IPS
El planeta, políticamente complicado, sufre de falta de empatía, declaró el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en su intervención el lunes 28, en la sesión inaugural del debate de alto nivel de la Asamblea General.“Cien millones de personas necesitan asistencia humanitaria inmediata”, dijo a los delegados, y agregó que al menos 60 millones se vieron obligadas a huir de sus hogares o sus países.
La ONU (Organización de las Naciones Unidas) pidió unos 20.000 millones de dólares para enfrentar las necesidades de este año, seis veces más que hace una década. Pero las exigencias siguen siendo mayores que los fondos existentes, aunque los Estados miembros han sido generosos, destacó Ban.
Sin embargo, el sistema humanitario “está en quiebra”, aseguró.
“No estamos recibiendo suficiente dinero para salvar suficientes vidas. Tenemos alrededor de la mitad de lo que necesitamos para ayudar a la gente de Iraq, Sudán del Sur y Yemen, y solo un tercio para la de Siria”, sostuvo el secretario general.
En Yemen, 21 millones de personas – 80 por ciento de la población – necesitan asistencia humanitaria.
El plan de respuesta de la ONU para Ucrania solo está financiado en un 39 por ciento, mientras que el pedido de fondos para Gambia, donde uno de cada cuatro niños y niñas sufre de desnutrición crónica, fue respondido con el silencio.
Aún así, el mundo sigue malgastando miles de millones de dólares en gastos de defensa.
“¿Por qué es más fácil encontrar dinero para destruir a la gente y al planeta que para protegerlos?”, preguntó a los delegados, entre ellos representantes de las cinco principales potencias militares del mundo: China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia.
En su discurso de 45 minutos ante la Asamblea General, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, abarcó diversos temas.
Y su comparecencia ante la ONU coincidió con la noticia de que Irán, Iraq, Rusia y Siria formarían una alianza para luchar contra el grupo extremista Estado islámico (EI), aunque una coalición occidental también libra una batalla contra la organización armada.
“Lo he dicho antes y lo repito. No hay espacio para albergar a un culto apocalíptico como el EI, y Estados Unidos no se disculpa por emplear a nuestros militares, como parte de una amplia coalición, para ir tras ellos”, advirtió Obama.
“Lo hacemos con la determinación de asegurar que jamás exista un refugio seguro para los terroristas que llevan a cabo estos crímenes. Y hemos demostrado a lo largo de más de una década de persecución incesante de (la red armada) Al Qaeda que los extremistas no nos van a sobrevivir”, añadió.
El poder militar es necesario, pero no alcanza para resolver la situación en Siria, precisó Obama.
“La estabilidad duradera solo puede afianzarse cuando el pueblo de Siria forjar un acuerdo para vivir juntos en paz”, dijo.
Estados Unidos está preparado para trabajar con cualquier nación, incluso con Rusia e Irán, para resolver el conflicto, comentó.
“Pero debemos reconocer que no puede haber, después de tanto derramamiento de sangre, tanta carnicería, un retorno al statu quo anterior a la guerra”, subrayó el presidente estadounidense.
Ray Offenheiser, el presidente de Oxfam Estados Unidos, dijo a IPS que Obama mostró un renovado interés en participar de un proceso de paz para Siria, con la inclusión de Irán y Rusia.
“Tenemos la esperanza de que cuando regrese a Washington sea con la intención de seguir participando personalmente de un proceso de paz. Sus palabras son bienvenidas, pero deben ser acompañadas por la acción”, resaltó.
Offenheiser dijo que un “destino peor que la muerte” es como algunos de los cuatro millones de refugiados sirios describen lo que se siente al ver a sus pueblos y ciudades desmoronarse por los ataques con morteros y bombas de barril.
“Lo que se necesita con urgencia es un proceso de paz inclusivo, con presión sobre las partes para que cesen los ataques indiscriminados y permitan mayor acceso a la asistencia humanitaria”, recomendó.
