Al decidir una agresión militar a Siria, los aliados imperialistas la justifican en la supuesta utilización de armas químicas por el gobierno de Asad. Sudamérica hace más de una década que soporta un ataque de guerra química contra sus territorios por Monsanto y sus compinches. Y primero con Bush junior y luego por Obama, con la anuencia y complicidad indudable de los gobiernos de USA.
En 2010 Obama realizó un
viraje en la política de desarrollo agrario en USA y en su orientación
en ese sector hacia el mercado externo. El nombramiento del hombre de
Monsanto, Islam Siddiqui en dicho año como Jefe de Negociaciones
Agrícolas del ministerio de agricultura fue el hecho clave que marcó esa
mudanza. De la "ayuda alimentaria", imponiendo el exceso de producción
agrícola estadounidense en el extranjero por medio del dumping /1,
cambió para el eslogan de "seguridad alimentaria" que no era otra cosa
que la imposición de los organismos genéticamente modificados (OGMs) y
sus pesticidas, bajo la falsa promesa de mejorar la producción de
alimentos en el extranjero. En realidad el cambio de estrategia de Obama
fue la sustitución de las bolsas de trigo, arroz y maíz exportadas a
precio de dumping contra los agricultores locales de países que cayeron
dentro de sus sesgados Tratados de Libre Comercio, por bolsas de
pesticidas, fertilizantes y semillas genéticamente modificadas. Una
verdadera agresión global contra el planeta y su población /2.
EEUU no brinda ni promueve ninguna clase de “seguridad alimentaria”. La
mayor parte de los alimentos del mundo no los produce la
agro-industria. 1500 millones de agricultores familiares producen en
pequeña escala más del 70% de los alimentos del planeta. Originan gran
parte de lo que consumen con limitados excedentes, por lo general
comercializados o canjeados en pequeños mercados. Esa es la realidad de
grandes regiones en la India y China con más de 2/3 de la población
mundial y también del continente africano, regiones donde el insumo más
importante es el estiércol de los animales. El problema del hambre no se
debe a los bajos rendimientos de la agricultura familiar. El mundo
cuenta con 7 mil millones de personas y produce alimentos suficientes
para 9 mil millones. Sin embargo en la actualidad hay en el mundo más de
mil millones de hambrientos (más de 50 millones solo en EEUU). Al mismo
tiempo, hay más de mil millones de personas con sobrepeso, muchos de
los cuales son obesos y sufren de enfermedades relacionadas con una
dieta de alimentos industrializados que puede ser tan mortal como el
hambre. El hambre y la obesidad no son el resultado de los bajos
rendimientos agrícolas, se derivan de la producción excesiva de
alimentos tóxicos, del enorme desperdicio de alimentos en la
comercialización e industrialización, de la escasez de alimentos
orgánicos saludables en los países dominados por la agro-industria, y de
la injusticia que rige la propiedad de las tierras agrícolas y la
desigualdad en como los alimentos se distribuyen en el capitalismo.
Con la falsa política de “seguridad alimentaria” se completaba el
panorama de la estrategia global estadounidense del gobierno Obama. Esta
política agrícola es complementaria de la “guerra al terrorismo” que
extendió la intervención militar estadounidense abierta o encubierta a
casi un centenar de países, la “guerra contra las drogas” que
proporcionó a la DEA el dominio del tráfico internacional de sustancias
adictivas y la conducción de la economía por hombres de Wall Street que
desataron una gran crisis económica-social mundial -iniciada en
2007-2008 y aún vigente- con la que subordinaron la economía planetaria
la capital financiero internacional. A la “guerra al terrorismo” y la
“guerra contra las drogas” se sumó “la guerra química contra la
naturaleza”.
