sábado, 28 de mayo de 2016

La Carta antidemocrática intervencionista y la OEA




Por: Del Rosario Ignacio Denis

La Organización de Estados Americanos (OEA), en el siglo XXI mendiga por su existencia y de nuevo comienza a alimentarse la amenaza de su extinción. Por presiones de algunos “ex presidentes” con prontuarios muy conocidos, como de paramilitares, traficantes, dictadores, los que lavan dinero en los paraísos fiscales, los que se asocian siempre con los golpistas internos de la llamada MUD con su plan intervencionista y golpista, desatan una guerra mediática internacional contra el gobierno democrático del presidente Nicolás Maduro y según ellos, es la hora de activar la Carta Democrática Interamericana de la OEA, en Venezuela.

La primera bandera de la extrema derecha en la OEA fue el derecho a la libertad de expresión, sin embargo, contradictoriamente, son los mismos que pasean por el mundo diciendo mentiras y manipulaciones contra Venezuela en grandes foros, conferencia, ruedas de prensa y libremente acompañados de su arsenal mediático de comunicación privada donde manipulan la realidad con total impunidad.
Hoy estos mismos líderes golpistas aliados a las grandes empresas multinacionales que controlan los alimentos, medicamentos, artículos de primera necesidad con el llamado encadenamiento vertical, desatan una brutal guerra económica propiciando la escasez, acaparamiento, contrabando, todo ello alimentando el bachaqueo y el paramilitarismo. Esta nuevas guerra no convencional se utiliza para generar descontento, terror y desmoralización a la población; con este mecanismo, y sin renunciar a la manipulación mediática, ganó las elecciones del 6D, teniendo la mayoría hoy en el parlamento, pero igual el plan golpista continúa ya que la guerra y la mentira desatadas internacionalmente contra Venezuela por estos mismos actores habla de una crisis humanitaria por la escasez de alimentos y medicinas, una inseguridad tal que ya no se puede  ni caminar por las calles de Venezuela, la gente se está muriendo de hambre y no hay medicamentos, etc., y que por todo esto es necesario aplicar la Carta Democrática Interamericana de la OEA.
Si activar la Carta Democrática de la OEA se debe al hambre y las enfermedades, hace tiempo y mucho antes debían activarla contra muchos otros países, llámese Guatemala, Honduras, Colombia, Paraguay, Perú, entre otros, que es donde se manifiestan verdaderas crisis humanitarias y mayores violaciones de los derechos económicos sociales y culturales de la historia por sus políticas neoliberales, muchos agudizando más después de los golpes de Estado en complicidad con este mismo organismo.
Si la Carta Democrática de la OEA es para defender la democracia representativa solamente, en la República Bolivariana de Venezuela queda muy reducida y terminará siempre en un fracaso. En Venezuela está emergiendo sin vacilación y sin descanso una gran fuerza que seguirá defendiendo la democracia verdadera, participativa y protagónica: los Consejos Comunales, las Comunas, los Consejos Presidenciales de Gobiernos Populares. El gobierno revolucionario en medio de la guerra desatada por el imperialismo y sus aliados serviles, seguirá defendiendo las Misiones Sociales, la vivienda, la salud, la alimentación, los programas de becas para sus estudiantes, la solidaridad con los pueblos hermanos, como se dio en el último terremoto en Ecuador, en medio de la situación económica difícil, el pueblo venezolano fue el primero de extender su mano: son cualidades y valores que no se esconden en una tapa de periódico.
Si Luis Almagro, Secretario General de la Organización de Estados Americanos acepta las presiones y asume su posición política individual aplicando la Carta Democrática Interamericana al Estado venezolano, contra la voluntad de muchos, será interpretado como un acto simplemente ilegal e ilegítimo, por un lado por convertir al organismo en una Carta Antidemocrática Intervencionista, y por otro lado por demostrar que obedece abiertamente a las maniobras y planes del Comando Sur de los Estados Unidos para detener el proyecto bolivariano, nuestrosamericano y caribeño.
Las maniobras y prácticas de este organismo internacional motivaron a los pueblos latinoamericanos y caribeños abiertamente a denunciar y pedir por su desaparición como espacio multilateral. Sus prácticas antidemocráticas de justificar y apoyar golpes de Estados en el continente, llevaron a la desconfianza total en la mayoría de los países que defienden su soberanía. Claramente es un espacio para avalar las imposiciones y órdenes de Washington en donde se actúa desde el cinismo, el descaro y la prepotencia de una diplomacia cada vez más caníbal, retardataria y deshonesta, lo que hace que cada día se pierda mayor credibilidad en la mayoría de los países y los pueblos del mundo hacia este organismo.
Del Rosario Ignacio Denis. Ingeniero Agroecologico graduado en Instituto Latinoamericano de Agroecologia Paulo Freire (IALA)
Twitter: @yiyoparaguay
@ayvugasu

Nota:

No hay comentarios:

Publicar un comentario