Proyecto Nuestra América rinde homenaje a Hugo Chávez

Rodolfo Romero Reyes

Rebelión

Este 5 de marzo el ICIC Juan Marinello se llenó de personas de diferentes edades. Todos compartían una cosa en común: un amor intenso y un sincero respeto a la figura que fue y es Hugo Chávez Frías.

La actividad de homenaje comenzó con la proyección de un video en el que Raúl Torres y los médicos que acompañaron sus últimos momentos en Cuba, interpretan «El regreso del amigo».

Minutos después dos jóvenes, Mesilene Gorete del Movimiento Sin tierras de Brasil (MST) y Josué Veloz Serrade del Proyecto Nuestra América, hablaron durante unos minutos acerca de lo importante que es Hugo Chávez para Venezuela y para América Latina, y de la situación actual que se vive en la República Bolivariana.

La actividad, sencilla y breve, se suma a las decenas de acciones conmemorativas que han tenido lugar en Cuba y otros países amigos que recuerdan el tercer aniversario de la siembra de Chávez en tierra latinoamericana.

La actividad cerró con una caminata hasta el monumento de Simón Bolívar ubicado en la avenida de los Presidentes. En este lugar fue leída una Declaración por Chávez firmada por el Proyecto Nuestra América, que compartimos seguidamente.

Una vida es nada, es apenas un punto en una línea larga que se pierde en siglos y siglos. Tengamos conciencia de eso y entonces estaremos listos para dar la gran batalla todos los días de la vida que nos queden a nosotros, para libertar la patria y para crear la patria grande y socialista.

Hugo Chávez.

Chávez y sus herejías: el Socialismo, el Antimperialismo, la Revolución…

Las burguesías y el imperialismo siempre saben a quién matar. No lo pudieron matar, se convirtió en un líder de masas y estuvo al frente de una de las Revoluciones más originales que hubo en este continente y en el mundo. Como murió cuando nadie lo esperaba tienen que destruir su obra. No son dioses los que hacen las revoluciones, son los propios seres humanos, con virtudes y defectos, dudas y certezas... con ese desesperado horror de quedarse solos, en medio de la lucha, que muchas veces es el todo, la vida misma. ¿Qué es lo profundamente irreverente y subversivo en Chávez? ¿Qué quieren callar? ¿Qué no quieren que estudiemos?

Lo que no le perdonarán nunca es su apuesta por un Socialismo del siglo XXI; la construcción de un proyecto socialista bolivariano: de raíces autóctonas, indoamericano, mestizo, popular, antimperialista, y feminista. Le escuchamos decir en una ocasión, a Fernando Martínez Heredia: ¿Qué quería decir con un socialismo del siglo XXI?... Quería decir que no se pareciera a los socialismos del siglo XX.

La revolución bolivariana llegó para romper el mito de que no se podía iniciar un proceso de profundas transformaciones sociales en un país con un sistema electoral burgués intacto. Le destrozó los dogmas a todos: desde los imperialistas, los cuales veían la mesa servida para el ALCA; hasta una izquierda conservadora que seguía apegada a viejos manuales. En la originalidad de su pensamiento el socialismo es una posibilidad que depende en gran medida de nuestra voluntad.

Se plantea una nueva economía que incluye la transformación de un sujeto, dominado por los vaivenes del consumo y el mercado, y propone a la comuna como lugar de creación de un nuevo tipo de relaciones. Concibe que el poder sea popular y participativo, o no es verdaderamente socialista y alerta sobre el peligro de un socialismo de las élites sin el pueblo.Su idea del cristianismo es compatible con la prédica socialista, y para ser verdaderamente cristianismo tiene que ser socialismo. Equivale a decir: cuando no es socialista es una ideología conservadora al servicio del gran Capital.

En su perspectiva la radicalización de una revolución produce al antimperialismo. Un proceso revolucionario, si quiere serlo, tiene que ser antimperialista, es el pago por la herejía de levantarse contra todas las dominaciones. Fue además el gran impulsor de proyectos de integración que rompieron con los modos tradicionales de intercambio.

En ocasiones encontramos un Chávez mermado que ha generado un sector de la propia izquierda, que solo enfatiza sus dotes como gran líder, que lo mitifica y lo convierte en el artífice de todo; el hombre de todas las certezas. En el contexto actual de la revolución bolivariana, la derecha ha regresado para dominar el legislativo y amenaza barrerlo todo, con el apoyo del Imperialismo; debemos volver al Chávez de las búsquedas, al Chávez creador, el Chávez pensador de un proyecto socialista de nuevo tipo, el Chávez subversivo con relación al capitalismo, pero también con relación a los dogmas de la propia izquierda.

Quieren que nos creamos la última novela de Lilian Tintori con Leopoldo López, que olvidemos los muertos de las guarimbas, las vidas robadas en el Caracazo, las venas abiertas de América en las manos de Obama, a Berta Cáceres asesinada, en la lucha por los campesinos y la comunidad indígena Lenca, los siglos de explotación y colonialismo, los ríos de sangre desde el Bravo hasta la Patagonia.

Algunos lo recuerdan yendo a misa, cantando el Alma Llanera o una canción de Alí Primera; otros, con aquellos versos del Poeta…los más tristes de esa noche. Nosotros, preferimos recordarte, retornando siempre, como aquella noche en la que nadie dormía, ni creía que habías renunciado. Parecía que todos te llevábamos en brazos a Miraflores, cuando el pueblo de Bolívar, una América entera, gritamos:

Uh Ah, ¡Chávez no se va!