miércoles, 12 de noviembre de 2014

La semilla no nos pertenecen, nosotros y nosotras pertenecemos a la semilla





El modo de reproducción del capital tiene una fuente ideológica recreadora ineficiente, seductora, engañosa y voraz a la hora de abordar modelos teóricos que disociaron la armonía existencial, originaria, ontológica, cosmogónica entre la naturaleza, la cultura y la sociedad, jamás descansaran por tratar de divorciar verdades jurídica de verdades política para imponer su verdad verdadera, la de maximizar ganancia a costa de la naturaleza sin importar muchas de las especie de vida, incluido la especie humana, sus principios extractivista argumentan desde la engañosa libre regulación del mercado, ejercen esa libertad anti-democrática y buscan siempre legitimar a un entes, a una institución, es decir una minoría representativa, son los experto encargado para: certificar, investigar, fiscalizar, custodiar, ostentar o patentar los derechos y saberes, en nombre de la tecnificación, el crecimiento desde la mayor productividad y como la única vía para alcanzar el desarrollo y el progreso ilimitado avasallando vidas muy limitadas como: la tierra, la semilla, el agua, bosques, ninguno de estos no nos pertenecen, porque nosotros y nosotras es la que pertenecemos a ellas.

El debate constituyente de la ley de semilla en Venezuela desde el poder popular trasciende de un tema meramente jurídico, de esa manera se vienen asumiendo desde el 1er Encuentro internacional de Guardianes de Semillas en Monte Carmelo, Estado Lara, donde más de 300 personas, pertenecientes a 100 organizaciones, con representación de hermanos y hermanas de Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, El Salvador, México, Paraguay, Uruguay y Venezuela, reunidos del 26 al 29 de octubre de 2012 declararon:

“En el caso de Venezuela tenemos un reto inmenso: apropiarnos del sentir de que la agroecologia es la vía de la verdadera emancipación en el marco de una economía rentista petrolera que sigue mercantilizando la naturaleza con sus prácticas extractivistas. Reconocemos que la transformación de este modelo vendrá cargada de tensiones y contradicciones, y por tanto entendemos la necesidad de comenzar lo antes posible. Es urgente, inevitable y es en este contexto que invitamos al país a asumir la semilla campesina e indígena como fundamento para la construcción del Eco socialismo, a través del rescate de las prácticas ancestrales de producción, custodia y multiplicación de las mismas.
Consideramos que la Maestra Naturaleza es la escuela viva más lucida y vigente a la cual podemos acceder para despertar nuestras conciencias. Reconociendo que los indígenas, conuqueros, campesinos y campesinas de pequeña escala y luchadores agroecológicos son sus intérpretes más atentos, pensamos que son ellos y ellas quienes pueden orientarnos en este camino hacia el postcapitalismo.
En esta declaración sintetizan un claro visión de mundo radicalmente anticapitalista, humanista y como pilares fundamentales para el Eco-Socialismo: como guardianes de semilla dejaron propuesta concreta orientada en cuatro ejes fundamentales: 1) Producción, custodia, multiplicación, 2) Legislación y políticas públicas 3) Investigación y educación, 4) Comunicación.
El papel histórico del pueblo campesinos, campesinas, indígenas es trascendental en estos temas, en una revolución política, económica, el hilo conductor cultural es la sabiduría popular, la esencia esta en esa capacidad integradora, de lo humano y de la naturaleza para equilibrar en lo ético como en lo ecológico, con esa actitud nos plantean y nos comprometen el comandante supremo Hugo Chávez en el quinto objetivos histórico del plan de la patria, con esa misma actitud el hermano Evo Morales plantean y claman a los países del mundo, por el derecho a la madre tierra, con sus diez mandamiento para salvar al planeta, a la humanidad y a la vida.
La naturaleza hoy en día es el conjunto de la socio-economía del universo, también un centro de preocupación global, sin embargo existen poco los sujetos histórico que asumen de manera coherente un otro modo metabólico del capital, la naturaleza tiene cosa tangible que tiene ciclos energéticos, pero que debe y tiene que estar equilibrada junto a la cultura y la sociedad, por el contrario a lo que ocurre en la actualidad porque está roto el equilibrio, desbordado en el dominio de la sociedad sobre la naturaleza y preocupado siempre a quien van a pertenecer.  
La palabra agricultura viene del latín, formada ager, agri, (campo, cultivo) y cultura (actividad del cultivo, cultivado), derivan del verbo colere (cultivar, habitar), siguiendo al diccionario RAE, el sufijo –ura tiene una cualidad relacionada con la palabra de la que derivan, donde cultura, por tanto, seria lo esencial del hábitat, cuidado, labrado, honra, respeto, celebración.
La consolidación de una agricultura coherente a un proyecto Eco-socialista, a una revolución económico, a una revolución cultural, inevitablemente obligan problematizar a la llamada ciencia moderna, mecanicistas, mercantil, me refiero a esa fuente ideológica recreadora ineficiente, seductora, engañosa y voraz que colocan a todos y todas de rehén en este único planeta, según los defensores del “Agro-como-Negocio” solo hacen uso de la tecnología y de la ingeniería genética para mejorar la productividad del suelo y de los cultivos para reducir el hambre en el mundo, la ciencia ha logrado que las semillas sean modificado genéticamente solo para más resistentes a las plagas y puedan adaptarse a distintos climas y suelos generando mas productividad, es el engaño que siembran las transnacionales para arrodillar al mundo con la comida imponiendo su paquete tecnológico, es el rostros visible del hambre, de la contaminaciones, tiene mucho que ver con el calentamiento global, crisis económica, crisis alimentaria.

