martes, 17 de marzo de 2015

Según el Banco Mundial, Cuba es el país del mundo que invierte más en educación






Al Mayadeen


Según la institución internacional, ningún país, incluidos los más ricos, dedica una parte tan alta de su presupuesto nacional a la educación como Cuba. Los resultados son excepcionales.
Cuba es una referencia mundial en educación. Es lo que acaba de recordar un informe del Banco Mundial que clasifica a Cuba en el primer puesto en cuanto a la inversión en el sistema educativo para el periodo 2009-2013. Con cerca del 13% (12,9%) del PIB invertido en este sector, ningún otro país del mundo, incluidos los más desarrollados, iguala a la Isla del Caribe, que ha hecho de su política social un modelo para las naciones en vía de desarrollo. [1]
Timor Leste y Dinamarca completan el podio mundial, con un 11,3% y un 8,7% del PIB, respectivamente, dedicado a la educación. A guisa de comparación, Estados Unidos invierte apenas un 5,4%, o sea dos veces menos que Cuba, y Canadá un 5,5%. En Europa, Francia dedica un 5,9% de su presupuesto nacional a la educación, Alemania un 5,1%, Reino Unido un 6,2%, Italia un 4,5% y España un 5%. En cuanto a América Latina, Bolivia ocupa el segundo puesto detrás de Cuba con un 7,6%. Brasil atribuye un 5,8% de su PIB a este sector, mientras que México y Argentina le destinan respectivamente un 5,2% y un 5,8%. [2]

“La concentración de los recursos destruye la naturaleza y pone en peligro vidas humanas”



El diario.es

La activista ecofeminista india Vandana Shiva visitó Bilbao y criticó el modelo económico que concentra la riqueza en pocas manos


Para la filósofa, física, y 'ecofeminista' india Vandana Shiva, la concentración de la riqueza del 1% de la población no es solo injusta. "Es la receta para un genocidio y un 'ecocidio' mundial", dijo la activista antiglobalización en su visita a España este marzo con motivo de la primera edición del Parabere Forum, en Bilbao. La filósofa ha vuelto a disparar contra los dos enemigos sobre los que ha articulado su lucha: el control de los recursos naturales a través de patentes propiedad de grandes multinacionales y los organismos modificados genéticamente (OGM) de estas corporaciones.