El We-Tripantu Ancestral y Contemporáneo
La ceremonia de
acompañamiento de renovación de los ciclos naturales o we-tripantu data
de miles de años, pues responde a la lógica y normativa de la naturaleza y del cosmos, a través del cual los primeros mapuche
asumieron y adaptaron su vida individual y colectiva. No obstante, en
la actualidad encontramos dos tipos o formas de conmemorar el
we-tripantu en el mundo mapuche.
1.- WE-TRIPANTU ANCESTRAL:
En primer lugar será necesario saber cómo se determinaba o definía el día del we-tripantu en tiempos ancestrales:
El
método más efectivo que tuvieron nuestros abuelos en la definición del
día del we-tripantu es el diseño, estructuración, ubicación y
construcción de su Ruka; con un fogón en el centro y la puerta principal
orientada hacia la salida del sol, determinaban y controlaba el tiempo y
el movimiento de éste durante el transcurso del año.
Es decir, el
fogón, la puerta principal y un tronco o palo situado frente a la
puerta, definirá o marcará el movimiento del día, las constelaciones, el
sol, la luna y el tiempo, es decir, éstos símbolos marcarán los días e
indicarán el recorrido o movimiento del sol y los ciclos naturales
pukemngen (tiempo de lluvias), pewüngen (tiempo o época de brotes),
walüng (tiempo de abundancia) rimü (tiempo de descanso o zambullidas) y
con ello se determinará el día exacto del we-tripantu.
Desde el
punto de referencia se apreciaba el inicio del recorrido que realizaba
el sol a partir el día del we-tripantu, comenzando éste a moverse desde
el Puel-pikumapu (noreste) hacia el Puel-willimapu, (sureste)
vice/versa. En ése recorrido se dice que el sol debe compenetrarse o
conectarse con el fogón ubicado en el centro de la ruka, además los
rayos no deben tener ningún impedimento en su viaje o recorrido que
realiza cada día y durante las trece lunas del año.
Otros de los
factores determinantes del we-tripantu son las trece lunas del año,
todas las cuales tienen sus propios nombres y cada una representan la
época en que le corresponde hacerse presentes. La luna que marca el
inicio del nuevo año se les conoce como trufken-küyen, luna gris o luna
de las cenizas, correspondiente al pukem. Por tanto ya asomado o nacido
el trufken küyen comienzan los preparativos para la ceremonia de inicio
de renovación de la vida o we-tripantu.
Actualmente se habla
también de un conjunto de estrellas llamadas Ngaupoñi las que al
acercarse el we-tripantu desaparecerán por el poniente, lafkenmapu o
ngülumapu, asomándose en la madrugada hacia el oriente, unos días antes
de producirse el nacimiento de la nueva vida en la naturaleza.
Asimismo
se sabe con certeza que el día del we-tripantu, existe una única
madrugada del año en que las aguas de los ríos, vertientes, lagos,
esteros y otros entran en un proceso o cambios de temperaturas provocado
por el movimiento de la tierra o re-acomodación de éste que inicia el
regreso o el recorrido por el universo, completándose en el próximo año nuevo
o we-tripantu. Ese día emergen desde las profundidades de la tierra,
aguas calientes a través de las vertientes los cuales permiten que las
personas puedan bañarse en la madrugada, (epewun o amanecer).
¿En qué consiste la ceremonia del we tripantu?
El We-tripantu consiste en participar juntos con la naturaleza
en la renovación y emergencias de nuevas vidas. Es decir, el che
(humano) siendo uno de los componentes de la naturaleza hace suyo y
participa junto a su familia e invitados en ésta ceremonia de renovación
de la vida. Es así que con antelación reúne diversos tipos de alimentos
para el misawün o convivencia que llevará a cabo con sus invitados,
familias y miembros de la naturaleza. También podrá realizar un
konchotun (en el que con otras familias amigas se visitarán y
compartirán dicho acontecimiento), O quizás una ceremonia llevada a cabo
por los abuelos, en el que le colocarán su nombre a un nieto o un niño
pequeño y eso es motivo de festejo, en fin motivos hay muchas.
Las familias invitadas acuden a la Ruca
anfitriona al atardecer del día anterior del inicio del nuevo ciclo,
con su yewün (aportes en alimentos y sus presentes). Durante la noche se
conversan temas relativos a historias, hechos relevantes del quehacer mapuche
y otros relatan epeu, ayekan, ül, weupin, koneu, también se realizan
danzas ceremoniales en torno al fogón, se juega al awarkuden entre otras
entretenciones. Mientras las mamás, hermanas, abuelitas preparan
mültrün, kako, rüngalkofke, müllokiñ, mudai, y comienza la celebración.
En
la madrugada o epewun se invita a todos a bañarse en las vertientes,
ríos, lagunas o mar, para recibir las primeras aguas que les permitirá
purificar su cuerpo y su espíritu, ya que todos los mapuche
deben esperar el we tripantu, muy fortalecido para que el ciclo
venidero favorezca en su vida personal, familiar y colectivo. Se retorna
a la Ruca
antes de que asome el sol, se inicia la ceremonia de purificación o
limpieza danzando en torno a la ruka conforme a como se mueve el sol en
éste hemisferio, se tocan instrumentos, se realiza llellipun,
consistente en una ceremonia de conexión e interrelación con los
espíritus de la naturaleza,
los antepasados, el universo para agradecerle por la finalización de un
ciclo de vida y permitir recibir el siguiente. Este se realiza antes de
que el sol se asome en el puelmapu.
Luego se comparten los
alimentos preparados para la ocasión, mas tarde se participa en eventos
preparadas por la comunidad, palin, awarkuden, ñiwülün, lonkotun,
aukankantun, además ocasión propicia para hacer katan pilun (perforación
de las orejitas a las niñitas), entre otras actividades.
En el
momento que aparece el sol, se ha dado paso a una nueva vida, en la
tierra y naturaleza; se ha producido un renovado encuentro con todos los
actores del mundo mapuche,
se ha dado paso a una nueva relación y vínculo con los espíritus
creadores y de los antepasados, así se inicia una vez más una nueva vida
en la familia mapuche y en la madre naturaleza.
2.- WE-TRIPANTU CONTEMPORÁNEO:
Esta
celebración probablemente (hasta los 50, 60, 70 años hacia atrás) se
realizaba en forma más protocolar, privada y con profundo respeto en la
que se convocaba e invitaba a las familias más cercanas y aquellas
pertenecientes principalmente en la línea materna, cheche o chezki,
chuchu, weku, abuelos, abuelas y tíos maternos, asimismo a los sobrinos,
primos y otros; ocasionalmente familias y amistades del sector o
territorio, con la finalidad de realizar misawün, konchotun, lakutun,
katan pilun, entre otros, preparados para la ocasión.
Lo anterior
todo cambió en las familias y comunidades de todo el territorio mapuche,
cuando se inicia la imposición del mundo occidental, a través de la
escuela, el cristianismo y la fiesta de San Juan Bautista en particular,
(uno primero que otro).
Cuando nos dimos cuenta estábamos
celebrando la fiesta de San Juan y rezando el Padre Nuestro. Nuestro
We-tripantu había sido reemplazado por costumbres populares de verse la
suerte la noche del 24 de junio, colocar tintas en un papel, pelar
papas, poner los pies en un recipiente con aguas y mirarse al espejo,
engordar y matar chanchitos para celebrar algún hijo o hija que llevara
el nombre de Juan o Juanita, entre otros.
En éste y en otros
aspectos de nuestro ser mapuche fuimos intervenidos todos por igual. Así
comienza nuestra confusión, el sincretismo, la mezcla, el
empobrecimiento espiritual, económico, de identidad entre otros.
Afortunadamente esta fecha se ha ido recuperando paulatinamente, hemos pasado en celebrar el año nuevo
del 1 de enero como única fecha con bombo y platillo y con el correr
del tiempo con apoyo de las nuevas generaciones de jóvenes mapuche hemos
podido rescatar en parte la celebración del we-tripantu. Justamente
éste parte por ahí por los años ´86 desde el grupo de teatro de la
organización Ad-Mapu de ese entonces.
Sin embargo hoy ya estamos
entrando a una época muy distinta y muy complicada y luego vendrán otros
y otros más, mientras tanto no hemos sido capaces de recuperar nuestra
propia forma de expresar nuestra espiritualidad
y el we-tripantu más original, el mapudungun entre otros. La influencia
que ha tenido y tienen las religiones y cultura winka sobre la nuestra
ha sido más potente de lo que pudiéramos pensar.
Es así que en la
actualidad tanto en las esferas mapuche y winka, la celebración del
we-tripantu continúa acomodándose y acercándose a la celebración popular
occidental, aunque en la programación previa y en los discursos
conmemorativos se reivindica el we-tripantu de los antepasados, sin
embargo éste está lejos de ser ceremonial, ancestral y original, pues
hoy las celebraciones son similares a la fiestas del año nuevo
del 1 de enero (del calendario occidental) e incluso son más
folklóricas aún, especialmente aquellas promovidas por los organismos de
estado, también organizadas y celebradas por algunas comunidades. En
éstas están incluidas también las que se organizan y realizan en las
ciudades.
Las instituciones antes mencionadas funcionan en forma
paternalistas, ofreciendo recursos económicos e impulsando la
realización de we-tripantu en las comunidades rurales y urbanas mapuche,
mediante pequeños incentivos o proyectos al que se debe presentar un
programa detallado de actividades para ser acreedores de aquellos
recursos.
Lo anterior es tan contradictorio pues el we-tripantu se
da en forma natural, es una celebración o ceremonia de regocijo de los
hijos de la tierra, plantas, animales, insectos, aves, personas con la
naturaleza, es decir, el che (humano) es un invitado que se entremezcla
con los demás y acompaña la madre naturaleza en su fiesta, en su alegría
en el regreso de la vida de sus hijos, en esa medida y entendimiento es
deber de cada ser humano de todos aquellos que cohabitan nuestros
territorios ancestrales y principalmente mapuche a participar en ese
festejo, de la forma más natural aportando con lo suyo, con lo propio y
no esperar proyectos o beneficios provenientes de organismos estatales o
privadas que lo único que hacen es hacer del mapuche un ser más
dependiente aún.
Así también en la actualidad muchos colegios e
instituciones y hasta agrupaciones mapuche, quizás por desconocimiento o
por la pérdida real del significado y sentido que tiene este
acontecimiento han cometido graves errores, al realizar celebraciones o
conmemoraciones del we-tripantu que se aleja del verdadero sentido de
este, que es la de acompañar y ser participe en el regocijo del nuevo
despertar de la vida en la naturaleza, asumido culturalmente por
nuestros antepasados. Como consecuencia de lo anterior es que el
we-tripantu se ha ido paulatinamente transformando en una fiesta
meramente social y en algunos casos políticos. También ha habido
folklorización de esta fiesta sagrada por decir lo menos.
Otra de
las falencias es que hoy se celebra el we-tripantu en tiempos reducidos,
una mañana, un rato en el día, mientras tanto en estricto rigor este
debería comenzar al atardecer del día antes, terminando al atardecer del
día del we-tripantu cumpliendo de esa forma la ley natural, completar
el circulo y despedir la noche del año que se va y recibir el inicio de
la noche o madrugada del año nuevo,
wüñoi y we-tripantu respectivamente, concluyendo con actividades
colectivas. Pues la ceremonia del we-tripantu es familiar, eso significa
que paulatinamente debemos retornar a la familia para fortalecernos con
ellos en el día más relevante de los amaneceres que es el día del
we-tripantu.
MANGEL / INVITACION:
Invitamos a todos los habitantes del hemisferio Sur
a hacer suyo éste we-tripantu (año nuevo), más real y en concordancia
con las normas naturales. Hacer de ella un punto de referencia para el
reencuentro con la vida en coexistencia con la tierra, naturaleza, los
espíritus y el tiempo. Pues ésta fecha que marca la renovación de los
ciclos naturales en éste hemisferio no es propiedad de una u otra
cultura, sino nos pertenece a todos aquellos seres que nacimos y
cohabitamos en esta parte del planeta, humanos, animales, árboles, ríos,
aves, insectos, océanos, entre otros.
Küme ayiukonpape tüfachi we-tripantu. (Que comience con alegría este nuevo año)
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