jueves, 9 de julio de 2015

Claves de la crisis de refugiados a escala mundial



EFE


La actual crisis de refugiados choca con la tesis del libro “The Better Angels of Our Nature” donde Steven Pinker -profesor de psicología de la Universidad de Harvard- aportaba una sobredosis de optimismo a las relaciones internacionales.Resultado de imagen para Claves de la crisis de refugiados a escala mundialEn el libro aseguraba que estamos viviendo en la era menos violenta, cruel y pacífica de nuestra historia pero esta idea sobre el declive de la violencia durante el último siglo tanto a nivel familiar, vecinal, tribal como estatal, choca con un indicador tan preocupante como la actual crisis de refugiados registrada a escala global.

De acuerdo con las últimas y dramáticas estimaciones publicadas con motivo del Día Mundial del Refugiado, durante los últimos cuatro años, justo desde la publicación del libro de Pinker, el mundo ha generado casi 70 millones de refugiados, personas en búsqueda de asilo o familias desplazadas por toda clase de conflictos.
Un indicador bastante visible de que el dividendo de paz generado tras el final de la Guerra Fría está desapareciendo a marchas forzadas.
1.- Sin comparación desde la Segunda Guerra MundialLas estadísticas manejadas por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados demuestran que lo ocurrido en 2014 no tiene precedentes desde la Segunda Guerra Mundial. El número de personas forzadas a abandonar sus hogares no por razones estrictamente económicas llegó el pasado año a la trágica plusmarca de 59,5 millones. La mitad de ellos, niños.
Esa cifra -el equivalente a la población de Italia- supone un incremento del 16 por ciento con respecto a 2013 y de un 59 por ciento en comparación con 2004. Dentro de este censo de sufrimiento figuran 38,2 millones de personas desplazadas dentro de sus propios países por razones de conflicto, violencia generalizada o violaciones de derechos humanos.
Un número sin precedentes desde que este tipo de datos empezaron a cuantificarse en 1989. Solo en 2014 el mundo ha generado 13,9 millones de desplazados internos por toda clase de conflictos y persecuciones.
El Instituto para la Economía y la Paz (un think-tank de Australia conocido por sus siglas en inglés IEP) estima que durante los últimos cuatro años unos 73 millones de personas se han visto forzados a abandonar sus hogares dentro de una llamativa proliferación de conflictos armados. Aproximadamente 1 de cada 130 habitantes del planeta durante estos años tan conflictivos se ha convertido en refugiado o desplazado.
2.- El principal foco de sufrimientoEl principal escenario para estos niveles de sufrimiento ha sido la guerra civil de Siria, que entra en su quinto año con la mitad del país en poder del Estado Islámico. Según Naciones Unidas Siria ha sustituido como primer productor de refugiados a Afganistán, que había ocupado el puesto número uno durante tres décadas.
Al concluir el pasado año, 7,6 millones de sirios se habían visto desplazados dentro del país, al tiempo que más de millón y medio huyeron durante el año pasado fuera. Un éxodo que ha elevado la población de refugiados siros hasta los 3,9 millones de personas.
En la actualidad, uno de cada cuatro refugiados el mundo es ciudadano sirio, país que empezó la guerra con 22 millones de habitantes. La catástrofe de Siria ha hecho posible otra plusmarca: Turquía mantiene la mayor población de refugiados, estimada en 1.590.000 de personas. Esta distinción perteneció en el pasado a Pakistán, país que en 2014 “solo” alcanzó la cifra de 1.510.000 refugiados.
La situación de Turquía ilustra como la guerra civil de Siria ha provocado enormes tensiones y problemas para todos sus vecinos, que han tenido que absorber el 95 por ciento de esos refugiados.
En la actualidad, los refugiados sirios constituyen una cuarta parte de la población del Líbano. Y de las 219.000 personas que intentaron cruzar el año pasado las aguas del Mediterráneo a la desesperada, la mitad eran sirios.
3.- El resto del mundoEl avance del autoproclamado Califato ha complicado sobremanera la situación en Irak. En 2014, 2,6 millones de iraquíes fueron desplazados de sus hogares, hasta alcanzar una cifra total de 3,6 millones.
