lunes, 1 de diciembre de 2014

Argentina, Brasil y Paraguay: La triple frontera (agro) tóxica

Un reciente informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), dio a conocer que aproximadamente más de 5 millones de personas, anualmente, sufren intoxicación debido a diferentes agrotóxicos. Se estima que de esta cifra fallecen cerca de un millón. Al mismo tiempo, en la mayoría de los casos existe un subregistro de los envenenamientos. Por lo tanto, se estima que por cada incidente notificado, hay 50 que no son identificados por varios factores que van desde, la falta de acceso a los servicios de salud por la población, las dificultades que enfrentan los médicos en la identificación de intoxicación por agrotóxicos, incluso el miedo de los profesionales de la salud a tomar dicha notificación, dado el poder de grandes productores agroindustriales en las áreas afectadas por estos químicos. Cerca del 99% de los afectados, viven en países en vías de desarrollo. Naciones Unidas considera que la tasa de intoxicaciones por agrotóxicos en los países del sur podría ser unas 13 veces mayor que en los países industrializados, por lo cual declaró a los plaguicidas como uno de los mayores problemas en el ámbito mundial.
Ante las medidas de prohibición de muchos productos en Europa como el Glufosinato, Azinfós metil, Diclorvos, Fention, Endosulfán, Malatión entre muchos otros,  y el aumento de los costos de inversión para introducir los nuevos en el mercado de los países desarrollados, las compañías multinacionales han respondido exportando al Tercer Mundo aquellos tóxicos.
Ya en el año 1962, la bióloga Raquel Carson, cuando publicó su libro Primavera Silenciosa, destacó las consecuencias nocivas para el ser humano y el medio ambiente que provocaba el uso de peligrosos venenos químicos para combatir las plagas y enfermedades de las plantas. Tiempo después, las investigaciones demostraron la presencia de plaguicidas clorados en el tejido adiposo de mamíferos marinos y otros vertebrados e incluso en la sangre de los seres humanos y en la leche materna. Y es que los agrotóxicos no fueron creados para la agricultura, ni solicitados por los agricultores: fueron un producto de la guerra, según el informe Los agrotóxicosEl Nuevo Holocausto Invisible, realizado por Graciela Vizcay Gomez, en la actualidad la venta del paquete tecnológico semilla-agrotóxico es la ecuación perfecta para sostener un poder corporativo que ha crecido en las últimas décadas de una forma que no tiene precedentes.
Vizcay Gomez relata que en la Primera Guerra Mundial, cuando Alemania fue bloqueada y los aliados prohibieron la importación del salitre chileno y otros abonos nitrogenados que podían utilizarse en la fabricación de explosivos, les quedó un enorme stock de nitratos que ya nadie quería. La industria química los recicló y se los impuso al agricultor;  así nacieron los abonos nitrogenados. En otro caso, cuando explotó la primera bomba atómica, en el verano de 1945, viajaba en dirección a Japón un barco americano con una carga de fitocidas, entonces declarados como LN 8 y LN 14, suficientes para destruir el 30% de las cosechas, químicos capaces de eliminar todo tipo de plantas . Más tarde, en la guerra de Vietnam, estos mismos venenos, con otros nombres tales como “agente naranja”, sirvieron para la destrucción de decenas de miles de kilómetros cuadrados de bosques, cultivos y pantas (que no han vuelto a brotar), al mismo tiempo afectó y afecta aún a esa población humana de modo irreversible, siguen naciendo niños con malformaciones congénitas, cegeras, deformidades y  elevadísimos índices de casos de cáncer. Después de las citadas guerras, la agricultura sirvió para canalizar las enormes cantidades almacenadas existentes de éstos tóxicos para mantener funcionando las grandes capacidades de producción que  ya habían sido montadas. En este sentido, no es menos polémico el origen y actual accionar de las principales empresas productoras de estos venenos.
BAYER, la mayor productora de agrotóxicos, de origen alemán, se convirtió en parte de IG Fraben conglomerado de las industrias químicas alemanas que formaron la base financiera del régimen nazi. El gas Zyklon B, que se utilizaba en las cámaras de exterminios, era fabricado por Degesch, una subsidiaria de IG Farben. En el caso de BASF, la empresa química más grande del mundo también de origen alemán, comprende más de 160 subsidiarias y cuenta con más de 150 plantas de producción en todo el globo. Entre sus productos esta el agrotóxico de nombre comercial Opera, que incluye a los extremadamente tóxicos  glifosato (herbicida) y endosulfán (insecticida); el producto cuenta con una publicidad que muestra a un niño sonriente, con una pequeña planta en la mano y con una extensa plantación de soja de fondo.
Por otro lado, la norteamericana DuPont, ya durante la Guerra Civil en los EE.UU., suministraba la mitad de la pólvora usada por el ejército de la Unión, también dinamita. Siguió siendo un proveedor del ejército estadounidense tanto en la Primera Guerra Mundial como en la Segunda. También colaboró en el Proyecto Manhattan, siendo responsable de la planta de producción de plutonio en el Laboratorio Nacional Oak Ridge. De origen suizo, el anglo-sueco  SYNGENTA/NOVARI  tiene entre sus productos el famoso pesticida Paraquat, vendido en más de cien países con el nombre genérico de “Gramoxone”. Este producto, una vez absorbido a través de la piel o los pulmones, tiene efectos que son irreversibles. No existe ningún antídoto conocido para el envenenamiento con paraquat. Diversas organizaciones de Asia, África y Europa, presentaron una denuncia contra la multinacional ante la FAO. La empresa no respeta su artículo 3.5 que llama a evitar ciertos pesticidasextremadamente tóxicos. En julio pasado, la Corte de Justicia Europea también se pronunció contra dicho producto.
Por su parte, la estadounidense MONSANTO, tiene como parte de su largo prontuario la producción del PCB(bifenilos policlorados) utilizados en los tranformadores eléctricos y causantes  de múltiples patologías sobre todo cancerígenas.  Su colaboración en la creación de armas Nucleares, ya que poco después de que adquirieron Thomas & Hochwalt Laboratories, Monsanto desarrolló un departamento que jugó un papel clave en el proyecto Manhattan de 1943 a 1945, responsable de la producción de las primeras bombas atómicas durante la Segunda Guerra Mundial. Producción del agente naranja utilizado en la Guerra de Vietnam. Conocida actualmente por su glifosato Round Up, fue condenada  en Francia por publicidad engañosa, al ser demostrado su carácter potencialmente cancerígeno y perturbador del sistema endocrino y de provocar efectos nefastos para el ambiente, a largo plazo. Introdujo al mercado la primera generación de transgénicos, convirtiéndose en el líder mundial en la promoción de biotecnología. Actualmente, es el mayor vendedor mundial de semillas transgénicas en Latinoamérica, Estados Unidos y Canadá. Sus cultivos representan más del 90 por ciento de todos los cultivos transgénicos del mundo.

