“Instructor Zero” y la Fuerza de Tarea
Conjunta (FTC)
Por: Del Rosario Ignacio Denis
“La construcción de
un imperio, en particular, un imperio capitalista a principios del siglo XXI,
requiere de una elaborada arquitectura militar para poder expandir, proteger y
consolidar los grandes intereses económicos esenciales para los imperios
modernos, razón por la cual el aparato militar estadounidense creció
enormemente durante la última década.”
James Petras
Sembrar y abonar
guerras y conflictos se realiza para cosechar inestabilidad, terror, muerte,
violación de los derechos económicos, sociales y culturales acentuando la destrucción
de la humanidad y la Madre Tierra. En el siglo XXI, Europa y Estados Unidos
cosechan este caos de manera exponencial declarándose en estado de excepción
global por el llamado “Estado Islámico”; la pregunta que muchos analistas se
hacen es quién financió, quién promovió la guerra en Irak, Afganistán, Libia,
Siria, Túnez, Franja de Gaza, citando solo algunos, qué tipo de industria armamentística
se utilizan en estos conflictos, todo el equipo logístico quién lo suministra,
incluidos los mercenarios. Estas contradicciones antagónicas se agudizan en
este tiempo histórico y desnudan los rostros interesados de quienes promueven
la guerra y el terror utilizando solo como escudo y matriz mediática la lucha
contra el terrorismo, la lucha por la paz, la violación de los derechos humanos
o la ayuda humanitaria, las armas de destrucción masiva, la lucha contra las
drogas: son simples palabras para justificar el negocio del lobby imperial.
La extensión del Plan
Colombia en Paraguay es un proyecto de vieja data que se va sembrando en la
región nuestramericana, quebrantando permanentemente una zona de paz con
justicia social para el continente. Diferentes gobiernos abonaron este proyecto
guerrerista de ocupación militar estadounidense; cada vez sus operaciones
encubiertas son más abiertas, tanto en la complicidad como en la impunidad
desde el Estado paraguayo; igualmente, se tornarán cada vez más cruentas las
incursiones de unos y otros, alimentando de este modo la espiral de violencia,
terror, violación de los derechos humanos, especialmente contra la población
civil. Esto crea inestabilidad a cualquier vida comunitaria en los territorios
en disputa, el gobierno intenta justificar y encubrir sus acciones esgrimiendo
como sentido común la inseguridad, la necesidad de actuar sobre supuestas situaciones
inhumanas, antisociales, pero igual cometiendo crímenes de lesa humanidad y en
total impunidad. Esta práctica de guerra sucia es cada vez más peligroso y dejan
muchas opiniones muy confusas: por un lado los reclamos de las organizaciones
sociales, organismo de derechos humanos, algunos actores políticos, como la
posición de la senadora del Partido Democrático Progresista, Desirée Massi refiriéndose
su preocupación a este “Instructor Zero”, igual quedan avasallados, satanizados
y cercenados por la matriz mediática de grandes medios de comunicación, dejando
una impotencia en los hechos y planes en marcha.
En relación al “Instructor
Zero” y su apoyo político-militar con la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), lejos
de ser un simple demente o una payasada, es nada más y nada menos el encargado
de las operaciones de guerras abiertas y las encubiertas, es llevar adelante el
manual del ejército estadounidense FM 10020 («Low Intensity Conflict»). Esta
doctrina de los Estados Unidos es del año 1981 y se vienen mutando con la
llamada guerra híbrida, es una lucha político-militar limitada con fines
políticos, sociales, económicos o psicológicos. Este tipo de cooperación suele
ser prolongada y se implementa utilizando desde las presiones diplomáticas,
económicas y psicosociales hasta el terrorismo y la insurgencia (combinando
operaciones de baja visibilidad o clandestinas, de evasión y escape, de
sabotaje, etc.). Existen investigaciones muy acabadas en el caso paraguayo y de
las intenciones del Comando Sur con la instalación del “Centro de Operaciones
de Emergencias (COE)”, Base militares Norteamericana en San Pedro, igualmente en
el Chaco paraguayo, el Plan UMBRAL, ejercicios militares conjuntos permanentes:
todo es para controlar recursos estratégicos imponiendo la fuerza militar en
territorio específico, es por el agua dulce (Acuífero Guaraní), concesiones
mineras etc.
El comandante de la
Fuerzas Militares, Gral. Luis Garcete, sostuvo que Yeco Biccelli,
autodenominado el “Instructor Zero”, cuenta con una extensa trayectoria al
servicio de varios ejércitos alrededor del mundo: “Es un profesional que ofrece sus servicios de manera individual y es
conocido internacionalmente; sirvió en Afganistán (...) Él mismo se ofreció a
la Fuerza de Tarea Conjunta de forma totalmente gratuita”. Sería una
ignorancia y estupidez centrar el debate del precio económico de un mercenario,
es en lo político y militar y en la soberanía de un país, es el costo social y
humano que puede significar la guerra de ocupación con un mercenario que nadie
conoce, es como el nuevo “Rambo” que viene a estimular y levantar el espíritu
moral para matar; según Garcete fue una autorización del propio presidente Horacio
Cartes, sin embargo el presidente afirman haberse informado hace dos días en un
video que lo mostro su hijas, el ministro del Interior Francisco de Vargas,
igualmente dijo no saber nada ni del curso impartido “en la jungla paraguaya”
ni del hombre en cuestión: Yecco Biccellí.