Fracaso transitorio de la ofensiva transgénica en Europa
La falsa “seguridad alimentaria” de los transgénicos y agro-tóxicos
pasa desde hace meses en Europa por serias dificultades. En junio de
este año Monsanto había anunciado en Alemania que ya no estaban haciendo
trabajo de promoción de cultivos en el continente y que no buscaban
nuevas aprobaciones para plantas modificadas genéticamente. Esto es
debido a que la oposición a sus semillas biotecnológicas en muchos
países sigue siendo alta. “Hemos llegado a la conclusión de que esto no
tiene una amplia aceptación por el momento”, declaró a la prensa la
portavoz de Monsanto en Alemania, Ursula Lüttmer-Ouazane /3.
El anuncio de junio fue preparatorio de una decisión trascendente para
la salud europea. La transnacional de “biotecnologías” -y otros
agro-tóxicos- anunció, el 17 de julio pasado, que retira todas las
solicitudes de permiso depositadas en la Comisión Europea para cultivar
maíz, soja y remolacha azucarera genéticamente modificados. Sólo
pretende renovar la autorización para el cultivo de maíz tipo MON810,
aunque varios estados miembros como Francia, Alemania e Italia, lo han
prohibido en el ámbito nacional, tras las iniciativas ciudadanas en su
contra. Monsanto advirtió que no pretende abandonar la comercialización
en la UE de las semillas tradicionales. Esto último con Ucrania como
principal objetivo.
En 2012, el grupo químico alemán BASF
desistió de sus intentos transgénicos en el continente, desplazando su
central de biotecnología vegetal a Estados Unidos, aceptando que la
ingeniería genética está fuertemente contestada en Europa.
Es
que, en setiembre de 2012, al hacerse por primera vez un estudio no
controlado por la industria de semillas transgénicas, el científico
Gilles-Eric Seralini de la Universidad de Caen y su equipo, publicaron
una investigación que demostraba que las ratas alimentadas con una dieta
que contenía NK603 (una variedad de semillas de maíz modificadas
genéticamente para tolerar las dosis del herbicida Roundup) o a las que
se dio agua que contenía niveles de este producto químico permitido en
USA, murieron precozmente antes que las que siguieron una dieta sin
estos elementos. Además, las hembras bajo dieta genéticamente modificada
desarrollaron tumores mamarios y los machos daños severos en hígados y
riñones. El estudio, publicado en la revista 'Food and Chemical
Toxicology', debió hacerse en absoluta clandestinidad, ya que las
multinacionales propietarias de las semillas alteradas genéticamente
dominan un lobby que tiene sus tentáculos tanto en las Universidades, y
centros de investigación, como en los ministerios de agricultura y las
instituciones gubernamentales que liberan las autorizaciones estatales
-y continentales en el caso de la Unión Europea- para las “dañinas
novedades” de la biotecnología. Las comprobaciones de Seralini
provocaron una conmoción en la opinión pública europea. A pesar de la
inmediata ofensiva dispendiosa de “publicidad” en los medios, del lobby
de Monsanto, BASF, Du Pont, Syngenta, Bayer, etc. para tratar de
desacreditar la investigación, la reprobación de los transgénicos caló
hondo.
El portavoz corporativo de Monsanto, Thomas Helscher,
afirmó que la compañía quiere dejar claro que sólo buscará una
penetración de mercado de sus cultivos biotecnológicos en áreas que
entreguen un amplio apoyo. “Vamos a vender las semillas modificadas
genéticamente sólo donde gocen de un amplio respaldo por parte de los
agricultores, de un amplio apoyo político y de un sistema regulatorio en
funcionamiento”, comentó Helscher a Reuters /4. “Hasta donde
estamos convencidos, esto sólo se aplica a unos pocos países en Europa
hoy, principalmente España y Portugal”, agregó. El 30 de julio pasado
Greenpeace informaba que la superficie actual cultivada en España con
transgénicos es de alrededor de 140 mil hectáreas -según el Ministerio
de Agricultura Alimentación y Medio Ambiente-, lo que supone un aumento
del 20% respecto a la superficie destinada en 2012. Tanto el gobierno
socialdemócrata anterior como el actual de Rajoy, están a contramano de
las decisiones europeas. No es difícil deducir que el lobby transgénico
ha “lubricado” los engranajes de aprobación de sus productos, en un
gobierno probadamente corrupto del Partido Popular.