Armas nucleares y bomba atómica

En 1936 Monsanto adquirió Thomas & Hochwalt Laboratories en Ohio y lo convirtió en su Departamento Central de Investigación. Entre los años 1943 y 1945 este departamento coordinó sus esfuerzos con el Comité de Investigación de la Defensa Nacional de EE.UU. y se dedicó a la purificación y producción de plutonio, y a refinar las sustancias químicas que se usan como detonantes para armas nucleares.
República Unida de los Agrotóxicos
Ilustración de Pere Ginard
El agro-negocio se instaló en nuestros países, corrompiendo las estructuras políticas, económicas y sociales. El actual modelo de producción agrario en América Latina fue marcado por la entrada de la llamada Revolución Verde, a mediados del siglo XX. Luego, se profundizó con el ingreso de la agricultura transgénica en los años 90, la cual requiere de agrotóxicos para existir. Si bien el uso de estos venenos inicia antes, fue en los últimos 20 años cuando se comenzaron a utilizar de forma masiva e indiscriminada.
En el año 2003, la multinacional Syngenta publicó un aviso en los diarios argentinos Clarín y La Nación bautizando con el nombre de “República Unida de la Soja” a los territorios de Sud América, en los que se sembraba soja. Integrados por Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia, esta región cubre en la actualidad una superficie de más de 46 millones de hectáreas de monocultivo de soja transgénica, fumigadas con más de 600 millones de litros de glifosato y provoca una deforestación, de como mínimo, 500 mil hectáreas por año, que tiene su correlato en las innumerables denuncias que se producen cada día por los daños a la salud, los ecosistemas, la agricultura y a las comunidades. Obviamente, dentro de la lógica del modelo, esta situación siempre afecta, en mayor proporción, a los grupos sociales que viven en vulnerabilidad, dependiendo de su clase, género, grupo étnico o su inserción en determinados sectores y territorios económicos, no sólo por la  mayor exposición a estos tóxicos sino también por las dificultades que estos grupos tienen en reconocer, difundir lo que sucede y hacer frente a los riesgos, junto a su nula influencia y participación en los procesos de toma de decisiones que les afectan.
Los agrotóxicos no “desaparecen” luego de aplicados, sino que persisten en el aire, el agua, las comidas y terminan en el cuerpo humano deprimiendo el sistema inmunitario. Esto hace que las personas sean más sensibles a enfermarse de distintas patologías. Las aguas contaminadas expanden el tóxico a la flora y fauna, produciendo la muerte de especies, el aumento de la intoxicación humana y la contaminación de las reservas hídricas.
Según el informe, publicado en el 2012, titulado Producción de soja en las Américas: actualización sobre el uso de tierras y pesticidas, realizada por la investigadora Georgina Catacora Vargas, Brasil y Argentina son los alumnos más aplicados del modelo de agro-negocios. En relación sólo al cultivo de soja, Brasil esta como el segundo productor mundial y Argentina como el tercero. Ambos concentran el 90% de la superficie de soja de la región: 23 millones de hectáreas en Brasil, 19 millones en Argentina. Por otro lado, aproximadamente el 36% de la tierra arable de Brasil, el 59 (%) de Argentina y el 66 (%) de Paraguay están ocupadas con soja. Cabe recalcar que ya se comprobó la contaminación transgénica: en la zona de Cataratas de Iguazú, un estudio llevado a cabo por el Instituto Brasilero de Medio Ambiente y Recursos Renovables (IBAMA) en el Parque Iguazú confirmó que los cultivos de soja transgénica, que abundan en su zona de influencia, son la causa de la contaminación genética de diversas especies vegetales. El cultivo de soja en la zona de resguardo del parque está prohibido por ley, pero en las repúblicas unidas de los transgénicos todo es posible.
Brasil, Campeón Mundial  en el uso de Agrotóxicos
Desde 2009, Brasil es el mayor consumidor de agrotóxicos del mundo: adquiere el 84% de los agrotóxicos vendidos a América Latina. Por un lado las mayores empresas productoras de estos productos, tales como BASF, Bayer, Syngenta/AstraZeneca/Novartis, DuPont, Monsanto y Dow, se instalaron en el país. Al mismo tiempo importa miles de toneladas de plaguicidas prohibidos en los países que los produjeron como el caso de herbicida paraquat y del insecticida paratión metílico. En la torta de consumos de agrotóxicos mundial, Brasil consume 19% de los productos, Estados Unidos aproximadamente un 17%, y el resto de los países 64%.
Una investigación realizada  por Anvisa (Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria de Brasil) determinó que el uso de estos productos creció un 93% entre los años 2000 y 2010 a nivel mundial, pero en el caso de Brasil ese porcentaje alcanzó el 190%. Y es que en el vecino país, se da un fenómeno parecido al paraguayo y argentino: un mercado desregulado que  aumenta progresivamente la superficie cultivada con transgénicos, sufriendo un aumento explosivo del consumo de agrotóxicos.
Un informe realizado por la Asociación Brasileña de Salud Colectiva (ABRASCO) reveló que de los 50 productos más utilizados en los cultivos brasileños, 22 están prohibidos en la Unión Europea. El Ministerio de Salud Brasilero estima que cada año, hay más 500 mil de las personas contaminadas por plaguicidas, con cerca de 4.000 muertes por año. Las mayores empresas productoras de estos venenos, tales como BASF, Bayer, Syngenta/AstraZeneca/Novartis, DuPont, Monsanto y Dow, se instalaron en el país gracias a una política dirigida a proteger los intereses del agro-negocio y de las bancas ruralistas en el parlamento brasileño, que paradójicamente apoyan a un gobierno que había propuesto hacer cambios estructurales, tales como la reforma agraria, que hasta ahora no se produjeron.
Los osos de Bayer en Copacabana
En plena playa de Copacabana-Río de Janeiro, con motivo del Mundial de Fútbol 2014 se encontraban los Buddy Bear, una muestra itinerante de 141 esculturas de osos, denominados como el Arte de la Tolerancia, para promover “la unión de los pueblos”.  Uno de los auspiciantes de esta obra fue Bayer, la transnacional alemana, famosamente conocida y cuestionada por la producción de agrotóxicos y transgénicos.
No es de extrañar que en sus políticas de responsabilidad empresarial, Bayer haya hecho posible este bonito espectáculo para seguir tolerándolo en todos los pueblos, mientras sigue envenenando a millones de brasilerxs y personas en todo el mundo. En los supermercados de Río, se puede encontrar la góndola de productos orgánicos, pero ningún cartel, periódicos o revista que hable sobre los agrotóxicos, los transgénicos y sus consecuencias.
¿Y  ahora? ¿Quién podrá defendernos?
En un país militarizado, no sólo en la época del mundial, hay paramilitares por doquier. En ciudades como Río de Janeiro, es posible ver en el mar buques de guerra, helicópteros policiales que rodean los cielos, ciudades donde se contiene a la gente para que no baje de las favelas y se esconda la realidad de la mayor parte de la población, y que cuando bajan se puede ver en sus ojos, en sus cuerpos, las marcas de la pobreza, el hambre, la droga, la corrupción, la injusticia y la desidia de este sistema, que el extractivismo profundiza cada vez más, pero que tiene una impunidad importante.
Es así el caso de Santa Teresa Oeste, en el estado de Paraná, donde una  milicia armada privada contratada por la multinacional Syngenta llegó a disparar a quemarropa a un predio ocupado por La Vía Campesina en Octubre de 2007, terminando con la vida de Valmir Mota, de 32 años, padre de 3 niños, quien recibió dos disparos e hiriendo de gravedad a otros seis trabajadores rurales. Un año antes, en 2006, Vía Campesina Brasil había ocupado los campos experimentales de transgénicos de Syngenta (ilegal) en ese lugar, por estar en el área de amortiguamiento del Parque Nacional de Iguazú, que alberga las famosas cataratas de mismo nombre. Según la ley de bioseguridad en Brasil, estaba prohibido sembrar transgénicos en una extensión de 10 kilómetros de un área natural protegida. Gracias a la notoriedad de la ocupación y a la denuncia de las organizaciones sociales, la autoridad ambiental, IBAMA, sentenció a Syngenta a pagar una multa de 500 mil dólares, cosa que la multinacional nunca efectuó. Más tarde, el gobierno de Lula da Silva cambió la ley, reduciendo el área de amortiguamiento a solamente 500 metros. Syngenta aprovechó el favor que le hizo Lula para apelar el pago. No existe aún sentencia definitiva en el caso. La ocupación del campo experimental fue una denuncia por la impunidad con que se manejan las multinacionales de los agro-negocios, invadiendo zonas naturales únicas como el Parque Iguazú, con transgénicos y uso intensivo de agrotóxicos. Frente a un orden judicial de desalojo, y en un clima de amenazas y violencia por parte de matones y guardias de seguridad contratados por la empresa Syngenta, las 70 familias que estaban ocupando decidieron abandonar el área en julio de 2007, en espera de la resolución definitiva.
En octubre, volvieron a ocupar el campo para retomar sus actividades a favor de las semillas criollas y la agroecología, como una medida de presión para una resolución legal del conflicto. Es en este momento, cuando fueron atacados salvajemente, con armas de fuego disparadas directamente contra la gente, por la empresa de seguridad NF contratada por Syngenta. Luego del ataque se realizaron las denuncias correspondientes y se lanzó una campaña nacional y mundial de Syngenta fuera de Brasil. Por su parte el ministerio público estatal  realizó una absurda denuncia hacia diez de los trabajadores que se encontraban ese día en el predio, responsabilizados por el ataque del que fueron víctimas.
Paraguay,  impunemente fumigado
En Alto Paraná, justo en la triple frontera, niños y adultos de la comunidad Leopoldo Perrier, distrito de San Cristóbal, están sufriendo las consecuencias de la fumigación realizada a las plantaciones de canola a metros de sus viviendas.
En la escuela, los niños se desmayan con el olor, las mujeres están sufriendo abortos y mueren peces, cerdos y otros animales. Las plantaciones de canola prácticamente rodean a la comunidad y, según denuncias, son tierras que paraguayos están alquilando a colonos brasileños para el cultivo de la planta que luego se emplea para hacer biodiésel.
Un caso emblemático es el de Roberto Giménez quien realizó una denuncia, junto a la Asociación deAgricultores del Alto Paraná (ASAGRAPA), por la muerte de su hijo de tres años, Jesús Giménez, quien falleció luego de siete días de padecer una extraña enfermedad, luego que se realizaran fumigaciones de las plantaciones aledañas a su hogar. Denunciaron a las autoridades del hospital, ya que se negaron a dar un diagnóstico de la muerte. Antes de realizarse la denuncia ante la fiscalía, los afectados se reunieron con el intendente de San Cristóbal. Sin embargo, el jefe comunal les dijo que dejar de emplear los avances tecnológicos y las técnicas modernas en el campo sería como retroceder cincuenta años, apoyando así la negligencia médica y encubriendo la situación de salubridad de su comunidad. Posteriormente la  población afectada resistió las fumigaciones, movilizándose en forma pacífica, pero a causa de estas movilizaciones la fiscalía imputó  a cuatro personas, tres de ellas parientes del niño, socios de ASAGRAPA y a su dirigente, Tomás Zayas. La Fiscalía alegó que los mismos conformaron una asociación criminal y realizaron un intento de homicidio por supuesto disparo de arma de fuego al aire. Los pobladores indicaron que ni Zayas estuvo presente en la movilización, ni que hubo disparos de arma de fuego.
Violación de todos los derechos
En Paraguay, la Cátedra de Pediatría de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Asunción informó que el 40% de los niños cuyas madres tuvieron contacto en forma directa o indirecta con los químicos, nació con algún tipo de malformación, en la zona fronteriza con Argentina. Ya en 2007, la Mesa de Concertación para el Desarrollo Rural Sostenible (Mesa D.R.S) presentó una denuncia contra el estado paraguayo, ante las Naciones Unidas, por los atropellos a los derechos humanos de comunidades campesinas e indígenas ante el uso indiscriminado de agrotóxicos por parte de la agricultura monocultivista a gran escala. Las primeras denuncias las realizó la Federación Nacional Campesina (F.N.C), exigiendo al servicio nacional de calidad y sanidad vegetal y de semillas (SENAVE), la planilla de registro de aplicaciones de los plaguicidas de todas las empresas y establecimientos agrícolas ubicados alrededor de lindantes con los latifundios sojeros.
Por su parte, los funcionarios del ministerio de salud han negado los hechos y declarado que las muertes no se producen por causa de la aplicación de agrotóxicos. Al igual que en Argentina, la legislación es muy permisiva y es el Ministerio de Agricultura quien debería regular y hacer cumplir la ley sobre uso de agrotóxicos. Pero no solo no lo hace. Además, instiga al uso indiscriminado repitiendo “que no son peligrosos para la salud”.
El pueblo paraguayo está siendo bombardeado por venenos usados en Vietnam, prohibidos en otros países como el tordón, el 2-4-D y el parathion por nombrar algunos de los tóxicos usados en los campos de sojales paraguayos; el agua de consumo humano es casi cloacal y no hay un mínimo respeto por los pueblos originarios.
Paraguay ocupa el sexto lugar en producción de soja y el cuarto como exportador a nivel mundial. Según datos de la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos (DGEEC) de ese país, en 2007 la pobreza extrema en el campo creció hasta un 24.4%. Según el informe realizado Red por una América Latina Libre de Transgénicos, en febrero de 2014, el incremento de la producción de soja ha significado también la sustitución de cultivos alimenticios de los que depende la soberanía alimentaria del pueblo, por la producción de un cultivo de exportación que beneficia a unos pocos (la mayoría de ellos, no paraguayos) y la desaparición de su bosque nativo y las áreas protegidas donde moran comunidades indígenas.
Un 80% de las tierras de Paraguay se concentran en un 2% de los propietarios. En el ciclo agrícola 1999-2000 se incorporó (de manera ilegal) la semilla de soja transgénica. El ingreso de semillas de soja transgénica al Paraguay es similar al del resto de los países de la región. Aunque Monsanto nunca patentó la soja RR en el país, la transnacional permitió y estimuló su introducción ilegal desde la Argentina y Brasil, para que una vez difundidas y establecidas en suelo nacional los productores empresariales paguen por el uso de la tecnología RR. A partir de ese momento, el área sembrada con soja fue posicionando a Paraguay, como uno de los principales productores y exportadores de soja a nivel mundial. Esta gran expansión de los cultivos de soja, se produjo a costa de la agricultura campesina. De las 27 mil fincas cultivadoras de soja, 45 son de empresas que cultivan más de 5 mil hectáreas, cuyas divisas no se quedarán en Paraguay, sino que van a Brasil porque el capital, la tecnología y los productores provienen de ese país. Esto se debe a que Paraguay tiene algunas “ventajas comparativas” para el agro-negocio, incluyendo el precio de la tierra donde las ocupaciones brasileñas no respetan los asentamientos campesinos, a los que arrinconan y desplazan. Al mismo tiempo, los asentamientos no están protegidos; la gente en sus viviendas queda intoxicada por las fumigaciones y los campesinos tienen que literalmente salir corriendo de sus casas. Lo mismo pasa con las escuelas. El glifosato cae en el agua, la chacra y sobre la gente. En Paraguay la mayoría de los departamentos (provincias) están afectados.
El agronegocio en el centro del Estado
En  junio de 2012, en el distrito de Curuguaty -una zona rural de las más afectadas por el agro-negocio-, se produjo un violento desalojo en tierras de propiedad estatal, reclamadas como propias por uno de los terratenientes más importantes del Paraguay: Blas Riquelme. El desenlace fue la muerte de once campesinos y seis policías. Esto generó una gran campaña mediática donde se tildó a los campesinos de invasores. Luego de esto, el golpe parlamentario dado contra el presidente Fernando Lugo, el 22 de junio de 2012, estuvo atravesado por intereses del agro-negocio internacional que lucran desde hace muchos años en Paraguay, especialmente por las empresas Monsanto y Cargill. Cabe señalar que este hecho se dio luego del nombramiento por parte de Lugo de un nuevo comandante de las fuerzas policiales, involucrado como responsable del operativo en Curuguaty, que aparece recurrentemente en todas las crónicas como aditamento sobre la responsabilidad del primer mandatario en los hechos.
Antes de este acontecimiento, se estaban realizando algunas acciones contra los transgénicos, desde instituciones mismas del Estado como el Senave (Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas), que un par de semanas antes había prohibido la introducción de una semilla Monsanto al país. Con el nuevo gobierno, la semilla fue liberada y el Senave comenzó a ser dirigido por un empresario de agrotóxicos, organizaciones campesinas e indígenas habían trabajado, durante dos años sobre un proyecto de ley de regularización de agrotóxicos el cual fue rechazado, y se aprobó la ley fitosanitaria, presentada por los grandes sojeros.
Luego se comenzó a trabajar desde las organizaciones en la reglamentación de ese proyecto y en las leyes de regularización de agrotóxicos en zonas donde están las casas a 100 metros a la redonda, donde están las escuelas, colegios, y se sacó por decreto una reglamentación. Reglamentación que ahora también fue borrada por este presidente del Senave. Ahora, hay vía libre para la fumigación en todas las comunidades campesinas indígenas, o sea que no existe ninguna protección en este momento.
Cargill es una de las principales empresas encargadas de acopiar, transformar y exportar la soja paraguaya. Su principal mercado es el argentino, en donde es procesada. Esta empresa ingresó a Paraguay en 1978 para la comercialización de algodón y soja. Al momento, Cargill en Paraguay se dedicaba al negocio de acopio de la producción, y su posterior transformación y exportación a Argentina, donde es importada como Cargill-Argentina. El primer puerto de la empresa se construyó en 1991. Está ubicado sobre el kilómetro uno del Río Paraná, lo que permitió intensificar su participación en el mercado de granos en el país. En 2008, inició la construcción de un segundo puerto (Puerto Unión), que entró en funcionamiento en 2011. Funciona a 500 metros río arriba de las principales tomas o captaciones de agua de la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (ESSAP) La comisión parlamentaria de Salud Pública advirtió sobre los posibles daños a la salud de la población.
Por su parte, Monsanto tiene el “monopoly” de casi el 100% de la soja transgénica que se siembra en Paraguay; está patentada por la empresa transnacional. El poder de Monsanto es tan grande en Paraguay, que Franco, el presidente que ocupó el poder después de Lugo, defendió públicamente a la empresa durante una misa celebrada por el obispo de Asunción.
Argentina, enferma de progreso agrotóxico

