Ante intento golpista de la ultra derecha, Golpe de
timón, Gobierno de calle, dialogo Bolivariano profundizan la democracia
socialista del siglo XXI en Venezuela
Por: Del Rosario Ignacio
Denis Twitter:
@yiyoparaguay
En la nueva propuesta de la
Dirección Político Militar de la Revolución Bolivariana en su nuevo ciclo, se
plantea el gobierno de calle y el dialogo Bolivariano encabezado por el
presidente Nicolás Maduro y todas las instituciones ministeriales y
entes adscriptas junto al pueblo organizado del poder popular al
frente.
El legado del comandante Chávez y
el proyecto socialista en marcha tiene un nuevo modelo que lo
caracteriza de otro socialismo en la historia, la democracia verdadera, no se
trata de imponer sino la de convencer y crear conciencia y cambio cultural, en
ese sentido el alma esta en el espíritu comunal. Es dialectico y
natural que en el proceso de discusión hay también momento de confusión donde
es necesaria la crítica y autocritica para la rectificación y reimpulso
revolucionario. “Cualquier cambio no se produce automáticamente en la
conciencia, como no se produce también en la economía. Las variaciones son
lentas y no son rítmicas; hay periodo de aceleración, otro pausado en incluso,
de retroceso”. Ernesto che Guevara.
En el primer concejo de ministros
20 de octubre del 2012 en el palacio de Miraflores iniciando el nuevo ciclo de
la transición el comandante Hugo Chávez lo llamo el golpe de timón, de una
manera sabia insistió que en el nuevo ciclo que viene, después de la victoria
popular del 7 de octubre abrió un horizonte político que garantiza la
estabilidad del país; la construcción del socialismo a
lo Venezolano, partió de una profunda critica y autocritica sin
autoflagelación algunas, replanteo la necesidad de territorializar
en comunas los modelos socialista, armar una telaraña con una nueva hegemonía
democrática cubriendo de lo nuevo, injertando las experiencia socialista y
conquistando a la población de nuestros modelo de sociedad, sino fuera de estas
manera estos estará condenado al fracaso, es decir el modelo socialista seria
absorbido, tragado por el capitalismo, con los vicios del burocratismo, la
ineficiencia y la corrupción.
La complejidad de este desafío de
cómo lograrlo o como hacerlo esta en el espíritu de las comunas y el liderazgo
cultural ejercido por la clase dirigente: El
concepto de Cultura de Gramsci lo encontramos en un artículo publicado bajo el
título de Socialismo y Cultura, donde escribe Grido di Popolo ,
en 1916, y planteaba como necesidad el que "hay que dejar de concebir la
cultura como saber enciclopédico, en el cual el hombre no se contempla mas bajo
la forma de recipiente que hay que llenar con datos empíricos e
inconexos".
La
cultura escribe Gramsci, "es la organización, disciplina del yo interior,
conquista de superior conciencia por lo cual se llega a comprender el valor
histórico que uno tiene, su función en la vida, deberes y derechos. Pero esto
no ocurre por evolución espontánea, independiente de la voluntad de cada uno
por ley fatal de las cosas". El comandante con un reclamo de camarada, a
sus intelectuales orgánicos, a sus equipos de gobierno decía:“Cuidado, si
no nos damos cuenta de esto, estamos liquidados y no solo estamos liquidados,
seriamos nosotros los liquidadores de este proyecto. Nos cabe una
responsabilidad ante la historia”.
En
la nueva propuesta del gobierno de calle más lo que va aprender son los
servidores públicos, funcionario y persona dedicado a funciones del estado que
por su naturaleza en su mayoría proviene de una cultura de la burocracia
impuesta por el estado burgués y una formación académica vasado en la
tecnocracia, presentado engañosamente como planificación. La eficiencia o nada
planteado en este nuevo ciclo de la revolución pasa necesariamente en la
comprensión del valor histórico y una conciencia superior por encima de la
ciencia, una claridad en la visión y la misión de la revolución, por encima de
cualquier oficio, el nuevo Estado Socialista reclama una lealtad y una disciplina
diferentes radicalmente distinto al estado burgués, requiere la
participación activa escuchando la razón y respetando los sentimiento del
pueblo, entender, adaptar a la dinámica de las clase trabajadora, salir de
la mirada reduccionista, cuadrada, fraccionada propio del burocratismo, el
gobierno de calle puede ayudar para adquirir una disciplina social de las
instituciones y sus servidores.
Hay
una necesidad de una planificación democrática, una integración en la visión y
en la misión para encarar los trabajos de la construcción del nuevo estado
comunal, poderes públicos y poder popular hacer un cruzamiento entre los
diagnostico, planes, problema para una acción conjunta coherente, eficiente y
liberador.
“La disciplina política
hace que precipiten esas impurezas y da al espíritu su metal mejor, una
finalidad a la vida, sin la cual no valdría la pena vivirla”
Desde
hoy debemos formarnos y formar este sentido de responsabilidad implacable y
tajante como la espada de un justiciero. La revolución es algo grande y
tremendo, no es un juego de diletantes o una aventura romántica.
Porque en el golpe de timón el comandante Chávez insistió en la revisión y rectificación de la revolución, la necesidad del estado comunal, de la crítica y autocritica, porque un retorno a las instituciones del pasado es la muerte colectiva, el desencadenamiento de un sanguinario terror blanco ilimitado del fascismo; quemar los logros de la revolución, la clase burguesa estaría interesada en suprimir con las armas a las tres cuartas partes de la conquista de los trabajadores para devolver la miseria, la explotación, la mano invisible del mercado, la entrega de la soberanía a interés imperialista, y volver a disfrutar de condiciones privilegiadas a costa de la riqueza del país imponiendo su odio y violencia que está habituada en todo el mundo en su estrategia de dominación.
Vencido en la lucha de clases, el capitalismo dejará un residuo impuro de fermentos antiestatales, o que aparecerán como tales, porque individuos y grupos querrán eludir los servicios y la disciplina indispensables para el éxito de la revolución.
Porque en el golpe de timón el comandante Chávez insistió en la revisión y rectificación de la revolución, la necesidad del estado comunal, de la crítica y autocritica, porque un retorno a las instituciones del pasado es la muerte colectiva, el desencadenamiento de un sanguinario terror blanco ilimitado del fascismo; quemar los logros de la revolución, la clase burguesa estaría interesada en suprimir con las armas a las tres cuartas partes de la conquista de los trabajadores para devolver la miseria, la explotación, la mano invisible del mercado, la entrega de la soberanía a interés imperialista, y volver a disfrutar de condiciones privilegiadas a costa de la riqueza del país imponiendo su odio y violencia que está habituada en todo el mundo en su estrategia de dominación.
Vencido en la lucha de clases, el capitalismo dejará un residuo impuro de fermentos antiestatales, o que aparecerán como tales, porque individuos y grupos querrán eludir los servicios y la disciplina indispensables para el éxito de la revolución.
Comunas
o nada, revolución dentro de la revolución.
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