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Estos bosques deberán abastecer a las centrales bioeléctricas que se construyen en la Isla y se desarrollarán a partir de especies escogidas como el piñón florido, el bambú, la acasia y el eucaliptus. |
Las autoridades cubanas buscar desarrollar bosques energéticos, para contribuir a la operación de las centrales bioeléctricas que se construyen en la Isla, informa la agencia Prensa Latina (PL).
Con este propósito, el Grupo Agroforestal del Ministerio de la Agricultura deberá sembrar 89.230 hectáreas en las que producirá posturas de especies escogidas.
Ese volumen de plantación «se fomenta en viveros tecnificados con simientes genéticamente seleccionadas de huertos semilleros y preparación de suelos mecanizada», según precisó Bárbara Hernández, directora de Generación Eléctrica del grupo Azucarero Azcuba.
Las especies utilizadas en este programa son el piñón florido, el bambú, acasia, eucaliptus, soplillo e ipil-iplil, las cuales tienen como características favorables su crecimiento rápido y capacidad de rebrote y de reproducirse por semillas o de forma asexual.
Además, poseen un elevado rendimiento de biomasa por hectárea y un fácil manejo silvicultural en turnos cortos de rotación, lo que las convierte en ideales para la generación eléctrica.
Las centrales bioeléctricas se construyen aledañas a centrales azucareros y tomarán como materia prima para su operación el bagazo –biomasa de la caña de azúcar– durante los 150 días de molienda de la zafra azucarera, precisó Hernández.
El resto del tiempo, para completar no menos de 300 días de funcionamiento, lo suministrará el Grupo Agroforestal en el período inter-zafras. Para ello, ya se han estudiado «todas las fases necesarias» y se cuenta «con el grueso» del transporte y el equipamiento especializado, en particular, las máquinas cortadoras que se precisan.
De las 19 bioeléctricas aprobadas en 2014 como parte del programa de generación eléctrica a partir de fuentes renovables, se prioriza la construcción de 17, las que de conjunto aportarán 612 mega watts (MW) al año.
Entre las de mayor avance constructivo, PL menciona la del central Ciro Redondo, en la central provincia de Ciego de Ávila, la cual se encuentra al 52% de ejecución y debe comenzar a aportar energía en la venidera campaña azucarera con con el empleo del bagazo de caña.
Terminada la zafra, trabajará con marabú, una planta invasora de conocidas cualidades energéticas y amplia distribución en la provincia.
Con la puesta en marcha del plan de centrales bioeléctricas y la energía aportada por los centrales azucareros que trabajan en la Isla, las autoridades cubanas esperan incrementar en seis veces el potencial de generación anual de electricidad con biomasa.
El aporte de electricidad a la red pública por esta vía servirá, según estimados oficiales, para dar energía a 1.721,862 viviendas en un año, y mitigar 2.555,502 toneladas de dióxido de carbono (CO2) en igual período.
Como parte del plan energético de Cuba para 2030, el sector azucarero debe aportar en esa fecha el 14% de la matriz energética nacional, del 24% previsto para todas las fuentes renovables. En la actualidad, este aporte es menor del 5% e incluye otras fuentes como la fotovoltaica, la eólica, hidráulica, el biogás y los calentadores solares.
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