La marea humana desafío la fuerte lluvia de la tarde para inaugurar este martes 24 la décima edición del Foro Social Mundial (FSM). Fueron miles de personas las que se lanzaron a la calle a partir de la rotonda de Bab Saadoun para concluir la caminata de algo más de una hora frente al Museo Bardo.El mismo lugar donde apenas 6 días antes un ataque terrorista segó la vida de una veintena de personas, la mayoría de los cuales eran turistas extranjeros.
La manifestación fue más tensa y menos colorida que la que dos años antes, casi día por día, inauguró el anterior Foro Social Mundial en 2013. Pero tan nutrida como aquella cita en la misma capital tunecina.
Entonces el FSM se convocaba bajo la consigna de la “Dignidad”. Hoy, bajo el signo de “Dignidad y derechos”. Entre tanto las explosiones que a partir del 2011 dieron origen a la denominada “primavera árabe” se confrontan en varios países del Magreb a procesos contrarrevolucionarios. Y la defensa de los derechos y conquistas sociales ocupan un lugar esencial de la práctica cotidiana de los movimientos sociales de la región.
Movilización contundente
Si bien el Comité de Organización tunecino del FSM al cambiar el recorrido inicialmente previsto de la manifestación –haciéndola concluir en el Museo Bardo- la impregnó de un fuerte significado de denuncia del terrorismo, los contenidos no se limitaron a este hecho coyuntural.
“Sean solidarios y vengan a Túnez” decía una de las banderolas de la cabeza de la movilización ciudadana. “Por una política justa de empleos”, subrayaba la segunda, enfatizando la apuesta por mayores derechos sociales.
Y es ese ambiente dual, de denuncia a la agresión y de apuesta a mayores conquistas, el que marcarás esta nueva convocatoria altermundialista, que según algunos de los organizadores podría movilizar en torno a 60.000 personas. Muchas de ellas, la mayoría, de Túnez y el Magreb. Otra parte, simbólicamente importante, de militantes llegados del resto de África, Europa, América Latina y Asia.
Con una significativa presencia de mujeres y jóvenes, como espejo de lo que ya se vio este martes en las calles de Túnez. La movilización de apertura estuvo fuertemente impregnada de consignas feministas –en particular promovida por participantes de la Marcha Mundial de Mujeres- y por un fuerte activismo juvenil de todo tipo y horizontes.
El “Otro Mundo Posible” ganó de nuevo las calles Túnez. En pocas horas y hasta el sábado 28, la socialización de experiencias, el fortalecimiento de redes, las agendas de movilización y la búsqueda de alternativas serán los invitados de honor de las más de mil actividades autogestionadas que se desarrollarán en la capitalina universidad El Manar. Donde la veintena de asambleas de convergencias marcará el rumbo de acuerdos, consensos y visiones de futuro de la sociedad civil internacional.
Un paso adelante del movimiento altermundialista, que si bien no se reduce al Foro Social Mundial, sigue encontrando en él un espacio esencial para seguir ejercitando de pleno su derecho a soñar.
La manifestación fue más tensa y menos colorida que la que dos años antes, casi día por día, inauguró el anterior Foro Social Mundial en 2013. Pero tan nutrida como aquella cita en la misma capital tunecina.
Entonces el FSM se convocaba bajo la consigna de la “Dignidad”. Hoy, bajo el signo de “Dignidad y derechos”. Entre tanto las explosiones que a partir del 2011 dieron origen a la denominada “primavera árabe” se confrontan en varios países del Magreb a procesos contrarrevolucionarios. Y la defensa de los derechos y conquistas sociales ocupan un lugar esencial de la práctica cotidiana de los movimientos sociales de la región.
Movilización contundente
Si bien el Comité de Organización tunecino del FSM al cambiar el recorrido inicialmente previsto de la manifestación –haciéndola concluir en el Museo Bardo- la impregnó de un fuerte significado de denuncia del terrorismo, los contenidos no se limitaron a este hecho coyuntural.
“Sean solidarios y vengan a Túnez” decía una de las banderolas de la cabeza de la movilización ciudadana. “Por una política justa de empleos”, subrayaba la segunda, enfatizando la apuesta por mayores derechos sociales.
Y es ese ambiente dual, de denuncia a la agresión y de apuesta a mayores conquistas, el que marcarás esta nueva convocatoria altermundialista, que según algunos de los organizadores podría movilizar en torno a 60.000 personas. Muchas de ellas, la mayoría, de Túnez y el Magreb. Otra parte, simbólicamente importante, de militantes llegados del resto de África, Europa, América Latina y Asia.
Con una significativa presencia de mujeres y jóvenes, como espejo de lo que ya se vio este martes en las calles de Túnez. La movilización de apertura estuvo fuertemente impregnada de consignas feministas –en particular promovida por participantes de la Marcha Mundial de Mujeres- y por un fuerte activismo juvenil de todo tipo y horizontes.
El “Otro Mundo Posible” ganó de nuevo las calles Túnez. En pocas horas y hasta el sábado 28, la socialización de experiencias, el fortalecimiento de redes, las agendas de movilización y la búsqueda de alternativas serán los invitados de honor de las más de mil actividades autogestionadas que se desarrollarán en la capitalina universidad El Manar. Donde la veintena de asambleas de convergencias marcará el rumbo de acuerdos, consensos y visiones de futuro de la sociedad civil internacional.
Un paso adelante del movimiento altermundialista, que si bien no se reduce al Foro Social Mundial, sigue encontrando en él un espacio esencial para seguir ejercitando de pleno su derecho a soñar.
Sergio Ferrari, colaboración de E-CHANGER/COMUNDO, organización de cooperación solidaria que coorganiza la delegación suiza de 70 personalidades presentes en Túnez
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
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