sábado, 21 de marzo de 2015

Reforma energética, geopolítica y criminalidad. La matriz mexicana para crear riqueza




En agosto de 2014 Petróleos Mexicanos (Pemex) anunció el despido de 10 mil trabajadores petroleros contratados bajo el régimen outsourcing [1] , uno de los primeros grandes recortes que realiza la empresa después de la aprobación de la reforma energética. En octubre, después, el director general Emilio Lozoya Austin, informó que el recorte alcanzaría también a su plantilla laboral en virtud del ajuste presupuestario y la caída del precio del crudo [2] . La cifra del recorte alcanzaría a 60 mil trabajadores, el 50% de la actual plantilla [3] .
Cuando se ‘debatió’ la reforma energética algunos legisladores alertaron que los trabajadores de Pemex y de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) enfrentarían despidos, lo que fue negado rotundamente por la propaganda oficial y los legisladores afines calificándolas de versiones infundadas [4] .

La contrarreforma energética es el viraje jurídico más trascendental desde la promulgación de la Carta Magna en 1917. Los cambios a los artículos 25, 27 y 28 tienen relación con la propiedad y la explotación de los recursos energéticos e implican la reorganización estructural de las dos empresas públicas más grandes del país: Pemex y CFE. Pero sobretodo ponen en entredicho la concepción misma del Estado mexicano y su soberanía, la seguridad nacional y energética, los ingresos del Estado, el gasto público...

Pemex bajo el nuevo modelo
El elemento central de la reforma es abrir todo el sector energético a la participación del capital y los actores privados, tanto nacionales como extranjeros, con la idea de que el fin del monopolio constitucional y el ingreso a circuitos de competencia harán que Pemex sea más competitiva, eficaz y eficiente.
Las competidoras en el mercado nacional, como Exxon Mobil, se mueven de otra manera.
ExxonMobil, la mayor petrolera de Estados Unidos y del mundo, ha desarrollado mecanismos de integración vertical y horizontal para fortalecerse ante la competencia y ser más eficiente en sus operaciones[5] . Además cuenta con el respaldo del Departamento del Tesoro vía FMI-BM-BID y del escudo diplomático-militar americano [6] . Incluso se ha documentado la bidireccionalidad existente entre la banca estadounidense y sus principales empresas trasnacionales, sobretodo las petroleras [7] .
ExxonMobil cuenta con poderosos mecanismos industriales y tecnológicos, con el respaldo de centros académicos y de investigación más el apoyo de la banca de Wall Street y diversas áreas del aparato estatal americano. Así lo documenta Steve Coll en su afamada obra Private Empire: ExxonMobil and American Power. En Pemex la entrada en vigor del modelo neoliberal en 1983 debilitó sus procesos de integración vertical. La división en 4 subsidiarias coordinadas por Pemex Corporativo fue el aporte descompetitivo. John Saxe sostiene que Carlos Salinas tomó esa medida para romper la coordinación de alto nivel, fragmentarla en unidades menos eficientes y más vulnerables y permitir su absorción por firmas petroleras integradas y sólidas [8] . Un proceso de agresión fiscal y desfinanciación en el Instituto Mexicano del Petróleo, la disminución de sus capacidades de innovación tecnológica y la falta de respaldo de una banca nacional completan un cuadro donde competir con éxito es una posibilidad ilusoria. El mediano plazo En el mediano plazo Pemex no tendrá viabilidad financiera y se dirigirá la privatización completa. El valor de una empresa petrolera se mide por el tamaño de sus reservas, por su producción y por el precio de su materia prima [9] . La posesión de grandes reservas proporciona a las petroleras mayor sustentabilidad en sus operaciones futuras, acceso a créditos y mejor cotización de sus acciones[10] .Las reservas de petróleo bajo control de las empresas privadas se han reducido sustancialmente en el mundo, pasando del 85% en 1950 a sólo el 10% en la actualidad.
A la inversa de esta tendencia mundial, la reforma energética en México propone compartir el control y usufructo de la mayoría de los campos petroleros del país, sobre todo las reservas en aguas profundas del Golfo de México, que oscilan entre 40 mil y 100 mil millones de barriles [11] .
Pemex plantea especializarse en la exploración y producción en aguas someras con casi nulo valor agregado y 0.01 empleos por barril exportado. En cambio, los encadenamientos petroquímicos y comerciales generan un valor agregado de más de 1.000 dólares por barril y gran cantidad de puestos laborales [12] .
Una vez aplicada la reforma energética, Pemex se encontrará en un punto de venta ideal. Su inviabilidad financiera resultará de la carencia de desarrollos tecnológicos para vender y/o rentar a otras empresas, la caída de sus flujos de efectivo y de sus reservas bajo control directo y la superación de sus activos por el peso de sus pasivos [13] . En ese contexto la privatización será un paradigma ineludible.

