domingo, 27 de septiembre de 2015

Estudiantes indignados “señalan el rumbo"


Corrupción, violencias y vergüenza movilizan a miles en Paraguay


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Violencia: la violencia está presente cuando los seres humanos se ven influidos de tal manera que sus realizaciones efectivas, somáticas y mentales están por debajo de sus realizaciones potenciales [...] cuando lo potencial es mayor que lo efectivo, y ello es evitable, existe violencia [Johan Galtung] (1). 
Rabia: 3. f. Ira, enojo, enfado grande. [Diccionario de la R.A.E.] 
Compuestos por personas que buscan cambios en la sociedad y en sus instituciones, los movimientos sociales suelen surgir a causa de injusticias sociales o de necesidades insatisfechas. En su transitar, los mismos tienen dos vías principales para luchar por sus reclamos o buscar dirimir los conflictos, las cuales son como las dos caras de una moneda: la vía violenta y la vía pacífica . La primera es más espontánea y fácil, sin embargo suele tener malas consecuencias y muchas veces hay infiltrados en las movilizaciones con el fin de desacreditar y deslegitimar a los grupos sociales. La segunda es la más difícil, la que precisa de mayor organización, acuerdos y disciplina, pero es aquella cuyos resultados son más duraderos, legítimos y satisfactorios.

El conflicto actual en el sistema educativo paraguayo, en especial en la Universidad Nacional de Asunción (U.N.A.), intenta decantarse por la segunda vía, su dirección estudiantil -todavía amorfa- procura que durante las marchas, vigilias y manifestaciones no sean dañadas las instalaciones ni se violente a los corruptos dirigentes que tanto daño han hecho a la institución y al país. Mientras, se acusa al rector de la misma, a ciertos decanos y también a representantes estudiantiles de diversas faltas contra los bienes y el dinero de la institución. Es evidente que sería incoherente realizar daños materiales a la institución, en protesta por los robos a la misma; es que, tener la fuerza, no implica que sea correcto usarla de cualquier manera.

Sin embargo, la vía pacífica del movimiento del 2015 se está topando con dos impulsos que si son mal dirigidos tienden a hacer gravitar los conflictos hacia el camino negativo, estos son: la frustración y larabia. Frustración porque a más de 25 años de transición a la democracia (iniciada tras la caída de la tiranía de 35 años de Alfredo Stroessner, en 1989), la Universidad sigue siendo una verdadera escuela de prácticas de corrupción, de dictadura y de imposiciones al más puro estilo de lo que podría ser una república bananera. Usando como excusa a la “autonomía universitaria”, muchos de sus líderes han aprovechado los recursos públicos para llenarse los bolsillos y para dirigir un auténtico festival de empleos y viajes para amigos, amantes y parientes, quienes en el mejor de los casos no son los que más merecen y, en el peor, ni siquiera cumplen con mínimos requisitos.

También hay mucha rabia, rabia porque pese a todos los datos descubiertos acerca de la corrupción imperante, las luchas ganadas, las presiones de la sociedad civil y organizaciones, y la supuesta “democratización” de la -pese a todo- mejor universidad paraguaya: los poderosos se burlan de los estudiantes con sus actuaciones y actos, pues evidentemente están mal utilizando los ya de por sí insuficientes recursos, mientras impiden el desarrollo de la educación paraguaya y encubren a los corruptos.

Sucede que la U.N.A. es una de las pocas instituciones que aún no ha pasado por un proceso de reforma para lograr la depuración o el sanamiento, luego de la época obscura. Las prácticas propias del perverso sistema stronista todavía son un pan diario en la decana institución terciaria del Paraguay, donde los amantes del saber luchan contra un sistema severamente dañado y contra los vicios heredados.