Imagen de Reduas
En Argentina, viven actualmente más de 13 millones de personas en áreas que se fumigan con más de 300 millones de litros de agroquímicos por año,  en 22 millones de hectáreas afectadas  y la dosis sigue creciendo, mientras la población enferma y muere en una descontrolada lluvia tóxica. Por su parte, la Cámara de Agrotóxicos Argentina informó que en los últimos 22 años el consumo de pesticidas aumentó 858%, mientras datos epidemiológicos oficiales revelan que, en ese tiempo, hubo un 400% más de malformaciones congénitas y 300% de patologías oncológicas. Un informe del Ministerio de Salud de mayo de 2012 confirma que las poblaciones expuestas a los agroquímicos, tienen un 30 por ciento más de casos de cáncer que en aquellas que no están. Según informó la Red de Médicos de Pueblo Fumigados, después de más de 15 años de fumigaciones sistemáticas, los equipos de salud de los pueblos fumigados detectan un cambio en el patrón de enfermedades en sus poblaciones: los problemas respiratorios son mucho más frecuentes y vinculados a las aplicaciones, igual que las dermatitis crónicas; de la misma manera, los pacientes epilépticos convulsionan mucho más frecuentemente en época de fumigación, son más frecuentes la depresión y los trastornos inmunitarios.
Se registran altas tasas de abortos espontáneos (hasta del 19%) y aumentó notablemente las consultas por infertilidad en varones y mujeres. Los rebaños de cabras de los campesinos y originarios registran, en algunas zonas, hasta un 100% de abortos vinculados a la exposición con pesticidas. Se detecta también un aumento de trastornos tiroideos y de diabetes. Cada vez, nacen más niños con malformaciones en estas zonas, especialmente si los primeros meses del embarazo coinciden con la época de fumigaciones. Síndromes de Down, mielomeningoceles, cardiopatías congénitas, etc. (entre otras) se diagnostican con frecuencia en estas áreas.
Según indica el biólogo Raúl Montenegro, en Argentina la población expuesta a la fumigación no sabe que tiene plaguicidas en sus organismos. Los recibieron por exposición directa, al consumir sedimentos de tanques de agua, partículas de suelo y alimentos contaminados. Y también por vía transplacentaria y lactancia materna cuando eran embriones, fetos y bebés pequeños, pues sus madres almacenaban plaguicidas en sangre y el tejido graso. La agresión química afecta a todas las personas, pero sin duda que las poblaciones más empobrecidas del campo, los peones, sus mujeres y niños son los que tienen menos posibilidades de proteger y recuperar su salud.
En el caso de Misiones, zona fronteriza con Parguay y Brasil, el Hospital Provincial de Posadas comprobó que incluso la población no expuesta tiene al menos 15 agroquímicos circulando en sangre, con el agravante de que sus efectos combinados no se conocen, ya que se sabe cómo actúa el glifosato, pero no cómo lo hace si se combina con el herbicida 2-4-D. Lo que sí sé sabe es que este es uno de los componentes del agente naranja que usaron los norteamericanos en Vietnam y que hay muchos más pacientes con malformaciones en la  zona.
Aun así, las denuncias sobre los efectos de los agroquímicos, utilizados en la explotación de cosechas de alta rentabilidad, suelen perderse entre la polémica. A pesar de todas las denuncias hechas por los vecinos, la información recopilada en los Encuentros de Médicos de las facultades de medicina de Córdoba (2010) y de Rosario (2011), y todos los datos científicos que demuestran la toxicidad de los pesticidas, el Gobierno sigue apostando a aumentar la producción agraria con el mismo modelo. Del sector empresario, académico y gubernamental, que defienden a la agricultura química, se sigue insistiendo que no hay pruebas suficientes. Las grandes empresas nucleadas en CASAFE (Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes) niegan que estos productos sean tóxicos, si se usan de acuerdo a las instrucciones y al “uso responsable”.
En nuestro país, no existe una ley que regule el uso de agrotóxicos, existen algunas normativas provinciales cuya aplicación no resulta del todo clara.
Montenegro recalca que la escasa visibilidad de esta problemática se debe a la ausencia de registros y la falta de monitoreo de residuos de plaguicidas, lo que no se mide parece no existir, pero existe y donde el estado nacional, los gobiernos provinciales, las empresas y los productores son responsables. El SENASA sigue autorizando tóxicos sin procedimientos independientes y sus dos organismos de control de plaguicidas, SIFFAB y SICOFHOR, no controlan o lo hacen mal. No se aplica el Principio Precautorio de la Ley Nacional de Ambiente, el cual respalda la adopción de medidas protectoras ante las sospechas fundadas de que ciertos productos o tecnologías crean un riesgo grave para la salud pública o el medio ambiente; no se trata el proyecto de ley nacional que penaliza aplicar estos venenos sobre las personas, se sigue promoviendo el aumento indiscriminado de su utilización y se sigue manifestando que el glifosato es tan inocuo como “agua con sal”.
Un hito frente a esta situación fue en Córdoba. El juicio de las Madres de Barrio Ituzaingó -realizado en 2012, el cual adquirió carácter de histórico ya que fue el primero en Argentina y Latinoamérica, donde la justicia encontró culpable a un productor agropecuario y a un fumigador por contaminación con agrotóxicos- marcó un precedente que abrió una fuerte reflexión en relación a la actual labor agraria y sus más nefastas consecuencias.
Posteriormente, en diciembre del mismo año, un grupo de ciudadanos demandó a varias empresas y al Estado argentino por el uso indiscriminado de agrotóxicos, cada vez más generalizados en el país. La Corte Suprema de Justicia analiza la demanda contra las firmas Monsanto, Syngenta, DuPont, Novartis, Nidera y Bayer, entre otras productoras de OGM, así como  contra el Estado Nacional y el Consejo Federal de Medio Ambiente (COFEMA). Los demandantes piden a la Corte que exhorte al Poder Ejecutivo a suspender provisionalmente el uso de OGM y agrotóxicos, hasta que se llegue a una conclusión científica sobre sus efectos para la salud y el medio ambiente. Piden además que el Congreso legisle sobre bioseguridad y condene a las firmas demandadas a reparar el ambiente y pagar las indemnizaciones oportunas. La modificación artificial del genoma de las plantas se aprobó en Argentina en 1996, y desde entonces se ha aprobado el uso de 27 semillas transgénicas, diez de ellas solo en 2013. Aún no hay novedades al respecto.
Desprotegidxs por las Leyes
En los últimos diez años, con la expansión de la frontera extractiva que exige concentración de tierras y ocupación de territorios, la criminalización se ha ampliado a las comunidades indígenas y campesinas, así como a nuevos grupos y asambleas socio-ambientales y organizaciones territoriales. En esta línea, existe una relación directa entre extractivismo, política de concentración de la tierra y deterioro de los derechos. Como consecuencia de ello, la creciente territorialización de los conflictos ha derivado tanto en el desplazamiento de comunidades originarias y campesinas como en una mayor persecución de dirigentes y militantes territoriales y ambientales, en un marco de militarización creciente y de salidas represivas.
En el 2010, se aprobó en Argentina la Ley Antiterrosita. El término “terrorista” cuenta con una larga historia en el lenguaje político, pero se ha utilizado muy especialmente a los efectos de demonizar a los opositores políticos. La sanción de leyes antiterroristas intenta producir dos efectos simultáneos: por un lado, castigar; por otro lado, intimidar, paralizar, dividir, romper lazos de solidaridad. El estrecho vínculo que existe entre la reciente reforma de la Justicia y la ya sancionada ley antiterrorista resulta evidente. La última tiene como principal objetivo mantener bajo amenaza a los militantes populares y luchadores sociales, mientras que la primera se interesa en mantener bajo amenaza a los jueces discordantes. Contradictoriamente, sus defensores sostuvieron que aprobaban la ley pero que nunca la aplicarían, cuestión absurda ya que la ley antiterrorista está en vigor y sus efectos se sienten con independencia de que un juez se decida a imponerla.
Son diversos los casos en los que las autoridades políticas o judiciales amenazaron con aplicar la ley antiterrorista. Las personas que salen a manifestar su legítimo derecho a la protesta se las sustantiva; han dejado de ser miembros de una comunidad, de un movimiento social, de un grupo comunitario: son terroristasEstos procesos de pérdida de derechos incluyen también avance y expropiación del territorio de las comunidades campesinas indígenas y de los bienes naturales. Tenemos el caso  de la extradición de los presos políticos paraguayos, que llegaron a Argentina escapando de la persecución de su gobierno, y a los tres días fueron detenidos negandóseles el refugio político, este fue un precedente e inaguración de la aplicación de la ley “anti” terrorista. Los seis militantes campesinos paraguayos, pertenecientes al movimiento Patria Libre, rechazaron las acusaciones que el gobierno paraguayo les imputaba de terroristas, bajo una falsa acusación de secuestro y asesinato de la hija del ex-presidente paraguayo Cubas. Los campesino indicaron que dicho suceso  fue un ajuste de cuentas entre distintos grupos mafiosos enquistados en el gobierno y denunciaron entre otras cosas  más de doscientos trabajadores, campesinos y militantes  asesinados en Paraguay impunemente.
Otro ejemplo, se advierten en materia de los derechos indígenas, con que el nuevo Código Civil entra en directa contradicción con lo establecido por la Constitución vigente, el Convenio 169 de la OIT y la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. El proyecto no aseguró la participación y consulta previa requeridas por la normativa vigente; incorpora el régimen de propiedad comunitaria indígena en un marco de derecho privado regido por principios que le son ajenos; otorga la titularidad del derecho sólo a las comunidades indígenas registradas como personas jurídicas, justificando así los constantes avallasamientos y violaciones a los derechos humanos de las comunidades, en pos de una frontera agropecuaria que quiere seguir expandiéndose. A lo anterior, esto hay que agregar que, en los últimos años, existe una tendencia a la tercerización de la represión a través de la utilización por ejemplo de sindicatos (la UOCRA, sobre todo), guardias blancas y sicarios contratados especialmente por latifundistas y propietarios sojeros como en el caso de Chaco, Formosa y Santiago del Estero.
Ecoportal.net
Indymedia

