Caracas,
9 de septiembre de 2015.
Sr.
Luis Almagro
Secretario
General de la Organización de Estados Americanos (OEA)
Sr.
Almagro:
No
nos sorprende para nada su actitud de animadversión, hacia Venezuela
y nuestra Revolución Bolivariana, expresada en los últimos días
respecto a temas como el proceso electoral del próximo mes de
diciembre, las decisiones judiciales sobre los responsables de la
desestabilización violenta en nuestra patria y la situación en la
frontera colombiana.
No
es nueva su manifiesta posición en contra de Venezuela. En 2012,
ante la suspensión temporal de la República del Paraguay en el
Mercado Común del Sur (MERCOSUR) se abrió la posibilidad jurídica
de nuestro ingreso pleno a dicho mecanismo. Usted como Canciller
uruguayo, contrariando la voluntad del Consejo de Jefes de Estado,
maniobró, sin éxito, hasta el final para impedirlo.
En
2013, desarrolló un conjunto de argucias para que Venezuela no
asumiera la Presidencia Pro Tempore de MERCOSUR. En tal sentido, se
trasladó a Caracas a plantearme, en mi condición de Canciller, una
propuesta indigna para nuestra patria. La cual, como recordará,
rechazamos de plano.
Más
grave fue su actitud inquisidora, durante las visitas de la Comisión
de Cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) a
Venezuela, con el propósito de promover el diálogo político entre
el Gobierno y diversos sectores de la oposición venezolana, en el
año 2014.
En
el marco de esta iniciativa, intentó Ud. cuestionar la decisión
constitucional y soberana de la mayoría parlamentaria en la Asamblea
Nacional Venezolana de suspender de ese cuerpo legislativo a la Sra.
María Corina Machado; una de las principales promotoras de la
violencia terrorista, por haber aceptado la representación
diplomática de otra nación ante la OEA. Recuerde Sr. Almagro que su
actitud fue cuestionada en el acto por el resto de cancilleres del
bloque regional, por considerarla una injerencia inadmisible en
nuestra política interna.
Sr.
Almagro, en ese entonces Ud. dio crédito público a las acusaciones
emitidas por falsas organizaciones de derechos humanos, que vale
acotar son financiadas por la Fundación Nacional para la Democracia
(NED), en torno a las supuestas torturas de que fueran víctimas los
ciudadanos detenidos por ser organizadores y ejecutores la violencia
terrorista que se vivía en Venezuela; acusaciones, por cierto, que
hasta la fecha no han sido soportadas con ninguna prueba.
En
reuniones sostenidas con la oposición venezolana, Ud. Sr. Almagro
expresó sentirse avergonzado por los relatos de supuestas torturas y
violaciones a los derechos humanos, manifestando abiertamente su
solidaridad con los "torturados y muertos"; otra vez dando
por cierta, sin ningún sustento probatorio, la versión de los
voceros del plan de desestabilización de la democracia venezolana y
erigiéndose en juez de nuestra revolución, para lo cual no tiene
estatura ni política, ni moral.
Usted
Sr. Almagro, desde hace rato juega a intereses diferentes a los de la
independencia y soberanía de los pueblos de Nuestra América, por
eso la dignidad y valentía del pueblo revolucionario de Venezuela lo
golpetea en su propia historia traicionada. De allí tanto encono
contra nosotros y nosotras.
Para
nada nos extrañó, cuando tras su visita a la Casa Blanca en el año
2014, salió corriendo Ud. a la sede de la OEA, sin haberlo
consultado con ningún país de la UNASUR, a proponer su candidatura
a la Secretaría General del caduco organismo. Finalmente, apoyamos y
promovimos dicha candidatura para desmontar la componenda armada por
el Departamento de Estado Norteamericano de lograr que la Unión de
Naciones Suramericanas (UNASUR) fuera dividida en esa elección.
Fue
Ud. electo Secretario General con el voto de la República
Bolivariana de Venezuela y de la Alianza Bolivariana de Nuestra
América (ALBA), porque para nosotros los venezolanos y las
venezolanas, como lo dijera nuestro Padre Bolívar "La Patria es
la América" y como nos lo enseñó el Comandante Chávez, la
unión de nuestros pueblos está por encima de las intrigas de los
figurines de turno.
Una
vez en el cargo de Secretario General de la OEA, en mayo de 2015, de
inmediato asumió el papel esperado de procónsul que le exige el
Departamento de Estado, dedicando toda su gestión a atacar a la
Patria libre y digna de Bolívar.
En
menos de seis meses de gestión como procónsul de Washington, Ud. se
auto propuso como observador en las elecciones parlamentarias de
Venezuela y recibió para tal fin a Henrique Capriles Radonsky, actor
político de dudosa conducta democrática, uno de los principales
instigadores y ejecutores del golpe de estado fascista de 2002 contra
el Comandante Chávez y en ese contexto, en su condición de Alcalde,
practicó personalmente detenciones ilegales y arbitrarias contra
ministros y diputados del régimen constitucional y tomó por asalto
la embajada de la República de Cuba en búsqueda de supuestos
asilados.
