Así lo sostiene un nuevo informe de GRAIN que denuncia que las compañías de fertilizantes han infiltrado los principales procesos de definición de políticas sobre agricultura y clima, posicionando los fertilizantes químicos como la solución al cambio climático y debilitando el apoyo a la agricultura sin químicos.
Bajo la bandera de una “agricultura climáticamente inteligente”, las compañías de fertilizantes se aliaron con otras corporaciones de la alimentación y los agronegocios para presionar en favor de programas voluntarios conducidos por corporaciones que promueven el uso de fertilizantes.
Entre ellos se encuentra el programa de agricultura climáticamente inteligente de Wal-Mart o el conocido como Nueva Visión para la Agricultura, del Foro Económico Mundial.
Las compañías de fertilizantes mantienen incluso su influencia dentro de la única iniciativa intergubernamental que ha surgido hasta el momento sobre cambio climático y agricultura.
Los
miembros fundadores y el comité directivo de la Alianza Global para la
Agricultura Climáticamente Inteligente, creada el 2014 en la Cumbre
sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas, tienen una fuerte presencia de compañías de fertilizantes, de grupos que les sirven de fachada y de organizaciones asociadas con ellas.
“Las compañías de fertilizantes, como Yara de Noruega, son las Exxons de la agricultura,” señala Henk Hobbelink, coordinador de GRAIN.
“Promueven un modelo de agricultura que está destruyendo el planeta y
hacen todo lo posible por bloquear cualquier acción relacionada con el cambio climático que pueda dañar sus ganancias.”
Según el informe de GRAIN,
estudios recientes muestran que la contribución total de los
fertilizantes químicos al cambio climático se ha subestimado
drásticamente. Estos estudios sugieren que las emisiones de óxido
nitroso debido al uso de fertilizantes químicos son entre 3 y 5 veces
mayores que las reportadas por el Panel Intergubernamental sobre Cambio
Climático (IPCC).
Las
cifras desactualizadas del IPCC tampoco toman en cuenta los aumentos
globales en la producción de fertilizantes, el aumento del uso del gas
de esquisto como materia prima o el impacto destructivo de los
fertilizantes químicos sobre la materia orgánica, el más importante reservorio de carbono del mundo.
“Hoy
podemos decir que este año el uso de fertilizantes químicos generará
más emisiones de gases con efecto de invernadero que el total de
emisiones provenientes de todos los autos y camiones que circulan en los
Estados Unidos,” señala Devlin Kuyek, un investigador de GRAIN.
“Las
buenas noticias es que existe una rápida solución para este problema:
un viraje, a nivel mundial, hacia prácticas agroecológicas, que pueden
lograr, sin químicos, rendimientos semejantes” agregó Kuyek
Las
investigaciones muestran que los agricultores pueden terminar con el uso
de fertilizantes químicos sin reducir los rendimientos, mediante la
adopción de prácticas agroecológicas.
Esa fue la conclusión
sustentada por la Evaluación Internacional del Papel del Conocimiento,
la Ciencia y la Tecnología en el Desarrollo Agrícola (IAASTD) de 2008,
un proceso intergubernamental de tres años que involucró a más de 400
científicos y que fue auspiciado por el Banco Mundial y todas las agencias relevantes de Naciones Unidas.
“Podremos
liberarnos fácilmente de nuestra adicción a los fertilizantes tóxicos
en nuestros sistemas alimentarios, cuando retiremos los grilletes que la
industria de los fertilizantes le ha puesto a los representantes y
funcionarios internacionales”, dice Hobbelink.
“Esto debería
comenzar cancelando la Alianza Global para la Agricultura Climáticamente
Inteligente y sacando de las conversaciones de COP21 en París al grupo
de cabildeo en favor de la industria de fertilizantes.”
Acceda al informe completo de GRAIN, “Las Exxons de la agricultura”, disponible en línea en el siguiente enlace: https://www.grain.org/e/5276
Ecoportal.net
SERVINDI
No hay comentarios:
Publicar un comentario