“Google nos espía e informa al Gobierno de Estados Unidos”

Entrevista a Julian Assange, fundador de Wikileaks


 Le Monde Diplomatique
Desde hace treinta meses, Julian Assange, paladín de la lucha por una información libre, vive en Londres, refugiado en las oficinas de la Embajada de Ecuador. Este país latinoamericano tuvo el coraje de brindarle asilo diplomático cuando el fundador de WikiLeaks se hallaba perseguido y acosado por el Gobierno de Estados Unidos y varios de sus aliados (el Reino Unido, Suecia). El único crimen de Julian Assange es haber dicho la verdad y haber difundido, vía WikiLeaks, entre otras revelaciones, las siniestras realidades ocultas de las guerras de Irak y de Afganistán, y los tejemanejes e intrigas de la diplomacia estadounidense.
Como Edward Snowden, Chelsea Manning y Glenn Greenwald, Julian Assange forma parte de un nuevo grupo de disidentes que, por descubrir la verdad, son ahora rastreados, perseguidos y hostigados no por regímenes autoritarios sino por Estados que pretenden ser “democracias ejemplares”...
En su nuevo libro, Cuando Google encontró a WikiLeaks (Clave Intelectual, Madrid, 2014), cuya versión en español está en librerías desde el 1 de diciembre, Julian Assange va más lejos en sus revelaciones, estupendamente documentadas, como siempre. Todo parte de una larga conversación que Assange sostuvo, en junio de 2011, con Eric Schmidt, presidente ejecutivo de Google. Este vino a entrevistar al creador de WikiLeaks para un ensayo que estaba preparando sobre el futuro de la era digital. Cuando se publicó el libro, titulado The New Digital Era(2013), Assange constató que sus declaraciones habían sido tergiversadas y que las tesis defendidas por Schmidt eran considerablemente delirantes y megalomaníacas. El nuevo libro del fundador de WikiLeaks es su respuesta a esas elucubraciones del presidente de Google. Entre muchas otras cosas, Assange revela cómo Google –y Facebook, y Amazon, etc.– nos espía y nos vigila; y cómo transmite esa información a las agencias de inteligencia de Estados Unidos. Y cómo la empresa líder en tecnologías digitales tiene una estrecha relación, casi estructural, con el Departamento de Estado. Afirma también Assange, que hoy, las grandes empresas de la galaxia digital nos vigilan y nos controlan más que los propios Estados.
Cuando Google encontró a WikiLeaks es una obra inteligente, estimulante y necesaria. Una fiesta para el espíritu. Nos abre los ojos sobre nuestras propias prácticas de comunicación cotidianas cuando usamos un smartphone, una tablet, un ordenador o cuando navegamos simplemente por Internet con la candidez de quien se cree más libre que nunca. ¡Ojo! Nos explica Assange, como Pulgarcito, vas sembrando rastros de ti mismo y de tu vida privada que algunas empresas, como Google, recogen con sumo cuidado y archivan secretamente. Un día, las utilizarán contra ti...
Para conversar de todo esto y de algunas cosas más, nos encontramos con un Julian Assange entusiasta y fatigado, en Londres, el pasado 24 de octubre, en una pequeña sala acogedora de la Embajada de Ecuador. Llega sonriente y pálido, con una barba rubia de varios días, con su cabeza de ángel prerrafaelista, cabellos largos, rasgos finos, ojos claros... Es alto y delgado. Habla con voz muy baja y lenta. Lo que dice es profundo y pensado, le sale de muy adentro. Tiene un algo de gurú... Habíamos previsto charlar no más de media hora, para no cansarlo, pero con el paso del tiempo la conversación se fue poniendo interesante. Y finalmente hablamos más de dos horas y media...
Ignacio Ramonet: El corazón de tu nuevo libro –Cuando Google encontró a WikiLeaks– lo constituye un encuentro tuyo, en junio de 2011, con Eric Schmidt, el presidente ejecutivo de Google. En un momento, dices: “Google es la compañía más influyente del mundo”. ¿Qué entiendes por “más influyente”?