La agricultura, la agroecologia es un hecho político para la liberación y para la vida, viene de la cultura de la paz, el Agro-Negocio y la llamada revolución verde es para la dominación y destrucción, proveniente de la guerra.  
Sigamos defendiendo una nueva ley de semilla como patrimonio de los pueblos al servicio de la humanidad, apostando desde el poder popular con la agroecologia, mas allá de un modelo productivo, como la herramienta de lucha para la soberanía agroalimentaria y el EcoSocialismo, por la defensa del planeta y la humanidad.  

“Yo tengo pruebas irrefragable del tino del pueblo en las grandes resoluciones; y por eso es que siempre he preferido sus opiniones a las de los sabios”
Hugo Chávez

“Articulemos la sabiduría popular, tenemos el conocimiento, la cultura política, articulemos el patrimonio bolivariano y chavista y ustedes verán que el socialismo como milagro humano se hará realidad en nuestra patria progresivamente y lo veremos con nuestros ojos, el socialismo como una sociedad superior.”

Nicolás Maduro
Presidente de la República Bolivariana de Venezuela
Barquisimeto, estado Lara

Del Rosario Ignacio Denis. Ingeniero Agroecologico graduado en Instituto Latinoamericano de Agroecologia Paulo Freire (IALA) 

Twitter: @yiyoparaguay 
Blog del Autor : http://ayvuguasu.blogspot.com/


Nota:

El modelo económico capitalista es quien ha destruido y sigue destruyendo el ambiente



Por: 

El concejal por el Partido comunista Leonardo Rodríguez quien preside la comisión de protección ambiental y turismo del Concejo Municipal Barinas sentenció que es el modelo económico capitalista el que afecta, destruye y se aprovecha desproporcionadamente de los ecosistemas, la diversidad biológica y la naturaleza en general. A pesar de grandes avances sociales y políticos que se han conquistado en el proceso de cambios, el modelo capitalista aún persiste en Venezuela y en casi todo el planeta, por lo tanto el daño es a escala mundial.

Esta afirmación y reflexión hecha por el concejal comunista la realizó al constatar la denuncia hecha por algunos concejos comunales y vecinos de la Parroquia Alto Barinas Sur específicamente en la laguna natural que colinda con la calle Cataluña del sector, donde se apersonó con su equipo de trabajo. Rodríguez dijo que lo presenciado en el sitio no es más que la continuación de la anarquía reinante y las desmedidas acciones de constructoras privadas y públicas que comenzó por Alto Barinas Norte y se trasladó a la parte Sur, pero que también se refleja en casi todo el municipio Barinas, han colocado como prioridad la construcción de centros comerciales, hoteles y urbanismos sin tomar en cuenta el impacto ambiental y socio cultural que esto produce, aseveró. 