¿Financial Times ecologista?
El principal periódico europeo del capital financiero, el británico
Financial Times, editorializó el 21 de julio, que Europa tiene razón en
ser cuidadosa con relación a las plantaciones transgénicas. En el texto
titulado “Semillas de la duda” el medio en su versión electrónica
recuerda que, aunque raros en Europa, los cultivos transgénicos
representan cerca del 90% de todo el maíz, algodón y soja plantado en
USA, donde mostraron que las ventajas productivas de las tecnologías son
transitorias. Y agregan “Insectos están desenvolviendo nuevas formas de
vencer las defensas artificiales de las plantaciones transgénicas. Las
plantas transgénicas se expandieron y de igual forma los herbicidas a
los cuales ellas fueron programadas para tolerar, lo que condujo al
surgimiento de plantas invasoras también resistentes. Eso ha forzado a
muchos agricultores a retomar los antiguos métodos para control de
hierbas que ellos creían estar evitando cuando compraron las carísimas
semillas transgénicas.”
El Financial Times también cuestiona
las promesas de Monsanto de controlar la resistencia de las nuevas
plantas invasoras con nuevas semillas transgénicas. “Monsanto
acostumbraba argumentar que era improbable que sus semillas transgénicas
originales llevasen al desarrollo de plantas con resistencia al
herbicida, hasta que las nuevas “invasoras” probaron lo contrario.
Científicos están corriendo el riesgo de entrar en una corrida
armamentista contra la naturaleza, por la cual los agricultores serán
forzados a pagar sin recibir a cambio ningún beneficio a largo plazo”.
Que es lo que ya está pasando en Rio Grande do Sul, por ejemplo.
FT concluye su editorial diciendo que al evitar los cultivos
transgénicos Europa renuncia a ganancias que USA disfruta desde los años
90’.”Si eso impide daños ecológicos que podrían comprometer de manera
permanente la productividad agrícola, será un pequeño precio a pagar.”
En verdad las afirmaciones de Financial Times no son grandes novedades
para los ecologistas latinoamericanos que vienen advirtiendo con los
mismos argumentos hace más de una década.
Alertas
Es indudable que las declaraciones de los ejecutivos de Monsanto y el
editorial de Financial Times son una consecuencia directa de la intensa
actividad ambientalista y, en especial, de la Marcha Mundial del 25 de
mayo 2013 contra Monsanto en 41 países del planeta. En las dos regiones
donde se realizaron más manifestaciones fueron en USA y en los países
europeos. En total hubo más de 400 marchas en distintas ciudades de
todos los continentes. Este tipo de respuestas es lo único efectivo
contra las multinacionales de los transgénicos y agro-tóxicos, porque
conmueve la opinión pública y presiona sobre la clase política y las
élites de los países.
Pero, como alerta el activista Gary Cameron no hay que confiar en las declaraciones de los inventores del Agente Naranja /5
y otros múltiples venenos. Y ejemplifica que en 1999 Monsanto hizo una
oferta pública a la compañía de Mississippi, Delta & Pine Land para
la adquisición de su patente sobre una nueva técnica de organismos
genéticamente modificados (OGMs) radical, conocida oficialmente como
GURTS (Tecnología de restricción de uso genético) popularmente conocida
como la tecnología Terminator. Se trataba de una planta que “se
suicida”, después de una sola cosecha, obligando a los agricultores a
volver cada año a Monsanto para comprar nuevas semillas sin importar el
precio o disponibilidad. La mala imagen de Terminator amenazó con
descarrilar todo el proyecto de transgénicos aún incipiente. Gordon
Conway, presidente de la Fundación Rockefeller, patrocinadora financiera
de los transgénicos, convenció a la junta directiva de Monsanto de
retirarse -por el momento- de las negociaciones con el fin de limitar
los daños. Monsanto anunció entonces que no compraría la tecnología
Terminator. Las ONG anti-OGMs lo consideraron una gran victoria y nada
se supo durante siete años hasta que, sin alardes, en 2006 Monsanto
anunció que estaba adquiriendo patentes Terminator. Con esta maniobra de
postergación transitoria Monsanto logró desmontar la lucha ecologista
contra Terminator /6.