Julian Assange: Lo que intento decir es que el mundo está viviendo un cambio muy profundo, y Google es la entidad que más influencia tiene sobre la esencia de ese cambio y tal vez también sobre la velocidad de ese cambio. Podríamos preguntarnos incluso si Google no es la empresa más influyente en términos absolutos. De esto no estoy seguro. Hay varias mega empresas que podrían ocupar esa posición, la de ser la más influyente en términos absolutos. Pero al menos, de entre las empresas de comunicación, sí, es la más influyente en términos absolutos. Otras compañías pueden tener mucha influencia, como General Electric, o Raytheon, o Booz Allen Hamilton, o ExxonMobil, o Chevron, pero todas ellas tienen, más o menos, un modelo de negocio estabilizado, y el tipo de influencia que ejercen no es tan evidente. Son muy grandes, sí, pero son estáticas. En cambio, Google está en evolución constante; ha duplicado su valor bursatil entre 2011 y este año, pasando de 200.000 millones de dólares a 400.000 millones... Y su penetración en la sociedad global, en términos de interacción con los individuos, ha aumentado más que la de cualquier otra empresa de gran tamaño.

IR: ¿Más que las empresas financieras…?

JA: Sí, no hay duda.
IR: Escribes que “el avance de la tecnología de la información, encarnada por Google, anuncia la muerte de la privacidad para la mayoría de las personas y reconduce el mundo hacia el autoritarismo”. ¿No eres demasiado pesimista? 

JA: No creo que se pueda mirar el mundo y decidir si uno quiere hechos optimistas o pesimistas. Los hechos son como son. Hay otros fenómenos que se están produciendo y podemos considerarlos como optimistas, pero no lo que Google está haciendo. Se trata de otros procesos que están ocurriendo.

IR: Hablaremos de esos procesos más adelante. Por ahora quería preguntarte: ¿en qué te basas para afirmar que “las tecnologías de Silicon Valley son un instrumento al servicio de la política exterior de EE UU”?

JA: De varias maneras, que describo en el libro. En primer lugar, la larga historia de colaboración entre el complejo militar-industrial de las fuerzas armadas de Estados Unidos y el Silicon Valley. Cualquier persona que haya investigado sobre el Silicon Valley sabe que eso es así. Noam Chomsky ha denunciado con contundencia lo que ocurría en Silicon Valley en las décadas de 1970 y 1980 (1). De hecho, si miramos hacia atrás y pensamos en cuál era la percepción que se tenía en esa época de los ordenadores… Eran unas máquinas enormes que los militares hacían funcionar y las ponían al servicio de las grandes empresas estadounidenses. La idea que la gente se hacía del superpoder de los ordenadores está reflejada en películas como Colossus (2). En todo caso, los militares en esa época pilotaban el desarrollo del Estado: ayudando a llegar a la Luna, ayudando a construir armas atómicas, ayudando a diseñar misiles ICBM (3), ayudando a acelerar la velocidad de los submarinos nucleares, ayudando al Servicio de Impuestos Internos a verificar la fiscalidad de cada persona... Todo eso cambió cuando Silicon Valley, en los años 1990, empezó a desarrollar un mercado de consumo, a poner los avances de la tecnología informática al alcance del gran público. Fue entonces cuando se empezó a crear una “burbuja de percepción” que presentaba a las empresas de Silicon Valley como “amigas” de la gente, “amigas” del consumidor. Apple, Google, Amazon y más recientemente Facebook han estimulado ese aspecto y se han beneficiado de ello. Y todo eso ha creado una ilusión... que ha permitido obliterar la visión previa, negativa, que había al respecto, y que la mayoría de los académicos tenía con relación a Silicon Valley, aquel Silicon Valley que colaboraba con los militares. En segundo lugar, estas nuevas compañías, como Google, que describo en mi libro, establecieron una estrecha relación con el aparato de Estado en Washington, en particular con los responsables de la política exterior. Esa relación es una evidencia ahora. La tienen los más altos ejecutivos de Google, Eric Schmidt (4), Jared Cohen (5)... tienen ideas políticas semejantes y comparten una idéntica visión del mundo. Y finalmente, esta asociación tan estrecha y esta visión del mundo compartida entre Google y la Administración estadounidense están al servicio de los objetivos de la política exterior de Estados Unidos.

IR: Precisamente, en esa misma línea, escribes que cuando Eric Schmidt visitó China, Corea del Norte y Birmania, en 2013, era evidente que estaba llevando a cabo una operación de “diplomacia encubierta” para Washington. ¿Qué pruebas tienes de ello? 

JA: Hablo basándome en mi experiencia. Pudimos demostrar que cuando había un flujo de información entre Eric Schmidt y yo, inmediatamente esa información llegaba a los niveles más elevados del Departamento de Estado (6). Y cuando Eric Schmidt utilizaba a Lisa Shields (7) como canal para contactar conmigo, se producía con anterioridad un flujo de información en sentido contrario, del Departamento de Estado a Eric Schmidt... Respecto a este y su diplomacia encubierta con Corea del Norte y con algunos países con los que Washington no quiere ser visto manteniendo comunicaciones de forma directa, no soy yo quien lo afirma, yo simplemente repito y reproduzco las afirmaciones que otras personas han expresado. Pero yo, como te acabo de decir, tuve una experiencia concreta respecto a su función de informador del Departamento de Estado; y otras personas también supieron evaluar lo que Schmidt hizo en Corea del Norte y en otros países.

IR: Hace unos meses, Eric Schmidt estuvo en Cuba (8) ¿crees que también era para llevar a cabo una “diplomacia encubierta”?

JA: Sí, eso creo.

IR: ¿Piensas que cometiste un error cuando recibiste en 2011 a Eric Schmidt y a sus amigos cercanos a la Administración estadounidense? ¿Fuiste ingenuo? 

JA: Son preguntas interesantes. Yo estoy acostumbrado a reunirme con muchas personas de todo tipo, desde hace mucho tiempo. Por ejemplo, periodistas con antecedentes cuestionables. Pero no tenía tiempo de evaluar cuáles eran sus motivaciones al venir a verme. Así que traté la cita con Eric Schmidt y las tres personas que lo acompañaban [Jared Cohen, Lisa Shields, Scott Malcomson] de una forma similar a como siempre lo había hecho. Obviamente tuve mucho cuidado en no revelar detalles de nuestras operaciones o los nombres de los miembros de mi equipo... Ese tipo de precauciones… Si lees cuidadosamente la transcripción de nuestra conversación verás que intento escabullirme un poco de algunas preguntas demasiado incisivas de Eric Schmidt. Por ejemplo cuando me pregunta cómo WikiLeaks se defendía técnicamente a sí misma en aquel momento... En lugar de responderle a eso, describo cómo WikiLeaks se defendía... ¡en etapas anteriores! Pero hay muchas cosas que uno puede aprender sobre una persona cuando esta te visita durante un largo rato. Y en este caso, Eric Schmidt y sus tres acompañantes, miembros del Departamento de Estado, me visitaron durante más de cinco horas... Es un tiempo suficientemente largo como para poder sacar una impresión relativamente precisa sobre la salud de alguien, su estado de ánimo, qué es lo que le interesa, de qué se ríe, etc. Y yo, ahora, claro, sería un poco más cuidadoso si hubiera sabido que ese tipo de información, recogida sobre mí por Eric Schmidt, iba a ir directamente hacia el Departamento de Estado... Pero, dicho esto, esa información también la recogí yo sobre él, y eso me reveló quién era Schmidt, y creo que los lectores también lo perciben. Si se analiza cuidadosamente lo que él y las tres personas que lo acompañaban me preguntaron, de qué se reían, la diferencia entre una risa verdadera y una risa falsa… Se deducen cosas...

Por ejemplo, está muy claro que Eric Schmidt ve a China como un enemigo... Porque cuando yo hice bromas sobre cómo, con WikiLeaks, habíamos engañado a la seguridad china, la risa de Schmidt fue más fuerte y espontánea, mientras que en otros momentos su risa era falsa.

IR: ¿Te decepcionaste al ver la versión truncada que daba Schmidt de esa conversación en su libro (9)?

JA: Me sentí más decepcionado por el libro de Schmidt como libro. Eso sí me decepcionó. Pero también fue muy interesante descubrir lo que ese libro intentaba ser. Y, naturalmente, como yo también había grabado nuestro encuentro, tuve la experiencia personal de saber exactamente lo que yo había dicho a Schmidt y lo que él reprodujo de nuestra conversación en su libro. Por lo tanto, pude ver lo que él estaba intentando hacer. Pude vislumbrar el objetivo de Schmidt cuando analicé qué partes de la conversación había conservado, cuáles había ocultado y cuáles había distorsionado. Su propósito no era atacarme a mí, aunque dijo algunas cosas hirientes. Lo que él intentaba era posicionar a Google como el “visionario geopolítico” que necesitaban los Estados Unidos. Para que las autoridades de Washington acudieran a él y escucharan a Google...

