domingo, 13 de diciembre de 2015

COP21: “La Convergencia global de las luchas por la tierra y el agua”


(Paris, 10 de Diciembre de 2015) Los gobiernos y las grandes corporaciones proponen falsas soluciones. Bajo la bandera del mal llamado “desarrollo” están acaparando tierras en todo el mundo y obligando a sus habitantes a migrar de sus lugares de origen ante la imposibilidad de explotar sus propios recursos. A la vez, construyen grandes represas para obtener grandes cantidades de agua para esos cultivos, contaminan las aguas con las explotaciones mineras, etc  sin contribuir en absoluto a cambiar el modelo energético.

Además, proponen prácticas como compensaciones de CO2, C azul o agricultura climáticamente inteligente que lo único que hacen es disfrazar los problemas de soluciones para servir a los intereses del mercado.
Tienen en común que no benefician a los lugares donde se llevan a cabo estas prácticas y que no buscan cambiar el modelo de producción.
Frente a todo esto, desde los pueblos se propone soluciones reales como mantener los valores y conocimientos  tradicionales con respeto a la tierra y al agua; poner la ecología humana en el centro, sin entrar en el juego del crecimiento. Necesitamos que tierra y el agua permanezcan en manos de comunidad. Así, ni se compra ni se vende.
En casos concretos como el  del pastoreo, hay que mantener la  gestión común de los espacios  y su utilización ligada a la movilidad, adaptándose a las costumbres de cada lugar sin intentar aplicar leyes que no piensan en lo local, sino que vienen de fuera, de otra realidad que no es aplicable en cualquier sitio.
Las resistencias de los pueblos se basa sobre todo en la convergencia de las luchas, en buscar puntos de encuentro y en hacer llegar los mensajes a  la mayor cantidad de espacios posibles.
En todas las experiencias que se han presentado ha quedado claro que la convergencia es necesaria. Es necesaria la convergencia entre tierra y agua, entre distintas luchas y distintos actores. Se necesita buscar una unión de todas las fuerzas sociales en la búsqueda de un empoderamiento de las comunidades locales. Con la convergencia de las luchas se puede incidir en niveles políticos y cambiar situaciones de injusticia global. Es la única manera de proponer una alternativa para hacer frente al sistema.
Para la convergencia es necesario partir de la base, en lenguaje local primero, luego en lenguaje regional para trascender  al nivel nacional e internacional. La soberanía alimentaria crea un marco de convergencia, para dar respuesta a esta situación que a veces parece tan grande pero juntos se puede vencer.
Fuente: Via Campesina.Org 

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