Impacto en la seguridad energética
La seguridad energética fue la consigna de los defensores de la reforma. La participación privada revertiría la declinación productiva de Pemex [14] , que comprometía el abastecimiento energético.
La noción de que el accionar privado responda a las necesidades del Estado mexicano en detrimento de su Junta de Accionistas o que prevalezca el interés nacional por sobre la búsqueda de ganancias es ilusoria. Y una coincidencia oportunamente histórica entre interés privado y público indica que el Estado mexicano perdió la brújula sobre la importancia estratégica del control estatal sobre los recursos energéticos.
El proceso de apertura de Argentina y Brasil, que liberalizaron sus sectores energéticos en la década de 1990, puso en riesgo su seguridad energética.
Ildo Luis Sauer, director de Petrobras entre 2003 y 2007, afirma que “la apertura no fue benéfica para Brasil y tiene más lecciones negativas que aprender que positivas”. Respecto a las petroleras transnacionales, aseguró que “una vez que sacas a los leones de las jaulas, ellos entran en el sistema y tienen fuerza para participar con mucha más potencia en el sistema político y económico para dominar los medios de comunicación e infiltrarse en los partidos políticos a través de cabilderos, que son los que están en los congresos y en los palacios” [15] .
Paulo Cesar Smith Metri detalló que “cuando se concede una zona de exploración, quien descubre petróleo en ese sector se hace dueño del producto extraído y hace lo que mejor le parezca con ese producto. Normalmente las empresas extranjeras lo exportan, es decir, en el momento en que una empresa descubre petróleo en una región, tiene la propiedad y el Estado brasileño pierde totalmente el poder que el petróleo ofrece” [16] .
En Argentina las experiencias negativas fueron aún más dramáticas. La liberalización se inició en los 70s pero en los 90s Yacimientos Petrolíferos Fiscales fue privatizada. Se dio a la iniciativa privada la explotación de las principales reservas de petróleo y gas, la capacidad de determinar los precios locales del petróleo y sus derivados y la participación en todos los eslabones de la industria petroquímica [17].
Desde la “pesificación” de la economía en 2002, y aún más con la llegada de Néstor Kirchner a la presidencia en 2003, los enfrentamientos con las petroleras se hicieron cotidianos. La crisis energética argentina de principios de 2004 se caracterizó por el desabastecimiento crónico de petróleo, gas y sus derivados en el mercado local, constantes apagones y alzas unilaterales en los precios de las naftas y el diesel. El gobierno denunció que los problemas se debían a una insuficiente inversión en la exploración, producción, transporte y refinación. En medio de los apagones el gobierno dosificó el suministro e importó gas, petróleo y sus derivados desde Bolivia, Venezuela y otros países, mientras las petroleras continuaban exportando. En 2007 Argentina importó 988.379 toneladas de combustible y exportó 1.657.532 toneladas. Una importación innecesaria pero acorde con el statu quo de las petroleras Repsol YPF, Esso y Shell [18] .

