IPS
Demacrado y con las
costillas a la vista, el ganado de Evans Sinyoro está tirado sobre una
extensión de tierra árida, junto a un pequeño embalse cercano que
también está sin agua debido a la peor sequía que ha padecido Zimbabwe
en décadas.
La sequía es producto de El Niño, un fenómeno climático
complejo que es provocado por variaciones en las temperaturas oceánicas
en el Pacífico ecuatorial.
Sinyoro es oriundo de Buhera, un
distrito en la provincia oriental de Manicaland, que no se libró de la
sequía que ha tenido un efecto devastador en el ganado de esta nación de
África austral.
“Tenía 27 vacas, 24 de las cuales ya perecieron por falta de agua y pasturas”, informó Sinyoro a IPS.
El
Niño tampoco perdonó a los millones de personas de este país de 14
millones de habitantes que cayeron presas de la hambruna tras la
desecación de lagunas y pozos de agua. Mucha gente, como es el caso de
Sinyoro, debe caminar largas distancias para encontrar agua con fines
domésticos, además de darle de beber a sus rebaños en franca
disminución.
“Si bien hay que esforzarse por conseguir agua para
el ganado, también nos sacrificamos al caminar más de nueve kilómetros
para encontrar agua con fines domésticos”, aseguró Sinyoro.
Las mujeres del campo han sido las más perjudicadas por la sequía provocada por El Niño.
“Tenemos
que despertarnos temprano… todos los días para salir a caminar y
encontrar agua con nuestros hijos para que puedan bañarse antes de ir a
la escuela”, explicó Madeline Chishamba, de 47 años y madre de cuatro
hijos.
“A diario, solo aquí en Buhera, tenemos en promedio
aproximadamente de 20 a 30 vacas que mueren por falta de pasto y agua
potable, una situación que… podría arrasar con el rebaño bovino del
país”, sostuvo Neverson Mutero, un funcionario agrícola.
A través del Fondo Central para la Acción en Casos de Emergencias de las Naciones Unidas, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) indicó que ha realizado intervenciones para rescatar al rebaño bovino de Zimbabwe.
“Los
proyectos de la FAO en respuesta a la sequía que se han financiado
hasta la fecha se dirigen al sector ganadero, ayudando a las familias
vulnerables a proteger sus activos ganaderos – y por lo tanto su
seguridad alimentaria – durante la sequía”, declaró Leonard Makombe,
funcionario responsable de comunicación de la organización.
La
División de Desarrollo y Producción Ganadera de Zimbabwe indica que los
animales han muerto en su mayoría en las provincias de Masvingo,
Matabeleland Norte, Manicaland, Midlands y Matabeleland Sur.
Además
de perder cosechas, Masvingo lidera la lista con 6.566 bovinos muertos
debido a la sequía, según el Ministerio de Agricultura. En total, el
país perdió aproximadamente 16.000 vacas.
En 2015, el
departamento de ganadería del Ministerio de Agricultura estimó que
Zimbabwe tenía 5,3 millones de vacas, en comparación con los más de seis
millones de 2014.
Según el ministerio, el país experimenta su peor sequía desde 1992, año en el que murieron más de un millón de animales.
En
los distritos rurales de Chipinge y Buhera, de Manicaland, los precios
del ganado se desplomaron drásticamente hasta 50 dólares por cabeza, la
mayor reducción en la historia de Zimbabwe, ya que normalmente por cada
animal vacuno se paga de 400 a 500 dólares.
Muchas personas dependen del ganado para generar ingresos y como fuerza de tracción.
Ahora,
ante la desesperación por sobrevivir y asolados por el hambre, los
zimbabuenses como Chishamba recurren al trueque comercial, canjeando el
ganado enflaquecido para obtener harina de maíz.
“No podemos ser
meros espectadores de la muerte de nuestro propio ganado. Preferimos
canjear a los animales frágiles por harina de maíz, ya que obtenemos 50
kilos de maíz por un animal”, explicó la mujer.
Gracias a la FAO, algunos ganaderos fueron rescatados de la crisis.
“Como
respuesta a la sequía, la FAO está llevando a cabo dos proyectos de
riego a pequeña escala, de comercialización del sector ganadero, mejora
de la nutrición, los medios de vida y la seguridad alimentaria”, dijo
Makombe.
Al menos cuatro millones de zimbabuenses necesitan ayuda alimentaria, según el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
Una sequía agravada por El Niño también afectó a Malawi, Sudáfrica y Zambia.
Según
el PMA, 14 millones de personas en el sur de África corren riesgo de
pasar hambre debido a la situación. Sudáfrica este año registró la peor
sequía de su historia y, por primera vez después de varias décadas, se
dispone a importar la mitad de su cosecha promedio de maíz.
A
principios de febrero de este año, el vicepresidente de Zimbabwe,
Emerson Mnangagwa, declaró a los medios de comunicación que harían falta
1.500 millones de dólares para la importación de alimentos de
emergencia y para financiar otros programas de socorro.
Según el
Ministerio de Agricultura, el país deberá importar 1,4 millones de
toneladas de maíz hasta la próxima cosecha prevista en marzo de 2017.
Al
no poder contener la sequía, el 4 de febrero de este año el presidente
Robert Mugabe declaró a la zafra agrícola 2015-16 en situación de
desastre nacional.
Sin embargo, muchos agricultores sienten que poco se ha hecho para salvar su ganado.
“Sí,
estamos empezando a recibir la ayuda alimentaria de los donantes y el
gobierno, pero nuestro ganado se está muriendo por falta de pastos y
agua”, denunció Sinyoro.
Aunque muchos como Sinyoro aún no han
recibido ayuda para su ganado, la FAO ya ha intervenido con alimentos
suplementarios por valor de un millón de dólares en este país del sur de
África.
Traducido por Álvaro Queiruga
Fuente: http://www.ipsnoticias.net/2016/05/el-nino-provoca-la-peor-sequia-de-zimbabwe-en-decadas/
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