La segunda vuelta de la elección
presidencial en Brasil se decide este 26 de octubre, sin duda es un
acontecimiento que tiene fundamental importancia para la región suramericana en
lo político, económico, diplomático, tecnológico. Brasil en este momento según
algunos economista, es un país que lideran la novena economía en el mundo,
tiene la mayor extensión de territorio en el continente haciendo una balanza
con los EE.UU, su población hacienden mas de los 200 millones de habitante, es
decir el escenario electoral y lo que pueda pasar en la segunda vuelta entre la
reelección del mal mejor y el candidato del peor mal para el país y a la región
influirán directamente en el plano geopolítico.
Es difícil precisar algunas paradojas que siempre han existido en
la realidad política del Brasil, por un lado una sociedad aparentemente
politizada, organizada en diversos movimientos sociales reconocidas y de luchas
histórica, campesinos, campesinas, indígenas, estudiantes, sindicatos clasista,
mucho de ellos militante del Partido de los trabajadores PT, que siempre en los
momento electorales cierran filas con el mal mejor para combatir a un enemigo
que lo llevaron al saqueo, a la precarización del mundo del trabajo, producto
de aquella estrategia exportadora de estado-multinacionales de 1965 a 1994; y
el neoliberalismo de 1995 a 2002,
nuevamente en este momento de reacomodo y intento de restauración del peor mal
como lo es el neoliberalismo en el continente, mucho que hacen pasar de
socialista o progresista se mueven a la derecha apoyando a este peor mal, esperanzado de reemplazar a un
gobierno corrupto con el más corrupto candidato del Partido de la Social
Democracia Brasileño (PSDB) Aécio Neves.
Neves, ex gobernador del estado de Minas Gerais, donde en sus
campañas electorales utilizan recetas viejas del neoliberalismo como la política
de ajuste, libre mercado, abrir a la inversión extranjera. Aécio es un conocido
corrupto que viene a combatir la corrupción del gobierno, sin duda este
fenómeno político representan a un orden al retroceso por la vieja y pesada
herencia dejada por Fernando Henrique Cardoso, como la financiarización y la
precarización del mundo del trabajo. Este candidato representa el peor mal en
este momento para los brasileños, latinoamericanos y caribeños, porque vienen
decididamente a defender la postura de León Panetta, donde en su última gira en
el continente sudamericano textualmente dijo: “Con la profundización de nuestra
asociación, la fuerza de Brasil será más que nunca nuestra fuerza”. Si
ganan las elecciones en Brasil el candidato del (PSDB),
será el
primer enemigo de la propuesta sociales, político, económico integracionista
del continente, donde de alguna manera el PT, con Lula y Dilma venían jugando
un papel importante desde su realidad desarrollista, asistencialista, desde ese
progreso de la ideología positivista, pero buscan siempre la estabilidad y la
paz en la región, empujan cada día con mayor determinación la propuesta
multicentrica y pluri-polar fortaleciendo acuerdos y alianza con Rusia, Iran y
China.
“Brasil
Decide” este 26 de octubre, en dos bloque la sociedad en general con edad de
votar tiene un derecho y un deber de decidir el destino del país, por el mal
mejor o por el peor mal para todas la sociedad, si gana el Partido de la Social Democracia Brasileño (PSDB) con Aécio Neves al
frente representan el orden al retrocesos del FMI, el Banco Mundial y bancos
privados de Estados Unidos, Japón y la Unión Europea, que en otra épocas pasada
le prestaron a Cardozo cientos de millones de dólares, mientras lo llamaban el
reformador modelo.
A los que
defienden y apoyan al candidato neoliberal Neves, el peor
mal por defender una doctrina de saqueo, antes de votar es necesario acordar
primero algunos datos de la era neoliberal del Brasil en materia económica. Aécio Neves quien critica la inflación y crisis económica del
gobierno de Dilma Rousseff en su campaña electoral y plantean un cambio como
hijo y apóstol de Fernando Henrique Cardoso donde en su periodo de gobierno es
la que dejo para el país. El PBI per cápita de Brasil en su gobierno creció al
1%; el PBI medido en dólares ha decrecido de $705 billones (705 mil millones)
en 1995 a $504.8 billones en 2001. La tasa de crecimiento de Brasil en los 90s
fue la más baja del siglo XX. Durante los pasados 8 años, las políticas de
libre mercado produjeron una balanza comercial negativa, y con los pagos por
los intereses de la deuda, mas la remisión de ganancias al exterior, el
negativo de cuenta corriente acumulado fue de $182 billones (182 mil millones)
entre 1995 y 2002. La deuda externa creció de 148 billones de dólares a $228.6
en 2001 y se aproximó rápido a los $250 billones en 2002. Fernando Henrique
Cardozo ha pedido prestadas cantidades cuantiosas en el exterior, pagando
intereses exorbitantes, al tiempo que redujo radicalmente el gasto público. En
1995, el régimen gastaba 20.3% de la recaudación impositiva en educación, en
2000 gastaba 8.9%; en 1995 gastaba 9.2% en educación superior, en 2000 4.2%.
Por el contrario, en 1995 el gobierno destinaba el 24.9% de su recaudación al
pago de los intereses de la deuda pública, en 2000 pagaba a sus acreedores el
55.1%.
A los
defensores del neoliberalismo y el candidatos Aécio Neves ... “Si existen libres de estos pecados, que tiren
la primera piedra”
Al final
este 26 de octubre, “Brasil Decide” no permitamos el orden al retroceso en el
continente.
Del
Rosario Ignacio Denis. Ingeniero Agroecologico graduado en Instituto
Latinoamericano de Agroecologia Paulo Freire (IALA)
Twitter:
@yiyoparaguay
Blog del
Autor : http://ayvuguasu.blogspot.com/
Nota:
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