Rebelión estudiantil se multiplica en Paraguay

Justo unos días antes de la gran jornada de movilización nacional, organizada por los estudiantes secundarios para pedir una mejor educación y mucha más inversión pública, en la U.N.A. se llegó al “punto de quiebre” que hizo resurgir a un adormecido movimiento estudiantil (hoy llamado: “La UNA no se calla”), el cual en el pasado había librado numerosas luchas por los derechos humanos y por la educación. La situación llegó al extremo luego de que un medio local descubriera que el rector Froilán Peralta gana mensualmente más de 51 millones de guaraníes (más de 9 mil dólares) y que su asistente, la joven Tatiana Cogliolo, percibe un salario total que asciende a la también friolera suma de 12,6 millones de guaraníes (aproximadamente 2.300 dólares al mes). La joven es pariente política del rector, y pese a su calidad de Profesora de Educación Inicial (parvularia) y a no contar con título universitario, no solo se beneficiaba de un rubro de asistente y de una bonificación por “responsabilidad”, sino que además, desde que tenía 21 años, gozaba de dos rubros docentes en la Facultad de Veterinaria (de la cual durante mucho tiempo el rector actual fue decano). No está demás decir que una gran cantidad de profesores, tal vez el mayor grupo, gana alrededor de solo 150 dólares al mes por materia, y que los docentes a medio tiempo o tiempo completo son la excepción. Tatiana, además de todo, habría acompañado al rector en 14 viajes pagados al exterior, (2) y también posee varios parientes cobrando diversos sueldos en la Universidad, entre ellos su hermanita colegiala de solo 18 años de edad. (3) Más denuncias sobre abusos, abundan contra el rector.

La indignación es grande, al verse a la universidad como una empresa familiar, repleta de problemas similares a los descubiertos recientemente en instituciones hermanas, pero muchísimo más jóvenes, como la Universidad Nacional de Pilar y la Universidad Nacional de Villarrica del Espíritu Santo. Sobre la última, se llegó a afirmar que es un negocio que “incluye a la parentela del rector, además de los amigos, los amigos de los amigos y hasta políticos de turno”. (4) No es por nada que la abogada Kattya González, Coordinadora de Abogados del Paraguay, dijo acerca de la U.N.A. que “con plata del Estado se mantiene a amantes, putas y parientes de políticos [por lo que] es hora de penalizar este tipo de conductas". (5)

Aún en pleno siglo XXI, muchos de los docentes e investigadores nacionales son nombrados sin mediar concursos de oposición y sin cumplir con los méritos requeridos. Esto, la profesora Ninfa Rojas de la Facultad de Economía, lo reconoció sin pelos en la lengua cuando un docente le requirió por la falta de llamado a concurso para una materia: "Vos sos profesor pensante, la facultad no necesita profesores pensantes, en este momento el decano está en campaña política y necesita profesores políticos"; la víctima es el Profesor Ruiz Díaz, quien por indignación va a dejar de enseñar en la institución. (6) En mi caso particular, he escuchado cosas semejantes de parte de la vicedecana de la Facultad de Filosofía, Dra. Gladys Ríos, cuando le expresé mi crítica porque supuestamente “perdí” en concursos de cátedras ante personas con mucho menos formación y poca experiencia docente: “el resultado de los concursos no importa, la decana por estatuto puede contratar a quien quiera como profesor, esa es su potestad”, como si una interpretación “abierta” del anticuado y agujereado estatuto de la Universidad estuviera por encima de la Constitución Nacional y del sentido común. Por supuesto, no faltan las voces de cientos de destacados docentes que se quejan de ganar mucho menos que Tatiana o de no tener cabida en la mejor universidad del país solo por falta de “padrinos políticos”.

Otros problemas están matando el espíritu crítico y el prestigio de la universidad: bibliotecas anticuadas y poco renovadas, cuotas disfrazadas cobradas a los alumnos pese a su estatuto de institución pública, falta de becas, la existencia de escasasísimas publicaciones, desarrollo deficitario de la investigación, la extensión universitaria como anécdota más que como costumbre, la imposibilidad de elegir materias (planes casi totalmente cerrados), la falta de apertura de nuevas carreras, la división en la dirigencia estudiantil, la existencia de muchísimos profesores taxis (que corren de una institución a otra en horas de clase), el atraso legal, el poco fomento al deporte y a la cultura, la gran falta de actualización en muchas áreas, etcétera.

La violencia nuestra de cada día, hace mella en el país y la región
Hagamos un paréntesis introductorio a esta sección, pues es necesario que afirmemos dos cosas para entender a la sociedad paraguaya actual. Primero, que nunca se ha demostrado la existencia de un gen de la violencia o de la guerra, ni que la misma sea una condición natural; sin embargo, los seres humanos sí seríamos conflictivos por naturaleza y habríamos aprendido diversas maneras de dirimir o transforma r nuestros conflictos. Es decir, la violencia se puede controlar y se puede evitar, pero obviamente este es más difícil en sociedades donde impera la violencia estructural (7). Lo segundo es que “violencia estructural” se llama a hechos como la pobreza, analfabetismo, explotación, desnutrición por razones económicas, incultura, hambre, injusticia social, falta de acceso a servicios de salud, alienación, exclusión, carencia de agua, mal desarrollo, daños al medio ambiente, etcétera. Es decir, esta es una violencia “indirecta”, pero violencia al fin y al cabo, la cual a causa del mal funcionamiento de las estructuras sociales, las instituciones públicas y privadas o la organización social, ocasiona a las personas (sobre todo a las más vulnerables) trastornos y privaciones de todo tipo.