Impacto en la recaudación y en la política fiscal
Pemex es el mayor contribuyente fiscal del país, aportando más que todas las empresas públicas y privadas juntas. En 2013 aportó más de un billón de pesos, la tercera cifra más alta de su historia pese a producir la menor cantidad de petróleo de los últimos 20 años [19] .
Ese aporte representó alrededor del 60% de sus ventas totales y casi el 100% de su utilidad neta, al contrario de las 400 empresas privadas más grandes del país cuya carga impositiva es prácticamente nula[20] . Pemex, impositivamente hablando, es México.
El gasto público ha venido incrementándose en la última década desde 1.243 billones de pesos en 2000 [21] a 4.695 billones de pesos en 2015, previo a los recortes [22] . La deuda pública, en sólo dos años del nuevo gobierno ha crecido 26.4%, llegando al 40.5% del PIB [23] .
Entre la importancia nodal de Pemex en el sostenimiento del gasto público y la drástica disminución de ingresos de la reforma energética al perder el monopolio de la explotación y comercialización se comprende que la reforma energética tiene más motivaciones de economía política que económicas o energéticas.
Lo que ya no aportará Pemex provendrá de un alza general en la carga impositiva, de una alta dependencia de los flujos externos de divisas, de una devaluación progresiva del peso. El grave riesgo de una crisis financiera será el precio a pagar por la cesión de soberanía.
Aunque el país aumente su recaudación en pesos sus compromisos externos están tasados en dólares, los que disminuirán por la caída de los precios del crudo y la entrada de nuevos actores en el sector. No sólo Pemex disminuirá el ingreso de divisas no condicionadas (125 mmdd en 2013). También mermarán las remesas (22 mmdd) y el turismo (14 mmdd) por la prolongación de la crisis económico-financiera internacional y el entorno interno de inseguridad.
La diferencia entre los pesos recaudados y los dólares necesarios revitalizará la devaluación, lo que puede desatar una crisis financiera. Ya lo alertó The Economist en diciembre [24] .
La administración peñista podría contratar más deuda o atraer mayor inversión extranjera. En ambos casos el país tendría que adecuar aún más su política económica y realizar aún otros cambios legales deseados por los inversionistas. O trasladarles de hecho la dirección rectoría económica del país, como ya sucedió con los Paquetes de Ajuste Estructural y las Cartas de Intención y Condicionalidad Cruzada que las administraciones de López Portillo y De la Madrid firmaron en 1982.
La apertura del sector energético transferirá excedentes. Con una tasa de ganancia del 20% anual, por cada dólar invertido en un periodo de 20 años los inversionistas extranjeros recibirian 95 dólares [25] .
Para completar la reforma energética resta la aprobación de dos grandes reformas para hacer completamente funcional: la ley general del agua y la ley agraria.
La importancia de los hidrocarburos mexicanos radica en los yacimientos de aguas profundas, pero en tierra existen depósitos apreciables para los inversores locales y extranjeros. Para ser explotados con previsibilidad jurídica hay que modificar el régimen de propiedad del suelo y la distribución de los recursos hídricos sobre y debajo de su superficie.
Los Estados con importantes reservas shale como Tamaulipas, Nuevo León, Veracruz y San Luis Potosí se vuelven estratégicamente importantes, al ser también zonas con gran estrés hídrico.
Puede ser que la construcción del Acueducto Monterrey VI, polémico por la participación de la Constructora Higa, su elevado costo y los estudios inflados sobre la disponibilidad de agua en Monterrey, esté relacionado con la necesidad de agua para explotar vía fracking los depósitos de shale oil en la región.
Quizás tena razón Carlos Fazio al señalar que “entre 2009 y 2012 habremos asistido en esos Estados (Veracruz, Tamaulipas y el Golfo de México) a una violencia militar y paramilitar provocada, cuyo fin fue el desplazamiento forzado de población y una refuncionalización de la tierra y los recursos geoestratégicos a ser fagocitadas por empresas trasnacionales una vez modificada la Constitución”.
Geopolítica, reformas y criminalidad corporizan una tríada de acumulación donde lo originario y lo normal se entremezclan en una muy mexicana manera de producir riqueza.



