Por Claudia Korol
Aprendizajes en la Escuela de Feminismo Popular, Identidades y Sexualidades Revolucionarias.
“Toda la revolución cabe en un abrazo”, pienso mientras siento todavía en la piel y en los muchos sentidos (seguro más de cinco) los abrazos en los que nos enredamos, compañeras de viajes y de vidas.
“Toda la revolución cabe en un abrazo”, pienso -siento todavía-, y me río de mí misma ante la certeza de que seré sospechada de sufrir de “romanticismo revolucionario”, una de las peores variantes (dicen las brujas amigas), del descalificado “amor romántico”.