El
28 de Diciembre del 2015, la soberana Asamblea Nacional aprueba la Ley de
Semilla, hecho histórico que tiene un carácter importante desde el punto de
vista del ejercicio de nuestra soberanía y seguridad agroalimentaria, además de
resultar un hecho de fortalecimiento de nuestra identidad cultural. Ahora bien,
estoy casi seguro que muy pocos de los Venezolanos NO hemos leído que contempla
la ley, lo cual resulta un hecho muy normal, no es novedad señalar que somos
deficientes comunicando nuestros logros y cuando digo “SOMOS”, incluyo a todos
los servidores e instituciones, a los cuales les hace pertinente el tema, no
solo al Ministro de Comunicación…
Ahora
bien dentro de las disposiciones finales de la ley la tercera señala “La
presente ley entrara en vigencia a los 90 días después de su publicación en la
Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela, El Instituto Nacional
de la Semilla tendrá como plazo de 180 días para expedir normativa interna y
técnica que sea requerida para su puesta en marcha del mismo, en atención al
requerimiento agro productivo nacional”.
Hoy
23 de Marzo del 2016 ya entra en vigencia esta ley que tiene un gran espíritu
de INDEPENDENCIA, tenemos mucho trabajo por hacer y articular, desde el
Ministerio del Poder Popular para las Comunas y Movimientos Sociales, me
permito desarrollar algunos aspectos que resultan desde mi punto de vista
vitales para promover el desarrollo de una “SEMILLA PRODUCIDA POR LAS COMUNIDADES
ORGANIZADAS”.
La
agricultura campesina, local, comunitaria, de subsistencia o familiar, todavía
produce el 75% de los alimentos que se consumen en el planeta; y el 90% de los
campesinos y campesinas de todo el mundo, que no usan métodos mecanizados o
motorizados, producen ellos mismos la mayoría de sus semillas. Las mayorías de
las corporaciones transnacionales no pueden soportar esta situación y han
decidido ponerle punto final, prohibiendo todas las semillas campesinas para
sustituirlas por las semillas industriales patentadas.
Los
compañeros de VIA CAMPESINA señalan cito “QUIEN CONTROLA LAS SEMILLAS CONTROLA EL
DERECHO A LA ALIMENTACIÓN, LA SOBERANIA ALIMENTARIA Y LA SOBERANIA POLITICA DE
LOS PUEBLOS”, no tengo duda de dicha aseveración.
La Ley de Semilla en su artículo 03 (tres)
señala “IMPEDIR LA LIBERACIÓN EL USO, LA MULTIPLICACIÓN, LA ENTRADA AL PAIS Y
LA PRODUCCIÓN NACIONAL DE SEMILLA TRANSGENICA”. Ahora bien, me permito
señalar que en nuestro país no es nada nuevo saber que se utilizan transgénicos
para la siembra de cereales como el maíz y la soya.
El
reto por parte del Estado está en promover políticas hacia la producción y
desarrollo de variedades de maíz, sorgo, soya, frijol, caraota, pimentón,
tomate, cebolla, lechuga, cebollino, entre otros, contamos con técnicos
agrícolas y científicos venezolanos con un alto grado de formación en
instituciones como el INIA, IDEA, Universidades, Institutos Tecnológicos
Agrícolas, que den al traste la implementación de las Leyes de Monsanto en
nuestra patria.
Otro
punto que es importante desarrollar es el concepto que señala la ley de la
creación de “EL CONSEJO POPULAR DE RESGUARDO Y PROTECCION DE LA SEMILLA LOCAL
CAMPESINA, INDIGENA Y AFRODESCENDIENTE”, la estrategia resulta en conformar estas
organizaciones en todos los estados y lo conformaran campesinos y campesinas,
comunas, consejos comunales, indígenas, maestro pueblo, organizaciones
ecológicas, entre otros; Estos compañeros tienen la titánica tarea de crear y
establecer el “SISTEMA COMUNAL DE INFORMACIÓN DE SEMILLA LOCAL CAMPESINA, INDIGENA Y
AFRODESCENDIENTE” , que permita un mapeo a nivel nacional en donde se
recopilen experiencias que correspondan a la producción de semilla originaria,
resulta vital localizar los “bancos de genes” , tener en cuenta que todavía se pueden
encontrar semillas manejadas por campesinos que practican una agricultura de
subsistencia, a pesar de los muchos obstáculos.
La
incorporación de la mujer dentro de todos los procesos resulta primordial, un
programa de desarrollo en Korea del Norte específicamente en la Isla de Jeju,
se dieron cuenta de que el 90% de las personas que aún conservan semillas
tradicionales eran mujeres campesinas, resultando la mayoría eran de la
personas de avanzada edad, el objetivo no era solo encontrar las semillas, sino
también aprender más sobre las características, los métodos de su cultivo y la
historia de sus usos. Es por ello que me permito señalar que en nuestro país la
mujer va a jugar un papel protagónico en el proceso de recuperación de nuestra
semilla originaria, campesina, indígena y afrodescendiente.
Para
finalizar resulta evidente de que el mayor reto que tenemos por delante es que
hay que coordinar acciones y métodos de trabajo “PUEBLO ORGANIZADO” e “INSTITUCIONES
DEL ESTADO”, no olvidemos que tenemos una deuda histórica y que han
caído muchos camaradas en el largo camino y difícil camino entre ellos el
Comandante Hugo Chávez, quien en su lucha diaria y visión política infinita, siempre señalo la
importancia de la soberanía y seguridad alimentaria.
“LOS QUE MUEREN POR LA VIDA NO
PUEDEN LLAMARSE MUERTOS”
“QUE VIVA LA PATRIA LIBRE Y
SOBERANA”
“SOMOS EL REFLEJO DE LO QUE
COMEMOS”
LOS TEQUES 23 DE MARZO DEL 2016
1:15 AM
No hay comentarios:
Publicar un comentario