré que mis hijos, sus hijos y los hijos de sus hijos las sigan cultivando. (…) No permitiré que maten el maíz, nuestro maíz morirá el día en que muera el sol”.
Notas:
(1) WaytGibbs,W, “The Unseen Genome” en Scientific American, noviembre 2003. Vertambién grain, “Blinded by the Gene”, en Seedling, Setiembre 2003, www.grain.org
(2) Ribeiro, Silvia, “Transgénicos, salud y contaminación” en La Jornada, México, 20-03-2004
(3) New HealthDangers of GeneticallyModifiedFoodDiscovered, Boletín de prensa del InstituteforResponsibleTechnology, citando los estudios de TerjeTraavik, del NorwegianInstitutefor Gene Ecology, Malasia, 24-02-2004
(4) Moore Lappé. F, Collins J y Rosset Peter, World Hunger: 12 Myths, Food First Books, EstadosUnidos, Oct. 1998.
(5) Benbrook, Charles, Tiempos problemáticos en medio del éxito comercial de la soja RoundupReady, NorthwestScience and EnvironmentalPolicy Center, AgBioTechInfoNet, TechnicalPaper # 4, Estados Unidos, 2001. http://www.biodiversidadla.org/arti…
(6) Grupo etc, etcCommuniqué # 82: Oligopolio sa, Nov/Dic 2003, http://www.etcgroup.org/article.asp…
(7) Contaminación del maíz en México: mucho más grave. Boletín de prensa colectivo de comunidades indígenas y campesinas de Oaxaca, Puebla, Chihuahua, Veracruz, ceccam, cenami, Grupo etc, casifop, unosjo, ajagi, Oct 2003
(8) Heinemann, Jack A. gm Corn in New Zealand: a case study in detecting purposeful and accidental contamination of food. Ponencia en el seminario científico para delegados al Protocolo Internacional de Cratagena sobre Bioseguridad de la Red del Tercer Mundo y el Institute de Gene Ecology, Malasia, 22-02-2004.
*Silvia Ribeiro es investigadora del Grupo etc, http://www.etcgroup.org
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Carta de Compromiso del XIV Campamento Latinoamericano de la Juventud de la CLOC- Vía Campesina





La juventud cumple un papel decisivo en los procesos revolucionarios. Siendo un elemento decisivo en la lucha de clases, contribuyendo en la agitación y propaganda, en el fornecimiento de los elementos más combativos y en la expresión del fervor revolucionario que anima los pueblos a enfrentar las grandes tareas históricas de la clase trabajadora.En la lucha la juventud no reconoce las fronteras. La patria grande internacionalista nos impulsa a luchar contra el imperialismo, el principal enemigo de la humanidad, y su lógica destructiva de las sociedades y de la naturaleza. Herederos y herederas de las tradiciones de lucha latinoamericana de los pueblos originarios, de los campesinos y operarios inspirados en Martí, Sandino, Bolívar, el Che y Dandara.
Nosotros, jóvenes reunidos por primer vez en Brasil, en el 14º Campamento Latino Americano de la Juventud de la CLOC/Via Campesina entre los días 20 a 23 de noviembre de 2014, en Palmeira das Missões, en Rio Grande del Sur. Con el objetivo de socializar nuestras experiencias organizativas, promover la integración, la vivencia, agenda política común y así dar pasos concretos en dirección de la unidad política y afectiva.
El campamento fue un importante espacio de análisis político sobre la realidad Latinoamericana, que contribuye para la comprensión de las cuestiones agrarias y urbanas en el contexto del avance del capital sobre la vida de los jóvenes y de los bienes naturales de la humanidad. En acción directa, denunciamos el actual monopolio de la tierra y de su uso, ocupando un latifundio de producción transgénica del maíz.
Con mística, símbolos, diversidad cultural el campamento forjó como espacio de desenvolvimiento integral de la identidad colectiva de la juventud latinoamericana.
Comprendemos que las fuerzas del Capital afectan la vida de la juventud, la transformación en pos de violencia, usurpando la posibilidad de soñar, de producir, de generar conocimiento y de luchar. Desintegrarnos, nos individualiza, manteniéndonos separados de la socialización de la vida y de nuestra humanización. Los medios de producción y reproducción del Capital nos uniformiza, nos convierte en mercancías y nos alienan colocándonos como enemigos el uno de los otros. Oprimen y explotan nuestros pueblos y nuestra cultura condicionándonos a su modelo de producción.
En ese sentido, en cuanto juventud, desafiaremos en construir y renovar a través de la lucha, la esperanza de que una otra forma de relación social y de vida es posible. Condicionaremos nuestras fuerzas en retomar en nuestras manos el papel de protagonistas de nuestro tiempo histórico alrededor de los siguientes compromisos:
1. Practicar la solidaridad de clases entre los pueblos, proyectando la unidad de la lucha popular, fortaleciendo la identidad latino americana y la lucha antimperialista.
2. Promover y defender la justicia social y la democracia en cuanto a la soberanía popular y contribuir para alterar el sistema del poder dominante.
3. Luchar por la reforma agraria, por la producción y el abastecimiento popular de alimentos saludables, por la agroecología, soberanía energética, hídrica, genética y territorial afirmando el campo como espacio de vida y los pueblos originarios y campesinos como la base del desarrollo del campo.
4. Luchar por una vida digna, por vivienda, movilidad, educación popular, rentabilidad, tiempo libre y la cultura. Logrando victorias que representan pasos estratégicos y que unifiquen el conjunto de la clase trabajadora y juventud del campo y de la ciudad.
5. Defender la integridad de la vida humana y de la biosfera, protegerla contra la ganancia del capital que mercantiliza, viola y mata.
6. Luchar contra las practicas machistas, homofobicass y racistas las cuales el capital se utiliza para la superexplotación de las clases trabajadoras y desencadenar formas brutales de violencia contra la vida humana. Garantir la transversalidad del feminismo en las relaciones sociales y en nuestras organizaciones, como única forma para superar los lazos de opresión.
7. Producir y potencializar la comunicación alternativa, la agitación y propaganda en la perspectiva de construir una nueva hegemonía de la lucha de masas.
8. Cultivar la mística y la simbología de la lucha, la memoria de los luchadores en la construcción de una memoria colectiva y popular. Sabiendo que un pueblo solo es libre cuando es dueño de su cultura.
9. Promover espacios masivos, en las ciudades, estados, países y provincias que construyan la unidad, y posibiliten cambios de experiencias organizativas.
10. Retomar el trabajo de base, siendo necesario para nuestra multiplicación, formación militante, influencia y lectura concreta de la realidad.
Somos hombres y mujeres gestantes de ese nuevo mundo, de hombres y mujeres nuevas. ¡América latina esta en nosotros, como nosotros estamos en la historia de América Latina. Somos complemento uno de los otros, y nuestra lucha solo así tiene sentido! El odio al opresor y la lucha contra la explotación nos llevaron a la victoria, la construcción de patria grande en América Latina y la emancipación de los pueblos del mundo.
¡Juventud urbana y campesina, en lucha por América latina!