Por Herminio Otero
Muchas personas no viven felices, aunque quisieran: para ellos todo son problemas porque todo les preocupa. Sin embargo, ante una situación determinada, distintos protagonistas del mismo suceso reaccionan de forma distinta. La diferencia radica no en el acontecimiento externo, sino en el punto de vista que cada uno tiene de él. Ya en el siglo I antes de Cristo decía Epicteto que “la gente no se perturba por los acontecimientos, sino por la opinión que tiene sobre los acontecimientos”.
En el ser humano se relacionan de forma intima los pensamientos, los sentimientos o emociones y la conducta. Cada uno de ellos influye en los demás, pero el pensamiento “crea” la emoción correspondiente y determina la acción en cada momento. Por eso es importante detectar los signos decontaminación mental.