Lo mismo puede pasar en la
actualidad después de estos anuncios de Monsanto de retiro de
solicitudes de permiso para sus OGMs en Europa. Al parecer de algunos
investigadores, la multinacional a partir de ahora va a inscribir su
ofensiva transgénica dentro de las negociaciones en curso sobre el
Tratado de Libre Comercio entre USA y la UE /7. Por eso es que el
presidente Barack Obama designó a Islam Siddiqui como jefe de las
negociaciones agrícolas del tratado en curso. Cuando Obama lo nombró en
su staff del ministerio agrícola en 2010, 98 organizaciones
estadounidenses que representan a las familias de agricultores,
trabajadores agrícolas, pescadores y la agricultura sostenible, el medio
ambiente, los consumidores, la lucha contra el hambre y otros grupos,
expresaron su oposición enviando una carta a los senadores del Congreso
para que no aprobaran el nombramiento de ese “hombre de Monsanto” porque
“él favorece sistemáticamente los intereses agro-industriales”..."sobre
los intereses de los consumidores, el medio ambiente y la salud
pública”. Afirmaban que la nominación de Siddiqui debilita gravemente la
credibilidad de la administración Obama en la promoción de los sistemas
locales de alimentos más saludables y sostenibles y que su nominación
también envía la pésima señal al resto del mundo que Estados Unidos
planea continuar por el camino fallido de altos insumos y alto consumo
energético en la agro-industria mediante la promoción de pesticidas
tóxicos, la biotecnología de semillas infames y acuerdos comerciales
desleales con las naciones que se oponen a esta estrategia. Es que
Siddiqui, entre 2001 y 2008 representó en Europa como lobbysta
registrado a CropLife America, -cuyos miembros incluyen Monsanto,
Syngenta, DuPont y Dow-, una asociación industrial de productores de
pesticidas y productos transgénicos /8.
Inmunidad legal para Monsanto
Monsanto es tan consciente que sus productos afectan el equilibrio
ambiental y la biodiversidad así como provocan cáncer y otras múltiples
enfermedades, que usó al jefe de su bancada en el Congreso, el senador
Roy Blunt, republicano por el estado de Missouri -donde tiene su sede
Monsanto- y principal receptor de financiamiento de campañas electorales
de la multinacional, para introducir en la Ley de Gastos de USA un
texto que exime a Monsanto de ser demandado por los daños que sus
cultivos y productos químicos causen. Llamada por los opositores de Ley
de Protección de Monsanto, fue votada por el Congreso y luego firmada
como ley por el Presidente Obama, a pesar de cientos de miles de
peticiones de protesta para no hacerlo. Tanto Monsanto como otros
proveedores de OMGs pasaron a tener inmunidad legal frente a los
perjuicios que causen a la población estadounidense. Los tribunales
federales no tienen ningún poder para detener su propagación, uso o
venta. La única otra corporación de los EEUU que goza de esa inmunidad
legal indignante son los fabricantes de vacunas farmacéuticas. El
guerrerista Premio Nobel de la Paz, asociado a Monsanto y otras
transnacionales del sector, otorga inmunidad legal a la guerra química
contra la naturaleza en su propio país e impulsa una agresión similar
contra Sudamérica.