El conflicto en Ucrania también ha planteado un significativo éxodo de refugiados con destino a Rusia (230.000 ucranianos buscaron refugio en territorio ruso durante 2014).
La renovada lucha en Sudán del Sur también ha provocado el desplazamiento de 1,5 millones de personas dentro de su país, además de otro medio millón que intentó buscar refugio fuera.
La guerra en el Congo ha desplazado a otro millón de personas. Sin olvidar la ofensiva de Pakistán contra militantes islámicos en las llamadas zonas tribales. Este esfuerzo armado del Gobierno de Islamabad contra esos santuarios terroristas habría producido un flujo de 283.500 refugiados con destino a Afganistán.
En Colombia, a pesar del esfuerzo para encontrar una solución negociada al conflicto con las FARC, otras 137.000 personas se han visto forzadas a abandonar sus hogares. Tras medio siglo de conflicto, hay seis millones de desplazados.
4.- La imposibilidad de volver2014 también ha registrado otra plusmarca que ilustra las enormes dificultades que supone repatriar a personas que han decidido huir de sus países: solo 126.800 refugiados fueron capaces de volver a sus hogares, según las cifras obtenidas por Naciones Unidas.
Éste es el número más bajo de retornados en treinta años para el equivalente a ese imaginario país en el número 24 del mundo por su población de casi sesenta millones de desamparados. Las mínimas perspectivas de paz en Siria, Afganistán y Somalia impiden atisbar soluciones a corto plazo.
Las consecuencias de los conflictos en esos tres países han producido un 53 por ciento de la actual población mundial de refugiados y la situación posiblemente empeorará, al menos en Siria y Afganistán.
La actual crisis de refugiados se está complicando más porque muchos de ellos terminan en países menos desarrollados. De hecho, una de cada cuatro ha encontrado cobijo en algunos de los países más pobres del mundo. Con la injusta ironía de que Etiopia o Kenia albergan ahora un número mucho mayor de refugiados que algunas de las economías más avanzadas del G-7.
5.- La prevalencia de guerras civilesEl año 2014 ha sido un año especialmente problemático para la evolución del orden mundial tras la Guerra Fría. Sobre todo, por la coincidencia de factores como la guerra civil en Siria, la expansión del Estado Islámico en Irak, el conflicto sin tregua en el este de Ucrania y la epidemia de Ébola en África Occidental.
Al mismo tiempo, las tendencias generales sobre violencia y prosperidad siguen teniendo una evolución positiva. Por lo menos, las clásicas guerras entre Estados parecen algo del pasado.
Sin embargo, la principal causa a la hora de explicar la actual crisis de refugiados sería la persistencia de conflictos civiles, con un impacto mucho mayor a otras circunstancias que también provocan avalanchas de refugiados y desplazados como la opresión, el hambre o las epidemias.
El agravante de la proliferación de guerras civiles -con al menos quince adicionales en los últimos cinco años- es que provocan cierta fatiga entre los donantes de ayuda humanitaria, normalmente más sensibles ante tragedias provocadas por la naturaleza en comparación a conflictos armados.
Además de las enormes dificultades para desarrollar operaciones de asistencia en mitad de disputas étnicas y sectarias caracterizadas por una violencia extrema.
6.- ¿Cuánto cuesta todo esto?El Instituto para la Economía y la Paz, con base en Sydney, ha estimado que los conflictos armados planteados en todo el mundo costaron durante el año pasado 14,3 billones de dólares. El equivalente a las economías combinadas de Alemania, Brasil, Canadá, España, Francia y Gran Bretaña.
La factura que supone facilitar asistencia a refugiados y desplazados se estima en unos 128.000 millones de dólares, un 267 por ciento más que en 2008.
Para ilustrar la magnitud del problema, Naciones Unidas ha calculado que un promedio superior a 42.000 personas se convierten cada día en refugiados, solicitantes de asilo o desplazados internos. Cuatro veces más que en 2010.
Según el portugués António Guterres, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, “no tenemos la capacidad de recoger los pedazos rotos, más y más personas están sufriendo y más y más personas que están sufriendo no tienen la oportunidad de conseguir protección o respaldo porque ya no disponemos de los recursos necesarios”.

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