[1] Pemex se 'despide' del personal de outsourcing por austeridad. El Financiero, 8 de enero de 2015.
[2] Pemex prepara recorte de personal: Lozoya. El Financiero, 18 de febrero de 2015.
[3] Prevén despido de 60 mil de Pemex. Diario Reforma, 22 de febrero de 2015.
[4] Reforma energética no traerá despidos: Romero Deschamps. Milenio Diario, 14 de enero de 2014.
[5] La integración vertical significa detentar el control de la mayor cantidad de actividades relacionadas al sector, que en el caso del petróleo van desde la exploración, producción, refinación, hasta la comercialización de sus productos. En el caso de la integración horizontal, ésta se produce cuando una empresa se fusiona o es comprada por otra del mismo sector.
[6] Saxe-Fernández, John. Darle en la torre a Pemex. Diario La Jornada, 12 de diciembre de 2013. Consultado en línea en: http://shar.es/Vjb7c
[7] Jalife-Rahme, Alfredo. Interconectividad bidireccional del petróleo/gas con los bancos trasnacionales anglosajones. Diario La Jornada, 6 de marzo de 2013. Consultado en línea en: http://shar.es/VjbJe
[8] Saxe-Fernández, J. Fox y el desmantelamiento de Pemex. Nueva Sociedad, Caracas, nov-dic 2005. Consultado en línea en: http://www.fusda.org/johnsaxe-rev3-4.pdf
[9] Kaiser, M. et al. Oil and gas company valuation, reserves, and production. Oil and Gas Financial Journal. 1 de f ebrero de 2012. Consultado en: http://fw.to/SXX4pAT
[10] El booking es la técnica contable que le permite a las petroleras lograr tales objetivos. Una definición clara de ésta la ofrece Julio Zamora de Citigroup, quien la explica como “una forma para que las compañías pongan sus reservas en sus hojas de balance y permite a los usuarios de los estados financieros entender dónde están gastando e invirtiendo y dónde se espera que provenga su producción futura”. Para más, véase: Mexico Plans Oil Reserve Sweetener to Lure Exxon, Chevron. Bloomberg, 14 de agosto de 2013. Consultado en: http://bloom.bg/16Jbx8L
[11] Jalife-Rahme, Alfredo. Las reservas de Pemex en aguas profundas, según Stratfor. Diario La Jornada, 25 de enero de 2009. Consultado en línea en: http://bit.ly/1pqP3my
[12] Entrevista, Además de técnico-económico, la reforma energética es un tema esencialmente histórico, político y geoestratégico: John Saxe-Fernández. Revista Mensual de Ciencias y Humanidades, julio-agosto de 2008. Año IV, Número 33. Pp. 10-14.
[13] Pemex reporta pérdidas por 169 mil mdp para 2013. Diario El Universal, 28 de febrero de 2014. Consultado en línea en: http://bit.ly/1mqWBVL
[14] Este fenómeno ha sido asociado a la sobreexplotación de los principales yacimientos a través de la inyección de hidrógeno, técnica que se utiliza para aumentar la rapidez con la que se extrae el hidrocarburo del subsuelo. Es de resaltarse que su mayor aplicación se haya dado durante la gestión al frente de la paraestatal de Adrián Lajous Vargas, hoy directivo de Schlumberger, convertida para 2010 en la contratista más importante de PEMEX; y en la etapa en la que Felipe Calderón fungió como Secretario de Energía de Vicente Fox. Para más, véase: Jalife-Rahme, Alfredo. Op. Cit. 25 de enero de 2009 .
[15] Cuando la IP extrae crudo, baja la renta petrolera para el Estado. Diario La Jornada, 13 de septiembre de 2013. Consultado en línea en: http://shar.es/VdT7T.
[16] Recomiendan no imitar modelo Petrobras en Pemex. Diario de Yucatán, 6 de noviembre de 2013. Consultado en línea en: http://bit.ly/1jVUUku.
[17] Serrani, Esteban. Transformaciones recientes en la industria petrolera argentina: el caso de Yacimientos Petrolíferos Fiscales, 1989-2012. Revista de Gestión Pública, Volumen II, Número 1. Enero-Junio 2013. Pp. 247-280.
[18] Sabbatela, Ignacio. Petróleo, gas y crisis energética en Argentina (2003-2007): aportes desde el marxismo ecológico. Observatorio Petrolero del Sur, 17 de septiembre de 2010.
[19] Pemex aportó al erario más de un billón de pesos en 2013. Diario La Jornada, 30 de enero de 2014.
[20] Monterrosa, Fátima. El verdadero hoyo fiscal: 400 grandes empresas (casi) no pagan impuestos. Revista Emmeequis, 25 de octubre de 2009.
[21] Evolución del Gasto Público por Ramos (2000-2012). Centro de Estudios de las Finanzas Públicas. Cámara de Diputados, LXII Legislatura.
[22] Presupuesto 2015 privilegia desarrollo: SHCP. Azteca Noticias, 14 de noviembre de 2014.
[23] Subió 26.4% la deuda pública en sólo 2 años de Peña Nieto. Diario La Jornada, 9 de marzo de 2015.
[24] Pass the tequila. Two decades after the peso crisis, Mexico faces new shocks . The Economist, 13 de diciembre de 2014.
[25] John Saxe-Fernández y Omar Núñez, Globalización e Imperialismo: la transferencia de Excedentes desde América Latina, en Saxe-Fernández, John. Op. Cit. 2005. Pág. 79. 

– Dr. Norberto Emmerich IAEN , Ecuador y Lic. Edgard Valenzuela, UNAM, México
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de los autores mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

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