Padura es una huerta ecológica en Gopegui, Álava. Acaban de organizar una Jornada de Agroecología. Sobre este tema de agroecología en particular, recientemente el economista Juan Jované ha escrito un interesante artículo, titulado Agroecología, seguridad y soberanía alimentaria (véase página de FLACSO-Panamá en la Estrella de Panamá. Domingo 18 de octubre de 2015).
La agroecología nos plantea otro tipo de alimentación pero también para otro tipo de sociedad. Esto último es lo que cuesta sobremanera. Ya que si bien el sentido común nos indica que es más saludable comer productos ecológicos no da para pensar lo que sigue, otro tipo de sociedad. Esto requiere un nivel de conciencia mayor que nos lo brinda el buen sentido común. Lo que nos permitiría ir viendo lo insostenible de la sociedad capitalista y pensaríamos en otro tipo de sociedad.
En la economía de mercado de la sociedad capitalista todo se ha convertido en un negocio, en una mercancía, la comida no es la excepción. Como bien señala Jované: “ El régimen agroalimentario a nivel global no ha quedado exento de esta tendencia. En el mismo se observa un control global de parte de los grandes productores de insumos quienes, además de promover formas no sostenibles de producción, dominan el mercado de los mismos” pocas o nulas oportunidades tienen los pequeños productores nacionales y mucho menos el campesino.
La agroecología vuelve a traer todo esto a la discusión. Porque ya no sólo se trata de producir por producir, sino producir sosteniblemente-humanamente. Y, esto es precisamente la importancia de la agroecología. Hay que resaltar la cuestión técnica de la agroecología que no utiliza en absoluto productos fitosanitarios, pero también hay que resaltar la parte humana, que es la que estoy convencido se ha perdido en esta economía de mercado. No es lo mismo comerse una zanahoria transgénica que una ecológica, pero más allá, no es lo mismo comerse una zanahoria ecológica producida industrialmente que una producida agroecológicamente, aquí el factor artesanal-humano juega un papel determinante.
Estas experiencias que nos brindan Padura y la agroecología, me recuerda aquella frase lapidaria de Karl Marx “jamás aparecerán nuevas y más altas relaciones de producción antes de que las condiciones materiales para su existencia hayan madurado en el seno de la propia sociedad antigua”.
Abdiel Rodríguez Reyes es Investigador y profesor de filosofía
La agroecología nos plantea otro tipo de alimentación pero también para otro tipo de sociedad. Esto último es lo que cuesta sobremanera. Ya que si bien el sentido común nos indica que es más saludable comer productos ecológicos no da para pensar lo que sigue, otro tipo de sociedad. Esto requiere un nivel de conciencia mayor que nos lo brinda el buen sentido común. Lo que nos permitiría ir viendo lo insostenible de la sociedad capitalista y pensaríamos en otro tipo de sociedad.
En la economía de mercado de la sociedad capitalista todo se ha convertido en un negocio, en una mercancía, la comida no es la excepción. Como bien señala Jované: “ El régimen agroalimentario a nivel global no ha quedado exento de esta tendencia. En el mismo se observa un control global de parte de los grandes productores de insumos quienes, además de promover formas no sostenibles de producción, dominan el mercado de los mismos” pocas o nulas oportunidades tienen los pequeños productores nacionales y mucho menos el campesino.
La agroecología vuelve a traer todo esto a la discusión. Porque ya no sólo se trata de producir por producir, sino producir sosteniblemente-humanamente. Y, esto es precisamente la importancia de la agroecología. Hay que resaltar la cuestión técnica de la agroecología que no utiliza en absoluto productos fitosanitarios, pero también hay que resaltar la parte humana, que es la que estoy convencido se ha perdido en esta economía de mercado. No es lo mismo comerse una zanahoria transgénica que una ecológica, pero más allá, no es lo mismo comerse una zanahoria ecológica producida industrialmente que una producida agroecológicamente, aquí el factor artesanal-humano juega un papel determinante.
Estas experiencias que nos brindan Padura y la agroecología, me recuerda aquella frase lapidaria de Karl Marx “jamás aparecerán nuevas y más altas relaciones de producción antes de que las condiciones materiales para su existencia hayan madurado en el seno de la propia sociedad antigua”.
Abdiel Rodríguez Reyes es Investigador y profesor de filosofía
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