
La derrota legislativa del pasado 6 de diciembre significó un punto de inflexión en la revolución venezolana. Una señal que indicó el final de una posibilidad para el chavismo: la de estirar el tiempo con las mismas coordenadas. Los días que siguieron tuvieron consignas espontaneas, sintetizadas con palabras comodepuración, limpieza, etc., un mensaje hacia la dirección del proceso. No en términos de nombres y apellidos, sino apuntando hacia determinadas prácticas, sorderas, relatos, mediaciones políticas en crisis.