Reunidos en Estocolmo, la Fundación Right Livelihood Award y miembros del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) -organización reconocida con este premio en 1991- condenan recientes asesinatos y aseguran que sostener la democracia es clave para lograr la reforma agraria en Brasil.
La Fundación Right Livelihood Award se une al Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), organización brasilera a la que premió en 1991, para condenar los asesinatos que tuvieron como víctimas a dos de sus miembros el pasado 7 de abril en Paraná, sureño estado de Brasil.
Los asesinatos sucedieron en terrenos públicos que, usando títulos de propiedad falsificados, anteriormente explotaba la empresa maderera Araupel. El MST describe que la policía y los guardias de seguridad privada de Araupel dispararon contra un grupo de 25 trabajadores que acampaban en el lugar junto a más de 1.500 familias.
Un marcado aumento de la violencia contra los trabajadores rurales y personas sin tierra afecta a Brasil últimamente. En 2015, al menos 50 trabajadores rurales fueron asesinados en todo el país. De acuerdo con la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT), organización brasileña que compartió el “Premio Nobel Alternativo” con el MST, este es el registro más alto de los últimos 12 años y hace que Brasil sea el lugar más peligroso en el mundo para ser activista.
“El asesinato de trabajadores sin tierra se ha hecho tan habitual en Brasil que ya no constituyen noticia. La actual desestabilización política parece haber coincidido con una nueva ola de estos cobardes crímenes. Junto al MST pedimos justicia para las víctimas y seguridad y protección para todos los trabajadores sin tierra en Brasil", dijo Ole von Uexkull, director ejecutivo de la fundación Right Livelihood Award.
Brasil tiene uno de los sistemas de propiedad y distribución de la tierra más inequitativos del mundo. Un dos por ciento de la población es propietaria del 60 por ciento de la tierra cultivable, mientras que cerca de 100 millones de personas son campesinos sin tierra o habitantes de los suburbios.
"Brasil necesita una reforma agraria de largo alcance que sólo puede suceder con sus instituciones democráticas funcionando bien", dijo la representante del MST Ana Terra Reis, que esta semana visita Suecia para una serie de eventos públicos junto a Miguel Carter, editor del libro Desafiando la desigualdad social: El movimiento de trabajadores rurales sin tierra y la reforma agraria en Brasil.
En respuesta a los últimos homicidios, el MST ha llamado a movilización nacional y mundial en defensa de la democracia de Brasil este viernes 15 de abril.
La Fundación Right Livelihood Award se une al Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), organización brasilera a la que premió en 1991, para condenar los asesinatos que tuvieron como víctimas a dos de sus miembros el pasado 7 de abril en Paraná, sureño estado de Brasil.
Los asesinatos sucedieron en terrenos públicos que, usando títulos de propiedad falsificados, anteriormente explotaba la empresa maderera Araupel. El MST describe que la policía y los guardias de seguridad privada de Araupel dispararon contra un grupo de 25 trabajadores que acampaban en el lugar junto a más de 1.500 familias.
Un marcado aumento de la violencia contra los trabajadores rurales y personas sin tierra afecta a Brasil últimamente. En 2015, al menos 50 trabajadores rurales fueron asesinados en todo el país. De acuerdo con la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT), organización brasileña que compartió el “Premio Nobel Alternativo” con el MST, este es el registro más alto de los últimos 12 años y hace que Brasil sea el lugar más peligroso en el mundo para ser activista.
“El asesinato de trabajadores sin tierra se ha hecho tan habitual en Brasil que ya no constituyen noticia. La actual desestabilización política parece haber coincidido con una nueva ola de estos cobardes crímenes. Junto al MST pedimos justicia para las víctimas y seguridad y protección para todos los trabajadores sin tierra en Brasil", dijo Ole von Uexkull, director ejecutivo de la fundación Right Livelihood Award.
Brasil tiene uno de los sistemas de propiedad y distribución de la tierra más inequitativos del mundo. Un dos por ciento de la población es propietaria del 60 por ciento de la tierra cultivable, mientras que cerca de 100 millones de personas son campesinos sin tierra o habitantes de los suburbios.
"Brasil necesita una reforma agraria de largo alcance que sólo puede suceder con sus instituciones democráticas funcionando bien", dijo la representante del MST Ana Terra Reis, que esta semana visita Suecia para una serie de eventos públicos junto a Miguel Carter, editor del libro Desafiando la desigualdad social: El movimiento de trabajadores rurales sin tierra y la reforma agraria en Brasil.
En respuesta a los últimos homicidios, el MST ha llamado a movilización nacional y mundial en defensa de la democracia de Brasil este viernes 15 de abril.
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