Estas afirmaciones resumen
la guerra abierta y encubierta del gobierno paraguayo y el Comando Sur de los
EE.UU que buscan mutar varios actores bélicos para la “acumulación por
desposesión” en los territorios poblados por comunidades, existe una guerra
abierta y permanente de grandes medios de manipulación para instalar en el censo
común la creación de la imagen de un enemigo deshumanizado peligroso, criminal,
la narco-guerrilla ACA, EPP, los “Justicieros sin frontera” entre otros, según
los medios privados y actores políticos vinculados a este plan, estos grupos
tienen una presencia y vinculación de territorios, igualmente desde su inicio
se mezclan y vinculan con sectores progresistas o líderes populares,
principalmente campesinos, sin ninguna prueba se afirman como los protectores, muchos
son imputados, encarcelados sin pruebas y otros asesinados. En este proceso de
siembra y mutaciones de conflictos bélicos fallecieron policías, líderes
campesinos, supuestos guerrilleros, militares, capos del narco, políticos,
todos en total impunidad pero dejando un terror y confusión a la población.
Esta operación
encubierta desde su inicio busca demostrar una ineficacia policial y falta de
preparación; existe una necesidad de que las Fuerzas Armadas luchen contra el
terrorismo. Con todo este discurso y presión diplomática, económica y
psicosocial desde el imperio, Fernando Lugo aprobó la Ley Antiterrorista y la
cooperación militar con Colombia renaciendo la vieja Escuela de las Américas que
estaba en Panamá. Hoy Horacio Cartes profundiza el proceso justificando la
aprobación del proyecto de ley que modifica los artículos 2º, 3º y 56° de la
Ley Nº 1337/99 de Defensa Nacional y Seguridad Interna; el 23 de agosto del
2013 creó la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) con un alto presupuesto militar.
Por ser una guerra híbrida irregular del imperialismo es necesario decir y
exigir la ausencia del Estado o su capacidad militar y logística para poner el
orden y la seguridad, lo cual solo es posible con la ayuda externa respondiendo
con dureza desde la secreta Fuerza Delta, la unidad militar 169 de la Fuerza
Aérea (Cazadores Nocturnos) y organismos paramilitares bajo el control de la
CIA, como lo es este llamado “Instructor Zero”. Es decir, tratan de encubrir la
nueva naturaleza de la guerra tras formas fantasmagóricamente humanitarias,
dando resultados significativos en su operación militar mercenaria encubierta
secreta, pero defendida desde una abierta impunidad por parte de los poderes
del Estado.
“Instructor Zero”
solo es una parte de los mecanismos psicológicos importantes de la estrategia
en las modalidades no convencionales de la guerra irregular de los Estados
Unidos, en especial la llamada Guerra de Baja Intensidad (GBI), que utilizan unidades de combate más pequeñas; el aumento
de la capacidad de movilización local; programas de contenido no militar para
manejar, relacionarse y utilizar los medios de comunicación; los medios de
prensa escritos, radio, televisión y orientados a generar una imagen de
legitimidad de las acciones emprendidas, redefinición de los sistemas de
inteligencia reorientando el papel de las fuerzas de seguridad no militares; es
un comando unificado destinado a la realización de operaciones especiales y está
establecida como una corporación de la Guerra de Baja Intensidad (GBI) dentro
del National Security Council (NSC).
Mientras se sigan
encontrando cadáveres en fosas comunes en Paraguay de las épocas del llamado Plan
Cóndor en la dictadura de Alfredo Stroessner, sus
nietos, amigos y discípulos con el mismo Cóndor cambian de plumaje afinando
cada vez más sus garras, esta vez con careta de democracia pero ejerciendo el
mismo terror, miedo a la población, es para seguir con el mismo saqueo de los
recursos naturales existentes, son los bienes más preciados para las
multinacionales y desconocen abiertamente toda las soberanías nacionales.
“Nuestras naciones no
pueden ser gobernadas por banqueros, empresarios o transnacionales”
EVO MORALES
“Hace algunos años el
subcomandante insurgente Marcos definió el modelo actual como “la cuarta guerra
mundial”. El análisis zapatista señala que el capital financiero está
desarrollando guerras de conquista en todo el mundo con el objetivo de
apropiarse de los bienes comunes sin más gasto que la ocupación de territorios.
En esta guerra la población sobrante, en general indígenas, afros y pobres de la
ciudad y el campo, se han convertido en obstáculos a superar. Por eso en esta
nueva guerra la población es objetivo militar, político, social y cultural, en
lo que ha dado en llamar “guerra total”, que se propone destruir y despoblar
territorios.”
Raúl Zibechi
Del Rosario Ignacio
Denis. Ingeniero Agroecologico graduado en Instituto Latinoamericano de
Agroecologia Paulo Freire (IALA).
Twitter:
@yiyoparaguay
@ayvuguasu
Blog del Autor :
http://ayvuguasu.blogspot.com/
Nota:
· Cecilia Loria, “El
esquema de Guerra de Baja Intensidad en Chiapas”, La Jornada, México, 2-3-199
· James Petras, “La
estrategia militar de EE.UU. en América”, Revista Rebelión, citada por Koeyú
Latinoamericana, Venezuela, julio 2001
·
U.S. Army Operational
Concept for Low Intensity Conflict, Fort Monroe, Virginia 1986
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