Nélson Guerrero, miembro del Frente Nacional Campesino Ezequiel Zamora (FNCEZ) y de la Corriente Revolucionaria Bolívar y Zamora (CRBZ) de Venezuela, dialogo con Resumen Latinoamericano durante la realización del VI Congreso de la CLOC-Vía Campesina, que finalizó días atrás en Argentina.
Los desafíos del movimiento campesino a nivel mundial, la actual situación en Venezuela y los ataques de Estados Unidos y la derecha al gobierno del presidente Nicolás Maduro fueron algunos de los temas conversados con el militante venezolano.
-¿Cómo se desarrolló el Congreso de la CLOC-Vía Campesina?
-Uno de los principales motivos por los cuales nos encontramos acá es la importancia de este VI Congreso. Consideramos que es uno de los eventos principales que tiene el movimiento campesino en función de seguir generando propuestas a nivel latinoamericano sobre la lucha campesina y las reformas agrarias, que son os principales objetivos que tiene la CLOC. Una nueva línea que surge para la CLOC, y que vamos a asumir con bastante énfasis, es darle empuje al tema de la juventud, porque es clave en el movimiento campesino ir formando a los jóvenes que más adelante pueden darle continuidad a esta lucha, que no termina en una sola etapa o en un período de gobierno, sino que es algo que va a trascender y va a generar mucho entusiasmo y conocimiento a los jóvenes que vienen emergiendo al calor de las luchas populares. Latinoamérica es otra, soplan vientos de cambio irreversibles que tenemos que desarrollar y ahí el papel de la juventud va a ser clave. Por eso, es una línea prioritaria y que iniciamos incluso con la IV Asamblea de la Juventud del Campo y la Ciudad el día 10 de abril y en este Congreso se desarrolló con un buen entusiasmo y una buena participación. Más adelante este Congreso va a ser, no solo a nivel latinoamericano, el epicentro para las propuestas claves de transformación del campo, de las propuestas de los campesinos y las campesinas a nivel mundial.
-Como movimiento campesino de Venezuela, ¿cómo vienen enfrentando las agresiones internas y externas que golpean al país?
-Con la llegada de la Revolución Bolivariana y del Comandante Chávez se abrieron unos nuevos escenarios. Anteriormente éramos víctimas del sicariato, de la persecución y el dirigente campesino vivía en la clandestinidad, no podía surgir un vocero del movimiento campesino porque era perseguido, desaparecido o asesinado. Llega el Comandante Chávez y la lucha campesina y sus movimientos agarran vigor y visibilización. Hoy por hoy, producto de esas luchas que se venían teniendo, en Venezuela tenemos una reforma agraria que habla sobre de la erradicación total del latifundio, cosa que ningún otro gobierno progresista ha tocado. Aun tenemos muchas batallas para desarrollar, porque incluso después de la Ley de Tierras que se aprobó en 2001-2002, llevamos más de 300 campesinos y campesinas asesinados y desaparecidos. Eso quiere decir que se le están tocando los intereses a la oligarquía y al imperio, y eso agudiza las contradicciones, pero también la lucha. En estos momentos, es necesario que el movimiento campesino asuma la tarea histórica de seguir el legado del Comandante Chávez, quien planteaba la eliminación de las semillas transgénicas, de los agroquímicos y la eliminación total del latifundio que, incluso, está en el Plan de la Patria 2013-1029 y que hoy es ley. Nuestra tarea histórica es consolidar ese legado, no dejarlo caer y garantizar la unidad del movimiento campesino venezolano con las amas de casas, con los trabajadores y con el poder popular. La lucha por la tierra y por la soberanía alimentaria no es solamente de los campesinos sino de todo un pueblo.
-¿En Venezuela surgen contradicciones entre ese rechazo a los agrotóxicos y los transgénicos y la realidad?
