.jpg)
Todo asesinato es siempre inadmisible y repudiable y no hay para él justificación política ni religiosa alguna. El crimen cometido contra los provocadores arrogantes de Charlie Hebdo no es, por consiguiente, justificable pero sí es explicable. Porque si uno no se explica las razones que llevaron este horrendo asesinato queda intelectualmente a la merced de los “guardianes del Orden republicano”, es decir, de los asesinos en masa, mediante la “austeridad” para proteger al gran capital, de pobres, niños, ancianos en Europa misma y de los que bombardean donde les parece en nombre de la “Libertad”. El ignorante y las almas cándidas colaboran para construir el inmundo fascismo de mañana cuyo aliento se siente ya detrás del movimiento reaccionario de Francia para los franceses.
La ideología de origen estadounidense de esta ofensiva de la derecha es el supuesto choque de civilizaciones, la guerra contra el Islam (es decir, contra dos mil millones de musulmanes en el mundo). Esta ideología apocalíptica encubre la guerra eterna y prepara en varios países la guerra civil (que ya está instalada en África bajo la forma de la guerra entre musulmanes extremistas y cristianos sostenidos por el imperialismo, sobre todo francés).
Los gobernantes de los países imperialistas crearon y después alimentaron y armaron el integralismo fanático de algunos pequeños grupos islámicos: Francia lo hizo en Argelia con sus harkis, soldados nativos que luchaban contra la independencia; Estados Unidos estaba detrás de los Hermanos Musulmanes egipcios para combatir al nacionalismo árabe laico de Nasser y utilizó a los talibanes afganos contra el gobierno laico prosoviético y las tropas de Moscú que habían entrado en el país para sostener a ese gobierno. Israel estuvo detrás del nacimiento de Hamas para combatir a la laica e izquierdista Organización para la Liberación de Palestina dirigida por Yasser Arafat. Como es lógico el hijo de Frankestein del oscurantismo medioeval así promovido comenzó a andar por su cuenta y escapó a sus amos, como Bin Laden, el agente primitivo de la CIA. Inglaterra, por su parte, al ser echada de la India, dejó el veneno de la lucha religiosa entre hinduistas, budistas y musulmanes que se trasladó después a los Estados independientes de la India y Pakistán. El fundamentalismo integralista de algunos grupos musulmanes es reflejo directo de los fundamentalistas cristianos occidentales que pretenden creer que sus valores culturales son universales y se creen destinados por su Dios a evangelizar y civilizar a sangre y fuego a los llamados salvajes o bárbaros.
La solidaridad peluda al colonialista Hollande formulada- ¡en la lengua de Voltaire!- por el primer ministro inglés Cameron o por John Kerry, vicepresidente yanqui, bate por eso todos los records de cinismo e hipocresía.
Todo atentado terrorista indiscriminado, además de un crimen, es un grave error político, así lo cometa un honesto anarquista que, con una bomba quiere acabar con un sistema, cuya represión refuerza de inmediato. Los que mataron a los periodistas de Charlie Hebdo desencadenaron una ola antiárabe, con bombas en las mezquitas, detenciones “preventivas”, medidas utrareaccionarias contra todos los jóvenes que parezcan musulmanes, y dieron aliento político a la extrema derecha xenófoba en toda Europa, al FN lepenista, a la derecha en el gobierno, que será aún más proisraelí, aún más colonialista. Si su acción criminal no se explicase por su ignorancia, su atraso político y su desesperación, parecería obra de los Servicios, una provocación similar a la quema del Reichstag por los nazis para imponer el triunfo de Hitler. El resultado es el mismo.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario