04/06/2015
Opinión
Reivindicación histórica de los movimientos campesinos, el reconocimiento del derecho a la tierra gana terreno a nivel internacional. Esta publicación habla de esta apuesta fundamental de nuestra época. Es el resultado de un importante trabajo de investigación y fruto de una colaboración con La Vía Campesina.
Introducción
Por lo general, los derechos de propiedad relativos a la tierra se conciben sin tener en cuenta los derechos humanos. Sin embargo, se trata de una cuestión esencial ya que los derechos relativos a la tierra tienen un impacto real sobre el disfrute del derecho a la alimentación, a la vivienda, a la salud, al trabajo, a un medio ambiente saludable, al desarrollo... y sin acceso a la tierra, muchos pueblos o comunidades están privados de sus medios de subsistencia, como puede observarse un poco por todo el mundo. No es exagerado decir que el disfrute de todos los derechos humanos, incluido el derecho de los pueblos a decidir su futuro, depende de políticas y legislaciones relativas a la tierra.
La ausencia de reformas agrarias y prácticas como desplazamientos forzosos, apropiación de tierras a gran escala, reglas comerciales desiguales, especulaciones bursátiles sobre los productos alimentarios, destrucción del medio ambiente, discriminaciones y exclusiones ejercidas respecto a las familias campesinas y a otros productores de alimentos suponen una fuente de violaciones graves y masivas de derechos humanos. En este contexto es en el que se debe analizar la reivindicación de los campesinos con relación a la tierra y la importancia del reconocimiento del derecho a la tierra para ellos, pero también para el derecho a la alimentación de todos y cada uno.
Si bien el dominio de la tierra también es importante en las zonas urbanas, lo es sobre todo el derecho a la vivienda, en esta publicación nos centraremos en particular en el derecho a la tierra en las zonas rurales. Esta es la razón por la que, antes de entrar en el meollo de la cuestión, nos ha parecido necesario exponer los retos vinculados a la tierra en las zonas rurales, en particular bajo el prisma de la agricultura y del derecho a la alimentación (capítulo I).
Se ilustran las luchas de los campesinos por la tierra con cuatro ejemplos que emanan de cuatro continentes, con un análisis de las políticas y las prácticas de los Estados de cuatro países, presentado por organizaciones campesinas de base (capitulo II).
Se reconoce el derecho a la tierra para algunos grupos de los llamados vulnerables (sobre todo los pueblos indígenas y las mujeres), en distintos grados, y si bien también se pueden interpretar ciertas disposiciones de instrumentos internacionales en este sentido, el derecho a la tierra como tal no se encuentra codificado formalmente en el derecho internacional. Dicho esto, los mecanismos de las Naciones Unidas que se encargan de poner en práctica de los derechos humanos abogan por un reconocimiento del derecho a la tierra para los campesinos y la necesidad urgente de llevar a cabo una reforma agraria. Al abordar la cuestión desde el ángulo de los derechos humanos, esta publicación presenta un estado de la situación y analiza en detalle los principales instrumentos (internacionales o regionales) vigentes que se refieren, directa o indirectamente, al derecho a la tierra (capitulo III).
Los ejemplos concretos de jurisprudencia de los órganos de protección de los derechos humanos de las Naciones Unidas, instancias regionales y tribunales nacionales permiten comprender las múltiples facetas y la complejidad del tema así como la tendencia hacia un reconocimiento formal del derecho a la tierra para las comunidades que dependen de ella (capitulo IV).
La lucha por la función social de la tierra (preeminencia del uso colectivo y del interés general frente a la propiedad privada) y la seguridad de la tenencia se encuentran en el centro de las reivindicaciones campesinas. El proyecto de Declaración sobre los Derechos de los Campesinos que se está negociando en la ONU va en este sentido. Esta es la razón por la que nos ha parecido igual de interesante analizar el curso histórico de la propiedad privada de la tierra, su relación con los derechos humanos y comparar las legislaciones sobre esta materia en varios países en distintos continentes (capítulo V).
La presente publicación tiene un doble objetivo: por una parte, pretende servir de apoyo a las luchas locales y nacionales de los campesinos por la tierra y, por otra parte, espera ser una contribución constructiva a las negociaciones sobre el proyecto de Declaración sobre los Derechos de los Campesinos que en este momento se está llevando a cabo en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU entre los que se encuentra el derecho a la tierra como uno de los principales escollos.
* Documento completo en PDF
- Melik Özden es Director del Programa Derechos Humanos del Centro Europa - Tercer Mundo (CETIM)
http://www.alainet.org/es/articulo/170147
FUENTE: ALAI
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