Más
recientemente este personaje con quien Ud. se reúne, en abril de
2013, en su condición de candidato perdedor convocó al
desconocimiento violento de los resultados electorales que dieron
como legítimo ganador al Presidente Nicolás Maduro. Sr. Almagro le
recuerdo que Capriles Radonsky aún sigue sin reconocer al Presidente
democráticamente electo de la República Bolivariana de Venezuela y
Ud. lo acoge como líder de una oposición, que ni siquiera lo
reconoce internamente como tal.
Otra
de sus afrentas en 2015 contra nuestro pueblo Sr. Almagro: El Poder
Judicial venezolano, otorga medidas cautelares humanitarias a
responsables de la violencia terrorista en los últimos años en
nuestro país, como el Sr. Antonio Ledezma, connotado represor y
violador de derechos humanos, en los años 90, y el Sr. Daniel
Ceballos, organizador de grupos paramilitares en la frontera en
alianza con el genocida Álvaro Uribe Vélez y Ud., afanoso, lanza un
mensaje por las redes sociales, regocijándose por "las medidas
a favor de los presos políticos en Venezuela".
En
las últimas semanas, Sr. Almagro, nuestro gobierno toma la decisión
soberana de cerrar temporalmente sus fronteras con Colombia y
desocupar legalmente una invasión de ciudadanos colombianos que
permanecían ilegales del lado de nuestra frontera, tras un ataque
armado de paramilitares de origen colombiano a una patrulla de la
Fuerza Armada Nacional Bolivariana que estaba combatiendo el
irracional contrabando de gasolina, alimentos y otros bienes
esenciales que practican estos grupos irregulares contra nuestra
economía, y Ud. salió presuroso a Bogotá a diseñar una maniobra
fallida para llevar a Venezuela como acusada ante el Consejo de
Cancilleres de la OEA, convalidando, una vez más sin pruebas, la
versión del gobierno de Santos y del genocida Álvaro Uribe Vélez.
Derrotado
en el seno de la propia organización colonialista, el fin de semana
pasado se fue a la frontera del lado colombiano a intentar legitimar
el escenario "falso positivo", de una crisis humanitaria,
montado por la oligarquía bogotana, experta en ocultar mediante el
"marketing" el genocidio que ha cometido contra el sufrido
pueblo de la Colombia profunda.
Almagro,
cuando vuelva a Colombia, sea serio y pídale al gobierno del
Presidente Santos le permita visitar las regiones donde habitaban los
millones de desplazados por la acción paramilitar y las fosas
comunes donde todavía esperan identificación los miles de
campesinos, mal llamados "falsos positivos", asesinados por
el gobierno de Álvaro Uribe Vélez.
Sr.
Almagro respete al noble pueblo de Venezuela, que es un gran pueblo.
En nuestra patria conviven más de 5 millones de colombianos y
colombianas, sobrevivientes del modelo capitalista paramilitar que la
oligarquía bogotana impone a sangre, terror y fuego. Colombianos y
colombianas que fueron acogidos y protegidos en nuestra tierra. Más
de 2 millones de esas mujeres, hombres y niños fueron nacionalizados
de manera expedita, en apenas 6 meses, por el gobierno de la
Revolución Bolivariana.
Necesario
es decir, que nadie ha hecho y arriesgado más para el logro de la
paz en Colombia, facilitando el dialogo que ponga fin a la guerra
civil, que los Presidentes venezolanos Hugo Chávez y Nicolás
Maduro. Así lo reconocerá la historia, más temprano que tarde.
Sr.
Almagro, Ud. tiene menos de 6 meses en el cargo de procónsul, en vez
de dedicar su gestión a agredir a Venezuela, por vergüenza propia,
debería ya haber recibido o visitado a los familiares de las miles
de mexicanas y mexicanos desaparecidos, en especial al Comité de
familiares de Ayotzinapa; con valentía debió haberse presentado en
los retenes de niños inmigrantes de Nuestra América en la frontera
sur de Estados Unidos de Norteamérica; o solicitado la clausura del
centro de detención ilegal y tortura que tiene el gobierno
norteamericano en Guantánamo, territorio cubano ilegalmente ocupado
por el Imperio del cual Ud. ha devenido en agente.
Todavía
está a tiempo de hacer algo al respecto de estas vergonzosas
situaciones, solo así pudiéramos pensar que de verdad, como dijera
el Comandante Che Guevara, Usted se indigna ante la injusticia y tal
vez podríamos llamarlo, de nuevo, Compañero.
Sr.
Almagro, ningún figurín ha podido con la resolución del pueblo
venezolano de construir una sociedad socialista en libertad. No será
Ud. quien lo logre, dedique su esfuerzo a acompañar a los pueblos de
Nuestra América que claman justicia frente al atropello imperial y
al desprecio a sus derechos por parte de las rancias oligarquías
latinoamericanas.
Recupere
algo de la dignidad entregada y déjenos, a los hijos e hijas de
Bolívar, seguir andando con nuestras banderas bolivarianas y
socialistas en alto.
Vaya
nuestra admiración y afecto al pueblo uruguayo y a nuestros y
nuestras camaradas del Frente Amplio que ondean orgullosos y
orgullosas las banderas del Socialismo.
"Unidos
íntimamente por vínculos de naturaleza y de intereses recíprocos,
luchamos contra tiranos que intentan profanar nuestros más sagrados
derechos".
De
José Artigas a Simón Bolívar.
Cuartel
General, 20 de julio de 1819.
ELÍAS
JAUA MILANO
EX
CANCILLER DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA.
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