“Nos complace el reciente anuncio de Obama de que Estados Unidos recibirá más refugiados, pero seguimos preocupados de que el ritmo y la magnitud de la respuesta estadounidense no se acerque ni de lejos. Instamos a Estados Unidos a recibir al menos 100.000 refugiados sirios en el próximo año fiscal”, exhortó.
Estados Unidos puede y debe hacer mucho más para ofrecer refugio y seguridad a los millones de sirios desplazados por el conflicto, afirmó el activista.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se refirió en su discurso ante la Asamblea General a los éxitos y fracasos de la ONU en sus 70 años de trayectoria.
La ONU amplió sus iniciativas, al incorporar la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, incluidas cuestiones relacionadas con el medio ambiente, la erradicación de la pobreza, el desarrollo social y el acceso a servicios de calidad, dijo.
Cuestiones tales como los desafíos urbanos y las cuestiones de género y raza se convirtieron en una prioridad, añadió la presidenta.
Sin embargo, la ONU no tuvo el mismo éxito en el tratamiento de la seguridad colectiva, una cuestión que estuvo presente en los orígenes del foro mundial y que se mantiene en el centro de sus preocupaciones, continuó.
Según Rousseff, la proliferación de los conflictos regionales – algunos con alto potencial destructivo – “así como la expansión del terrorismo, que mata a hombres, mujeres y niños, destruye nuestro patrimonio común y desplaza a millones de personas de sus comunidades… demuestra que la ONU está ante un gran desafío”.
“No se puede ser complaciente con actos de barbarie como los perpetrados por el llamado EI y otros grupos asociados”, subrayó.
Esta situación explica, en gran medida, la crisis de los refugiados que experimenta la humanidad actualmente, dijo Rousseff.
“Una parte considerable de los hombres, mujeres y niños que se aventuran peligrosamente en las aguas del Mediterráneo y vagan dolorosamente por los caminos de Europa provienen de Medio Oriente y el norte de África, de países cuyas instituciones estatales fueron desestructuradas por la acción militar llevada a cabo en contravención del derecho internacional, abriendo espacio para el terrorismo”, agregó la presidenta brasileña.
La ONU (Organización de las Naciones Unidas) pidió unos 20.000 millones de dólares para enfrentar las necesidades de este año, seis veces más que hace una década. Pero las exigencias siguen siendo mayores que los fondos existentes, aunque los Estados miembros han sido generosos, destacó Ban.
Sin embargo, el sistema humanitario “está en quiebra”, aseguró.
“No estamos recibiendo suficiente dinero para salvar suficientes vidas. Tenemos alrededor de la mitad de lo que necesitamos para ayudar a la gente de Iraq, Sudán del Sur y Yemen, y solo un tercio para la de Siria”, sostuvo el secretario general.
En Yemen, 21 millones de personas – 80 por ciento de la población – necesitan asistencia humanitaria.
El plan de respuesta de la ONU para Ucrania solo está financiado en un 39 por ciento, mientras que el pedido de fondos para Gambia, donde uno de cada cuatro niños y niñas sufre de desnutrición crónica, fue respondido con el silencio.
Aún así, el mundo sigue malgastando miles de millones de dólares en gastos de defensa.
“¿Por qué es más fácil encontrar dinero para destruir a la gente y al planeta que para protegerlos?”, preguntó a los delegados, entre ellos representantes de las cinco principales potencias militares del mundo: China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia.
En su discurso de 45 minutos ante la Asamblea General, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, abarcó diversos temas.
Y su comparecencia ante la ONU coincidió con la noticia de que Irán, Iraq, Rusia y Siria formarían una alianza para luchar contra el grupo extremista Estado islámico (EI), aunque una coalición occidental también libra una batalla contra la organización armada.
“Lo he dicho antes y lo repito. No hay espacio para albergar a un culto apocalíptico como el EI, y Estados Unidos no se disculpa por emplear a nuestros militares, como parte de una amplia coalición, para ir tras ellos”, advirtió Obama.