-Se nos ha hecho difícil aunque tenemos las leyes. Tenemos una ley de seguridad y soberanía alimentaria donde se establece que se sancione a todas las personas que atenten contra esa soberanía, pero en la aplicación es en donde se hace difícil. Son cuarenta años de dominación que tuvo el imperio y las grandes transnacionales en nuestro territorio y que incluso siguen teniendo ha generado que se haga difícil de aplicar la ley o materializarla en su totalidad. Estamos sufriendo efectos de esa lucha. Uno de los casos es que Venezuela sigue careciendo de unas semillas propias y autóctonas. Estamos en ese proceso de rescatar la identidad cultural y de las semillas ancestrales para contrarrestar una gran realidad que es que seguimos produciendo con las semillas transgénicas. Aun el gobierno está amarrado a esos convenios internacionales con grandes transnacionales que siguen financiando y vendiendo esas semillas. Hoy estamos sufriendo desabastecimientos por las políticas de bloqueo del imperio, es un bloque silencioso y no es un bloqueo como el de Cuba. Con Venezuela no ha salido un decreto para bloquearnos, pero lo están haciendo de forma muy silenciosa. Tenemos los recursos para comprar las semillas pero las transnacionales de las que dependemos no quieren vender los insumos. Hay una escasez total de los insumos necesarios para producir en Venezuela. Esa es la guerra económica y ahí está nuestro reto para revertirlo y construir y consolidar que el movimiento campesino tenga sus propias semillas e insumos. El desafío es salir de un modelo que nos implantaron la derecha y el imperio, que es el modelo transgénico, transnacional y de mercado de puerto. Venezuela sigue comprando insumos que podríamos estar produciéndolos en el país. La voluntad del gobierno revolucionario está clara de que hay que transformar esto, pero es una cosa que no se va a hacer de la noche a la mañana. Son procesos que vamos a ir construyendo poco a poco, con la organización campesina y las herramientas necesarias que garantice la producción en Venezuela. Hay un aspecto importante que es la agricultura familiar campesina, que es la clave para garantizar la seguridad y la soberanía alimentaria. En Venezuela se demostró en el 2002 con el paro petrolero, cuando las grandes empresas procesadoras de alimentos frenaron sus máquinas para tumbar al gobierno del Comandante Chávez, los campesinos dimos un paso al frente. Decidimos que si no hay comida porque las transnacionales no las quieren producir, en ese momento los campesinos demostramos que la agricultura familiar tiene la capacidad de sostener y garantizar la alimentación del pueblo venezolano.
-¿Cómo ves al pueblo venezolano, y en particular al pueblo chavista, después de dos años del fallecimiento del presidente Chávez teniendo en cuenta las agresiones externas y los intentos de golpe de la oposición?
-Después de la pérdida del Comandante Chávez la derecha pensó que era más fácil tumbar al gobierno revolucionario. Cuando el ultraderechista Henrique Capriles Radonski pierde contra el presidente Nicolás Maduro manda a descargar toda su ira contra el pueblo venezolano, asesinando a 11 compañeros, entre niños y adultos. Eso llevó a que la Revolución Bolivariana y el pueblo unificaran esfuerzos. El movimiento chavista está más unido que nunca, tenemos nuestras dificultades y debilidades pero a la hora de las agresiones hemos demostrado que estamos a la altura para defender la Revolución. La Revolución Bolivariana es chavista, el pueblo venezolano en su mayoría es chavista y así lo demuestra en las movilizaciones. A Obama no le quedó otra que asumir el papel de opositor en Venezuela, porque la derecha venezolana decayó y se desbarató. Y el imperio, al ver que no había oposición en Venezuela que pudiera revertir la Revolución Bolivariana, decide lanzar un decreto que dice que Venezuela es una amenaza para los Estados Unidos. Claro que es una amenaza para el capitalismo, pero no es una amenaza para el pueblo de Estados Unidos. Obama pensó que a través de ese decreto iba a debilitar y dividir a la fuerza chavista, pero lo que hizo fue unir al pueblo chavista y a aquellos que no están dentro del PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela), pero que son revolucionarios y defensores de la democracia bolivariana, e incluso a sectores de la derecha que dieron un paso al frente y dijeron que no consideraban que Estados Unidos se metiera en los asuntos internos de Venezuela. Estamos en una campaña para desmontar el decreto, superamos la meta de las 10 millones de firmas y vamos a presentarlas el 30 de abril. Ha sido contundente el apoyo de los países latinoamericanos y del mundo con Venezuela en la lucha que vamos dando contra el imperio. Y en la Cumbre de Panamá se desmontó ese escenario en el cual Estados Unidos quería avasallar nuevamente a la Revolución Bolivariana. Estados Unidos deja de agredir a Cuba, pero revierte el garrote hacia la Revolución Bolivariana, entonces Cuba dio un paso al frente y dijo que no se iba a sentar con Estados Unidos si la agresión seguía contra Venezuela. Así también lo hizo la compañera presidenta Cristina Fernández que en Panamá mantuvo una de las exposiciones más emblemáticas y que se haya dando en contra de la política del imperio. Hoy podemos decir que en Venezuela estamos unidos, vamos a unas elecciones parlamentarias donde en estos días se van a desarrollar las internas del PSUV, está la articulación con el Polo Patriótico, que creemos que ha cohesionado fuerzas para derrotar a la derecha. Ellos saben eso y no quieren ir a las elecciones, incluso no están desarrollando sus elecciones internas porque saben que van a ser derrotados nuevamente.
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