El concejal afirmó que es necesario y hace un llamado a la fiscalía numero 11 del Ministerio Público para que actúe con todo el peso de la ley penal del ambiente y que los involucrados sean los apellidos que sean asuman sus consecuencias. Rodríguez dijo esto es sólo una parte de la gravedad del problema ambiental, a lo que informó que en menos de 15 días entregará junto a su equipo de trabajo y de movimientos ecologistas un informe contenido de denuncias sobre delitos al ambiente en todo el municipio barinas, esto es parte de lo que tenemos programado antes que termine el año, así como otras actividades que las informaremos oportunamente, puntualizó. 
Finalizó el concejal comunista diciendo que la salvación de la “Pacha Mama” solo será posible si paramos la vorágine del sistema capitalista, que en su afán de seguir acumulando capital destruye todo a su paso, la única vía y alternativa es el socialismo indicó, donde se planifica verdaderamente en base a las necesidades humanas y en equilibrio con la naturaleza.


Jesús Faría

Economista. Diputado a la Asamblea Nacional y Vicepresidente de la Comisión de Finanzas y Desarrollo Económico. Miembro del Dirección Nacional del PSUV.

La casta y la caza. El neocaciquismo del siglo XXI



El Diario


En los últimos meses, asistimos con preocupación al intento de reforma de la Ley de Parque Nacionales. Se trata de aplicar a los espacios naturales que sobreviven los mismos criterios que han ido arrasando el resto del territorio: la eliminación de cualquier tipo de traba social, ecológica o humana a la compulsiva obtención de beneficios y al disfrute privilegiado de quienes poseen fincas dentro de los mismos.La vuelta de tuerca se produjo cuando, en el último minuto, la ministra Tejerina y el Partido Popular intentaron introducir una enmienda en el Senado que permitiera saltar por encima de la disposición que situaba en el año 2017 el final de las monterías en fincas privadas. La enmienda señalaba que la administración impulsaría ”acuerdos voluntarios” para que los “titulares de derechos” fueran indemnizados a cambio de renunciar a su actividad cazadora, dejando la puerta abierta a que los grandes latifundistas elijieran libremente entre la caza o la indemnización con dinero público, así como a que se mantuvieran otras actividades consideradas incompatibles con un parque nacional. El argumento del Gobierno era la necesidad de velar por la “seguridad jurídica” de los grandes propietarios privados. Detrás del genérico “titulares de derecho” se esconden, por ejemplo, personas como Alberto Alcocer, Alberto Cortina o el naviero Alejandro Aznar, marido de Mónica Oriol, presidenta del Círculo de Empresarios.
Como bien sabemos por los medios de comunicación, la caza es una actividad bien valorada por la casta de este país a la hora de hacer ostentación de lo conseguido o lo sustraído. Agotados de presionar para que se recorten los servicios públicos, cansados de negociar adjudicaciones de obras públicas y donaciones a partidos, extenuados de reunirse con sus abogados para ver cómo evitar la ejecución de la sentencia que les condena a demoler su última obra ilegal, agobiados de revisar sus cuentas de resultados que, siendo cada vez más altas, cada vez les parecen menos satisfactorias... necesitan relajarse o buscar nuevos negocios, y lo hacen cazando.
Y si las leyes les impiden cazar, hacen lo mismo que cuando las leyes les impiden construir promociones inmobiliarias o infraestructuras, chasquean los dedos, acuden al conseguidor de turno, utilizan sus contactos, y consiguen que las leyes cambien, los suelos se recalifiquen o las sentencias no se ejecuten. Así es como se protege a estos “titulares de derechos” y se les garantiza su “seguridad jurídica”. Es el neocaciquismo del siglo XXI.
Puede que haya quien piense que el fin de la protección de los Parques Nacionales no es tan importante si lo comparamos con el desmoronamiento de las instituciones y servicios que garantizan la cohesión social. Pero, ¿para qué sirve un parque nacional?