Notas
1/ Se denomina dumping cuando un industrial lanza un producto con precio por debajo del costo real de producción, para arruinar a la competencia y monopolizar el mercado. O, en el comercio exterior, un país exporta productos con precios por debajo del costo de producción para eliminar los competidores extranjeros. El ejemplo más destacado del dumping agrícola lo realizó USA a México. El ingreso de granos y carne de USA a México con precios de dumping –debajo de los costos de producción– provocó en los productores mexicanos una pérdida de ingresos por 12 mil 800 millones de dólares entre 1997 y 2005 (mil 500 millones de dólares en promedio anual). Los productores de maíz fueron por mucho los más afectados, con quebrantos por 6 mil 600 millones de dólares, lo que condujo a la ruina y pérdida de sus tierras a muchos de ellos. El dumping de USA a México se desarrolló protegido por la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Los productos agrícolas recibían subsidios en USA y eran apoyados allí con políticas que fomentaban la sobre producción. www.jornada.unam.mx/2010/09/18/procampo.html
2/ Dupont, Monsanto y Obama versus agricultores familiares del mundo. Freedom Food, 11 07 2010.
http://foodfreedom.wordpress.com/2010/07/11/dupont-monsanto-and-obama-versus-the-worlds-family-farmers/
3/ Global Research, 04 06 2013 http://www.globalresearch.ca/the-monsanto-protection-plan-monsantos-deception-game-on-gmo-in-europe/5337502
4/ Stop Monsanto (España) 31 05 2013 http://stop-monsanto.es/2013/05/31/monsanto-vamos-a-vender-las-semillas-donde-tenemos-apoyo-politico-y-un-sistema-regulatorio-en-funcionamiento-en-europa-principalmente-espana-y-portugal/
5/ El Agente Naranja fue uno de los desfoliantes utilizados por los militares de USA como parte de su programa de guerra química durante su ofensiva contra Vietnam (1961-1971). Las florestas fueron fumigadas para desfoliarlas y tornar al enemigo visible y los campos fueron envenenados para que el vietcong no tuviese que comer. Vietnam estima que 400 000 personas fueron asesinadas o mutiladas con las fumigaciones. En las áreas pulverizadas se multiplicó por diez el número de nacimientos de niños con anomalías físicas y genéticas. 500 000 niños fueron afectados como resultado de su uso. La Cruz Roja de Vietnam calcula que hasta 1 millón de personas son discapacitadas o tienen problemas de salud debido al Agente Naranja. Hoy el propio Departament of Veterans Affairs de EEUU asume que una cierta cantidad de enfermedades que afectan a sus veteranos de la guerra de Vietnam provienen de la exposición al Agente Naranja y otros herbicidas. Lo que les da derecho a recibir compensaciones por enfermedad o prestaciones de supervivencia. Son alrededor de dos decenas de enfermedades graves: varios tipos de cánceres respiratorios, múltiples enfermedades de la piel; leucemias, mielomas, linfomas (como la enfermedad de Hodgkin) y sarcomas; parkinson y varios tipos de neuropatías. http://www.publichealth.va.gov/exposures/agentorange/
6/ Gary Cameron. Juego de engaño de Monsanto sobre los transgénicos en Europa. Stop Monsanto. 06 06 2013. http://stop-monsanto.es/2013/06/06/juego-de-engano-de-monsanto-sobre-los-transgenicos-en-europa-stopmonsanto/
7/ Marianne Falck, Hans Leyendecker e Silvia Liebrich. O lado mais sujo da Monsanto. Outras Palavras. http://outraspalavras.net/destaques/o-lado-mais-sujo-da-monsanto/
8/ Gary Ruskin. Obama nombra como negociador agrícola a un hombre de Monsanto. Global Research, 05 de abril 2010 http://www.globalresearch.ca/obama-gives-key-agriculture-post-to-monsanto-man/18499
FUENTES ORIGINAL. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=173203
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