IR: Dices que muchos ciudadanos critican el espionaje y el control ejercidos por el Estado, pero sin embargo notas que son muy pocos los ciudadanos que critican la vigilancia ejercida por las empresas privadas. ¿Es tan peligrosa esta como la de los Estados?

JA: ¿Estás presuponiendo que hay una diferencia entre el Estado y las grandes empresas privadas? [risas]

IR: Te hago la pregunta... Tengo mi opinión... [risas]

JA: Esta división está desapareciendo en la mayor parte de los países de Occidente. Pero la complicidad es más clara en Estados Unidos donde, por ejemplo, el 80% del presupuesto de las agencias de seguridad nacional (10) va a la industria privada. Incluso la agencia de inteligencia más secreta de Estados Unidos, que forma parte del núcleo más protegido del Estado, destina el 80% de su presupuesto a las industrias del sector privado. Por lo tanto, es interesante preguntarse por qué ha habido más investigaciones sobre el espionaje del Gobierno que sobre el espionaje de las empresas privadas. Creo que están ocurriendo dos cosas. En primer lugar, una ley general: cuando aumenta el grado de abstracción de un problema disminuye el número de personas que pueden entender esa abstracción. Por ejemplo, cuando el Gobierno estadounidense contrata a la empresa militar privada Blackwater (11) para que sus mercenarios operen en Oriente Medio, ¿cuánta atención se presta al número de mercenarios que intervienen en Irak o en Afganistán, comparado con lo que se publica sobre el número de militares de las fuerzas armadas? ¿Cuánta atención se da a los mercenarios de Blackwater cuando matan a alguien o cuando cometen un delito, en comparación con la cobertura mediática que recibe el crimen o el delito cometido por un militar? Y sin embargo, el Gobierno estadounidense, en ambos casos, es el amo que da las instrucciones y financia las operaciones. Se le da un nombre diferente, y darle a algo un nombre diferente es suficientemente eficaz para esconder la verdad, y disimular la realidad.

Y segundo, especialmente en Estados Unidos, está el aspecto ideológico. Por un lado tenemos a la izquierda norteamericana... Casi toda esa izquierda liberal está en el seno del Partido Demócrata, en un sistema clientelista y, por lo tanto, no está ejerciendo un examen adecuado de lo que está sucediendo con los excesos del Gobierno, incluida la privatización generalizada. Y, por otro lado, tenemos la parte libertaria del Partido Republicano que dice que sólo el Gobierno es el problema, y que el sector privado jamás es el problema. Sin embargo, el sector privado es quien dirige, en gran parte, al Gobierno. Y algunas mega empresas, como Google o Goldman Sachs, con su enorme tamaño y sus monopolios, están dirigiendo los servicios centrales del Estado como si fueran el propio Gobierno... Son mega empresas privadas que tienen una cifra de negocios anual superior al PIB de Nueva Zelanda o de muchos otros Estados.

IR: De Ecuador, por ejemplo…

JA: En efecto, de Ecuador. Si comparamos la empresa petrolera Chevron, que tiene una facturación de unos 300.000 millones de dólares al año y Ecuador, que tiene un PIB de unos 90.000 millones de dólares al año… La diferencia es abismal. Sabemos que hay un conflicto entre estas dos entidades (12). Chevron intenta presentar a Ecuador como un “Estado poderoso” que utiliza la fuerza coercitiva para poder reducir e intimidar a una empresa privada... Pero si consideramos los ingresos, no cabe duda de que Chevron es la entidad con más recursos de las dos. Es tan grande que ha podido asociarse, además, al poder de Estados Unidos que también posee la habilidad de usar la fuerza coercitiva, no de manera directa, pero sí indirecta, para tratar de intimidar a Ecuador... Movilizando, si es necesario a la llamada “sociedad civil”...

IR: ¿ El concepto de “sociedad civil” es una fábula?

JA: El concepto no es una fábula, pero la práctica sí lo es. Porque la mayoría de las organizaciones de la llamada “sociedad civil” están financiadas para ser agentes del Estado o de las empresas más poderosas. En mi libro doy bastantes ejemplos de esto, no para probar este punto, sino para estudiar lo que hace Google. La New America Foundation, por ejemplo, en Washington, ¿quién la financia? La respuesta es: Eric Schmidt personalmente, y Google como compañía, y el Departamento de Estado, y Radio Free Asia, y varias entidades más, pero las que he mencionado son las principales patrocinadoras. Y su directora general, Anne-Marie Slaughter, había trabajado anteriormente como asesora muy cercana a Hillary Clinton en el Departamento de Estado, y sigue siendo una asesora actual del Departamento de Estado. Y es profesora en Princeton, al mismo tiempo. Por lo tanto, aquí los tenemos a todos juntos: Eric Schmidt como individuo, Google como compañía, el Departamento de Estado como parte del Ejecutivo de EE.UU. Igual ocurre con Radio Free Asia, y con el mundo académico representado, en parte, por Anne-Marie Slaughter. Eric Schmidt es miembro de la Junta de muchas de estas fundaciones, junto con directivos de Facebook. Aunque, desde lejos, parece que Google y Facebook están en competencia, en realidad, a nivel social, no se oponen entre sí, cooperan en fundaciones, y también trabajan con el Estado, como en el caso de la New America Foundation. En el libro, entro más en detalle en esta fundación porque es la más significativa desde el punto de vista político. Es como el “hogar político” de Eric Schmidt en Washington. Aunque él y varios ejecutivos de Google están involucrados también en otras fundaciones que pretenden encarnar la “sociedad civil”...

IR: Dices que “detrás de la fachada de la democracia lo que hay, en realidad, es un poderoso deseo de controlar a los ciudadanos”. ¿En qué te basas para escribir esto?

JA: ¿Tiene que ver tu pregunta con esta falsa “sociedad civil”…?
IR: Sí, es la idea. Lo que llamamos ‘democracia representativa’, en realidad, escondería, según tú, un gran deseo de controlar a la gente...

JA: Ya veo... Seguramente conoces la famosa afirmación de Noam Chomsky: “Los medios de comunicación son a la democracia lo que la propaganda es a la dictadura”.

IR: Sí, dos maneras de manipular.

JA: Es una parte necesaria del sistema de control.

IR: A ese respecto, háblame de Total Information Awareness, no te pido que la describas, lo haces en el libro, pero ¿crees que ese proyecto ha sido abandonado realmente?

JA: ¿Total Information Awareness? No, no, en absoluto. Disponemos de documentos que WikiLeaks no ha publicado todavía sobre el nacimiento de Total Information Awareness. Y mi conclusión, después de estudiar a fondo su evolución es que, inmediatamente después de los atentados del 11 de septiembre del 2001, el complejo de los servicios de inteligencia estadounidenses quiso obtener más poder.

Conseguir muchas cosas que habían querido hacer desde hacía mucho tiempo… Aunque ya eran muy poderosos… No es que no hubiera vigilancia masiva antes del 11 de septiembre, sí la había. La Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) era ya como “la gran bestia” en Washington, y ya recopilaba una enorme masa de información. Pero inmediatamente después del 11 de Septiembre, el Ejército pensó que podía agarrar parte de este pastel y quitarle la suya a la NSA. Por lo tanto hicieron esa propuesta de Total Information Awareness, con algo llamado MOAD [en inglés Mother Of All Databases, “la madre de todas las bases de datos”], que incluía toda la información que se había reunido en Estados Unidos, la de la CIA, la de los satélites y la de las demás agencias de inteligencia. Y este proyecto se aprobó inicialmente. Pero la NSA vio esta intromisión del Ejército como una amenaza para su propio poder institucional. Por lo tanto, la NSA luchó contra Total Information Awareness. Y no ganó inicialmente. Se estableció una especie de cibercomando supremo que no estaba dirigido por la NSA. Y la oficina de Total Information Awareness tampoco estaba dirigida por la NSA. Entonces, la NSA se unió con los demócratas, con los principales responsables demócratas, y empezaron a atacar ese proyecto. Una vez que lo debilitaron bajo el pretexto de que, de algún modo, constituía una amenaza para las libertades civiles, empezó a digerir los trozos, las piezas de Total Information Awareness, y a integrarlos en el seno de la NSA... Finalmente, la NSA absorbió la mayor parte de los elementos del proyecto Total Information Awareness. O sea, el proyecto como tal ha desaparecido, pero todos sus objetivos siguen vigentes y forman ahora parte de las misiones de la NSA.

IR: A tus lectores les dices: “¡Aprended cómo funciona el mundo!” Pero ¿dónde pueden aprender eso?

JA: En primer lugar comprando y leyendo mi libro… [risas]

IR: Obviamente... ¿y después?

JA: La revolución de las comunicaciones ha conectado a todas las sociedades unas con otras. Eso significa que ha conectado a todos los espías de una sociedad con los de otra sociedad, incluyendo a los principales espías, los de la NSA, y eso ha reforzado los aspectos negativos de la globalización. Por ejemplo, la competencia económica tan agresiva, las transferencias financieras a la velocidad de la luz… Eso significa que los grupo dominantes, ya poderosos, pueden ahora multiplicar su poder gracias a Internet y extenderlo a todos los países cuyas sociedades se están fusionado también gracias a Internet. Pero por otro lado, este proceso, esta misma revolución tecnológica, ha permitido a muchas personas, en todas partes del mundo, educarse unas a otras. Mediante la transferencia lateral de la información. Y eso nos permite, en principio, informarnos mejor y comprender cómo funciona realmente el mundo.