Como ecologista que soy, podría hablar del valor intrínseco que tiene lo vivo y de la imposibilidad de vivir sin bosques, sin agua limpia, sin tierra fértil, sin una composición de la atmósfera o una temperatura media global compatible con el animal que somos; podría intentar convencer de que sin lo que nuestro planeta produce, nuestra especie y toda su tecnosfera no se pueden mantener; podría tratar de advertir, una vez más, de que nuestro mundo físico se nos cae literalmente a trozos y que no queda mucho tiempo para intentar evitar un colapso que cada vez parece más cercano.
Pero quizás se entienda mejor para qué sirve un parque nacional si sugerimos fijar la atención no en el parque, sino en lo que hay alrededor de él, fuera de sus límites. Las urbanizaciones de viviendas adosadas de primera, segunda, tercera y hasta enésima línea de playa, esas que se pasan vacías una media de 340 días al año, amenazan con tragarse esos pocos kilómetros de playa que heroicamente resisten en el parque de Doñana; el valor del Parque de Ordesa puede comprenderse si observamos el destrozo de pistas de esquí en el Pirineo, de los apartamentos y de las infraestructuras necesarias para llegar a ellos; las Tablas de Daimiel se comprenden cuando miramos los monocultivos que a su alrededor desecan el subsuelo...
En estas sociedades, en las que los individuos viven bajo la idea ilusa de haberse emancipado de la naturaleza, los parques nacionales, apenas un 0,7% del territorio del estado, son la memoria de la tierra. Son trozos de vida compleja resistiendo a un modelo cultural y económico que crece como un tumor devorando la tierra viva sin la que, paradójicamente, no se puede mantener.
Los parques nacionales son el testimonio vivo de la incapacidad de las sociedades autodenominadas desarrolladas para convivir y conservar la naturaleza de la que dependen. Su contraste con el paisaje gris de fuera ayuda a comprender qué sucede en el territorio cuando a la ambición de los beneficios no se le pone ningún freno. Si desaparecen, corremos el riesgo de creer que la pseudonaturaleza que maquilla los parques temáticos y las urbanizaciones, es la tierra viva. Los parques nacionales recuerdan permanentemente que esta forma de entender la economía y la sociedad es suicida.
Las justificaciones para intentar cambiar la ley de Parques Nacionales serán, probablemente, las de siempre: el desarrollo, el progreso y la generación de toneladas de puestos de trabajo directos e indirectos. Las mismas que sirvieron para legitimar toda la borrachera urbanística que nos ha conducido a este desastre de corrupción, precariedad y cementación del territorio vivo.
Cuando veo las fotos de Blesa, posando virilmente con el rifle en la mano y con la cebra, el ciervo o el hipopótamo a sus pies, cuando pienso en Granados, u otros como él, colocándose por encima las vísceras sangrientas del animal cazado, no puedo dejar de pensar en que esas imágenes son una buena metáfora del dominio de los nuevos caciques.
A sus pies de machos depredadores, no solo están la cebra, el hipopótamo, el león o el ciervo muerto, están la familia que no puede pagar la factura de la luz, la mujer que no sabe cómo hacer para cuidar a su padre, trabajar empleada y hacerse cargo de sus hijos, el parado, los migrantes sin papeles, las trabajadoras con salario y aun así pobres, las y los jóvenes sin futuro que no se pueden quedar en su ciudad... A los pies del cacique están todas esas personas que no son sujeto, ni titulares de derechos, que no merecen seguridad jurídica, económica o alimentaria. No merecen ni que la tierra que pisan esté viva. A los pies de los señoritos, lo que aparece es el conjunto de la vida abatida, humillada, sometida, muerta.
Delibes narra en los Santos Inocentes la explosión de la dignidad y la rebeldía de Azarías, cuando el señorito abate a su milana bonita, símbolo de la libertad y de la vida no humillada. Ojalá la visión de la vida abatida a los pies de esos indignos ejemplares de nuestra especie, haga brotar a chorros la dignidad, la rebeldía y la confianza en construir un mundo que no pise efímeramente sobre lo muerto.