Resulta que la coyuntura paraguaya se caracteriza no solo por altas dosis de violencias físicas y psicológicas, sino también de estructural o institucional, pues se trata en un país donde el analfabetismo funcional es moneda corriente, la cuarta parte de la población es pobre y no puede satisfacer sus necesidades básicas, los cargos públicos raras veces son cubiertos por los más capaces, el subempleo es altísimo, la injusticia social manda, miles de kilómetros de rutas se hallan en mal estado o no están asfaltad o s, la educación pública se halla en terapia intensiva, cientos de miles ganan menos que el sueldo mínimo, y los puestos de salud casi siempre están desabastecidos y saturados.

Situaciones como las citadas, explican, pero no justifican, el accionar de movimientos sociales que por momentos infringen violencias físicas, a pesar del deseo contrario de muchos de sus propios protagonistas. Como el pasado martes 22 de septiembre, cuando se reunieron los miembros del Consejo Superior Universitario de la U.N.A. para aceptar el pedido de permiso indefinido presentado por el rector Froilán Peralta, pero también para solicitarle su renuncia y convocar a la Asamblea Universitaria a fin de tratar el tema la siguiente semana. Afuera, los manifestantes realizaron una gran jornada cívica, pero cayeron en el error estratégico de permitir que se impida la salida de los miembros del Consejo de las instalaciones del rectorado durante muchísimas horas, en las que los mismos también debieron soportar cortes de electricidad y de agua (8). Las tensiones duraron hasta la medianoche, momentos en que tras amenazas de utilizar cascos azules y luego de un acuerdo entre las partes: se permitió la lenta salida de las personas. Esto no estuvo bien, porque en la práctica constituyó un mini secuestro (aunque no es la primera vez que se utiliza como método de lucha en la U.N.A.). Tal vez muchos de los que estaban adentro sean cómplices o tarde hayan reaccionado ante la corrupción en la Universidad, pero nada de ello justifica el victimizarlos, peor aún porque también habían inocentes.

Los manifestantes piden la renuncia inmediata del hoy más odiado rector de Paraguay y quien podría ser el más corrupto de América, tal vez movidos por el temor existente en la sociedad de que el mismo sea blanqueado en la Asamblea Universitaria, puesto que algunos de sus miembros habrían obtenido sus puestos con su apoyo, o son sus “leales”. Además, los vínculos del rector con altos dirigentes del gobernante Partido Colorado, son más que evidentes. Sin embargo, la mejor salida sería una destitución que deje el precedente de que a los corruptos al menos a veces les llega el castigo; a favor está el hecho de que a pesar de los “amigos”, los asambleístas también podrían sufrir las consecuencias, si hubiese un eventual encubrimiento. Por otro lado, es cierto que la renuncia podría ser el primer paso para que el señor termine sin suficiente castigo moral o penal; pero, en un país donde rara vez los corruptos devuelven lo robado o tan siquiera pisan la cárcel, es hasta casi válida la estrategia de urgirla, tal vez con el fin de evitar daños mayores.

Más allá de lo que sea más conveniente en relación al actual rector (un hombre ridiculizado hasta el hartazgo en las redes sociales electrónicas y quien pes e de su tozudez, es casi seguro que no volverá a pisar la universidad, al menos por mucho tiempo), lo importante es que los estudiantes y docentes se organicen más, coordinen esfuerzos y reconozcan que hay muchas formas no violentas de lograr los objetivos. Las vías pacíficas arrojan resultados más duraderos (la historia nos lo muestra a través de múltiples ejemplos), (9) además de que el apoyo de l a opinión pública del país es demasiado fuerte como para siquiera pensar en recurrir a alguna mínima forma de violencia, a pesar incluso de la gran violencia estructural que están hartos de padecer los universitarios.

Estudiantes de la Universidad Católica, de otras universidades públicas y privadas, del interior del país y de secundaria, organizaciones de la sociedad civil, personajes públicos y grupos en otros países: han marchado, han enviado mensajes, han realizado sentadas y han expresado su solidaridad de muchas maneras; vamos, si hasta niños de la escuela y empresas privadas apoyan o ayudan, es quizás porque hay un gran consenso social a favor (10). Todo esto no es poco, y si el movimiento sabe canalizar los apoyos y las fuerzas propias puede dar un paso más hacia la tan necesaria y esperada reforma universitaria, la cual hoy parece estar mucho más cerca.