“Lo hacemos con la determinación de asegurar que jamás exista un refugio seguro para los terroristas que llevan a cabo estos crímenes. Y hemos demostrado a lo largo de más de una década de persecución incesante de (la red armada) Al Qaeda que los extremistas no nos van a sobrevivir”, añadió.
El poder militar es necesario, pero no alcanza para resolver la situación en Siria, precisó Obama.
“La estabilidad duradera solo puede afianzarse cuando el pueblo de Siria forjar un acuerdo para vivir juntos en paz”, dijo.
Estados Unidos está preparado para trabajar con cualquier nación, incluso con Rusia e Irán, para resolver el conflicto, comentó.
“Pero debemos reconocer que no puede haber, después de tanto derramamiento de sangre, tanta carnicería, un retorno al statu quo anterior a la guerra”, subrayó el presidente estadounidense.
Ray Offenheiser, el presidente de Oxfam Estados Unidos, dijo a IPS que Obama mostró un renovado interés en participar de un proceso de paz para Siria, con la inclusión de Irán y Rusia.
“Tenemos la esperanza de que cuando regrese a Washington sea con la intención de seguir participando personalmente de un proceso de paz. Sus palabras son bienvenidas, pero deben ser acompañadas por la acción”, resaltó.
Offenheiser dijo que un “destino peor que la muerte” es como algunos de los cuatro millones de refugiados sirios describen lo que se siente al ver a sus pueblos y ciudades desmoronarse por los ataques con morteros y bombas de barril.
“Lo que se necesita con urgencia es un proceso de paz inclusivo, con presión sobre las partes para que cesen los ataques indiscriminados y permitan mayor acceso a la asistencia humanitaria”, recomendó.
“Nos complace el reciente anuncio de Obama de que Estados Unidos recibirá más refugiados, pero seguimos preocupados de que el ritmo y la magnitud de la respuesta estadounidense no se acerque ni de lejos. Instamos a Estados Unidos a recibir al menos 100.000 refugiados sirios en el próximo año fiscal”, exhortó.
Estados Unidos puede y debe hacer mucho más para ofrecer refugio y seguridad a los millones de sirios desplazados por el conflicto, afirmó el activista.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se refirió en su discurso ante la Asamblea General a los éxitos y fracasos de la ONU en sus 70 años de trayectoria.
La ONU amplió sus iniciativas, al incorporar la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, incluidas cuestiones relacionadas con el medio ambiente, la erradicación de la pobreza, el desarrollo social y el acceso a servicios de calidad, dijo.
Cuestiones tales como los desafíos urbanos y las cuestiones de género y raza se convirtieron en una prioridad, añadió la presidenta.
Sin embargo, la ONU no tuvo el mismo éxito en el tratamiento de la seguridad colectiva, una cuestión que estuvo presente en los orígenes del foro mundial y que se mantiene en el centro de sus preocupaciones, continuó.
Según Rousseff, la proliferación de los conflictos regionales – algunos con alto potencial destructivo – “así como la expansión del terrorismo, que mata a hombres, mujeres y niños, destruye nuestro patrimonio común y desplaza a millones de personas de sus comunidades… demuestra que la ONU está ante un gran desafío”.
“No se puede ser complaciente con actos de barbarie como los perpetrados por el llamado EI y otros grupos asociados”, subrayó.
Esta situación explica, en gran medida, la crisis de los refugiados que experimenta la humanidad actualmente, dijo Rousseff.
“Una parte considerable de los hombres, mujeres y niños que se aventuran peligrosamente en las aguas del Mediterráneo y vagan dolorosamente por los caminos de Europa provienen de Medio Oriente y el norte de África, de países cuyas instituciones estatales fueron desestructuradas por la acción militar llevada a cabo en contravención del derecho internacional, abriendo espacio para el terrorismo”, agregó la presidenta brasileña.
Traducido por Álvaro Queiruga
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