Para muchos en nuestra sociedad el concepto de Desarrollo Sostenible sigue siendo pensado desde una lógica de económica verde o de mercado, y no desde lo social como debería ser; definiciones como las planteadas por la Comisión Brundtland hace 28 años, han sido desvirtuadas completamente “Nuestro futuro en Común”, en donde las generaciones futuras no tuviesen que sufrir las consecuencias de decisiones equivocadas política, sociales, económicas y ambientales. Sin embargo, si medimos las condiciones actuales de nuestro planeta nos daríamos cuenta que ya no hay vuelta atrás y el futuro de las generaciones siguientes posiblemente ya este condenado. De acuerdo a informes presentados por el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) por sus siglas en inglés, indican que el clima a nivel mundial tendrá mayores variaciones y serán más agudas; incrementando las sequias, el acceso al agua y la producción de alimentos será cada vez más insostenible.
Frente a esto, Panamá se sumó a los más de 100 países que decidieron adoptar los Objetivos del Desarrollo Sostenible hacia el año 2030, el presidente Varela así lo ha dejado claro en su intervención en la ONU, como una política para frenar el deterioro ambiental y social que se vive. Pero, ¿Qué tan utópicos serán estos objetivos? considero que primero debemos analizar los resultados obtenidos por Panamá con los Objetivos Desarrollo del Milenio en vista que este año se venció el plazo. El país tuvo ligeros “avances” en materia de reducción a la pobreza, la pobreza extrema y el hambre, con la implementación de programas sociales como 100 a los 65, Ángel Guardián o la beca universal; igualmente, en materia de Educación universal, sostenibilidad ambiental y alianzas para el desarrollo, se hicieron ligeros “avances”, en materia de igualdad de género y el empoderamiento de la mujer los progresos fueron moderados; y en reducir la mortalidad de niños menores de 5 años, mejorar la salud materna, controlar el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades, los progresos fueron insuficientes. De los ocho (8) objetivos que se presentaron a desarrollar desde el año 2000 al 2015, Panamá no logro la meta de ninguno.
Para nuestro país un rasgo insigne debería ser la estrategia de integración, ya que en el fondo la agenda ODS, se trata de un reto sistémico que no parece ser viable abordarlo exclusivamente a través de las políticas sociales, los 17 puntos de la agenda de Desarrollo Sostenible deben ser discutidos al calor de la realidad nacional, ya que es mal común adoptar políticas internacionales sin saber cómo se van a aplicar en el país, o lo peor, adoptar políticas tal cual desde dictámenes de perspectivas de países desarrollados y se aplican copiando y pegando programas sociales que al final los resultados son todo menos lo esperado.
Uno de los grandes obstáculos que enfrenta Panamá para poder lograr una agenda de Desarrollo Sostenible es la corrupción, la falta de rendición de cuentas y fiscalización, así como instituciones del estado debilitadas o desacreditadas frente a la percepción popular, el juega vivo, el oportunismo y la poca voluntad política pueden enterrar todo intento de desarrollar los objetivos de la agenda ODS. De acuerdo al IV Informe de los Objetivos del Milenio presentado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, en Panamá se invierten alrededor de 48,5% del gasto público, unos 8, 925.30 Millones de balboas en programas sociales que representa un 20% del total del PIB nacional. Sin embargo, seguimos sin ver resultados favorables en nuestra sociedad y sin poder reducir la brecha de desigualdad e inequidad social.
Si queremos un mundo habitable, de paz y concordia entre las naciones, de democracia, justicia social, dignidad y respeto a los derechos humanos de todos, tendríamos que adoptar cuanto antes compromisos tangibles en materia de ayuda al desarrollo, tendríamos que empezar por atacar la inequidad, la justicia selectiva, la corrupción, y fortalecer la democracia de las instituciones del Estado dándole mayor capacidad de operación, planificando para el país y su población.
- Carlos Ariel Escudero Nuñez es sociólogo e Investigador.
http://www.alainet.org/es/articulo/172872
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