Muchos centros de estudiantes y numerosos alumnos han manifestado su intención de continuar con el paro de actividades y con las protestas pacíficas. Este accionar va a marcar a la Universidad, los estudiantes son conscientes de eso y por ello no deben dejar que el apuro de algunos impida iniciar un proceso de verdadero saneamiento en la alta casa de estudios.

El 24 de septiembre la Universidad Nacional de Asunción cumplió 119 años de vida. Y, aunque pocos quisieron festejar el día en medio de los acontecimientos recientes y de la corrupción imperante, creo que hay mucho por celebrar: la indignación de estudiantes, egresados y docentes, el espíritu juvenil manifestándose, la movilización en pos de más justicia social, el gran apoyo de gran parte de la sociedad paraguaya, y el deseo hecho verbo de transformar a la Universidad y al país.


Notas
(1) Galtung, J. (1985) Investigaciones teóricas. Sociedad y cultura contemporáneas. Tecnos, Madrid. Pag. 83.

(2) Diario Ultima Hora (8 de septiembre de 2015), “La única del gabinete que viajaba con el rector Peralta”. http://m.ultimahora.com/la-unica-del-gabinete-que-viajaba-el-rector-peralta-n928550.html

(3) Diario Ultima Hora (10 de septiembre de 2015) “Rector nombró hasta a la hermanita colegiala de su secretaria en la UNA”. http://www.ultimahora.com/rector-nombro-la-hermanita-colegiala-su-secretaria-la-una-n929178.html

(4) Diaz Valinotti, Elvio (1 de agosto de 2013) “La universidad como 'negocio” familiar', en: Diario Abc Color. http://www.abc.com.py/nacionales/universidad-de-la-familia-602192.html

(5) Diario Hoy (14 de septiembre de 2015) Abogada dispara: “Con dinero público se paga a putas de políticos”. http://www.hoy.com.py/nacionales/abogada-dispara-con-dinero-publico-se-paga-a-putas-de-politicos

(6) Diario Última Hora (23 de septiembre de 2015) “Docente dejará de enseñar en la UNA indignado por hechos de corrupción” http://www.ultimahora.com/docente-dejara-ensenar-la-una-indignado-hechos-corrupcion-n932881.html

(7) Discusiones acerca del origen de la violencia y de los conflictos, pueden leerse en: Oviedo Sotelo, Daniel (2013) “Eco(bio)lencia, irenología y lucha por la paz en nuestro mundo único”, en: Iztapalapa. Revista de Ciencias Sociales y Humanidades . Año 34, enero-junio de 2013, N° 74. U.A.M.- Iztapalapa: México. Pag. 41-82. ISSN 0185-4259. https://www.academia.edu/5837722/Eco_bio_lencia_irenolog%C3%ADa_y_lucha_por_la_paz_en_nuestro_mundo_%C3%BAnico

(8) Diario Última Hora (22 de septiembre de 2015) “Sin luz ni agua en Rectorado de la UNA”. http://www.ultimahora.com/sin-luz-ni-agua-rectorado-la-una-n932597.html

(9) Veáse más al respecto en: Molina Rueda, Beatriz y Francisco A. Muñoz: eds. (2004) Manual de paz y conflictos. Universidad de Granada, Granada (www.ugr.es/~eirene/publicaciones/eirene_manual.html) [13 de octubre de 2013]; y en, López Martínez, Mario; dir (2004) Enciclopedia de Paz y Conflictos. 2 vol. Universidad de Granada: Granada.

(10) Algunas organizaciones privadas hicieron llegar comida, agua y otras provisiones a los huelguistas apostados en frente a la rectoría universitaria. Hubo incluso algunas que diseñaron campañas publicitarias alusivas, como la empresa de insecticidas que puso en sus carteles una foto de la sede de Froilán con el lema de “Juntos eliminamos a todos los insectos de la sociedad”. Por su parte, una casa de comidas premió con donativos el poema dedicado al rector, el cual dice: “Tendría que preocuparse porque en la cárcel de Tacumbú no llega el delivery de Alberdín".

Daniel Oviedo Sotelo. Doctor en Filosofía por la UAM-I de México; investigador; ex presidente del Centro de Estudiantes y ex docente de la Facultad de Filosofìa U.N.A.
 oviedosotelo@yahoo.com
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

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