Las cotidianas muestras de solidaridad del presidente de Bolivia, Evo Morales, con sus hermanos de América Latina, y el hecho de ser actualmente el mandatario más popular y respaldado de la región, lo han convertido en un líder hemisférico y universal.
El bautizado Gran Jefe Indio de la Patria Grande no escatima un solo segundo en denunciar las constantes embestidas desestabilizadoras que la derecha financiada por Estados Unidos protagoniza hoy contra los dignatarios y gobiernos progresistas latinoamericanos.
Lo hace a diario ante los intentos de derrumbar los procesos revolucionarios en Venezuela, Ecuador, Argentina, Brasil y El Salvador, entre otros, al tiempo que exhorta a los pueblos indígenas a evitar dejarse manipular por los sectores conservadores sedientos de poder que pretenden frustrar de cualquier forma, incluida la violencia y la fuerza, la integración de Nuestra América.
Evo se mantiene atento a todos los hechos que se escenifican desde el Río Bravo hasta la Patagonia, y sale a la palestra pública en el momento preciso, y con claras declaraciones, para desenmascarar a los enemigos de la unidad que se construye en América Latina.
A pesar de también ser blanco de escaramuzas adversas en su país, como sus similares de la región, el jefe de Estado boliviano llama por su nombre a quien paga y alienta a la derecha para conseguir truncar los procesos de cambios en curso en la Patria Grande.
Sin temor alguno, Evo acusa a Washington y a sus conocidas instituciones subversivas de ser artífices y ejecutores de planes desestabilizadores contra todas las naciones latinoamericanas, a las que se empeña en mantener sometidas.
De otro lado, ha sido un luchador incansable por el levantamiento del bloqueo norteamericano contra Cuba, lo que hizo patente una vez más luego de su reciente visita a La Habana, el pasado 13 de agosto, para celebrar el 89 cumpleaños del líder de la Revolución de la mayor de las Antillas, Fidel Castro.
A su regreso a Bolivia, tras compartir más de seis horas con Fidel, en compañía del presidente venezolano, Nicolás Maduro, el Gran Jefe Indio de la Patria Grande, expresó su deseo de que la formalización del inicio de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba, ocurrida este 14 de agosto, termine con el cerco económico, financiero y comercial a la Isla caribeña.
Subrayó que Cuba con bloqueo es un ejemplo de país, de resistencia, y sin esa guerra se convertiría en un modelo de nación para todo el mundo.
El respeto y admiración ganados por Evo en los últimos años obedecen, además de a su solidaridad, valentía e inteligencia natural, a todo lo que ha hecho en beneficio de su pueblo.
Para quienes olvidan por falta de memoria o intencionalmente, es necesario recordarles que cuando el humilde dirigente cocalero llegó al poder, Bolivia era el segundo país más pobre de América Latina y del Caribe, después de Haití.
Hoy, sin embargo, ese Estado Plurinacional, aun sin su derecho soberano a una salida al mar, es el que más crece económicamente en la región, pero no solo eso, sino que las riquezas son distribuidas entre todos sus pobladores.
Evo, apoyado por sus compatriotas, ha hecho de Bolivia un ejemplo a seguir en Nuestra América y el mundo, y lo han convertido en un indiscutible líder de la Patria Grande.
El bautizado Gran Jefe Indio de la Patria Grande no escatima un solo segundo en denunciar las constantes embestidas desestabilizadoras que la derecha financiada por Estados Unidos protagoniza hoy contra los dignatarios y gobiernos progresistas latinoamericanos.
Lo hace a diario ante los intentos de derrumbar los procesos revolucionarios en Venezuela, Ecuador, Argentina, Brasil y El Salvador, entre otros, al tiempo que exhorta a los pueblos indígenas a evitar dejarse manipular por los sectores conservadores sedientos de poder que pretenden frustrar de cualquier forma, incluida la violencia y la fuerza, la integración de Nuestra América.
Evo se mantiene atento a todos los hechos que se escenifican desde el Río Bravo hasta la Patagonia, y sale a la palestra pública en el momento preciso, y con claras declaraciones, para desenmascarar a los enemigos de la unidad que se construye en América Latina.
A pesar de también ser blanco de escaramuzas adversas en su país, como sus similares de la región, el jefe de Estado boliviano llama por su nombre a quien paga y alienta a la derecha para conseguir truncar los procesos de cambios en curso en la Patria Grande.
Sin temor alguno, Evo acusa a Washington y a sus conocidas instituciones subversivas de ser artífices y ejecutores de planes desestabilizadores contra todas las naciones latinoamericanas, a las que se empeña en mantener sometidas.
De otro lado, ha sido un luchador incansable por el levantamiento del bloqueo norteamericano contra Cuba, lo que hizo patente una vez más luego de su reciente visita a La Habana, el pasado 13 de agosto, para celebrar el 89 cumpleaños del líder de la Revolución de la mayor de las Antillas, Fidel Castro.
A su regreso a Bolivia, tras compartir más de seis horas con Fidel, en compañía del presidente venezolano, Nicolás Maduro, el Gran Jefe Indio de la Patria Grande, expresó su deseo de que la formalización del inicio de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba, ocurrida este 14 de agosto, termine con el cerco económico, financiero y comercial a la Isla caribeña.
Subrayó que Cuba con bloqueo es un ejemplo de país, de resistencia, y sin esa guerra se convertiría en un modelo de nación para todo el mundo.
El respeto y admiración ganados por Evo en los últimos años obedecen, además de a su solidaridad, valentía e inteligencia natural, a todo lo que ha hecho en beneficio de su pueblo.
Para quienes olvidan por falta de memoria o intencionalmente, es necesario recordarles que cuando el humilde dirigente cocalero llegó al poder, Bolivia era el segundo país más pobre de América Latina y del Caribe, después de Haití.
Hoy, sin embargo, ese Estado Plurinacional, aun sin su derecho soberano a una salida al mar, es el que más crece económicamente en la región, pero no solo eso, sino que las riquezas son distribuidas entre todos sus pobladores.
Evo, apoyado por sus compatriotas, ha hecho de Bolivia un ejemplo a seguir en Nuestra América y el mundo, y lo han convertido en un indiscutible líder de la Patria Grande.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
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