Las tensiones se incrementan por minuto ante la incertidumbre. Radio Globo es acallada sistemáticamente.
En el marco de la tiranía cívico-militar hondureña, el más que probable
fraude electoral del pasado 24 de noviembre que dio por ganador -con
cuentas parciales e irregularidades de todo tipo- al representante de la
oligarquía de ese país centroamericano y de los intereses
norteamericanos, el 28 de noviembre, antes de las 06.00 hrs. fueron
bloqueadas las transmisiones por antena y por Internet de la única radio
democrática que quedaba en el golpeado territorio de Morazán, Radio
Globo. Al menos, por Internet, lograron volver a transmitir después de
aproximadamente una hora.
Mientras el partido genuinamente
triunfador, Libertad y Refundación, LIBRE, todavía analiza voto a voto
los escrutinios violentados por la dictadura mediante artificios tanto
sofisticados, como tradicionalmente vulgares, los jóvenes estudiantes,
indígenas y campesinos de la Resistencia ya salen a las calles a
denunciar la estafa electoral, vaticinada por diversos analistas.
El silenciamiento forzoso de Radio Globo, único medio de comunicación
de alto impacto, simplemente expresa el ínfimo derecho a la libertad de
expresión que sobrevive en Honduras momentáneamente debido a que
los comicios presidenciales y parlamentarios contaron con la reciente
asistencia de más de mil observadores internacionales que ratificaron
los delitos electorales cometidos por el partido oficialista, y aún se
mantiene la atención de gran parte del mundo sobre el curso de los
acontecimientos.
El 28 de noviembre, primero los locutores y
comunicadores en la madrugada hondureña de la emisora Globo acusaron la
caída de la señal propia de una radio del dial legal para luego, a los
pocos minutos, desaparecer de Internet y su comunicación en línea. Sólo
retornarían a escucharse alrededor de una hora después.
Agudos,
críticos, inteligentes y amantes de su pueblo, los trabajadores y
trabajadoras de Radio Globo han denunciado valientemente la represión de
la dictadura oligárquica titiriteada por los intereses del Pentágono
por la relevancia geoestratégica de Honduras en la Península de
Yucatán. De hecho, el territorio hondureño ha sido usado y abusado
militarmente por el Estado norteamericano como plataforma y retaguardia
durante la Revolución Nicaragüense, y las guerras populares tanto en El
Salvador, como en Guatemala. La tradición heroicamente antiimperialista
de una región víctima del saqueo y el crimen contra sus pueblos,
tensiona aún más la situación de inestabilidad y potencial
ingobernabilidad de Honduras de no reconocerse el triunfo electoral de la amplia oposición democrática policlasista.
Por otra parte, intentando ganar tiempo para normalizar y convencer a
los hondureños y a la comunidad internacional de la cuestionadas y no
informadas aún cifras finales de las elecciones del pasado 24 de
noviembre, el Tribunal Supremo Electoral -órgano de la tiranía- emplea
argumentos insostenibles, como "la mala vista de los digitadores" para
contar los votos.
Durante la jornada electoral, el oficialista
Partido Nacional canjeó papeletas de votación por bolsas de comida, ropa
y hasta tarjetas de crédito, entre otras aberraciones. Así y todo, con
la militarización del país y los asesinados por la dictadura, el pueblo
hondureño sufragó masivamente por Libertad y Refundación. En Honduras ,
la mitad de la población es campesina y el 70 % de la población está
bajo la línea de la pobreza según estándares internacionales.
LIBRE, hasta ahora, ha obrado con gran cautela y no ha llamado
convincentemente al pueblo democrático a salir a las calles. Se ha
limitado a concentrarse en contar los votos y manifestar que
oficializará su posición el viernes 29 de noviembre. Por el momento.
Quien suscribe este artículo, teme que LIBRE se distraiga en aspectos
técnicos y no políticos para enfrentar esta hora crucial. Resultaría un
saludo a la bandera de consecuencias altamente inciertas, que LIBRE se
contentara con quedar como segunda fuerza electoral, entre los
dinosáuricos partidos Nacional y Liberal. Cuando el pueblo dispuesto a
luchar por oponerse a un fraude ejecutado bajo luz de mediodía observa
las vacilaciones de su conducción política coyuntural puede
desorientarse por un momento, pero luego, más temprano que tarde, busca y
logra su recomposición a través de nuevas conducciones políticas
liberadoras.
La legitimación de un fraude electoral de talla
mayor y, por tanto, de una falsa democracia y auténtica tiranía
remozada, arriesga la propia unidad interna de LIBRE. No es abstracto ni
ideológico que la lucha de clases también se reproduce al interior de
instrumentos político electorales de inspiración democratista. El
objetivo comprometido es el poder y las transformaciones que demandan
los oprimidos. Si ello se relativiza, el riesgo de la unidad necesaria
para encarar una dictadura simplemente, peligra.
Por minuto se
incrementa la crisis política y multidimensional hondureña. Su pueblo,
como históricamente está probado, tiene la última palabra.
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