IR: Es el aspecto positivo del que hablábamos al principio…

JA: Sí. La NSA y las organizaciones de espionaje semejantes a ella, como Google y otras empresas cuyo negocio es recoger información privada, han estado sacando información de las personas menos poderosas y archivándola para utilizarla en su beneficio. Y esto ha aumentado su poder en gran medida. Ha aumentado el poder de aquellos que ya tenían mucho. Es el aspecto negativo.

Pero por otro lado, esa transferencia lateral de información ha aumentado el conocimiento y, por lo tanto, el poder de millones de personas. Y han surgido unas cuantas organizaciones, no muchas, como WikiLeaks que se especializan en recoger datos secretos de esas organizaciones superpoderosas para ponerlos a disposición de todo el mundo, para reequilibrar la falta de igualdad en materia de poder. En cierto modo, no he respondido a tu pregunta, pero hay tantas formas de aprender ahora… Y los últimos cinco años han sido la época de mayor educación política que haya habido nunca, no para todos los países, pero si se mira esta educación que se está produciendo al mismo tiempo en todo el mundo, eso no había ocurrido nunca antes.

IR: ¿Crees realmente que Internet ha conseguido poner fin a la asimetría de la información? 

JA: Sí, pero, como acabo de explicar, las grandes empresas y el Estado están intentando controlar este fenómeno recogiendo todavía más información.

IR: Dices que “no es el Estado quien debe saberlo todo sobre los ciudadanos, sino los ciudadanos quienes deben saberlo todo sobre el Estado”.

JA: Sí, así debe ser. ¿A quién le importa la transparencia? A nadie realmente. La gente no nace con el tema de la transparencia en sus corazones. No piensan en la transparencia en el último instante de sus vidas, antes de morir.

IR: Seguro... 

JA: La gente nace con deseos de justicia, y antes de morir, quiere haber sido tratada con justicia. Lo mismo ocurre con la privacidad. Transparencia y privacidad son sólo importantes porque son mecanismos que dan o quitan poder.

IR: Afirmas que WikiLeaks contribuyó a hacer caer dos dictaduras: en Túnez y en Egipto. ¿Estás convencido de ello? 

JA: Muchas personas están convencidas de ello.

IR: ¿Está demostrado?

JA: Los ministros de Ben Ali admiten que la divulgación de unos cables con información explosiva por WikiLeaks fue lo que quebró la espina dorsal del sistema de Ben Ali. Queda claro que estas divulgaciones representaron un papel importante. Llegaban en el momento propicio y en un contexto de gran descontento social. Porque, en realidad, lo que hizo caer a Ben Ali fue el propio Ben Ali.

IR: La dictadura misma, claro…

JA: Sí.

IR: Quisiera ir más allá. Dices que, cuando se produjeron las primaveras árabes y las revueltas de jóvenes a través del mundo, desde los “indignados” de España hasta los manifestantes de “Occupy Wall Street”, “Internet se convirtió en un demos, un pueblo, que comparte cultura, valores y aspiraciones, se convirtió en un lugar en el que tiene lugar la Historia”. ¿No es excesivo decir que Internet es un “pueblo”?

JA: Antes de 2005, Internet era un lugar muy apático. Pero luego, en parte gracias a WikiLeaks, se produjo un cambio muy grande.

IR: Sin embargo, ¿no crees que es excesivo decir que “Internet es un demos”? 

JA: Es excesivo decir que Internet, en su totalidad, lo es. Pero hay millones de personas en Internet –ignoro su número exacto–, que se consideran a sí mismas como parte de ese demos. En cambio hay otros millones de personas que utilizan Internet y no se conciben a sí mismos como parte de ese demos de Internet. Pero eso no impide que haya millones de personas, repito, que sí se perciben a sí mismas como parte de ese demos. Incluso conozco a personas a las que les he preguntado: “¿De dónde eres?” Y algunas me han contestado: “Soy de Internet”.

IR: Generación Internet... 

JA: Es divertido... Pero lo dicen en serio, no en broma. Sienten genuinamente que Internet es el lugar de donde ha emergido su cultura personal.

IR: ¿Sigues pensando que compartir información es una manera de liberar al mundo?

JA: No hay otra esperanza. Nunca ha habido ninguna otra esperanza. Esta ha sido siempre la lucha. Que las personas reciban información. Si retrocedemos al tiempo de los griegos, o a los debates durante la Ilustración, o a los enfrentamientos en China, o las guerras de independencia en Latinoamérica, o las luchas poscoloniales, el primer paso siempre ha sido: comprender la situación, comprender qué es posible y qué no es posible. Incluso si nos apartamos de las cuestiones que tienen que ver con la distribución de recursos y el desequilibrio de los poderes –porque a veces pienso que la izquierda se centra exclusivamente en estas cuestiones… Si miramos simplemente de qué es capaz el ser humano cuando está en sus mejores condiciones, y qué es capaz de hacer la civilización cuando está también en su mejor momento, cualquier cultura, cualquier civilización… Está claro que no se puede hacer un plan para hacer algo a no ser que se piense en ese plan. No se puede comprender si un plan de acción es válido o no es válido a no ser que se analice en detalle y se entienda la situación. A no ser que se comprenda cómo las instituciones humanas se comportan, y también a no ser que se comprenda cómo funcionan los seres humanos. Los seres humanos siempre se han visto limitados por la falta de conocimiento. Imaginemos que mañana todo el mundo se queda sordo, mudo y ciego; las personas no pueden comunicarse unas con otras, ni transmitir sus conocimientos, ni tampoco aprender del pasado, ni de los archivos escritos, no pueden transmitir sus conocimientos a sus hijos, ni al futuro. Imaginemos esa situación extrema…

Entonces las personas serían como conejos o como piedras... Pero también podemos imaginar otra postura, donde la adquisición de conocimientos sería mucho más importante, y la educación mucho mejor que ahora, y la comunicación de mayor calidad y más honesta que ahora... Pues bien, en este momento nos hallamos entre esta posición elevada y la de ser meras piedras... Hace unos cinco mil años tal vez estábamos a un nivel muy bajo, ahora hemos subido un poco, pero aún nos queda mucho por subir para alcanzar, gracias a una educación y una información adecuadas, un nivel humano realmente superior.
IR: Hablabas antes de transparencia. Un ex ministro socialista francés de Relaciones Exteriores, Hubert Védrine, criticando a WikiLeaks, dijo: “La transparencia absoluta es el totalitarismo”… También se ha acusado a WikiLeaks de “violar la vida privada de los Estados”. ¿Piensas que debe haber límites a la difusión de informaciones ocultas sobre los Estados? 

JA: Cuando los responsables políticos, en los Gobiernos, se quejan de la transparencia, me da risa. Detrás de esas acusaciones, hay algo que es como decir: yo creo que las personas no deberían robarse unas a otras. Uno puede creer esto, o no creerlo. Pero en realidad no importa, porque no somos dioses, y los Estados tampoco lo son. En la práctica, sabemos que los Estados no pueden regularse a sí mismos para evitar volverse “malos”. En consecuencia, los Estados deben ser regulados por otras instancias, por personas que están dentro de ese Estado y por personas de fuera del aparato de ese Estado. Esto es una evidencia, lo han propuesto muchos humanistas. Una institución que se regula a sí misma, que no tiene regulación externa, se condena a cometer excesos o a la corrupción. Por eso, en términos prácticos, algunas instituciones del Estado, como la policía que investiga a las mafias, por ejemplo, deben actuar de forma profesional para asegurarse de que sus investigaciones no sean cuestionadas. Sin duda, WikiLeaks actúa de forma profesional y verifica que la identidad de nuestras fuentes no se vea comprometida, o la identidad de nuestro equipo, de nuestro personal, nunca sea revelada. Y nunca lo ha sido. Pero mantener nuestros secretos no es la responsabilidad de toda la sociedad. De forma similar, no porque la policía o las agencias de inteligencia actúen de forma incompetente, los editores de prensa o los ciudadanos deben censurarse unos a otros.

IR: Dices que WikiLeaks le ha dado al mundo “una lección de periodismo”, y que respecto a los medios de comunicación “habría que destruirlos todos”, y sustituirlos. ¿No eres, aquí también, un poco excesivo?

JA: Yo he trabajado con los medios de comunicación como periodista, como editor, en competencia con otras publicaciones y, al igual que todo el mundo, como consumidor o lector. Pero también he tenido la experiencia de algo que poca gente ha experimentado, incluidos muy pocos periodistas, que es padecer a los medios de comunicación como sujeto, cuando los medios hablan de mí. Y por lo tanto he desarrollado una percepción muy aguda respecto a su falta de profesionalidad, he comprobado que tienen muchos prejuicios y que están al servicio del poder dominante al que rinden cuentas. Aunque, entre los periodistas que trabajan para los medios dominantes, los hay muy buenos, las limitaciones institucionales son muy severas y casi inevitables. Esencialmente, el poder los corrompe. Y cuando una organización mediática se convierte en influyente, incluso simplemente porque está haciendo bien su trabajo, se convierte en poderosa y, como consecuencia, invita a otras personas a que trabajen para ella, y a su vez estas personas son invitadas por otros grupos sociales poderosos para que se sienten con ellos a un mismo nivel social, a un mismo nivel de negocios, y para intercambiar información. Y este proceso es sencillamente un proceso de seducción y de captación al que la mayoría de los seres humanos no se puede resistir. Resultado: todo grupo mediático que tiene influencia y que la ha ejercido durante muchos años ya no es capaz de dar información de forma honesta.

IR: Quisiera preguntarte: ¿Qué relación tienes con Edward Snowden actualmente? Si no es un secreto...

JA: No es un secreto el hecho de que WikiLeaks, de que yo y otras personas de WikiLeaks hemos conseguido exfiltrar a Edward Snowden de Hongkong para colocarlo en lugar seguro. Tiene asilo en Rusia y ahora ha montado una organización para defender las fuentes de los periodistas, que se llama Courage Foundation. En cuanto a cómo nos comunicamos… Ahí no puedo entrar... Pero es interesante el motivo por el que no puedo entrar en ello: es porque hay un Gran Jurado en Estados Unidos investigando el caso de Snowden, y los agentes del FBI vinculados a ese Gran Jurado han estado haciendo preguntas respecto al papel que Sarah Harrison (13) y yo, y otros miembros de WikiLeaks hemos tenido en el caso de Edward Snowden. Pero estamos orgullosos y muy contentos de que Snowden tenga asilo seguro. Su familia ahora se ha reunido con él en Rusia. Y tiene libertad de movimientos en el país más grande del planeta. Posee documentación para viajar. Todavía tiene que tener mucho cuidado a la hora de salir fuera de Rusia, por los intentos de Estados Unidos de capturarlo... Pero siempre y cuando sea muy cuidadoso en lo que hace, se encuentra en una buena situación ahora. Y esto es un incentivo muy importante para que lanzadores de alerta como él den un paso al frente y hagan lo mismo que hizo él.

IR: Compartes con Snowden el ser, a la vez, uno de los hombres más perseguidos por Estados Unidos, y también el ser considerado como un “héroe de nuestro tiempo” por mucha gente. 

JA: Sí... Ninguna buena acción queda impune... [risas]

IR: ¿Estás dispuesto a negociar con Estados Unidos para poner fin a tu situación? 

JA: Respecto a Estados Unidos hemos intentado negociar, y mis abogados, en Washington, han negociado. El Departamento de Justicia estadounidense se niega a hablar con mis representantes. Y la última actualización, por parte del Departamento de Justicia, es que la investigación sobre mí sigue su curso pero se niegan a decírmelo, se lo comunican al Tribunal, pero no quieren hablar con nuestros abogados ni conmigo. Y el Gobierno de Ecuador, a nivel estatal, ha intentado hablar con el Gobierno estadounidense respecto a esta cuestión, y ahí también, el Gobierno de Estados Unidos se niega a entablar conversaciones.

IR: En junio pasado, anunciaste públicamente que pronto saldrías de aquí... 

JA: No lo anuncié yo, fueron los medios de comunicación quienes lo anunciaron.

IR: ¡Ah! Otra prueba de las “mentiras de los medios”... [risas]. ¿Cuándo piensas salir de aquí? 

JA: Tengo mucha confianza. La situación legal es absolutamente clara. Tenemos varias demandas, hemos depositado una docena de demandas diferentes en distintas jurisdicciones, que están avanzando. Sobre la mitad de ellas, estamos a la ofensiva, por ejemplo, presentamos una demanda penal contra las operaciones de inteligencia contra mí en Suecia, otra contra las operaciones militares de Estados Unidos contra nosotros en Alemania, otra en Dinamarca contra la cooperación ilegal entre la inteligencia danesa y el FBI contra nosotros. Y en otra demanda penal, en Islandia, también hemos tenido éxito y hemos conseguido hacer arrestar a un confidente del FBI, que informaba en nuestra contra. Pero también he interpuesto un recurso de apelación en Suecia y esperamos algún resultado positivo. Legalmente la situación está muy clara desde hace tiempo. Por otra parte, a medida que avanza el tiempo, Estados Unidos y el Reino Unido empiezan a tomar cierta distancia con respecto al tema WikiLeaks... Ahora, por ejemplo, están muy ocupados con la Organización del Estado Islámico... En el Reino Unido, además, están las elecciones del año que viene. Y en Suecia hay un nuevo Gobierno.

IR: Socialdemócrata...

JA: Sí, pero no hay que olvidar que fue un Gobierno socialdemócrata quien tomó la decisión de colaborar con la CIA en el 2001 (14). En Suecia, no hay mucha diferencia entre el centro-derecha y el centro-izquierda... La realidad es que, en Estocolmo, están ahora en un periodo de transición. Y durante un periodo de transición la presión sobre el sistema judicial no es tan elevada porque el nuevo Gobierno se está formando. En el Reino Unido, tenemos varias facciones que están de mi parte y esto ha tenido como resultado un cambio en la ley. Hay que recordar que aquí se me detuvo sin cargos durante cuatro años, pero tampoco hay cargos contra mí en Estados Unidos, ni en Suecia...

Esto resulta increíble para la mayor parte de la gente, no creen que esto pueda ser verdad. Y yo tampoco creo que esto pueda pasar pero, sin embargo, es lo que me pasa a mí. Estuve detenido sin cargos durante cuatro años... E intentan extraditarme sin cargos... Por suerte, ha habido un reconocimiento, por parte de el Reino Unido, del Tribunal Supremo, de que esto ha sido un abuso que no se podía evitar según la ley anterior. En consecuencia, el Parlamento ha modificado la ley. Y ahora ya no es posible una extradición sin cargos en el Reino Unido.

IR:¿Han hecho un caso especial con tu asunto?

JA: No. Aunque hay un problema: esa nueva ley no es retrospectiva. Esa cláusula de no retrospectividad se introdujo en la nueva ley después de que un artículo en el London Independent dijese que si se aprobaba la nueva ley tal y como estaba redactada, Assange quedaría libre. Probablemente no es legal, porque esa cláusula se ha introducido únicamente para causar perjuicio a una persona en concreto.

IR: Pero no se puede hacer una ley para una única persona... 

JA: Bueno, han hecho trampa, no han puesto mi nombre, pero describen mis circunstancias exactas. [risas]

IR: La llamarán la “enmienda Assange”, me imagino...

JA: Mis abogados bromean. Dicen que es “la excepción Julian a la ley Assange”. [risas] Pero tengo confianza. Soy optimista.

Notas: 
(1) Léase la entrevista con Noam Chomsky (realizada el 15 de agosto de 2012 por Jegan Vincent de Paul), “Noam Chomsky on Government, Silicon Valley and the Internet”.http://www.socialphy.com/posts/computers-technology/17119/Noam-Chomsky-on-Government_-Silicon-Valley-and-the-Internet.html
(2) Colossus: The Forbin Project (Colossus: el proyecto Forbin), 1970, dir: Joseph Sargent. Película de ciencia ficción que cuenta cómo el Gobierno de Estados Unidos cede la defensa del país a un superordenador que contacta con el superordenador de los soviéticos, llamado Guardian, para formar un hiperordenador que toma conciencia de su poder y se hace con el control del planeta.
(3) Misil Balístico Intercontinental.
(4) Después de haber sido, de 2001 a abril de 2011, director ejecutivo (consejero delegado) de Google, Eric Schmidt es, desde el 4 de abril de 2011, presidente ejecutivo del Consejo de Administración de Google.
(5) Jared Cohen es director de Google Ideas, un think tank patrocinado por Google y dedicado a “identificar los desafíos globales y a determinar qué soluciones tecnológicas se podrían aplicar”. Fue asesor de Condoleeza Rice y de Hillary Clinton, secretarias de Estado (ministras de Relaciones exteriores), respectivamente de George W. Bush y de Barack Obama.
(6) Ministerio de Relaciones Exteriores de los Estados Unidos.
(7) Lisa Shields, directora de comunicaciones del Council on Foreign Relations (Consejo de Relaciones Exteriores), el think tank de Relaciones Exteriores más importante, vinculado a los demócratas del Departamento de Estado; novia de Eric Schmidt.
(8) Cf. “Presidente ejecutivo de Google visita Cuba”, 14ymedio, La Habana, 28 de junio de 2014. http://www.14ymedio.com/nacional/Presidente-Google-visita-oficial-Cuba_0_1586841303.html
(9) Eric Schmidt, Jared Cohen, The New Digital Age. Reshaping the Future of People, Nations and Business [La nueva era digital. Remodelando el futuro de la gente, las naciones y los negocios], 2013.
(10) La United States Intelligence Community reúne a diecisiete agencias de seguridad, entre ellas la CIA, la NSA, la DEA y el FBI.
(11) Blackwater USA (que luego cambió de nombre y pasó a llamarse Blackwater Worldwide, y que ahora se llama Academi) es una sociedad militar privada estadounidense considerada como el “Ejército privado más poderoso del planeta”. Intervino en apoyo de las fuerzas armadas de Estados Unidos en Irak y en Afganistán.
(12) Léase Ignacio Ramonet, “Ecuador y la mano sucia de Chevron”, Le Monde diplomatique en español, diciembre de 2013.
(13) Periodista británica, investigadora en temas de derecho y consejera jurídica de Julian Assange.
(14) En 2001, Suecia se vio salpicada por un escándalo de torturas a dos ciudadanos egipcios durante un vuelo secreto de la CIA que partió rumbo a El Cairo desde el país escandinavo, gobernado entonces por una coalición de izquierdas presidida por el primer ministro socialdemócrata Göran Persson.
(Londres, 24 de octubre de 2014. Traducción y primera transcripción: Marta Sedó. El texto de la entrevista ha sido revisado y enmendado por Julian Assange).
Fuente: http://www.monde-diplomatique.es/?url=editorial/0000856412872168186811102294251000/editorial/?articulo=93dd828d-8d5a-4d01-bfa9-bbe89c8ffe79